APRENDER URGENTEMENTE.
Tras la victoria electoral
de Syriza en Grecia y la formación del nuevo Gobierno, que levanto el
entusiasmo y la alegría en los corazones de una inmensa mayoría de ciudadanos
europeos, ha empezado la parte más compleja y complicada de las negociaciones
entre los miembros del Eurogrupo y los dirigentes griegos con el fin de acordar
una solución a la catastrófica situación económica de Grecia.
Aunque con fecha 19 de
febrero se haya acordado una “Prorroga condicional” a Grecia para cumplir con
el tercer “Plan de rescate”, existe un amplio convencimiento que de hecho, ello
no supone ninguna garantía de avanzar en la solución justa y necesaria para
Grecia. Porque mientras que Alemania, siga cada vez más enrocada en sus
exigencias, el conflicto entre la Comisión Europea y Grecia no va a resolverse
satisfactoriamente para nadie.
La prorroga alcanzada de
por sí solo, lo que ha hecho es posponer por poco tiempo, - días- la
posibilidad de un nuevo acuerdo que con los eufemismos que se quieran utilizar,
sea el tercer “Pacto de rescate” de Grecia. Ahora después de los desafortunados
inicios con las declaraciones hechas por Tsipras con la euforia de la victoria,
así como las decisiones de aumentar el salario mínimo y otras medidas, que no
se ajustaban convenientemente a las mejores formas de iniciar el aborde de la realidad, el Gobierno griego debería
explicar la situación a la ciudadanía, en evitación de la agravación de los
problemas internos que pueden surgir ante el descontento, porque el acuerdo
alcanzado el 19 de febrero hace oídos sordos a buena parte de las demandas
griegas.
Mientras que desde el
Eurogrupo, persistan en que la única elección que tienen los nuevos gobernantes
de Grecia es la de cumplir las exigencias de austeridad y recortes que impusieron
los “Rescates” y que una prolongación del mismo lleva aparejado las mismas
cláusulas, o salir del euro si no se aceptan esas condiciones. El panorama
pinta muy mal. Desde el triunfo de Syriza, la huida de capitales alcanzan los
500 millones de euros diarios, y los bancos griegos han perdido en torno a los
20,000 millones en depósitos. Una situación caótica que exige rápidas
soluciones.
Las contrapartidas
obtenidas con el pacto alcanzado permiten al Gobierno griego ponerse ahora a
trabajar en las reformas que deben contribuir a acabar en Grecia con la
gravedad de la economía griega que ha venido sufriendo el país durante décadas.
Y haría falta que la serenidad y la inteligencia de Varoufakis y Tsipras hagan
posible llegar a un acuerdo, porque el desacuerdo solo conduciría a un
empeoramiento de la situación griega.
Pero también se requiere
que las observaciones de dirigentes como Giscard d´ Estaing abogando porque “No
se puede cerrar la puerta al país de Platón”, y más allá de lo poético de esas
manifestaciones, la reflexión del ex Presidente de la C. Europea Jean-Claude Juncker
reconociendo el exagerado trato empleado con Grecia, por los severos ajustes
que se le han impuesto, así como las propias experiencias de la Comisión Europea, el BCE y el FMI, estas
deberían, al constatar que el mantenimiento de esas políticas son tan nocivas para
el resurgir económico de Grecia, tanto como de la recesión de la misma Comisión
Europea, adoptar las suficientes dosis de inteligencia para favorecer un
acuerdo, que permita sin humillaciones y presiones que Grecia vuelva a ser un
pueblo que cumpliendo con sus deudas y su necesario crecimiento, lo pueda hacer
con la dignidad de un pueblo ni humillado ni postrado a los intereses e
intransigencia de la Sra. Merkel.
Quienes desde nuestro país
asociaron el éxito de Syriza como un cambio radical a la situación griega y que
Podemos anunciaba que iba a suceder con ellos en el poder, deberían aprender de
lo que está sucediendo en Grecia y olvidarse de su argumentarlo que solo nos
llevaría a la ruina económica de nuestro país.
Porque hay dos eventos que
se están viendo en Grecia y que podrían provocar aquí lo mismo, de gobernar
Podemos o cualquier grupo populista cualquiera, las situaciones del “corralito”
y las situaciones de la salida del euro.
Con la reestructuración de
la deuda que Podemos lleva en su “misterioso programa”, que es un problema
técnico. Lo que sucede es que si tú haces una reestructuración, las Agencias de
Renting te ponen en bono basura, como estamos viendo que se ha hecho en Grecia,
tus bancos no pueden acudir al BCE, y no hay dinero para poner en los cajeros
automáticos, ni para nada. Y vamos al “Corralito” de cabeza.
Si tú no llegas a un
acuerdo de rescate con tus socios europeos (como ya hubo en Grecia en 2011),
ese acceso se hace inviable y se está fuera del euro en semanas ó meses. Por lo
tanto, parece conveniente un ejercicio de honestidad el olvidar las propuestas
que en materia de la Deuda española sustentan la “Troika Podemista”, para una
situación económica y social catastrófica, ya tenemos con las políticas de
Rajoy. Con Podemos seria el hundimiento total.
A ver pues, si los
ciudadanos aprendemos urgentemente de la vida real, y apostamos con nuestro
voto a aquellos que de verdad nos ofrezcan una salida a esta situación, creando
empleo, eliminando las enormes desigualdades, relanzando el crecimiento
económico con garantías de sostenibilidad. Y desde luego sin aventuras
inspiradas en la irracionalidad e inviabilidad de Podemos y sus sucedáneos.
La necesidad de los cambios
y la transformación de esta Europa en una Europa de crecimiento y progreso social, es un
problema de “Correlación de fuerzas”, de que en cada país de la Comisión
Europea los ciudadanos europeos seamos capaces de elevar a sus Gobiernos, a
aquellos representantes políticos honrados para iniciar las transformaciones que
Europa y sus ciudadanos necesitamos hoy. Confundir ritmos es un gran error.
César Llorca
Tello
21 febrero 2015
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