EL GRAN
FRACASO DE PODEMOS.
Ha sido a partir de
los resultados de las elecciones del 26-J que la organización Podemos ha
entrado en barrena, no solo por la pérdida de influencia electoral, sino
también por las luchas internas que están dando la imagen de una descomposición
real de esta organización., del experimento Podemos.
Precisamente, uno
de los padres de esta experiencia, Pablo Iglesias, es el que ha sido el
conseguidor de la situación por la que atraviesa Podemos. Sus estrafalarias
intervenciones, trufadas de insultos y de una ambición desmedida han sido la
mayor contribución a la obtención de los resultados alcanzados el 26-J, por su
organización. Una pérdida de 1 millón 200,000 votos, el fracaso del anunciado a
bombo y platillo” “Sorpasso”, y la
desorientación de una estrategia fracasada de la que aun no se han recuperado.
Han sido el resumen de la campaña del 26-J de esta organización.
Pero más allá de
esa pérdida de votos, lo que es evidente también es encontrar la desorientación
ideológico-política en la que están inmersos al menos los que forman el “núcleo duro” de la dirección de
Podemos: Iglesias, Errejón, Bescansa. Echenique, etc. Cada uno, tiene una visión de un proyecto personal
diferente, que está chocando con el proyecto personal del otro. Esa es la
triste realidad.
En conclusión, en estos momentos Pablo
Iglesias y Podemos, no pintan ya nada en esta fase en la que estamos, que es la
hora de las negociaciones, donde Mariano Rajoy se las está viendo pero que muy
difíciles, lo más que probable, imposible conseguir la aprobación de su
investidura. Podemos y Pablo Iglesias permanecen en el más absoluto silencio.
Ya no aspira a ser vice-presidente ni a nombrar
a sus ministros, como antaño. Ahora solo le queda justificar su
silencio, recurriendo al “mantra
anti-PSOE”, que sea Pedro Sánchez quien debe tomar la iniciativa para
constituir una alternativa a Mariano Rajoy.
Pero de ese
silencio, las expectativas que les atribuye Carolina Bescansa es por la apatía
periodística que es bien otra, y de ahí el estado en que se encuentra la
organización.
A parte de los
problemas domésticos del Secretario de Organización Pablo Echenique, y de otros
problemas de esa índole, el gran problema que tiene Podemos es el ¿Qué hacer? Finiquitan el experimento
Podemos plagado de fracasos: “Asalto a
los cielos”, “ser vice-Presidente” Pablo Iglesias, el “sorpasso”, ser un partido “social-demócrata”.
O se transforman en un partido serio, y para eso en este país ya tenemos el
original, el partido socialdemócrata que es el PSOE.
Por ahora la
opinión que me merecen es que el experimento Podemos, ha sido un “modelito para la temporada” y cuando
este pasa de moda. Adiós Pablo Iglesias
y Cia. Ya no se postula como vice-presidente ni nombra a sus ministros, parece que
se ha quedado sin gasolina y se le ha parado la moto en seco.
Claro que, ahora
Podemos para despejar sus problemas reales, para no hablar de ellos, sostiene
que debe de mantenerse a la “expectativa”,
no solo en el trabajo parlamentario – pero curiosamente hasta hoy no han
presentado ninguna iniciativa en la Cámara de Diputados – sino también en la
iniciativa politica de pactos.
De ahí que se
esconden, a la espera de que sean los socialistas a quienes apelan para formar
un Gobierno conjunto – esta vez con la boca pequeña- . Dan la impresión de que
no han aprendido de la desgraciada intervención de Pablo Iglesias y del voto
negativo – lo mismo que el de Mariano Rajoy a la investidura de Pedro Sánchez-.
Pero la experiencia
que es buena consejera, no permite a Iglesias que se haga muchas ilusiones de que
sus deseos sean posibles. El que no se fía, no es de fiar, y como es bien conocido
su desconfianza con el PSOE, pues eso sería lo más acertado: El que no se fía, no
es de fiar.
Y como además, en más
de una ocasión he manifestado, la formación de un Gobierno PSOE con Podemos, ni
se puede denominar de izquierdas, ni es la solución para tener el Gobierno estable,
reformista y progresista. Seria además el primer paso a favor de Podemos en su estrategia
de acabar con el PSOE como la fuerza líder de la izquierda en nuestro país.
Por todo ello, creo
que hay que convencerse que la convocatoria de las terceras elecciones, no puede ser ni una amenaza, ni una aventura, es una vez
más la ocasión para que los españoles reflexionemos y rectifiquemos nuestro voto.
Porque ni al PP por una cosa ni ha Podemos por otra, debemos volver a votar. Sencillamente
por lo que son: Dos grandes fracasos y porque ellos son el principal obstáculo para
acabar con el bloqueo institucional que hasta hoy es posible.
9 agosto
2016
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