Esos son los
sueños/exigencias que barajan desde ERC, desmarcándose de la investidura
telemática de Puigdemont, y que viene a coincidir con las exigencias de los
partidos de la oposición constitucionalista en el Parlament.
Y esa situación está en el
Orden del Día, en que se encuentra el fracasado “Proces” en Cataluña, que además del fracaso, ha conducido a la fractura entre los seguidores de Puigdemont,
en su empeño de investirlo President, y quienes desde Junts x CAT no ven con
buenos ojos la decisión tomada en Berlín, además del propio ERC que considera la necesidad de
no dilatar por más tiempo la espera para
formar Govern – y curiosamente –
para evitar la repetición de elecciones.
Y esa confrontación de
Puigdemont con ERC y su propio partido, no es solo una “Fractura absoluta” del independentismo, como resultado de la pelea
entre líderes separatistas, desde Berlín y desde la cárcel, sino que tiene
bloqueada Cataluña.
En este punto, ERC se
desmarca de la investidura de Puigdemont, y coincide con los partidos de la
oposición para que se proponga a un candidato, “Que no este imputado, que no este fugado de la justicia y que respete
las leyes”.
Pero desde mi punto de
vista, la radiografiad de la realidad fracasada y fracturada, no permite
preveer que se vayan a estañar las heridas, las diferencias entre Puigdemont – “al que solo le espera o quedarse a vivir
del cuento en Alemania, o que sea extraditado y su lugar es la cárcel - y ERC y
su líder Junqueras, que ya tiene cárcel, y a falta de ser juzgado y condenado,
su único futuro, será la cárcel, amén de la inhabilitación que le impongan los
Magistrados. Porque no tiene Ningún Programa, ninguno de los dos.
Por eso, las afirmaciones
de Elsa Artadi defendiendo que en caso de elegirse a otro candidato – pues otra
gran mentira – será “Provisional”,
porque como dice la canción “Madre no
hay más que una”, la Artadi ha
afirmado que “President, ya tenemos uno”.
Vamos todo un espectáculo
de incapacidad, de derroche de mentiras y de un ridículo espantoso de los
partidos independentistas.
Y por eso, yo me sigo
reafirmando, que la única salida del independentismo es seguir como están: “Con el absoluto fracaso del Proces
soberanista, y la irreparable fractura entre ellos”.
Porque ni del Junts x CAT,
ni ERC, ni la CUP – siempre a favor de
ir contra la ley y las normas democráticas y exigiendo la proclamación de la
República – se puede esperar un acuerdo que suponga una investidura que no
este imputado judicialmente, con la voluntad de actuar con un Govern en el
respeto y acatamiento de la legalidad vigente.
Pero siguen enredando, y
enredándose entre ellos, que es lo suyo.
Una razón de más, para que
en la sociedad catalana se extienda el convencimiento de que el único proyecto,
que puede solucionar la crisis generada, está en manos de los catalanes,
negando su voto en las urnas a aquellos partidos que han provocado la crisis
que hoy vive Cataluña.
Ya está bien, porque
después de largos años de preparación, desde el 2016 y comienzos del 2017, el
independentismo utilizó como instrumento de su lucha, la agitación del
Parlament, mientras que el Estado, solo se limitó a recurrir una y otra vez
ante el Tribunal Constitucional.
Ello explica en parte, la
crisis posterior porque hubiera hecho falta una respuesta – en mi opinión – en
parte política y en parte represiva, porque un Parlamento regional, no puede
estar haciendo la guerra durante más de un año, al Estado de Derecho. Quizá
hubiera sido un acierto la disolución del Parlament, al amparo del artículo
155.
Pero eso es ya, agua
pasada. Lo nuevo y lo necesario son las elecciones autonomices, donde los catalanes
y catalanas decidan con su voto que los proyectos
nacionalistas, hay que enviarlos al desván de los trastos inservibles.
Porque además de la catástrofe
que el nacionalismo, ha originado en Cataluña, conviene recordar las catástrofes
de las dos guerras Mundiales que sufrimos en Europa en el siglo pasado. Eso fue
el nacionalismo.
7 MAYO
2018
César Llorca Tello
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