sábado, 2 de septiembre de 2017

RAJOY, NO SE VA…. ¡HAY QUE TIRARLO!


RAJOY, NO SE VA…. ¡HAY QUE TIRARLO!

Durante el pleno extraordinario del Congreso de los Diputados sobre el caso Gürtel, impulsado por la oposición, en el que Mariano Rajoy debería haber dado cuenta de su responsabilidad política en esta “Trama de corrupción”, los españoles hemos podido constatar que el Presidente del Gobierno y del PP, hablo de todo, de lo que no tocaba, menos de lo que tenía que haber hablado: “Su responsabilidad política en la corrupción practicada en el seno de su partido, por dirigentes del mismo”.
Porque si lo hubiera hecho, el siguiente paso, no podía ser otro que el de dimitir en ese mismo Pleno, como Presidente del Gobierno y que se convocaran nuevas elecciones. Claro que para eso, a Rajoy le falta talla democrática y de gobernante.
Y aunque se trataba en ese pleno, de que explicase su responsabilidad en el caso Gürtel, el nombre de numerosas operaciones policiales en las que han estado implicados representantes del PP: “Púnica, Bárcenas, Taula, Brugal, Auditorio Palma Arena, etc., volvieron a escucharse en esa sesión”

Y por eso Mariano Rajoy, hizo como los calamares, usar  la tinta para ocultarse y tratar de evadirse, una vez más de la responsabilidad en la sede parlamentaria.  Hablo del terrorismo, del Soberanismo catalán, atacó a Margarita Robles portavoz del PSOE, no respondió a las seis preguntas que le formulo Pablo Iglesias, y ni tan siquiera menciono a Albert Rivera, que le recordó que “No tiene palabra, pero tampoco tiene escaños”.

Rajoy, hizo gala de una ironía que en grado superlativo estuvo presente en toda su intervención, propia de un mitin de campaña electoral, y con un alto grado de “Su poca vergüenza” se permitió lanzar un reto a todas las fuerzas, para que se pongan de acuerdo y presenten una moción de censura, si creen que debe asumir la responsabilidad política por la corrupción del PP. 

De las intervenciones de los representantes de las fuerzas políticas, yo quisiera destacar dos, que a mí me hicieron gracia por algunos pasajes de los diputados, como el de Joan Tardá de ERC, cuando le dijo de entrada a Rajoy “Que usted es más chulo que un ocho”  que acabaría fumándose un puro. Qué lástima que a esta afirmación acertadísima de este diputado, no le siguieran otras más acertadas y realistas.

Y la otra intervención que la comparto en su totalidad, fue la del diputado Joan Baldovi, de Compromis cuando afirmo dirigiéndose a Rajoy, en su corta pero acertadísima intervención que: “Hemos sumado los votos para que comparezca Rajoy, pero no somos capaces de sumarlos para lo verdaderamente importante, que es enviarle a la oposición”.

Y desde luego todas las intervenciones que le recordaron a Mariano Rajoy su responsabilidad política por la corrupción del PP y reclamaron su Dimisión, merecen mi reconocimiento, pero estoy convencido, de lo que bien reza como titulo de este artículo: Rajoy, no se va…. ¡Hay que tirarlo!

Partiendo de esta gran verdad, yo quisiera profundizar en la necesidad de hacer análisis concretos de la realidad concreta, para no caer en errores, que alimentan la frustración y la desafección política de la población, y que están a la orden del día.

Y en esos análisis, hay que reivindicar la evidencia como criterio de verdad, y no caer en el error de aceptar como verdadera, cosa alguna si no sabemos que es evidente. Así pues, debemos evitar dos vicios que cometemos muy a menudo en los análisis y opiniones, y que cometen muy a menudo por ejemplo, algunos  de los políticos que: “Toman por verdadero lo que no lo es, y se niegan a aceptar la verdad de lo que es evidente”. Y esas equivocaciones de los políticos, contribuyen a confundir y a desconcertar a amplios sectores de la población que siguen las opiniones de los políticos.

Es verdad, que hoy no faltan los deseos y las razones de muchos españoles, y de algunos partidos con presencia en el Congreso de los Diputados, para acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy. Razones hay, más que suficientes para reivindicar la Dimisión del Presidente del Gobierno: “La Corrupción, el Soberanismo Catalán,  el paro, la quiebra del Sistema de Pensiones, el trabajo precario y mal pagado, el fraude en la financiación a determinadas Comunidades Autónomas como la valenciana, y otras más, son algunas de las razones que hoy requieren el cambio del Gobierno de Mariano Rajoy  y de sus políticas”.

Sin embargo que los deseos y las necesidades que apunto, y otras más,  no tengan hoy por hoy una traducción en la articulación de una alternativa a Mariano Rajoy, tienen una lamentable justificación.

La moción de censura presentada por Pablo Iglesias no conto con la mayoría necesaria para acabar con la Presidencia de Mariano Rajoy, y de antemano se sabía su fracaso, porque ni contaba con los apoyos suficientes para verificar el cambio, y en definitiva, como quedo demostrado, fue solo una clara maniobra de Pablo Iglesias de tipo electoralista, pero un error que ya habrán digerido la cúpula dirigente de Podemos.

 Y desde entonces, la correlación de fuerzas en el Parlamento no se ha modificado favorablemente hacia una mayoría que garantice el triunfo de la moción. Al contrario, ha sido el PP quien ha logrado con sus acuerdos con el PNV tener los apoyos necesarios para aprobar los Presupuestos del 2017. Lo que le ha permitido a Mariano Rajoy además, de “chulear a los partidos  a presentar una moción de censura”.

Varias son las causas, que hacen posible esta realidad.

El principal partido de la oposición, el PSOE lo ha dicho muy claramente “No presentara una moción de censura si no cuenta con una mayoría suficiente para terminar con Mariano Rajoy”.

Pero alcanzar hoy, esa aritmética parlamentaria no es posible, por varias razones que a mi juicio quisiera manifestar.

En primer lugar porque Podemos y su bla, bla, bla además de sus problemas internos, han dejado de aparecer nítidamente como una fuerza dispuesta a contribuir al cambio del Presidente del Gobierno.

 En segundo lugar Albert Rivera y Ciudadanos, no están en disposición, predispuestos a sumar sus 32 escaños a los 85 del PSOE y los 71 de Podemos, que darían la cifra más que suficiente para el triunfo de una hipotética moción de censura para acabar con el Gobierno corrupto del PP.  Y Ciudadanos, con sus ambivalencias, políticas, lo que tiene claro es que “No va a contribuir a terminar con Mariano Rajoy mediante su apoyo a una moción de censura”.

Y cualquier otra fórmula que requiriese el apoyo de los independentistas: “Que es una hipótesis maquiavélica, que solo la utiliza Mariano Rajoy y el PP”, para agitar la campaña permanente contra Pedro Sánchez y el nuevo PSOE surgido del 39 Congreso., acusándoles de “La Podemizacion” inexistente, pero que a base de repetirla esperan como el nazi Goebels, que el electorado se la crea.

Y como Mariano Rajoy, no se va a ir “Así por las buenas”, yo estoy firmemente convencido, que mientras que el malestar ciudadano, no se traduzca en las calles, y las huelgas y  manifestaciones no planteen soluciones a los problemas y junto a ello, la “Dimisión de Mariano Rajoy”, la búsqueda de la mayoría aritmética en el Congreso de los Diputados, corre el riesgo de solo alimentar inconscientemente la desafección ciudadana, al constatar la ineficacia o incapacidad parlamentaria. Y eso, me parece a mí, “Muy peligroso”.

Es más, como el objetivo final del PP, es seguir en el Gobierno, a pesar de que sigue perdiendo apoyos en las recientes encuestas, pero como sigue siendo en las mismas el partido más votado, no será extraño de que el PP y con los apoyos de determinados grupos minoritarios, planteen la propuesta para la modificación de los artículos 180, y 163 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral, para que la lista más votada,  sea la que gobierne.

La idea se basa, en que el partido que más votos logre en unas elecciones generales, el más votado, reciba “Una prima de representación”, una especie de “Regalo de escaños” que le garantice la mayoría absoluta, con el fin claro, de impedir los pactos de otras fuerzas políticas con menor representación y poder gobernar con la mayoría absoluta garantizada. ¡Ojo al dato!

En consecuencia y para resumir, el PSOE  tiene que continuar con “Su hoja de ruta” en aplicación de las resoluciones y Programas Congresuales, en el Congreso de los Diputados y ante la sociedad, a través del conjunto de las agrupaciones y de los militantes, para que junto a las movilizaciones que los sindicatos y otros movimientos realicen, configuren el clímax necesario, para hacer posible los cambios de Gobierno y de políticas en nuestro país.

                                 2 septiembre 2017

 

 

 

 

 

 

 

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