DE PRESIDENTE EN FUNCIONES A PRESIDENTE EVENTUAL.
El Presidente en
funciones, pasara a ser Presidente eventual, una nueva categoría que va a
estrenar Mariano Rajoy. Eventual a tiempo parcial, con una previsible
caducidad, a partir del próximo - 29 sábado -, si no hay sorpresas.
La fecha de
caducidad puede fijarse en pocos meses después de tomar posesión el domingo como
Presidente eventual, nombre a su Consejo de Ministros y se disponga a intentar
gobernar.
El propio Mariano
Rajoy ha admitido su debilidad y se ha puesto a prometer – como siempre ha
hecho – aunque luego ha hecho todo lo contrario. Ahora promete el diálogo,
cuando ese valor, el del dialogo, ni lo conoce ni lo ha practicado ni un solo
segundo de los cuatro años de investidura en el que ha estado de inquilino en
La Moncloa, con un contrato absoluto.
¿Por qué iba ahora
a prometer algo y no hacer todo lo contrario?, como ha hecho
siempre. “Tendré que ganarme los
apoyos”, ha dicho.
A mí me parece, que
después que nos ha demostrado a todos los españoles su “incapacidad para cumplir su palabra, y de no lograr ni un solo acuerdo
parlamentario en la última legislatura”. Creerse las promesas ahora no es
tan sencillo como “el cambio de hora
entre la noche del sábado y el domingo”.
Ahora, Mariano
Rajoy no va a engañar a nadie, prometa con su bla, bla, bla lo del bla, bla,
bla. Puede inclusive, decir misa en latín ó en la lengua vernácula de cada una
de las diecisiete Comunidades Autónomas. Porque él mismo sabe, –aunque no lo diga – que como ya no se estilan
los milagros, su Presidencia lleva ya como las medicinas fecha de caducidad,
sin marcar aun. Pero el ya lo sabe, porque su continuidad, solo podría ser
posible, por ejemplo:”Si derogase todas
las Leyes, la Reforma Laboral, y otras con las que ha Gobernado durante cuatro
años”, que han sido un azote tras azote, a la vida y los derechos de los
españoles.
Y como eso no lo va
a hacer, los sensatos parlamentarios van a decirle NO a sus pretensiones. Y él
lo sabe muy bien, que continuar de inquilino en La Moncloa durante cuatro años,
lo va a tener difícil.
Mariano Rajoy, sale
a gobernar con un “contrato temporal”, cuya duración aún está por concretar,
pero como los medicamentos, su gobierno va a llevar la fecha de caducidad.
Y yo espero, que la
“Ínclita Comisión Gestora” no se
vaya a enredar haciendo la pelota de sus errores, en un enorme globo con más
atropellos como los que vendrían a sumar si sancionan a los diputados/as que
van a votar ¡No!
Guillotinar ya no
se estila. Además estaría muy feo cortar las cabezas a Pedro Sánchez y a
cuantos voten NO a la investidura de Mariano Rajoy.
En el fondo los
miles y miles que han pedido la convocatoria de un Congreso, son los que en
definitiva les cortaran la cabeza a los que la han liado. Pero yo estoy seguro
que ni “los barones ni la costurera”
van a ocupar un espacio de responsabilidades en el PSOE que surja de ese
Congreso. Ese será un PSOE de socialistas, donde los que no lo son, porque se
han guiado por “intereses bastardos”
van a tener que pedir “alguna puerta giratoria
al PP” al que han favorecido, con su abstención.
Y a lo mejor se
tienen que escuchar aquella frase de que “Roma
no paga traidores”.
26 octubre 2016.
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