EL FRACASO DE LA MOCION DE CENSURA DE PABLO IGLESIAS.
Aprovechando, pero
con malas formas, la ocasión que ofrece el panorama corrupto del PP, partido del
que destacados cargos públicos están siendo imputados por el delito de
corrupción. A Pablo Iglesias se le ocurrió “utilizar
el momento”, para anunciar ante los medios informativos la presentación de
un voto de censura contra el Presidente del Gobierno.
Solamente 15
minutos antes de dar a conocer la noticia, lo hizo saber mediante un mensaje a
los grupos políticos con presencia en el hemiciclo. Pero inmediatamente no le
faltaron los rechazos suficientes de los grupos políticos a esa propuesta de
censura, que por sí solos anunciaban el fracaso de la citada moción, en caso de
que la presente.
La moción
anunciada, por Pablo Iglesias por las formas que ha planteado, tienen más visos
de querer interferir en el proceso de los debates internos en el PSOE que se
resolverán con la celebración de las Primarias de ese partido, que de lograr el
objetivo que persigue el artículo 113 de la Constitución.
Porque sin dar a
conocer esa iniciativa a los grupos políticos que en el Congreso de los
Diputados son los que van a decidir si prospera esa moción, y sin acordar con
ellos el candidato a la Presidencia del Gobierno como requiere el citado
artículo 113-2, Pablo Iglesias lo ha hecho tan horriblemente mal, que no va a
ser posible que prospere su anunciada
moción de censura.
Pero la continuidad
de esas “actuaciones cirquenses” de
Pablo Iglesias, se ha verificado con la convocatoria de una manifestación el
próximo día 20 de apoyo a esa “Hipotética
moción de censura”, con la que no va a poder engañar la realidad, porque
con independencia del mayor o menor número de manifestantes que participen en
ella, quienes van a decidir el rechazo a “su
anunciada moción” van a ser los 350 diputados del hemiciclo que son los que
deciden si apoyan o no una moción de censura. Y que Pablo Iglesia con su “personal e inagotable irracionalismo”
ya ha logrado de los mismos por las formas, el ¡NO! a esas intenciones de censura.
Y en la búsqueda de apoyos, después de todas esas actuaciones
que no garantizan más que el fracaso. Pablo Iglesia convoco a un referéndum a
los 487,000 inscritos con derecho al voto sobre los temas que la dirección del
partido morado les plantee, y sus resultados ilustran el auténtico problema de
Podemos.
De la cifra de
inscritos, solo han participado 87,674 personas, ó sea el 18%, y de ellos el
97,44% se han pronunciado a favor de presentar una moción de censura contra el
Gobierno de Mariano Rajoy.
Pero ese referéndum
ha sido una burla total, ya que cuando lo convoca ya tenía el rechazo de los
grupos parlamentarios, por las razones que ya eran notoriamente conocidas.
De todas formas,
para minimizar el fracaso de las expectativas de participación que se habían fijado
la formación morada, su Secretario de Organización Pablo Echenique ha
reconocido, que de los 487,000 inscritos, solo 276,000 “son considerados activos”. Así pues, con ese “simple ajuste matemático” que haría estremecer de asombro al gran
matemático francés Laplace, Echenique ha elevado la cifra de participación al
31% del “censo activo”.
Pero con ese “ajuste matemático” no se puede ocultar
el absoluto fracaso de la participación mínima de los inscritos, ni de las
serias causas que lo han motivado. El fracaso ha sido total, con los resultados
obtenidos, ya que si la dirección de Podemos tenían como objetivo, batir el
record logrado en Vistalegre II, donde votaron 155,000 persona., Esta vez solo
lo han hecho unas 67,000 personas menos.
En mi opinión, creo
que el “radicalismo personalista de
Pablo Iglesias” es el que está llevando a una parte importante de la
organización a expresar su desengaño con las ocurrencias de Iglesias, porque,
ni logran ningún solitario éxito de Podemos, ni son capaces de lograr convergencias con otras fuerzas en la
búsqueda de soluciones reales a los problemas.
Los inscritos que
ahora “son considerados, no activos”
no son los que no han podido pulsar en el teclado de su ordenador, desde sus
hogares por cansancio físico. Creo sinceramente que es debido a un desengaño
por la trayectoria de Podemos, cada vez más aislado y mas ineficaz como
consecuencia de los “mantras obsesivos
de Pablo Iglesias”. Ser la primera fuerza política de la izquierda, y ser
inquilino de La Moncloa”.
Y mientras que Pablo Iglesias, no sea capaz de deshacerse
de la mochila anti-PSOE, y la del irracionalismo de sus actuaciones. Podemos
estará condenado a pulular por los
espacios de la “Irrelevancia Política”,
hasta que los desengaños y los fracasos de sus “inscritos” sean capaces de elaborar y consolidarse como una alternativa
política de partido, ante tantos despropósitos de Pablo Iglesias.
17 mayo 2017
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