jueves, 11 de agosto de 2016

CRÓNICA DE UNAS ELECCIONES ANUNCIADAS.


CRÓNICA  DE  UNAS  ELECCIONES  ANUNCIADAS.

Las apariencias nos engañan, en más de una ocasión. Cuando las cosas nos parecen una cosa, y resulta que son todo lo contrario.
Por ejemplo, quien se crea que las negociaciones Rajoy-Rivera van a resolver el bloqueo institucional que tenemos a raíz de los resultados del 20-D y 26-J, se equivocan solemnemente.
Claro que uno y otro, Rajoy y Rivera están teatralizando sus encuentros, dejando una cierta, ambigua y difusa impresión de que de esas reuniones va a salir “el gran acuerdo”, que nos va a salvar del bloqueo y facilitar el nombramiento del Gobierno en el país. Aunque Rajoy más astuto que el joven emergente permanece callado, si se va a presentar ó no,  para su investidura. Y lo que dicen los medios, pues eso, es lo que dicen los medios.
Y lo vamos a ver después de que el Comité Ejecutivo del PP se haya tomado una semana de vacaciones antes de la reunión donde en principio tienen que pronunciarse acerca de las exigencias de Rivera, para si las aprueban – tengo mis dudas – se iniciarían las negociaciones que darían ó no lugar al cambio, de la abstención de Ciudadanos por el SI en la investidura de Mariano Rajoy.
De todas formas, si por las razones que diesen, Rivera votara SI a la investidura de Rajoy, éste seguiría sin alcanzar las mayorías necesarias, ni la absoluta, ni la simple en los días que – por cierto – aun no sabemos cuándo, y si se presentara para su investidura.
El PSOE sigue con legitima e inamovible firmeza enrocado en el ¡NO! a facilitar ni por activa ni por pasiva la investidura de Mariano Rajoy. Y si el fracaso, uno más de Rajoy, no lo impide alguna catástrofe natural, el siguiente paso que podemos constatar es: Que el Monarca optara por proponer a Pedro Sánchez para que lo intente de nuevo. O que a la vista de lo visto, proceda a la disolución del Congreso de los Diputados y convoque unas nuevas elecciones
Porque aunque dado que Rivera tras su bla, bla, bla, decidiera apoyar a Rajoy en su investidura, éste no va a poder ser aprobado por los actuales diputados.
La “Hoja de ruta”, la más probable es que ni el Monarca haga una nueva protesta, visto lo visto en el fracaso anterior de Pedro Sánchez. Y opte por la disolución y la convocatoria de unas nuevas y terceras elecciones generales
Y ante esa próxima evidencia, todos los españoles deberíamos esforzarnos de abstenerse ante las influencias mediáticas que nos teledirigen prácticamente nuestro voto, antes de introducirlo en la urna.
Y fuésemos por el contrario, capaces cada uno, de someternos a un examen de nuestra conciencia particular para tomar partido en este proceso tan complejo como delicado que estamos viviendo en nuestro país.
En primer lugar para rechazar la abstención – que hipócritamente anuncian desde los medio -  como el mejor vehículo para expresar nuestro descontento y malestar. Y a decidirse en estas terceras elecciones “de ir a votar”, que es el primer paso para la obtención de un resultado que podría desequilibrar la correlación de fuerzas parlamentarias, que por la naturaleza de las mismas, han hecho imposible ningún acuerdo de investidura
No se trata aquí y ahora en este artículo, seguir machacando la penosa situación a la que nos ha llevado Rajoy, en lo personal: Paro, precariedad, desigualdad, pensiones en peligro, déficit, deuda, etc., y al país con más independentismos que nunca, en gran parte gracias al inmovilismo de Rajoy durante sus cuatro años de legislatura. Que hoy ya “No está útil para el servicio”, ni puede continuar en el Gobierno, ni se le debe votar para que lo esté.
Pero el examen de conciencia al que apelo, previo de quienes vamos a votar, es el primer paso para que una nueva hoja de ruta, a partir de los nuevos resultados permita el establecimiento de una nueva correlación de fuerzas en el país que pueda conducirnos al final a poder tener un Gobierno progresista y reformista, un Gobierno que sea un autentico cambio.
Porque un concienzudo examen de conciencia, no puede dejar de evidenciarnos, que la fragmentación parlamentaria que ha supuesto la aparición de los grupos emergentes Podemos y Ciudadanos, no ha sido la solución, ni es ni son el vehículo para ir transformando nuestra actual realidad.
Y no es que el pluralismo parlamentario sea un problema. El problema es la naturaleza populista del emergente Podemos, así como los novatos liberales que hasta la fecha no han resuelto nada.
Mientras que, los partidos más votados siguen siendo  el PP y el PSOE, y por eso  siguen siendo los únicos partidos para el Gobierno. En estos momentos el PSOE no solo es un partido de Gobierno, sino que es la única alternativa de Gobierno ante el corrupto PP y su actual dirección.
En esa sencilla razón y a su vez compleja de entender, se encuentra el hundimiento al que nos ha llevado la política neo-liberal  de Mariano Rajoy, lo que debería de servir a los 8 millones de votantes del PP., que lo han hecho a pesar de ser el causante de todos los males que hoy padecemos, para reaccionar y corregir su próximo voto. A ese partido, no se le puede seguir votando,  “pese a la campaña mediática orquestada por intereses ajenos a los de España y los españoles.”
Ni que se siga presionando al PSOE para que modifique el posicionamiento político decidido por su Comité Nacional, para que lo cambie para hacer posible la continuidad de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno.
Por otro lado, los “esperanzados” con Pablo Iglesias y Podemos también  - en mi opinión – deberían reaccionar ante el fracaso de unos resultados electorales, que unidos a las confrontaciones internas que han provocado, han demostrado suficientemente que ni el “Caudillismo de este galimatías ideológico-político-desorganizativo” que representan son la solución de nada. Más bien el problema.
Y si queremos salir, del bloqueo institucional real que tenemos, hay que empezar a tener claro, que esa necesidad nacional, no será posible si cada hijo de vecino, se afirma ufano, dispuesto a votar al mismo partido que votó el 20-D y el 26-J.
Los cambios de Gobierno, ha quedado demostrado en los resultados de las dos últimas elecciones, que no han sido posibles. Para esos cambios, hay que cambiar la voluntad del pueblo Soberano, cambiando el voto que le dieron al PP y a Podemos.  Si no se verifican esos cambios, y en las urnas no aparecen las candidaturas del PSOE con una sólida mayoría. No será posible ningún cambio progresista en nuestro país. Así de claro.
Ese es el gran problema por resolver en España. Y que en mi opinión se ha ido generando, olvidando el ejemplo de la Transición, cuya característica fundamental fue el acuerdo entre unas y otras fuerzas políticas, tan diferentes, radicales y alejadas entre sí desde cualquier punto de vista. Pero ese espíritu y voluntad negociadora para entenderse se ha ido diluyéndose hasta el extremo, que ni es posible tan siquiera pensar – a pesar de las  impertinentes presiones de algunos ex – que hoy esa cultura de pactos y acuerdos se pueda restablecer
Y no solo, que es un buen motivo, por el carácter y naturaleza de un PP, judicializado y sede orgánica de “Una escandalosa corrupción generalizada”
El telón de fondo que ha hecho posible la desafección politica existente hoy en nuestra sociedad, ha tenido unos orígenes que no han desaparecido, han estado y siguen estado como lo hemos podido constatar en las recientes campañas de IU y Podemos y en su “Matrimonio de conveniencia”. Pero el origen de esa campaña, fue orquestada desde IU por Julio Anguita y Cia, que para lograr su pretendido “Sorpasso”, no vacilo en levantar la bandera anti-PSOE hasta el extremo de establecer “la pinza” PP-IU, que favoreció la subida de José Marian Aznar a la Presidencia del Gobierno.
Y “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad” decía el nazi Goebbels.
Y repetir año tras año la misma mentira:”Que el PP y el PSOE son lo mismo” se ha convertido en el “mantra muy extendido en nuestra sociedad”
Predicar con mala fe ese mantra  falso, ha contribuido a extender  entre amplios sectores de la sociedad esa confusión. Y curiosamente la desafección politica, no se manifiesta contra el PP, por corrupto y etc.etc, etc, No, es contra el PSOE.
Acusar al PSOE, por la modificación del artículo 135 de la Constitución con el apoyo del PP, que lo que impidió fue el eminente rescate desde Bruselas de nuestra economía, atribuyéndole precisamente a los socialistas  que se habían comprometido a pagar las deudas antes que mantener los servicios públicos. Fue una gran mentira. Sin embargo  cuando Mariano Rajoy fue Presidente de Gobierno y Bruselas nos rescato con 100,000 millones, desde IU siguieron con las mismas mentiras. Ni una sola critica a Mariano Rajoy y su Gobierno del PP.
Y esos comportamientos  han sido una gran contribución, para la creación de ese espacio de confusión, y de desorientación política muy grande en la sociedad, que solo favorece precisamente a la derecha corrupta del PP., porque todo es: “El PSOE es el culpable”.
Y cuando estallo la crisis sistémica en el 2008 y empezaron los tiempos de “las vacas flacas”, y de un tratamiento erróneo para superar sus efectos nos encontramos con las medidas neoliberales: Recortes, recortes y un conjunto de medidas que nos ha llevado al empeoramiento de nuestras condiciones de vida y de trabajo
Y ante esos efectos tan negativos, al PP le faltó tiempo para achacárselo al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y como en ese marco aparecieron los grupos emergentes como Podemos, su estrategia fue “darle caña al mono hasta que hablara inglés”. Lo ataques a la Transición del 78, a la Constitución, a la “Casta” y “todo el poder para el pueblo”, constituyeron la bandera anti-PSOE del populismo que ha practicado Pablo Iglesias. 
Y en ese periodo nefasto para los españoles y para nuestro País, la ausencia de unas políticas acertadas ha sido decisiva para el crecimiento del desempleo, de la desigualdad y de la pobreza, de los contratos laborales precarios y mal-pagados, y crece la desafección contra el PSOE, estamos con un déficit y una Deuda que solo un milagro de algún santo va a poder resolver.
Y todo eso ha formado un coctel real de necesidades y a su vez de contradicciones en nuestra sociedad. Y mientras que no aprendamos de nuestra realidad, podremos seguir escuchando a los tertulianos, viendo la Sexta, 13 TV ó la que nos guste. O seguir soportando los improperios de Pablo Iglesias, y ver como Mariano Rajoy sigue en La Moncloa.
Pero la solución de nuestros problemas no la vamos a encontrar en sus programas, sus esperpentos o en la continuidad de Rajoy en el Gobierno.  Sino en una corrección a nuestro futuro voto. Si queremos empezar a  poner orden en esta encrucijada parlamentaria que no podemos dejar que se eternice, votando lo mismo que votamos el 20-D ó el 26-J.
Y para eso, para llevar a cabo esa transformación, no hay mejor ocasión que la convocatoria y la gran participación de los españoles en las elecciones generales que se aproximan como el único y el mejor instrumento para un auténtico cambio de Gobierno y de políticas.

                                  11 agosto 2016.

 

 

2 comentarios:

  1. Bueno por decir algo creo que en el quinto párrafo donde en negrita escribes hoja de ruta el monarca no hace una nueva protesta sera sin duda una propuesta ¿Cómo controlo? lo demás bien.

    Los de manchelerria conocemos el castellano.

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  2. Tienes mas razón que un santo. Ves pòr eso non te tienes que ir tanto tiempo a Manchelarria . gracias por saber leer.

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