DESPACITO, DESPACITO…… COMO LA
CANCIÓN.
Desde que estalló
la crisis en 2008, y como consecuencia las malas políticas económicas europeas
desde el 2010, y además en nuestro país las del Gobierno de Mariano Rajoy desde
2011, se han venido a deteriorar muy mucho, nuestras condiciones de trabajo y
de vida, incluso de las expectativas de la gente.
En nuestro país, la
mayoría de españoles vivimos entre la esperanza que todo esto se arregle, y al
mismo tiempo temerosos de que las cosas no se empeoren más, a la fecha de hoy,
diez años después de la crisis y seis desde el Gobierno de Mariano Rajoy.
Y por varias
razones: En primer lugar porque aunque el Gobierno nos diga que hemos salida de
la crisis, la verdad es que, la recuperación económica no ha llegado, al mundo
del trabajo, a los hogares, al consumo y la demanda, lo que viene a justificar la
falta de credibilidad, que tiene lo que nos anuncian Rajoy, Montoro, De
Guindos, etc. entre amplios sectores sociales, que seguimos preguntándonos si
hay, ó no recuperación económica. Y el resultado a esa pregunta es que ¡No!
para nosotros.
Y junto a esas
circunstancias, las dimensiones de la Corrupción practicada desde la
organización del PP, han venido a incrementar por supuesto las críticas en
general al gobierno, pero también a los partidos políticos, culpabilizándolos
de todos nuestros males, que hoy se están padeciendo por amplios sectores de la
sociedad, en un clima donde la desafección política alcanza tasas de un
hartazgo ciudadano insoportable y peligroso.
Y si a este
escenario, le añadimos “la obra del
independentismo nacionalista” con su deriva separatista, podemos afirmar
sin exagerar, que estamos viviendo una “Gran
crisis del Estado”, desde que las Libertades y la Democracia se
contemplaron en la Constitución de 1978. Un panorama desolador y de complicadas
soluciones inmediatas.
Porque el
Referéndum ilegal en Cataluña, y la consigna de llevarlo a delante,
desobedeciendo las “disposiciones
legales y Constitucionales” de Jueces y fiscales, en las que está anclado
el President Carles Puigdemont y el Govern que han asumido la responsabilidad
de la consulta, no vaticinan ningún escenario deseable. Porque al margen de “Lo que pase ó pueda pasar” el 1 de
octubre, y de que a las 48 horas “Proclamen
la Independencia y la República Catalana”, lo único que realmente van a
conseguir los “Padres del separatismo”
es que van a certificar con esas ilegalidades, la fractura de Cataluña, entre
quienes están por la separación del Estado español, y quienes están por el
rechazo a esas decisiones y quieren continuar siendo catalanes y españoles en
España.
Y esa grave situación,
no soluciona la crisis que, ni el Gobierno de Mariano Rajoy ha sabido evitar,
ni el Govern de Cataluña tampoco. El problema está por resolver. Y los
llamamiento desde muchas ópticas al dialogo y la concordia, que yo comparto
totalmente, para encontrar la concordia entre los que habitamos en este país
llamado España, también va a contar con
serias y objetivas dificultades, en mi modesta opinión.
La pregunta del
millón es: ¿Quiénes son los que tienen
que ponerse a negociar?. Porque ni el Gobierno de Mariano Rajoy, ni el de
la Generalitat, Carles Puigdemont, lo
han hecho hasta ahora, ni lo van a hacer, por razones – de peso, para cada uno
- . Al Gobierno de Rajoy le ha beneficiado el inmovilismo constitucional, y el
anti-catalanismo probado en varias ocasiones, para ganar votos, eso de la
defensa de la “Rancia Unidad de la
Patria” aún acaudilla “los
sentimientos del nacional-catolicismo en este país”. Y el Govern de
Puigdemont lo configuran los “Sin
Patria”, los que tienen por bandera no la estrellada, sino “La ruptura del Estado, de la Constitución,
y de todo lo que se oponga a ello”, su razón de ser es romper la convivencia
entre catalanes y con los españoles. El dialogo con ellos, es que aceptemos esa
ruptura, que es lo suyo, y no otra cosa.
Y como esas razones
son realmente objetivas, el dialogo para la convivencia con la solución del
problema de la Organización territorial del Estado, no va a venir del dialogo
entre los Gobiernos actuales de España y de Cataluña. Estos deben “Dimitir ¡YA!”, por razones obvias: “Su incapacidad manifiesta” y que se proceda a la convocatoria de
elecciones generales y autonómicas.
Y solo de los
resultados de ellas, deberían surgir las correlaciones de fuerzas políticas necesarias
que hicieran posible el dialogo y el acuerdo, que contemple las necesarias
reformas de la Constitución y que asuman la existencia del Estado multinacional
que es España.
Y si la dimisión de
los Gobiernos y los resultados de las elecciones, no favorecen que el “Separatismo en Cataluña” quede
reducido a una insignificante representación en el Parlamente. Y en las
Generales, Mariano Rajoy –si se presenta- los españoles lo envían al
PP al “Banquillo de una raquítica
oposición”. La solución de los problemas económicos y sociales, así como
los que hoy están dificultando la reforma de la Constitución, van a requerir
tiempo, paciencia e inteligencia política, aunque se vaya Despacito, Despacito.
Porque hay que
aceptar que los deseos de un proyecto político de cambio de políticas y de
políticos, tienen que estar acompañados por la “Mayoría aritmética” para hacerlos posibles. Y esta no existe, y
las matemáticas son una Ciencia
perfecta, que no engaña, si los más son más que los menos, estos pueden hacer
piruetas a lo Pablo Iglesias, pero los más son los que ganan.
Porque la imagen
que está dando Podemos, - siempre deplorable -, sigue persiguiendo más que a
contribuir a terminar con el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque palabrería no le
falta, su objetivo fundamental es terminar con el liderazgo de la izquierda que
hoy ocupa, merecidamente Pedro Sánchez, y el PSOE. Y hoy por hoy, y mientras no
se produzca el “Giro Copernicano”
que necesita tomar el partido de Pablo Iglesias, hay pocas, por no decir
ninguna posibilidad, de que esta fuerza contribuya a cambiar las cosas. Y no lo
digo porque no apoyase la investidura de Pedro Sánchez, que forma parte de su “Curriculum Vitae”, sino es que sigue
en sus trece, para evidenciar “la
negatividad de todo lo que propone Pedro Sanchez”. Y no tiene, para nada en
cuenta, lo negativo que son todas sus manifestaciones y propuestas para hacer
política seria en este país.
Y en cuanto a Ciudadanos,
y su líder Albert Cervera, está desperdiciando las posibilidades que se abrían
y le ofrecieron sectores importantes del empresariado y las finanzas, para
consolidar un proyecto político de derechas pero claramente diferenciado de la
derecha corrupta e ineficaz de Mariano Rajoy, porque ya no es el líder
monolítico de una derecha política que da plena satisfacción a los intereses
económicos. Y el agotamiento de ese liderazgo de Rajoy, se trató de suplir con
el proyecto del “Jovenzuelo Rivera”.
Pero este proyecto,
de una derecha Civilizada, europea, que podría haber tenido un espacio en
España, Rivera lo ha tirado al contenedor de la basura. Acusar a estas alturas
a Pedro Sanchez de que se ha “Polemizado”
no solo es una falsedad, es que si persiste en esas manifestaciones, alguien
puede pensar que le da por beber más de la cuenta. Y fumarse un buen puro con Mariano Rajoy le
está sentando pero que muy mal, ya no hay encuestas que le den ni una “Micro esperanza” de subir en los
resultados electorales en ninguna Comunidad Autónoma y por supuesto en el
Congreso de los Diputados.
En este escenario
muy mejorable, está en mi opinión el PSOE y su líder Pedro Sánchez haciendo todo lo posible por avanzar con
propuestas que tanto en lo económico y social, como en las propuestas de
creación de la Comisión Parlamentaria para abordar las necesarias reformas en
la Constitución, son hoy por hoy el único camino para el dialogo y los
acuerdos, pero también para mejoras de la situación económica de los salarios
de los trabajadores, de los parados, y del salvamento urgente del Sistema
Público de las pensiones de la quiebra
económica en que se encuentra.
Los españoles
deberíamos, en mi opinión, prestar más atención a lo que estamos viviendo y
sufriendo, especialmente los parados, los trabajadores con contratos de “A ratitos” con vergonzosos
mini-salarios como retribuciones, los pensionistas actuales como los futuros.
Prestar más
atención debería de servirnos, creo yo, para hacer compatible las discusiones
si es Ronaldo o Messi el mejor jugador del Mundo, con una mayor preocupación
por interesarse de lo que esta pasando, y de tomar conciencia, que esto que
tenemos en España, no lo arreglan ni Rajoy ni Puigdemont, y si se me apura, “NI
DIOS AUNQUE BAJE DE DONDE ESTË”. Esto lo podemos arreglar los españoles, si en
las próximas elecciones, con puntería lanzamos nuestros votos al partido que se
lo merece. Y eso vendrá, Despacito, Despacito, pero vendrá, pero depende de lo
que votemos los españoles
29
septiembre 2017
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