RAJOY, NO SE VA…. ¡HAY QUE TIRARLO!
Durante el pleno
extraordinario del Congreso de los Diputados sobre el caso Gürtel, impulsado
por la oposición, en el que Mariano Rajoy debería haber dado cuenta de su
responsabilidad política en esta “Trama
de corrupción”, los españoles hemos podido constatar que el Presidente del
Gobierno y del PP, hablo de todo, de lo que no tocaba, menos de lo que tenía
que haber hablado: “Su responsabilidad
política en la corrupción practicada en el seno de su partido, por dirigentes
del mismo”.
Porque si lo
hubiera hecho, el siguiente paso, no podía ser otro que el de dimitir en ese
mismo Pleno, como Presidente del Gobierno y que se convocaran nuevas
elecciones. Claro que para eso, a Rajoy le falta talla democrática y de
gobernante.
Y aunque se trataba
en ese pleno, de que explicase su responsabilidad en el caso Gürtel, el nombre
de numerosas operaciones policiales en las que han estado implicados
representantes del PP: “Púnica,
Bárcenas, Taula, Brugal, Auditorio Palma Arena, etc., volvieron a escucharse en
esa sesión”
Y por eso Mariano
Rajoy, hizo como los calamares, usar la
tinta para ocultarse y tratar de evadirse, una vez más de la responsabilidad en
la sede parlamentaria. Hablo del
terrorismo, del Soberanismo catalán, atacó a Margarita Robles portavoz del PSOE,
no respondió a las seis preguntas que le formulo Pablo Iglesias, y ni tan siquiera
menciono a Albert Rivera, que le recordó que “No tiene palabra, pero tampoco tiene escaños”.
Rajoy, hizo gala de una ironía que en grado superlativo estuvo
presente en toda su intervención,
propia de un mitin de campaña electoral, y con un alto grado de “Su poca vergüenza” se permitió lanzar
un reto a todas las fuerzas, para que se pongan de acuerdo y presenten una
moción de censura, si creen que debe asumir la responsabilidad política por la
corrupción del PP.
De las
intervenciones de los representantes de las fuerzas políticas, yo quisiera
destacar dos, que a mí me hicieron gracia por algunos pasajes de los diputados,
como el de Joan Tardá de ERC, cuando le dijo de entrada a Rajoy “Que usted es más chulo que un ocho” que acabaría fumándose un puro. Qué lástima
que a esta afirmación acertadísima de este diputado, no le siguieran otras más
acertadas y realistas.
Y la otra
intervención que la comparto en su totalidad, fue la del diputado Joan Baldovi,
de Compromis cuando afirmo dirigiéndose a Rajoy, en su corta pero acertadísima
intervención que: “Hemos sumado los votos
para que comparezca Rajoy, pero no somos capaces de sumarlos para lo
verdaderamente importante, que es enviarle a la oposición”.
Y desde luego todas
las intervenciones que le recordaron a Mariano Rajoy su responsabilidad
política por la corrupción del PP y reclamaron su Dimisión, merecen mi
reconocimiento, pero estoy convencido, de lo que bien reza como titulo de este
artículo: Rajoy, no se va…. ¡Hay que
tirarlo!
Partiendo de esta
gran verdad, yo quisiera profundizar en la necesidad de hacer análisis
concretos de la realidad concreta, para no caer en errores, que alimentan la frustración
y la desafección política de la población, y que están a la orden del día.
Y en esos análisis,
hay que reivindicar la evidencia como criterio de verdad, y no caer en el error
de aceptar como verdadera, cosa alguna si no sabemos que es evidente. Así pues,
debemos evitar dos vicios que cometemos muy a menudo en los análisis y
opiniones, y que cometen muy a menudo por ejemplo, algunos de los políticos que: “Toman por verdadero lo que no lo es, y se niegan a aceptar la verdad
de lo que es evidente”. Y esas equivocaciones de los políticos, contribuyen
a confundir y a desconcertar a amplios sectores de la población que siguen las
opiniones de los políticos.
Es verdad, que hoy
no faltan los deseos y las razones de muchos españoles, y de algunos partidos
con presencia en el Congreso de los Diputados, para acabar con el Gobierno de
Mariano Rajoy. Razones hay, más que suficientes para reivindicar la Dimisión
del Presidente del Gobierno: “La Corrupción,
el Soberanismo Catalán, el paro, la
quiebra del Sistema de Pensiones, el trabajo precario y mal pagado, el fraude
en la financiación a determinadas Comunidades Autónomas como la valenciana, y
otras más, son algunas de las razones que hoy requieren el cambio del Gobierno
de Mariano Rajoy y de sus políticas”.
Sin embargo que los
deseos y las necesidades que apunto, y otras más, no tengan hoy por hoy una traducción en la
articulación de una alternativa a Mariano Rajoy, tienen una lamentable
justificación.
La moción de
censura presentada por Pablo Iglesias no conto con la mayoría necesaria para
acabar con la Presidencia de Mariano Rajoy, y de antemano se sabía su fracaso,
porque ni contaba con los apoyos suficientes para verificar el cambio, y en
definitiva, como quedo demostrado, fue solo una clara maniobra de Pablo
Iglesias de tipo electoralista, pero un error que ya habrán digerido la cúpula
dirigente de Podemos.
Y desde entonces, la correlación de fuerzas en
el Parlamento no se ha modificado favorablemente hacia una mayoría que
garantice el triunfo de la moción. Al contrario, ha sido el PP quien ha logrado
con sus acuerdos con el PNV tener los apoyos necesarios para aprobar los
Presupuestos del 2017. Lo que le ha permitido a Mariano Rajoy además, de “chulear a los partidos a presentar una moción de censura”.
Varias son las
causas, que hacen posible esta realidad.
El principal
partido de la oposición, el PSOE lo ha dicho muy claramente “No presentara una moción de censura si no
cuenta con una mayoría suficiente para terminar con Mariano Rajoy”.
Pero alcanzar hoy,
esa aritmética parlamentaria no es posible, por varias razones que a mi juicio
quisiera manifestar.
En primer lugar
porque Podemos y su bla, bla, bla además de sus problemas internos, han dejado
de aparecer nítidamente como una fuerza dispuesta a contribuir al cambio del
Presidente del Gobierno.
En segundo lugar Albert Rivera y Ciudadanos,
no están en disposición, predispuestos a sumar sus 32 escaños a los 85 del PSOE
y los 71 de Podemos, que darían la cifra más que suficiente para el triunfo de
una hipotética moción de censura para acabar con el Gobierno corrupto del PP. Y Ciudadanos, con sus ambivalencias,
políticas, lo que tiene claro es que “No
va a contribuir a terminar con Mariano Rajoy mediante su apoyo a una moción de
censura”.
Y cualquier otra fórmula
que requiriese el apoyo de los independentistas: “Que es una hipótesis maquiavélica, que solo la utiliza Mariano Rajoy y
el PP”, para agitar la campaña permanente contra Pedro Sánchez y el nuevo
PSOE surgido del 39 Congreso., acusándoles de “La Podemizacion” inexistente, pero que a base de repetirla esperan
como el nazi Goebels, que el electorado se la crea.
Y como Mariano
Rajoy, no se va a ir “Así por las
buenas”, yo estoy firmemente convencido, que mientras que el malestar
ciudadano, no se traduzca en las calles, y las huelgas y manifestaciones no planteen soluciones a los
problemas y junto a ello, la “Dimisión
de Mariano Rajoy”, la búsqueda de la mayoría aritmética en el Congreso de
los Diputados, corre el riesgo de solo alimentar inconscientemente la
desafección ciudadana, al constatar la ineficacia o incapacidad parlamentaria.
Y eso, me parece a mí, “Muy peligroso”.
Es más, como el
objetivo final del PP, es seguir en el Gobierno, a pesar de que sigue perdiendo
apoyos en las recientes encuestas, pero como sigue siendo en las mismas el
partido más votado, no será extraño de que el PP y con los apoyos de
determinados grupos minoritarios, planteen la propuesta para la modificación de
los artículos 180, y 163 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral, para que la
lista más votada, sea la que gobierne.
La idea se basa, en
que el partido que más votos logre en unas elecciones generales, el más votado,
reciba “Una prima de representación”, una
especie de “Regalo de escaños” que
le garantice la mayoría absoluta, con el fin claro, de impedir los pactos de
otras fuerzas políticas con menor representación y poder gobernar con la
mayoría absoluta garantizada. ¡Ojo al
dato!
En consecuencia y
para resumir, el PSOE tiene que continuar
con “Su hoja de ruta” en aplicación
de las resoluciones y Programas Congresuales, en el Congreso de los Diputados y
ante la sociedad, a través del conjunto de las agrupaciones y de los
militantes, para que junto a las movilizaciones que los sindicatos y otros
movimientos realicen, configuren el clímax necesario, para hacer posible los
cambios de Gobierno y de políticas en nuestro país.
2 septiembre
2017
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