LA EXPERIENCIA DE SYRIZA Y EL SILENCIO DE PODEMOS.
Asi, de bote
pronto, los jerarcas de Podemos no quiere oír hablar de su partido “hermano” griego, no sea que vaya a
salpicarles el documento dado a conocer en el marco del Congreso de Syriza
Este domingo (16),
se produjo un gesto que describe como ningún otro el distanciamiento entre
Pablo Iglesias y su hasta, hace no mucho, venerado Alexis Tsipras.
El líder de Syriza
fue reelegido en el Congreso de su partido – el primero que celebra desde que
está en el Gobierno- por un contundente 92,39%, e Iglesias tan locuaz en Twiter
siempre, no se molestó en felicitar a su hermano.
Desde que el
Presidente griego tuvo que envainarse sus principios y programa para que la
Unión Europea accediera a desembolsar su tercer rescate de 86,000 millones de
euros, Iglesias, Iñigo Errejón y los
demás jerarcas de Podemos, se han cuidado mucho de Syriza; no vaya a ser que la
opinión pública española deduzca que Iglesia gasta el mismo envoltorio
populista que Tsipras.
Esta vez, los
dirigentes del partido morado han tenido especiales motivos para poner
distancia de por medio, porque no quiere que les salpique el documento marco
aprobado por los dirigentes de Syriza; este domingo.
En él, la formación
reconoce por primera vez que cometió “errores
de cálculo” en las previsiones que incluía el programa con el que ganó las
elecciones de 2015, el llamado Programa de Salónica.
Syriza dice ahora
que sobreestimó la posibilidad de incrementar los ingresos públicos. Y de qué
manera. En ese programa el partido preveía aumentar los ingresos anuales en
12,000 millones de euros: 3000 millones mejorando las condiciones de la
devolución de la deuda; otros 3000 millones más en su lucha contra el fraude
fiscal; también 3000 millones a partir de la reorientación de Fondos Europeos y
los últimos 3000 del Fondo de Estabilidad Monetaria.
Una vez que Tsipras
pasó por el aro de la Unión Europea, rebajo mucho sus previsiones de aumento de
ingresos a otros más realistas. Concretamente a 680 millones de euros en 2015 y
1.300 millones en 2016.
A Podemos, también
le han perseguido siempre las deudas, sobre la solidez de sus previsiones
económicas. Las últimas, con las que concurrió a las elecciones generales de
junio, eran cuanto menos llamativas.
Pablo Iglesias y
Alberto Garzón aseguraban en su programa electoral conjunto, que era posible
aumentar en 30,000 millones de euros el volumen de ingresos anuales obtenidos a
través de los impuestos. De ellos, 10,000 millones por la vía del IRPF.
Casi ningún
economista ha tomado en serio las “cuentas
de la lechera” de Podemos. A Syriza le pillaron nada más llegar al
Gobierno, porque sus estimaciones económicas se disolvieron como un azucarillo
al contacto con la realidad de Grecia.
La ventaja de
Podemos es que como no Gobierna aún, “No
le han pillado”.
18
octubre 2016.
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