domingo, 1 de mayo de 2016

EL PSOE: FRENTE A LAS NUEVAS ELECCIONES.


EL   PSOE: FRENTE  A  LAS  NUEVAS  ELECCIONES.

La convocatoria y realización de unas nuevas elecciones que presumiblemente se verificaran el 26-J. va a exigir del PSOE una campaña basada en una estrategia electoral, que no sea la repetición de los aspectos que caracterizaron la anterior campaña, ni la de sus intentos de alcanzar la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.
Repetir eso que es agua pasada, no va servir para que el PSOE gane esta vez la mayoría para poder acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy y poder formar un Gobierno progresista y reformista con Pedro Sánchez como Presidente.
Y advierto de este riesgo, que supone que cada partido siga en su campaña tomando como eje central “la acusación al PSOE de su culpabilidad por la repetición de las elecciones” y a esa estrategia se vaya a sumar el PSOE. Porque es una estrategia doblemente equivocada, por ser mentira, y porque va a cansar a los electores con la misma historia de estos últimos cuatro meses desde el 20–D, de desencuentros, descalificaciones y fracaso de los intentos de investidura, que solo pueden provocar una mayor abstención a la hora de votar.
Y es que los españoles afrontamos estas nuevas elecciones, con una sensación de cansancio derivada del infructuoso proceso de negociaciones entre los partidos, así como de los que no se movieron ni un pelo, como Mariano Rajoy después de los comicios del 20-D.
Si ahora los socialistas, quieren recuperar el próximo 26-J en la repetición de las elecciones, los millones de votos perdidos desde el 2010, tienen que reencontrar el espacio perdido para volver a ser el reflejo de España, como lo fueron en sus mejores tiempos.
Y como los resultados del 26-J no están escritos en ningún sitio, aunque los sondeos hoy digan una cosa y mañana la contraria. Con estos dos meses por delante y la experiencia de estos cuatro últimos, a mi me parece que los españoles hemos aprendido a distinguir entre quien se negó a la propuesta de Felipe VI de ser investido Presidente como hizo Mariano Rajoy, y quien asumió esa tarea frente a todos los riesgos de no lograrlo, como hizo Pedro Sánchez.
Ahora con los mismos personajes, como candidatos a la Moncloa que fracasaron en la tarea de constituir Gobierno. Los partidos políticos van a pretender que los electores depositen en las urnas el 26-J unos resultados diferentes a los obtenidos el 20-D.
A mí, sin embargo me parece que a la vista del clima general que se palpa en la calle, estamos ante la paradoja de que una amplia mayoría de españoles sigue siendo partidaria del pluralismo y no del bipartidismo, pero a su vez tampoco les gustan los resultados prácticos de cara a la gobernabilidad
Sin embargo, no es menos cierto que no ha desaparecido ningún problema de los que tenemos, si acaso se han agravado con el paso del tiempo.
Un repaso a los problemas más acuciantes son: La convalecencia económica, la crisis internacional, la marginación de ciertas capas sociales, la precariedad en el empleo, la indefinición de un modelo de crecimiento basado  en la innovación, el peso internacional de España. Todo continua igual ó peor. A la espera de la decisión de los votantes y de una administración más inteligente de los resultados electorales.
Porque si no fuese así, el problema de la Gobernabilidad volvería a ser el problema, que nos ha hecho volver a realizar unas nuevas elecciones.
Y ante esta campaña electoral, que va a ser tan importante como decisiva, hay que afinar la puntería para que los partidos no den la imagen y el tono agresivo que sería apostar por el fracaso. Hay que medir bien la estrategia de cada cual, y dedicarse en lo fundamental a llamar a los absentistas, a votar el 26-J.
Para esa tarea de la nueva campaña electoral, - en mi opinión -, el PSOE debería tomar buena nota de lo que necesita. En primer lugar, necesita rearmarse ideológicamente en todo el conjunto de la organización, escuchar las demandas de los ciudadanos como hacían los indios con la oreja bien pegada en tierra, - que no es hacer el indio - pegada a los problemas reales de los ciudadanos, presentar un proyecto económico y social creíble y por supuesto ganador, y hacer una campaña desde ¡YA! centrada en recuperar sus electores.
Y como tarea prioritaria, el PSOE tiene que lograr enterrar definitivamente  los defectos, lo que no sirve para nada,  de una vez y para siempre, desterrar las luchas internas y las declaraciones de los “mal llamados barones”, fuera de los órganos de dirección que dan una imagen de división y de intereses personales que en nada favorecen al partido. El PSOE tiene que acabar con la división interna, y presentarse como un partido unido y con vocación de Gobierno.
No digo una de Perogrullo, si señalo como lo más importante para el PSOE, el reencontrar su espacio ideológico en el centro izquierda, en la socialdemocracia, capaz de entenderse con un amplio espectro de fuerzas pero sin dejarse confundir por los cantos de sirena de una “falsa izquierda”, un populismo en realidad que solo pretende destruirlo para liquidar la opción de izquierda reformista y viable que el PSOE ha representado siempre.
 Y con esos aspectos en la hoja de ruta de la Campaña Electoral del PSOE, hay que empezar la tarea de dinamizar al conjunto del partido desde la Dirección Ejecutiva, el Comité Nacional, y todos los órganos y agrupaciones socialistas en una clara acción política en defensa de las propuestas políticas económicas y sociales del partido socialista. Para lograr la mayoría necesaria para efectuar – esta vez sí – el cambio del Gobierno de Mariano Rajoy, por el de Pedro Sánchez como Presidente de ese nuevo Gobierno.
Y en la búsqueda de ese espacio, tampoco confundirse con lo que cada partido es. Que Ciudadanos sea de, derechas, no es el problema. El problema, es el no explicar suficientemente que en estos momentos,  la derecha tradicional como es el PP hace aguas por babor y estribor. Y que haya surgido en gran medida distanciándose del PP. Ciudadanos, es la expresión de una gran crisis de la Derecha de este país. Y el no saber explicar y aprovechar como lo ha hecho Pedro Sánchez esas contradicciones, hubiese demostrado una gran torpeza política que hubiera extrañado a muchos, porque es de inteligentes que se haya aprovechado estas circunstancias para alcanzar el acuerdo PSOE – Ciudadanos. Y de inteligencia y talla política, Pedro Sánchez ha demostrado tener suficiente.
Es verdad, que la crisis económica global ha hecho un daño enorme a la socialdemocracia europea, que no ha sabido manejar las políticas de austeridad exigidas en la UE y ha asistido dubitativa, al aumento de la desigualdad y a la reducción del Estado de Bienestar. En tan solo 10 años, los partidos socialdemócratas europeos han perdido el 25% de sus votos; pero en España ha sido hasta el 50% de los mismos
Esta pérdida de capital electoral del centro izquierda, ha reducido el espacio natural de los partidos socialistas, que han visto como perdían votos por el centro y por la izquierda, sin saber ofrecer una alternativa que sedujese a sus más fieles electores.
España es el más claro reflejo de esa tendencia hoy, por la dura competencia de los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos. Y aunque haya sido la crisis la que ha traído a la socialdemocracia a una encrucijada, ahora tras el fracaso para formar Gobierno, y donde se inicia una nueva etapa electoral, el PSOE tiene una nueva oportunidad de remontar el vuelo ó por el contrario sufrir “el sorpasso” de quienes como Podemos e IU, se preparan para eso únicamente, acabar con la hegemonía del PSOE en la izquierda.
Así de claro hay que tenerlo, para afrontar con ideas y propuestas claras el programa electoral del PSOE, no con eslóganes. Hay que explicar a los ciudadanos cuales son las diferencias entre las propuestas del PSOE y las de otros partidos, especialmente de Podemos.
Y además de demostrar porque hay que echar a Rajoy de la Moncloa, hay que razonar muy bien ¿para qué? Yo estoy convencido que solo con esas actitudes, que se enseñe el claro proyecto para España se hará posible que votantes y militantes recuperen la confianza en el PSOE.
Y hay que dedicar la gran parte de su campaña electoral, ha marcar las diferencias entre los partidos. Porque ahora no se trata de convencer a Pablo Iglesias para formar Gobierno.
A lo que hay que dedicarse, es a convencer a sus electores a los que lo son y a los que lo fueron, de que el PSOE trata de ganar la hegemonía, no solo de la izquierda sino del conjunto del país. Porque el PSOE puede gobernar y que sabe hacerlo, y por ello quiere el legitimo apoyo mayoritario del electorado que quiere un Gobierno de cambio, de progreso y reformista para España.
En esta etapa, más aún en la presente situación de incertidumbre y polarización. Lo que intentó el PSOE durante las negociaciones, es poner de acuerdo a sus propios herederos, Podemos y Ciudadanos, que no solo están profundamente enfrentados entre ellos en los ejes fundamentales de redistribución y apertura de mercados, sino que además no tienen muchos incentivos para llegar a un acuerdo, porque lo que esperan es poder en estas elecciones del 26-J  seguir robando apoyos al viejo socialismo.
Esta situación compleja, no lo es pasajera, y que no se resolverá con un pacto ó con unas nuevas elecciones. La fragmentación parlamentaria actual, refleja una división real de posiciones entre los votantes.
Mientras que el PSOE dudaba hacia dónde dirigirse, una parte de su base se desperdigó en dos direcciones distintas. ¿Ahora qué espacio queda? De momento, el de aquellos que en el pasado salieron ganando con sus políticas, como es el caso de Podemos y ahora tienen demasiado que perder, como para moverse hacia un equilibrio distinto.
El nuevo equilibrio político está lejos de consolidarse si hacemos caso a los resultados de encuestas, sondeos y debates internos en los partidos.
Pero en definitiva, quien va a ser dueño del futuro, será quien sea capaz de comprender la complejidad y de construir soluciones sobre ella. La socialdemocracia española como la europea, nació y creció gracias a una tenaz búsqueda del equilibrio, a la ruptura de la polarización. Y es por lo tanto la que en mejores condiciones se encuentra, para lograrlo.
Ahora nos queda al menos una posición alternativa por explorar dentro de la esfera progresista: La de una plataforma que proponga abrir el país social y económicamente, y al mismo tiempo construir un sistema redistributivo más robusto y generoso, dedicado  a quienes han estado perdiendo y pueden perder aún más.
Y ese debe de ser a mi juicio la “hoja de ruta del PSOE”, desde ¡YA!

                                  1º de Mayo 2016.

             FIESTA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES

 

 

2 comentarios:

  1. Ademas de un programa creíble tiene que ser posible, pero mucho me temo que la campaña electoral sera mas un quien ha tenido la culpa de no formar gobierno que otra cosa y pesaran mas estos cuatro meses que los cuatro años de recortes del PP. Conclusión un programa creíble y posible desde la izquierda social-demócrata pero recordando ha los votantes con un ideario entre los militantes de los recortes y desarreglos económicos y sociales.
    Uno de manchelerria

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    1. Pues sí , de eso se trata amigo,. Pero veremos que sale de esto. Ayer vi un comentario de un socialista que ya vaticinaba una situación similar después del 26 -J. Asi que según este buen "politólogo" habría que ir a las terceras elecciones. ¡Que lucidez" Y no se lo ocurre decir otra cosa. Asi que veremos.

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