¡Ay!
España, que lejos estás de ser como nación, la Arcadia ese país imaginario
creado y descrito por poetas y artistas, donde reinaban la felicidad y la paz
en un ambiente idílico.
¡Sí!,
que lejos, porque España tiene hoy como nación, un grave y serio problema para
encontrar la concordia con la serena voluntad de los españoles de ponerse de
acuerdo para decidir, “Lo que somos”, y “Lo que queremos ser”.
Ardua
tarea, aunque no inalcanzable, pero muy compleja, ya que hoy la eclosión de los
viejos problemas económicos, sociales y políticos, las intenciones
independentistas de Arthur Más en Cataluña y las exigencias de un referéndum
¡ya! para decidir entre Monarquía y República la forma del Estado, con ocasión
de la abdicación de la corona del rey Juan Carlos, hace que ante tales
problemas y las soluciones a los mismos, no logran que se encuentren hoy a dos
españoles que estén de acuerdo en definir los problemas y cuáles son las
soluciones a los mismos.
Y
cuando estas requieren una mayor unanimidad que la que aportan los dos
españoles, -que no se encuentran-, parece aconsejable y conveniente que, con
todas las diferencias ideológicas y políticas en liza, estas deberían ante los
problemas y soluciones, dotarse con algunas dosis de ese talante que se
practico desde el inicio de la transición y que hicieron gala hombres como
Adolfo Suarez, Felipe González, Santiago Carrillo, Manuel Fraga y Roca Junyent,
para ponerse de acuerdo en la elaboración de la Constitución en 1978.
Una
Constitución que sometida a referéndum obtuvo el apoyo de la inmensa mayoría de
los españoles. Y de otros acuerdos como los llamados “Pactos de la Moncloa” que
hicieron posible la Democracia y la convivencia pacífica de los españoles, y
eso nos brindó 36 años de una estabilidad política maravillosa.
Quienes
no vivieron aquellos años, donde se dieron las convergencias que hicieron
posible momentos gloriosos de la reciente Historia de nuestro país, esto que
digo le puede sonar a un “Cuento Chino”, contado por el vejete de turno. Pero
quienes vivimos y luchamos contra la Dictadura lo recordaremos siempre como una
página maravillosa de la Historia de España, que supuso el fin de la Dictadura
franquista y el establecimiento de un régimen de libertades, la Democracia.
Ojala
el ¡Ay! a la España de hoy, lo pudiéramos sustituir pronto por el ¡Viva
España!, con libertad, trabajo y una vivienda para todos, como reza en la
Constitución.
Y
que fruto de esa concordia, llegue el día que se acuerden las negociaciones
para elaborar una nueva Constitución que permita abordar y resolver entre otros
problemas, el de la organización territorial del Estado y las formas del mismo,
haciendo posible los referéndums y consultas necesarias a los españoles para
que decidamos si la forma política del Estado es la Monarquía ó la República
con una inequívoca pregunta que no se puede alterar falseándola como hoy
algunos pretenden planteando Monarquía o Democracia.
Mientras
tanto a ver si todos aprendemos un poquito.
César Llorca Tello - DNI 19, 348, 914 A – Benetusser 46918
Cesar: agradecemos mucho el esfuerzo de los padres de la constitución, de los políticos que ayudaron a este país a ser un estado moderno y europeo, pero en este momento necesitamos un marco más amplio en el que todos nos sintamos representados. LA CONSTITUCIÓN ES UN ZAPATO QUE NOS QUEDA PEQUEÑO.
ResponderEliminarSi, es verdad que después de un largo periodo de estabilidad política, que nos ha facilitado la Constitución, esta se debe reformar, pero yo entiendo que hay que hacerlo mediante un gran consenso, porque de lo contrario ni se puede ni da satisfacción a todos.
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