¡PERO! ¿A QUE
SE JUEGA?
Ante el clima de
confrontación actual en el seno del PSOE, sustentado por la ofensiva que han
desplegado algunas Federaciones socialistas, y la Presidencia de determinadas
Comunidades Autónomas, para impedir que el Comité Federal convocado para el 1 de octubre, apruebe las propuestas
de Pedro Sánchez de realizar unas elecciones “Primarias” y la convocatoria de un Congreso para diciembre. Forman
hoy, en mi opinión, una parte importante del
gran problema político, económico y social de nuestro país.
Sin pretender retrotraerme a tiempos muy lejanos, yo
quisiera en esta reflexión recordar, que el origen de las críticas a Pedro
Sánchez, tuvieron vida y se fueron desarrollando y tomando cuerpo, el mismo día
que Pedro Sánchez fue el candidato a Secretario General que obtuvo en “Primarias” – por primera vez en la
historia del partido centenario - el apoyo mayoritario de los afiliados.
Entre los que
quisieron ser y no lo fueron, y entre los ex – presidentes y ex – ministros que
comprobaron que la pasta de la que estaba hecho el nuevo Secretario General no
era de plastilina, manejable al antojo de quienes no renuncian a jugar el papel
de “dirigentes eméritos”, del PSOE,
se fue tejiendo una espesa y decidida critica a la labor de Pedro Sánchez.
Fue a partir del
20-D que evidenciaron los peores resultados obtenidos por el PSOE a la largo de
su reciente historia democrática en las elecciones generales celebradas desde
1982 hasta nuestros días, en las que se obtuvieron 90 diputados. Que se incrementaron
fuertes críticas y desde ópticas distintas. Desde el PP aireando y deformando
el fracaso electoral en el 20-D del líder socialista, al que se le seguía
proponiendo formar la gran y deseada coalición de un Gobierno PP-PSOE. Y desde
los “barones” que gobiernan en varias Comunidades autónomas y agrupan a las
críticas por los malos resultados obtenidos, la opinión de que hay que
facilitar la continuidad del Gobierno de Mariano Rajoy.
En la reunión
inmediata del 28 de diciembre, el Comité Federal tras examinar los resultados
del 20-D, concluyeron con una resolución en la que el PSOE se reafirmaba en el
¡NO! a facilitar por activa o pasiva la continuidad del Gobierno de Mariano
Rajoy, así como la de no establecer ningún acuerdo con los partidos
nacionalistas e independentistas. Ya que estos partidos, están por la
separación de España de determinadas regiones del país, y que desean ejercer el
inexistente derecho internacional de auto-determinación y que supone además la violación
de la Constitución del 1978.
Pero todas esas
críticas a Pedro Sánchez, aludiendo al fracaso en las elecciones, hoy se han
concatenado con otras como la necesidad de facilitar el Gobierno a Mariano
Rajoy y a su PP., a las que también se unen las críticas sobre un hecho
inexistente en la realidad, - aunque eso les importa muy poco falsear la
realidad – criticando la negociación y acuerdos con los partidos
independentistas. Un acuerdo que ni se ha alcanzado, ni va a ser posible por
las actitudes actuales tanto de Ciudadanos y Podemos ¿Y porque se le está juzgando por “los críticos“y condenando a Pedro
Sánchez? , si no ha violado, ni se ha salido una sola decima nanometrica,
de las resoluciones del Comité Federal. Pues sencillamente porque lo que se
quiere es acabar con Pedro Sánchez como Secretario General, y acordar con el apoyo ó la abstención, da igual. Pero que
garantice la investidura de Mariano Rajoy y la continuidad del Gobierno de la
corrupción, cuatro años más. Esa es la cuestión de fondo.
Y es por eso, que a
la fecha de hoy, 28 de septiembre, a tan solo unas horas del inicio de la
reunión del Comité Federal, las dudas de lo que pueda suceder son
inescrutables.
Por un lado, creo
que el sector hiper-crítico no mantiene hasta hoy una línea homogénea de
actuación, ante la actitud valiente, decidida y responsable de Pedro Sánchez de
no dimitir, y ser coherente con la responsabilidad de ofrecer las propuestas de
Primarias y Congreso.
La falta de esa
hoja de ruta del sector “hiper-crítico” se debe a mí entender en que: Si al
inicio de la reunión del Comité Federal plantean de inmediato la dimisión
formal de la mayoría de la Comisión Ejecutiva, esa decisión lleva a la
disolución inmediata de la Comisión y del Secretario General incluido, y se
nombra una Comisión Gestora cuya única tarea es organizar el Congreso para proponer
una nueva dirección. Eso por supuesto conlleva que el PSOE esté paralizado en
la acción politica hasta que se elija por el Congreso una nueva dirección.
Pero si no se
procede de entrada así como vengo de detallar, será porque Susana Díaz que ya
ha anunciado que si se lo piden sus compañeros se presentara a las “Primarias”,
ha decidido que esa es la opción conveniente porque además personalmente, creo
yo, que quiere ser ella la que le gane las Primarias a Pedro Sánchez. Y no ir
al espectáculo que supondría la dimisión, la Comisión Gestora y un Congreso
para decidir una nueva dirección.
La verdad es que todo puede suceder. Pero a estas
horas, el gran problema del PSOE solo lo pueden iniciar el camino de
resolverlo, con unas primarias donde se pueden presentar todos los que aspiren
convencidos a ser el Secretario General del PSOE, y que el conjunto del partido celebre un Congreso
para decidir el proyecto político, y el tipo de partido se quiere que sea en el
siglo XXI el PSOE.
Un partido de
izquierdas, autónomo e independiente de los sectores financieros, y de los
partidos como el PP, corruptos y austeros en sus políticas que han perjudicado notablemente
a España y los españoles.
O un partido, que
hoy por encima de todas las consideraciones, considera de principal
importancia, la formación del Gobierno en el país y que para ello el PSOE debe
abstenerse para facilitar la continuidad de Mariano Rajoy y del Gobierno del
PP.
Esa es la cuestión:
Ser ó no Ser. Para que el PSOE sea útil a nuestro país, a los trabajadores y
los necesitados ó que no lo sea y se vaya por la alcantarilla.
28 septiembre
2016
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