miércoles, 25 de febrero de 2015

PEDRO SANCHEZ 10 -- MARIANO RAJOY 0



En términos futbolísticos, la goleada que le ha infligido el Secretario General del PSOE al Presidente del Gobierno con ocasión del debate del estado de la Nación, debería servirle al Sr. Rajoy para sentirse descalificado para no volver a optar jamás, a presentarse en unas elecciones para seguir gobernando este país.
La oleada de críticas que se merecía por su nefasta política económica, que ha venido llevando a cabo durante estos tres años de legislatura, le ha sido recordada y reprochada desde un claro proyecto, de izquierdas por Pedro Sánchez.
Si el Sr. Rajoy, tuviera una pizca de vergüenza, ya no se presentaría en las elecciones de noviembre, porque a pesar de las promesas que anunció, estas no se las cree ni él mismo. Un ejemplo, son las medidas contra la corrupción, que anunció hace dos años, y que no ha puesto en vigor, quizá para evitar quedarse sin representantes del PP en las instituciones, pero ese comportamiento es un buen ejemplo de la filosofía del incumplimiento que ha caracterizado al Gobierno del Sr. Rajoy a lo largo y ancho durante todo su mandato
Crear tres millones de empleos en los próximos tres años, como prometió, a parte de la risa que provocó al menos a los más de cuatro millones largos de parados, ha dejado claro que manifestaciones-promesas de esa magnitud forman parte de la campaña electoral del PP, y con ello espera recuperar la riada de votos que ha venido perdiendo – y seguirá teniendo – como respuesta ciudadana a su mal gobierno.
Frente a él, en la tribuna un Pedro Sánchez, crecido por la fuerza de la razón de sus afirmaciones, ha venido a demostrar la talla de un líder de categoría. Cuando afirmó: “Yo soy un político limpio; lecciones de corrupción, ni una”, vino a elevar a gran altura la imagen del partido de izquierdas que dirige y se confirmó como un buen futuro Presidente del Gobierno, a partir de las Elecciones Generales de noviembre próximo.
Como bien afirmó el Secretario General del PSOE, la intervención de Rajoy, estuvo cargada de propaganda electoral y donde la razón brilló por su ausencia.
Lo que vino a confirmar la falta de vergüenza del Presidente Rajoy, y en consecuencia, la imperiosa necesidad de acabar con su Gobierno para la próxima legislatura.
                                      César Llorca Tello

                                        25 febrero 2015.

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