HAY QUE
VER CUANTO CUESTA: RECONOCER LO QUE SOMOS.
Pues sí, a tenor de
lo que estamos viendo en la actitud de algunos partidos políticos, como el PP y
Mariano Rajoy, y al otro lado los partidos independentistas y separatistas
catalanes, por no citar más, que nos están demostrando su incapacidad
manifiesta para abordar y resolver mediante el dialogo y el reconocimiento: Lo
que somos, “Un Estado multinacional”
¿Qué es una Nación? y “¿Que es un Estado?
Para mí, y sin
lugar a ninguna duda, ni jurídica, ideológica o política, una “Nación” está constituida por un
conjunto de habitantes de un territorio, que posee una “misma Historia”, idénticas costumbres, - lo que se denomina también
la idiosincrasia - por la cual un pueblo
se distingue de los demás, y tiene intereses comunes y, a menudo una misma
lengua, y que tienen la suficiente conciencia histórica de su unidad, para
disponer de “Gobierno Propio”, ó de
aspirar a él, en ese mismo territorio. Esas son a mi juicio, las
características de una Nación.
Pero otra cosa son,
los intereses económicos, ideológicos y políticos por los cuales se “Niegan esa realidad histórica”, y en
consecuencia por esas razones, que no otras, hoy en el Siglo XXI se sigue con
las mismas aberraciones en nuestro país, donde desde el Gobierno del dictador
Franco y la represión a los pueblos de Cataluña, Euskadi, y Galicia, y los
sucesivos gobiernos que tuvimos desde el inicio de la Transición, hasta el
actual de Mariano Rajoy, el problema territorial del Estado, sigue sin resolverse
y lo que es peor nos puede llevar a una fractura del sentido común en nuestro
país.
Yo quiero reconocer
que desde el inicio de la Transición, las negociaciones de las fuerzas
políticas para la elaboración de la Constitución de 1978, no podían abordar y resolver
el problema de la existencia de varias naciones en el marco de un Estado único
para todas ellas. Y era lógico que fuera así, ya que ese reconocimiento en la
Constitución que se elaboró, entre los que ganaron la guerra y los que
volvieron del exilio y salieron de las cárceles, no era pensable.
Y hoy, se podrá
criticar por ignorancia el porqué no lo hicieron, pero la realidad es que la
Transición se hizo así, de la única forma posible, y lo que no podía ser, no
podía ser y además era imposible.
Una nación, además
de los rasgos que he señalado, es fruto de
un proceso histórico, no de la ocurrencia de un partido político, y se
traduce en una comunidad cultural, es decir un rasgo muy importante que
caracteriza a una Nación.
La Nación, tiene además
de ser un hecho histórico, rasgos peculiares según la clase dominante, y como
tal, es un fenómeno dinámico sujeto a los poderes y cambios socioeconómicos de
la historia.
Pero todas las
naciones han tenido las aspiraciones a constituir sus propias formas políticas,
o sea, a la posesión de un Estado propio.
Sin embargo, la
historia también nos ha demostrado que existen Estados formados por varias
naciones, ya respetando las características de cada una de ellas, ó
prescindiendo de las mismas mediante la formación de un Estado unitario y
centralizado.
Hablar hoy del
reconocimiento de las naciones que configuran el Estado español, y de lograrlo
en la Constitución, requiere una reforma de la misma para que se reconozca ese
derecho. Pero hoy, a la vista de la incapacidad del partido del Gobierno con
Mariano Rajoy al frente, se está transformando en un gravísimo problema por la
visón de la Historia que mantienen, y los intereses económicos que se empeñan
en defender desde el radicalismo del “Soberanismo
independentista catalán”.
De ahí pues, me
parece conveniente recordar el nacimiento y desarrollo de la aspiración propiamente nacional, porque cuando esto
ocurre por la maduración de los elementos objetivos y subjetivos que la forman,
la nacionalidad, el conjunto de los sentimientos nacionales, tienden a
proyectarse y organizarse como nación.
Ateniéndonos a la
Historia, el nacionalismo moderno surgió a comienzos del siglo XIX
paralelamente al auge de la burguesía industrial en toda Europa.
Con anterioridad,
en la Revolución francesa se habían desarrollado en la Edad Media, las
condiciones precisas para el surgimiento del “Nacionalismo”, especialmente durante el predominio de las
monarquías absolutas en la Edad Moderna, aunque, precedentes de Nacionalismo,
se dieron en la Baja Edad Media.
Durante el Siglo
XIX, el nacionalismo fue impulsado en toda Europa, por la clase social más
dinámica, que generalmente fue la burguesía.
Pero en la primera
mitad del Siglo XX, se produjeron “dos
importantes hechos históricos en relación con el nacionalismo”. Por una
parte, la Revolución rusa que significó la formación de un Estado Federal, la
URSS, constituido por las diversas naciones con sus características
especificas.
Y por otra parte,
una serie de causas económicas y sociales llevarían a Italia y Alemania al fascismo. Estos regímenes,
elaboraron una teoría racista de la nación, justificativa de sus expansiones militares,
y para llevar a término las mismas, se produjo una inusitada exaltación del “Nacionalismo”.
En España, tras la
dura represión a la que fueron sometidos durante el régimen del dictador
Franco, los nacionalismos catalán y vasco, estos resurgieron con fuerza y
participaron activamente en el periodo de “La Transición a la Democracia”
(1975-1979).
La Constitución de
1978, recogió “El derecho a la autonomía de las nacionalidades y las
regiones” (artículo 2º) y generalizó el proceso para la instauración de un “Estado de las Autonomías” (Título
VIII, artículos 143-158) que contemplaba una gran descentralización política,
aunque no expresamente federal, pluricultural, que reconoce “La riqueza de las distintas modalidades
linguisticas de España”.
Hoy, a la vista de
lo que puede suceder el próximo 1 de octubre, - que nadie lo sabe -, lo único
que parece cierto es que ni el Gobierno de Mariano Rajoy, ni el de la
Generalitat catalán, han hecho lo posible por alcanzar los acuerdos necesarios
para reconocer Constitucionalmente la España multinacional. La España donde las
naciones históricas Cataluña, Euzkadi y Galicia sean reconocidas y consagradas
en la reforma de la actual Constitución.
Por lo tanto
llegado a ese extremo, parece que el choque de trenes, no va a ser la solución,
- después de ese choque -, habrá que enterrar políticamente tanto los
radicalismos “Nacionalistas del
Presidente Mariano Rajoy, como los del President Carles Puigdemont”, y va a ser más evidente y necesario el dialogo
y las propuestas acordadas de los partidos políticos, para la reforma de la
Constitución en el sentido de reconocer la “España
Multinacional”.
En definitiva,
habrá que negociar sobre las propuestas que hagan posible ese reconocimiento, y
que se traduzcan en un nuevo texto en la Constitución que podría decir:
Articulo 1- 2 : “La soberanía del Estado español, reside en
el conjunto del pueblo español del que emanan los poderes del Estado”. (En
lugar de hablar de la “soberanía
nacional”, como consta actualmente)
Artículo 2: “La Constitución se fundamenta en la
indisoluble unidad del Estado español, patria común e indivisible de todos los
españoles y reconoce las naciones y los gobiernos de que se doten en Cataluña,
Euzkadi y Galicia, así como las autonomías de las Comunidades Autónomas, y
regiones que integran el Estado y la
solidaridad entre todas ellas” .
Para mí,
expresiones en el sentido de las que me he atrevido a plantear, u otras en el
mismo sentido, van a ser necesarias: Yo
espero, que el abanico de razones que el PSOE va a esgrimir y decidir hoy en la
reunión de su Comisión Ejecutiva sean la
formula que se abra paso hacia una “ESPAÑA FEDERAL”.
Ese es el escenario
que se necesita en España, no hay otro, es el que viene reclamando Pedro
Sánchez y el PSOE. El otro camino, el de los “Nacionalismos españolistas y catalanistas” solo nos han conducido
a lo que hoy sigue siendo una incógnita: ¿Qué
va a pasar el 1 de octubre? .
4 septiembre
2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario