Porque
creerse hoy, que entre el Gobierno de Mariano Rajoy y el de Puigdemont, es
posible la negociación después del referéndum ilegal del 1 de octubre, es tan
irreal como el creerse que son los Reyes Magos quienes traen los juguetes a los
niños, que se portan bien.
¡NO!
y mil veces ¡NO!, llegados al extremo que se ha llegado en Cataluña, no es
posible ni pensar – con los cinco sentidos en buen uso – que, es posible la “hipótesis” de la negociación y el
acuerdo satisfactorio, entre ambos gobiernos.
¿Qué
va a pasar después del 1 de octubre? Esa es, la pregunta del millón que nos
hacemos millones de españoles, entre los que cuento sin lugar a dudas, “los catalanes silenciosos hasta hoy”
que no están por la independencia y la separación del Estado de Derecho que
actualmente tenemos con la Constitución de 1978 en España.
Que
el 1 de octubre puede pasar cualquier cosa, pues puede, y que el 2 Puigdemont
desde el balcón del Palau de la Generalitat proclame la República en Cataluña, pues
también se puede, es lo que más –creo yo – se aproxima a lo que puede pasar, ó
no.
Y
aunque el Gobierno de Mariano Rajoy ha anunciado tajantemente, que ha sido desmantelado
el aparato logístico, la tensión no ha desaparecido. Y que haya ofrecido
diálogo sobre Cataluña, a partir de esa flagrante violación de las Normas
Democráticas de nuestro Estado de Derecho, es una forma de seguir sin abordar
el problema.
Lo
inmediato, puesto que el Referéndum es una clara violación de las Leyes, y la
proclamación de la República en Cataluña son fruto de una ilegalidad manifiesta
según la Fiscalía General del Estado y
el Tribunal Constitucional, seria que puesta de manifiesto, la incapacidad de
ambos gobiernos, la dimisión de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont por el
reiterado fracaso de sus obligaciones, de evitar ese “Crack del Estado de Derecho” deberían verificarse, inmediatamente.
La Dimisión no es solo por “Justicia
Democrática”, sino porque son una necesidad imperiosa, para dar paso a las
elecciones Generales en el país y a las autonómicas en Cataluña.
Porque
el rotundo fracaso de ambos Presidentes, de Rajoy y Puigdemont, no puede
permitir que permanezcan en el poder, ni un minuto más del 2 de octubre. El
valor de la negociación para alcanzar acuerdos, que son un principio
democrático en nuestro sistema, es un valor que lo perdieron hace tiempo los
dos gobernantes.
Ni
desde la derecha del nacionalismo españolista, ni desde la derecha del
nacionalismo separatista catalán, han sido capaces de abordar y solucionar
hasta la fecha, el problema de la Organización Territorial del Estado mediante
una reforma de la Constitución. Y ni mucho menos se va a pactar ahora, que el “Referéndum, se pueda celebrar y sea
legal”.
Yo no
creo exagerar, en ninguno de mis convencimientos, al afirmar que entre estos
dos “Conductores de tren”, no harán
nunca, ¡Nunca! ningún acuerdo para deshacer el “Nudo Gordiano” del panorama político que han creado entre los dos en
Cataluña y en España, tanto Rajoy como Puigdemont.
Y la desgracia
de nuestro país, es que no tenemos un Alejandro Magno capaz de “Cortar ese Nudo Gordiano”, como hizo
este gran conquistador, afirmando: “Tanto monta desatarlo como cortarlo”, y
por
lo tanto, si “Ni a golpes de Ley”,
ni a “Golpes de separatismo” se va a
deshacer el “Nudo Gordiano” que
tenemos en nuestro país, van a hacer falta, ¡Hacen falta! nuevos interlocutores, representantes de otros gobiernos diferentes de los actuales
en España y Cataluña, para abrir la esperanza
de las negociaciones y los acuerdos.
Yo
estoy convencido, que solo los
resultados de unas nuevas elecciones pueden con el voto decidido de los españoles
para modificar la actual correlación de fuerzas en el Parlamento de la Carrera
de San Jerónimo y de la plaza de San Jaume, pueden hacer posible, la
negociación y el acuerdo. Ya que la esquizofrenia desarrollada por ambos
Gobiernos, no permiten ahora otra medida que no sea la ¡Dimisión! de los dos
Gobiernos, y que el pueblo soberano decida como partir con sus votos el “Nudo Gordiano”.
Mientras
que esto no suceda, solo la Comisión en el Parlamente, propuesta por el Grupo
del PSOE, es el único cauce necesario y propicio para situar el dialogo y el
acuerdo, como el centro fundamental para acordar la necesaria reforma Constitucional entre los
partidos con presencia en el hemiciclo.
Pero
con todo eso, hoy lo que se está viendo venir es que la agravación de la
respuesta penal contra el “Referéndum
ilegal” que ha anunciado la Fiscalía, está cundiendo algunos efectos, que
merecen constatarse.
Porque
cuando los delitos de sedición empiecen a aplicarse a aquellos que se alcen “públicamente y tumultuariamente” para
impedir, por la fuerza ó fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes
ó a cualquier autoridad, corporación oficial ó funcionario público, el legítimo
ejercicio de sus funciones y puedan ser castigados con la pena de prisión de ocho
a diez años, ó quince si fueran personas constituidas en autoridad y en ambos
casos se impondrá la de inhabilitación absoluta por el mismo tiempo. Está
haciéndoselo pensar a algunos que han cometido ó pueden cometer el delito de
sedición, si siguen empeñados en la confrontación con el Estado de Derecho.
Y si finalmente
no hay Referéndum, la declaración unilateral de Independencia, no parece que
esté en los planes del PDeCAT, y que Oriol Junqueras se está pensando que si lo
inhabilitan, le han jodido las aspiraciones de su carrera política, puede hacer
mella, y al final a duras penas se retire la convocatoria del “Ilegal Referéndum”.
Y las
contradicciones entre la CUP, ERC, PDeCAT, Podemos y JuntsxSi, van a ir
aflorando hasta el 1 de octubre ó el 2. El fracaso de la anunciada Asamblea de
Parlamentarios y alcaldes que Podemos prepara para mañana domingo, para pedir “Un referéndum pactado”, en Cataluña,
es ya otro gran fracaso de Pablo
Iglesias.
Un
fracaso que no nos viene de nuevo, porque Pablo Iglesias, erra todo lo que
propone. Ahora subiéndose al carro del independentismo, con la obsesión de
obtener los réditos que nunca ha obtenido con sus otras fracasadas propuestas: El Sorpasso, su disposición a ser
vice-Presidente del Gobierno, el rechazo a la investidura de Pedro Sanchez, la
moción de censura, y el mismísimo
Congreso de Vistalegre II, las purgas internas, etc., etc., que no han
logrado que las encuestas le concedan ni una micra de aumento en los resultados
electorales que Podemos obtendría, en caso de unas elecciones generales.
Y el
gran error de Podemos, no es otro que el insistente empeño de este partido de
la máxima extrema izquierda, de convertirse en la primera fuerza política de
izquierdas en nuestro país, el “Sorpasso”
al PSOE que no ha logrado conseguir, y eso le hace aparecer con sus críticas al
sistema democrático, y a la Transición, radicalmente muy confundido a la hora
de fijar objetivos claros en la lucha política en este país. Se opuso a la
investidura de Pedro Sanchez, y ahora confunde la defensa del Estado de Derecho
con que hay que acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy, que él hizo posible.
Pero lo de acabar con Mariano Rajoy lo ha dejado a su chalaneo verbal, y nada
más.
Ahora,
es la defensa del Estado de Derecho, lo que hay que defender frente al
secesionismo ilegal en Cataluña, y eso requiere demócratas convencidos, entre
los que no se encuentra Pablo Iglesias. Confundir eso tan importante, con que
se está defendiendo a Mariano Rajoy, es el colmo de Pablo Iglesias
Bueno
termino aquí, esperando que a pesar de lo que suceda el 1 y el 2 de octubre,
hoy por hoy solo existe la propuesta de la
Comisión Parlamentaria realizada por el PSOE para recuperar el dialogo y
el acuerdo como valores de nuestra Democracia.
23 septiembre
2017
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