La moción de
censura, de antemano fracasada, y el idéntico fracaso a Presidente del
Gobierno, al que se postula Pablo Iglesias acompañando a la moción de censura,
que Unidos-Podemos ha presentado este viernes contra Mariano Rajoy. Es un hecho
que a nadie le debe extrañar, viniendo de la cabeza de Pablo Iglesias.
A mí me parece, que
actuaciones de ese calado “Caudillista y
ridículo” del líder de la formación morada, provoca más risa ante tanta
payasada, que esperanza de un “Clamoroso
éxito” de esa iniciativa.
“Por las circunstancias de excepcionalidad y emergencia
democrática que vive España, como consecuencia de la parasitación de las
instalaciones del Estado, por parte el PP”, han presentado este viernes, la
moción de censura derrotada de antemano. Ya que, al no contar, deliberadamente
con ningún partido parlamentario y no negociar el acuerdo con los mismos, para
obtener el apoyo mayoritario necesario para lograr el derrocamiento de Mariano
Rajoy como Presidente del Gobierno, la anunciadísima moción es un brindis al
Sol en su totalidad.
Cuando tenga lugar
la presentación y defensa, desde la tribuna del Congreso de las razones de la
moción, y se exponga el Programa de Gobierno del candidato, y sea votada, no se
habrá logrado de ningún modo, el objeto que toda moción de censura contra el
Gobierno, se persigue, que es el cambio del
Presidente del Gobierno.
Mariano Rajoy
seguirá siendo Presidente del Gobierno, estoy seguro de que se fumara algún
cohíba a la salud de Pablo Iglesias, al que le deseara largos años de vida para
que continúe con iniciativas políticas tan estériles.
Pero es que está
clarísima - al menos para mí – la moción amparándose en el artículo 113 de la
Constitución, no está dirigida contra Mariano Rajoy, sino contra Pedro Sánchez
y el PSOE.
Pero, mientras que
Pablo Iglesias siga victima de ese infantilismo político, en fase de
metástasis, obsesionado con acabar con el PSOE para ser con el “Sorpasso” el líder de toda la
izquierda en este país, y no rectifique “sus
pecados”, el único riesgo de continuar así, con las estrambóticas
iniciativas es: “Hacer el mas espantoso
de los ridículos”, y cada día más, y de unas dimensiones colosales.
El Gobierno del PP,
puede estar celebrando estas “pretensiones
Presidenciales de Pablo Iglesias”, después de estar más de 20 años
financiándose ilegalmente, y enriqueciéndose sus cargos públicos, porque
mociones como la de Pablo Iglesias, no van dirigidas a impedirlo. Para eso hay
que actuar desde comportamientos políticos,
más sensatos e inteligentes, virtudes de las que no puede presumir mucho, el
líder de la formación morada.
Y como ya estaba, y
está claro, que la “moción no va a cambiar al Presidente del Gobierno”, Pablo Iglesias
no se va a molestar en dar a conocer su Programa de Gobierno como es
preceptivo, cuando suba a la tribuna del Congreso.
Porque la
estrategia de “Agi-pro” de Pablo
Iglesias no pretende perjudicar a Mariano Rajoy, pero en su intervención me
temo que va arremeter contra todos los partidos que no le apoyen, para que en
definitiva no le apoyen como Presidente del Gobierno.
Y lo va a hacer,
como si tal cosa, con frescura y poca
vergüenza, como si a todo el mundo se le hubiera olvidado, que fue él
quien en plena sintonía con los diputados del PP, voto NO a la investidura de
Pedro Sánchez, lo que impidió el cambio de Gobierno que la inmensa mayoría del
país deseaba. Y por consiguiente que Mariano Rajoy esté de Presidente.
Pues ahora, lo que
va a lograr otra vez, es que: Mariano Rajoy siga de Presidente de Gobierno.
Pero Pablo Iglesias quedará plenamente satisfecho por haber sido el primer y
único aspirante que aún sabiendo que no va
a lograr el objetivo que persigue la aplicación del artículo 113 de la
Constitución, lo ha intentado. Aunque las risas en el hemiciclo de la carrera
de San Jerónimo, se oigan hasta en la Patagonia.
Y al finalizar el
espectáculo cirquense que nos va a ofrecer Pablo Iglesias, Mariano Rajoy, para
desgracia de este país, va a seguir en el Gobierno, la bolsa no va a sufrir ningún
descalabro, el paro, los contratos precarios, las desigualdades, las injusticias
y la corrupción, no habrán efectuado ninguna mejora, por su “moción de censura”.
Pero el engreimiento
personal de Pablo Iglesias estará por las nubes, porque está en su ADN político,
y mientras que no lo modifique a partir de los errores y el fracaso político tan
grande como el edificio del Congreso de los Diputados que ha supuesto sus planteamientos,
puede provocarle otros.
A lo mejor, este fracaso
le produce algún dolor de cabeza. Tu lo has querido así Pablo Iglesias.
Yo deseo que el éxito
de Pedro Sánchez el domingo, no te obsesione. El liderazgo de la izquierda está
en sus manos, y en las del PSOE.
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