LOS
PERSONALISMOS Y LOS
PRINCIPIOS.
A lo largo de estos
meses, y desde el inicio de la campaña electoral del 20-D y sucesivas, en los
debates con los cuatro representantes de las cuatro fuerzas políticas PP, PSOE,
Ciudadanos y Podemos. Los desencuentros personales entre los líderes de los
respectivos partidos, han estado presentes.
Y yo diría, que también
han estado presentes a la hora del anunciado y mayoritario ¡NO! a la
investidura de Mariano Rajoy del pasado 2 de septiembre, entre Rajoy y Sánchez.
Donde el ¡NO! de de toda la bancada socialista, junto a 95 Noes, de otras
fuerzas parlamentarias, impidió que el aspirante Rajoy saliese investido.
También en la misma
sesión, el intercambio de expresiones “poco
diplomáticas” entre Iglesias y Rivera, han puesto de manifiesto que aunque
de boquilla digan que prefieren un Gobierno del PSOE, a uno del PP, no han
conseguido que el bla, bla, bla se materializase en una realidad objetiva.
Ya se puso de
manifiesto con la fuga esperpéntica de Pablo Iglesias de las negociaciones que
dieron luz al acuerdo de 200 medidas alcanzado entre Pedro Sánchez y Albert
Rivera. Y que tras hacer “mutis por el
foro” de la mesa de negociaciones Podemos votara el mismo NO a la
investidura del líder socialista que él NO del PP.
Después del segundo
fracaso en la investidura de Mariano Rajoy, Albert Rivera afirmaba desde el
papel que se ha auto-otorgado de “Juez
de Paz”, de pretendida “bisagra”
y de “pacificador de tormentas
parlamentarias”, que “Los
personalismos están bloqueando el país”, en referencia a Rajoy y Sánchez,
porque estos, según él son los principales conflictos entre líderes.
Pero es que, con
cuatro años de mayoría absoluta del PP en los que este ha provocado cuatro
fracturas políticas, la territorial, la social, la económica y la politica,
como afirmaba Pedro Sánchez después del 2, en un acto público en Galicia. Y que
Mariano Rajoy negara la investidura del líder socialista, cuando se presentaba
con un acuerdo de 200 medidas como programa, para recomponernos de las
catástrofes producidas por el gobierno del seño Rajoy. Constituyen hechos,
evidentes que no pueden soslayar, el que no haya “filing” entre ambos líderes. Ni tampoco, por supuesto que no lo
haya en lo económico, social y político, que determinan otra forma de gobernar,
radicalmente distinta. Y donde, ahí se sitúan fundamentalmente las diferencias
fundamentales para dar el ¡NO! a Mariano Rajoy.
También desde el
20-D, Iglesias y Rivera, no fueron declaraciones de amor las que se hicieron, en debates u sesiones
parlamentarias. Sin ninguna duda por mi parte, son las diferencias políticas,
económicas y de modelo de gobierno y de sociedad, las que marcan unas
diferencias radicalmente insuperables, en mi opinión.
Los “Piropos” que se han brindado en cada ocasión,
que les ha venido en gana, no se han desvanecido, sino todo lo contrario, se
han recrudecido al escuchar las intenciones de Pedro Sánchez de lograr un
acuerdo para evitar las elecciones. Pablo Iglesias e Iñigo Errejón han
advertido públicamente que su formación es “incompatible”
con la de Ciudadanos. Pero Rivera no se ha quedado corto al manifestar la
incompatibilidad con Podemos.
Y pensar a estas
alturas, que entre Pedro Sánchez, insultado y descalificado en numerosas
ocasiones por Pablo Iglesias, no existe cierto malestar, es tan equivoco para
un adulto, como el creer que los Reyes Magos vienen de Oriente.
Pero de que esos
personalismos sean los obstáculos como asegura Albert Rivera para lograr un
Gobierno, son afirmaciones tan distantes millones de años luz de que se
verifiquen, y que vayan a solventar el actual impase de formar Gobierno. Y
además lo que está fomentando esa “propuesta
coherente” con esa “bárbara afirmación”
es la de que el PP sustituya al actual líder por otra persona, y el PSOE haga
lo mismo con Pedro Sánchez, y se acabo el problema. Se besan los dos nuevos
candidatos y santas pascuas, se vota “Por
supuesto al PP para que siga en el Gobierno”. Y ya tenemos Gobierno.
¡Ay! Lo que nos
tenemos que oír.
Porque no paran las
sabihondas palabras de los ex – presidentes socialistas como José Luis
Rodríguez Zapatero en la Escuela de Verano del PSOE de la Comunidad Valenciana:
“Pactar no es traicionar”.
Tales palabras en
el contexto político que estamos, me ha producido una urticaria, y como remedio
de mis molestias por esas palabras, he optado por recurrir a la Enciclopedia
Salvat Editores editada por El País. En ella obviamente he encontrado el
significado auténtico de las palabras Pactar y Traicionar, que empleo a
continuación:
Pactar:”Asentar, poner condiciones ó conseguir
estipulaciones para concluir un negocio u otra cosa, entre partes, obligándose mutuamente
a su observación”.
Traicionar: “Es un delito que se comete quebrantando la
fidelidad ó lealtad que se debe guardar”.
Y traidor, son
aquellos irracionales que faltan a la obediencia, enseñanza ó lealtad que de
ellos esperaban sus dueños.
Creo que de ninguna
definición, como Dios manda, se pueda derivar la justeza de las palabras de
Zapatero. Porque el PSOE no puede traicionar irracionalmente a quienes lo
votamos porque es radicalmente otro partido, diferente por su historia,
diferente por su honradez, diferente por su programa y diferente porque estamos
por un modelo de sociedad basada en la
Igualdad, la Libertad y el Bienestar.
Y el PSOE no puede
traicionar, ni a su historia ni a los millones de españoles que seguimos
votándole para lograr que esos valores sustituyan a los valores de la
corrupción y de los recortes.
Esa es mi opinión,
sincera y sentida. Que me convence de que las palabras en este caso de Zapatero, no son justas ni necesarias.
4 septiembre
2016.
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