martes, 5 de septiembre de 2017

HAY QUE VER CUANTO CUESTA: RECONOCER LO QUE SOMOS.


 HAY QUE VER CUANTO CUESTA: RECONOCER LO QUE SOMOS.

Pues sí, a tenor de lo que estamos viendo en la actitud de algunos partidos políticos, como el PP y Mariano Rajoy, y al otro lado los partidos independentistas y separatistas catalanes, por no citar más, que nos están demostrando su incapacidad manifiesta para abordar y resolver mediante el dialogo y el reconocimiento: Lo que somos, “Un Estado multinacional”
¿Qué es una Nación? y “¿Que es un Estado?
Para mí, y sin lugar a ninguna duda, ni jurídica, ideológica o política, una “Nación” está constituida por un conjunto de habitantes de un territorio, que posee una “misma Historia”, idénticas costumbres, - lo que se denomina también la idiosincrasia -  por la cual un pueblo se distingue de los demás, y tiene  intereses comunes y, a menudo una misma lengua, y que tienen la suficiente conciencia histórica de su unidad, para disponer de “Gobierno Propio”, ó de aspirar a él, en ese mismo territorio. Esas son a mi juicio, las características de una Nación.
Pero otra cosa son, los intereses económicos, ideológicos y políticos por los cuales se “Niegan esa realidad histórica”, y en consecuencia por esas razones, que no otras, hoy en el Siglo XXI se sigue con las mismas aberraciones en nuestro país, donde desde el Gobierno del dictador Franco y la represión a los pueblos de Cataluña, Euskadi, y Galicia, y los sucesivos gobiernos que tuvimos desde el inicio de la Transición, hasta el actual de Mariano Rajoy, el problema territorial del Estado, sigue sin resolverse y lo que es peor nos puede llevar a una fractura del sentido común en nuestro país.
Yo quiero reconocer que desde el inicio de la Transición, las negociaciones de las fuerzas políticas para la elaboración de la Constitución de 1978, no podían abordar y resolver el problema de la existencia de varias naciones en el marco de un Estado único para todas ellas. Y era lógico que fuera así, ya que ese reconocimiento en la Constitución que se elaboró, entre los que ganaron la guerra y los que volvieron del exilio y salieron de las cárceles, no era pensable.
Y hoy, se podrá criticar por ignorancia el porqué no lo hicieron, pero la realidad es que la Transición se hizo así, de la única forma posible, y lo que no podía ser, no podía ser y además era imposible.
Una nación, además de los rasgos que he señalado, es fruto de  un proceso histórico, no de la ocurrencia de un partido político, y se traduce en una comunidad cultural, es decir un rasgo muy importante que caracteriza a una Nación.
La Nación, tiene además de ser un hecho histórico, rasgos peculiares según la clase dominante, y como tal, es un fenómeno dinámico sujeto a los poderes y cambios socioeconómicos de la historia.
Pero todas las naciones han tenido las aspiraciones a constituir sus propias formas políticas, o sea, a la posesión de un Estado propio.
Sin embargo, la historia también nos ha demostrado que existen Estados formados por varias naciones, ya respetando las características de cada una de ellas, ó prescindiendo de las mismas mediante la formación de un Estado unitario y centralizado.
Hablar hoy del reconocimiento de las naciones que configuran el Estado español, y de lograrlo en la Constitución, requiere una reforma de la misma para que se reconozca ese derecho. Pero hoy, a la vista de la incapacidad del partido del Gobierno con Mariano Rajoy al frente, se está transformando en un gravísimo problema por la visón de la Historia que mantienen, y los intereses económicos que se empeñan en defender desde el radicalismo del “Soberanismo independentista catalán”.
De ahí pues, me parece conveniente recordar el nacimiento y desarrollo de la aspiración  propiamente nacional, porque cuando esto ocurre por la maduración de los elementos objetivos y subjetivos que la forman, la nacionalidad, el conjunto de los sentimientos nacionales, tienden a proyectarse y organizarse como nación.
Ateniéndonos a la Historia, el nacionalismo moderno surgió a comienzos del siglo XIX paralelamente al auge de la burguesía industrial en toda Europa.
Con anterioridad, en la Revolución francesa se habían desarrollado en la Edad Media, las condiciones precisas para el surgimiento del “Nacionalismo”, especialmente durante el predominio de las monarquías absolutas en la Edad Moderna, aunque, precedentes de Nacionalismo, se dieron en la Baja Edad Media.
Durante el Siglo XIX, el nacionalismo fue impulsado en toda Europa, por la clase social más dinámica, que generalmente fue la burguesía.
Pero en la primera mitad del Siglo XX, se produjeron “dos importantes hechos históricos en relación con el nacionalismo”. Por una parte, la Revolución rusa que significó la formación de un Estado Federal, la URSS, constituido por las diversas naciones con sus características especificas.
Y por otra parte, una serie de causas económicas y sociales llevarían  a Italia y Alemania al fascismo. Estos regímenes, elaboraron una teoría racista de la nación, justificativa de sus expansiones militares, y para llevar a término las mismas, se produjo una inusitada exaltación del “Nacionalismo”.
En España, tras la dura represión a la que fueron sometidos durante el régimen del dictador Franco, los nacionalismos catalán y vasco, estos resurgieron con fuerza y participaron activamente en el periodo de “La Transición a la Democracia” (1975-1979).
La Constitución de 1978, recogió “El derecho a  la autonomía de las nacionalidades y las regiones” (artículo 2º) y generalizó el proceso para la instauración de un “Estado de las Autonomías” (Título VIII, artículos 143-158) que contemplaba una gran descentralización política, aunque no expresamente federal, pluricultural, que reconoce “La riqueza de las distintas modalidades linguisticas de España”.
Hoy, a la vista de lo que puede suceder el próximo 1 de octubre, - que nadie lo sabe -, lo único que parece cierto es que ni el Gobierno de Mariano Rajoy, ni el de la Generalitat catalán, han hecho lo posible por alcanzar los acuerdos necesarios para reconocer Constitucionalmente la España multinacional. La España donde las naciones históricas Cataluña, Euzkadi y Galicia sean reconocidas y consagradas en la reforma de la actual Constitución.
Por lo tanto llegado a ese extremo, parece que el choque de trenes, no va a ser la solución, - después de ese choque -, habrá que enterrar políticamente tanto los radicalismos “Nacionalistas del Presidente Mariano Rajoy, como los del President Carles Puigdemont”,  y va a ser más evidente y necesario el dialogo y las propuestas acordadas de los partidos políticos, para la reforma de la Constitución en el sentido de reconocer la “España Multinacional”.
En definitiva, habrá que negociar sobre las propuestas que hagan posible ese reconocimiento, y que se traduzcan en un nuevo texto en la Constitución que podría decir:
Articulo 1- 2 : “La soberanía del Estado español, reside en el conjunto del pueblo español del que emanan los poderes del Estado”. (En lugar de hablar de la “soberanía nacional”, como consta actualmente)
Artículo 2: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad del Estado español, patria común e indivisible de todos los españoles y reconoce las naciones y los gobiernos de que se doten en Cataluña, Euzkadi y Galicia, así como las autonomías de las Comunidades Autónomas, y regiones que integran el Estado y la solidaridad entre todas ellas” .
Para mí, expresiones en el sentido de las que me he atrevido a plantear, u otras en el mismo sentido, van a  ser necesarias: Yo espero, que el abanico de razones que el PSOE va a esgrimir y decidir hoy en la reunión de su Comisión  Ejecutiva sean la formula que se abra paso hacia una “ESPAÑA FEDERAL”.
Ese es el escenario que se necesita en España, no hay otro, es el que viene reclamando Pedro Sánchez y el PSOE. El otro camino, el de los “Nacionalismos españolistas y catalanistas” solo nos han conducido a lo que hoy sigue siendo una incógnita: ¿Qué va a pasar el 1 de octubre?  .

                                    4 septiembre 2017                                                                            

 

 

 

 

 

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