EL
VERANEO DE MARIANO
RAJOY.
Aunque han pasado
días y días desde las elecciones del 26-J, Mariano Rajoy sigue dando la
impresión que ha tomado lo de “Estar en
funciones”, como una especie de “veraneo”,
en el que se está normalmente para desentenderse de la vida cotidiana y
dedicarse a descansar, pasando de todo.
Esa es la imagen
que a mí me parece que está ofreciendo Mariano Rajoy, tumbado en la hamaca de “Su incapacidad” para alcanzar los
escaños necesarios para ser investido Presidente, y a “La sombra” de que otros le resuelvan “Su papeleta”. Sí, ahí lo
tenemos, más inmóvil que Don Tranquedo, tumbadito como si las cosas no fueran
con él, esperando que otro resuelva lo que él, está designado para resolver.
Porque “Su papeleta” es que aceptó el mandato
del Jefe del Estado, para someterse al voto de investidura. Y esta es la fecha,
que ni ha fijado la fecha que va a pasar por el Pleno del Congreso, y sigue sin
tener ni un solo escaño que le apoye, aparte de los de su partido. Y además, ni
tan siquiera ha dejado claro si va a cumplir lo que contempla el artículo 99,2
de la Constitución.
Así, como el que
veranea, un día dice una cosa, y sin sofocarse la contraria. Hace
manifestaciones con grandilocuentes declaraciones, que carecen de contenidos
reales, posibles e increíbles. Habla de pactos generales, pero al mismo tiempo
amenaza con mandarnos al infierno “de
las terceras elecciones” si los demás partidos, y muy concretamente el
PSOE, no lo elevan al altar Presidencial y favorecen su continuidad como
inquilino en La Moncloa.
“O yo ó el caos”, conviene en decir Mariano Rajoy,
como si él y sus políticas, no fueran ya suficiente caos como Presidente. Y
amenazar con el “caos” de unas
nuevas elecciones solo da la imagen de este “dictadorzuelo”, que cierra todas las puertas y ventanas que hacen imposible que le entren los apoyos que
necesita para alcanzar su investidura.
Mariano Rajoy, no
ha aprendido aún, que si no está dispuesto
a ceder en sus pretensiones políticas, no va a lograr jamás los apoyos
con los que podría ser investido Presidente
Pero él sigue con
la misma actitud de siempre, transfiriendo la responsabilidad, al menos hasta
ahora, de que no tenga los escaños favorables y que tengámonos que ir a nuevas
elecciones, al PSOE y a Ciudadanos. Y la situación no va a cambiar, yo estoy
convencidísimo, porque tanto uno como
otro partido, no parece, aunque aún no se haya enterado el señor Rajoy, que
vayan a cambiar sus actuales posiciones, no favorables a facilitar su
investidura.
No es posible, que
Rajoy alcance su investidura, sin hacer ninguna propuesta creíble, posible,
concreta y atractiva para los partidos a los que les está pidiendo su apoyo: Al
PSOE y a Ciudadanos. Porque en toda la palabrería y el papeleo pasado a
Ciudadanos, no hay ni una sola señal que represente una sola cesión propia de
Mariano Rajoy, ni una sola, frente a los programas de los demás partidos.
Y esa actuación,
está ya provocando un legítimo cabreo en general en todos los que estamos
hartos de la ineficacia de este aspirante a “Presidente”, incluso de sus propios electores que ya empiezan a
disminuir en el reciente sondeo del CIS, porque el PP, es el partido de la
corrupción y el caos económico, del déficit y la deuda alcanzados por la mala
administración del Gobierno en estos últimos cuatro años de legislatura. Y pese
a ello persiste en seguir gobernando.
Mariano Rajoy, por
sus méritos propios, ha perdido su mayoría absoluta, y por eso no es posible
que a estas alturas, pretenda continuar en el Gobierno, como si lo que tenemos
hoy en España, paro, déficit, precariedad laboral, las pensiones, la
desigualdad, la pobreza, etc. Nos hubieran caído del cielo, y él y su Gobierno
no tuvieran nada que ver
Y ahora claro,
después de no practicar la negociación con ningún partido durante los cuatro
años de Gobierno, Rajoy está “inservible”
para esta etapa. Negociar nunca ha sido su virtud, y por eso no va a ser
posible que alcance ningún acuerdo con el PSOE, fundamentalmente, ni con ningún
otro partido.
Y esa es la
situación real que tenemos en el “Bloqueo
parlamentario”, y a pesar de que el Presidente en funciones, se vuelva a
ver el miércoles 10 con el líder de Ciudadanos para intentar avanzar hacia un
pacto de investidura, las cosas no parece que le van a favorecer por un cambio de
la actitud actual de Ciudadanos, que no favorece para nada que Mariano Rajoy
salga airoso de su investidura.
Y en cuanto al PSOE
se refiere, tanto su líder Pedro Sánchez como los portavoces en el Congreso y
el Senado, lo han repetido en todos los tonos y volúmenes posibles: ¡NO! es que
¡NO! a favorecer la investidura de la Presidencia a Mariano Rajoy. Con un ¡No!
que es inamovible hasta el día de hoy, está claro que la investidura de Mariano
Rajoy no puede ser, y lo que no puede ser, no puede ser, porque además es
imposible. A pesar de las desafortunadas presiones – en mi opinión – que están
realizando algunos de los mal llamados “barones” ó ex-ministros, y
ex-Presidentes socialistas. Entre ellas, llaman la atención la
estrafalaria declaración de Joaquín
Leguina: “Si vamos a unas terceras
elecciones, vamos a votar todos los españoles a Rajoy, porque la broma ya no se
aguanta más”. Que me invitan a decirle desde estas líneas ¿Si ha tenido la opinión de todos los
españoles, asegurándole que van a votar a Rajoy? Vaya payasada señor
Leguina.
Yo creo que ya está
bien, Mariano Rajoy debe de acabar ya, con su “veraneo de Presidente en funciones” y una vez aceptado el encargo
del monarca, que ya no se puede rechazar haciendo una falsa y equivoca lectura
de la Ley, acordar con la Presidenta de la Cámara de diputados, la fecha para
convocar al Pleno de Diputados y proceder a la votación de su investidura.
Y si no logra
alcanzar los escaños necesarios para ser investido, ni en la primera ni en la
segunda sesión. Que no se preocupe, solo tiene que abandonar La Moncloa, la
Presidencia del PP, y permita así que en aplicación de las disposiciones
constitucionales, otros líderes lo intenten, si así se lo encomienda el Rey. Y
si tampoco fuese posible alcanzar la investidura, el monarca tendrá que
disolver Las Cortes y proclamar la convocatoria de nuevas elecciones
Hoy el barómetro
del CIS ha hecho público las estimaciones del voto que presumiblemente darían
las terceras elecciones. Sus resultados no resolvería la fragmentación
partidista que hoy complica hasta el extremo de no poder formar Gobierno. Es
decir, que los resultados de unas terceras elecciones no variarían el resultado
del 26-J.
Dudando de la
fiabilidad de barómetros, sondeos y encuestas, cuyas predicciones en las
anteriores elecciones, no se han correspondido mucho con los resultados reales.
Tengo que decir que si en vez de sembrar “hipotéticos
resultados” y anunciar con ellos “ninguna
variación en el bloqueo
parlamentario”, se dedicaran a estimular la participación electoral de los ciudadanos, combatiendo la
abstención, y se invitase a los españoles a reflexionar en qué situación nos ha
dejado Mariano Rajoy con sus cuatro años de Gobierno. Otros resultados se
encontrarían en las urnas.
Hoy el drama en
nuestro país, no es que tengamos que ir posiblemente a una nueva cita con las
urnas. El “gran drama” es que a
pesar de la malísima gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, haya un
considerable número de españoles que siguen votando las candidaturas del PP. Y
también a Podemos, precisamente los dos partidos extremos, totalmente
innecesarios para poder desbloquear la actual situación política.
Y mientras que al
PSOE, aún no se le haya reconocido ni sus esfuerzos por poner fin al Gobierno y
las políticas del PP, y en los sondeos solo se aprecia un ligero incremento del
voto, pese a las únicas propuestas reformistas y progresistas que podrían
iniciar un periodo de recuperación del
bienestar perdido con Mariano Rajoy.
Y en el
mantenimiento de ese clímax electoral favorable al PP y radicalmente anti-PSOE,
están las presiones de las que no se privan, ninguno de los cuatro grandes
medios nacionales, empezando por El País. La Razón, el ABC y el Mundo. Ni
tampoco están faltando las vergonzosas
opiniones de los tertulianos de siempre en la Sexta, 13 TV y otras TV.
No querer reconocer
en esa “mafia informativa”, que no
es solo el PSOE, sino que cualquier partido decente en el mundo, jamás apoyaría
a un partido que está judicializado, embargadas sus sedes y hundido en la
corrupción. Ese es un problema muy grande, que tenemos y que además genera opinión a favor del PP y en contra del PSOE.
A Mariano Rajoy hay
que mandarlo a la oposición, primero porque se puede aritméticamente, y segundo
por los recortes habidos y por haber, si Rajoy siguiera en el gobierno, por las
desigualdades y la pobreza, y sobre todo “por
la corrupción” intrínseca en el PP.
Resulta sospechoso,
que a los grandes periodistas, no se les ocurra nunca preguntar ni evidenciar, que
si el PSOE no quiere al Gobierno de Mariano Rajoy, no solo es porque el PSOE es
alternativa y oposición, sino por higiene democrática, ya que el PP “ES UN PARTIDO INMERSO EN LA CORRUPCIÓN”.
Por esa razón volver
a permitir que la Soberanía Nacional que reside en el pueblo español, del que emanan
los poderes del Estado, se manifieste con su voto en las próximas elecciones, no
sea ni una amenaza y si una necesidad para alcanzar una nueva correlación de fuerzas
parlamentarias que hagan posible un Gobierno estable, progresista y reformista,
que es no solo una necesidad. Sino también una buena práctica constitucional.
9 agosto 2016.
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