EL BATACAZO
DE PODEMOS.
Sin que me fie mucho de
las encuestas, una visión sobre las mismas me permite establecer algunas de mis
opiniones al panorama electoral y político de nuestro país.
Según sondeos, si hoy se
hicieran las elecciones, Ciudadanos seria el partido más beneficiado con un
gran ascenso que lo situaría con 52 escaños, 12 más de los que obtuvieron el
20-D
Es la encueste de Sigma
dos, que aventura estos resultados, lo que desbancaría a Podemos de la tercera
posición, que sufriría, junto a sus confluencias un gran descalabro al quedarse
con 49 escaños, 20 menos de los logrados el 20-D.
Según esos criterios,
parece pues que los partidos emergentes que protagonizaron los pasados comicios
y que acabaron aparentemente con el bipartidismo digamos tradicional en nuestro
país, son los más afectados, aún con distinta suerte cada uno de ellos.
Por ejemplo, el partido
Ciudadanos, aparece como el que mejor parado sale, después de estos 100 días
sin Gobierno. Y su pacto con el Pedro Sánchez, a pesar de la fracasada sesión
de investidura por el voto negativo de Podemos, ha sido apreciado de manera
positiva por sus votantes que lo respaldan, y por los de otros partidos, que se
están sumando al proyecto de Albert Rivera.
Los tradicionales partidos
PP, y PSOE, siguen siendo los partidos más votados y en consecuencia los que
mayoritariamente dominen el Congreso de los Diputados.
De entre ellos, y de forma incomprensible los populares hoy
por hoy -
esperemos que los electores se den cuenta de la ruina que sería seguir votando
al PP el 26-J - seguirían destacando sus intenciones de voto y de escaños,
que llegarían al 30,2% del apoyo y que se traducirían en 128 escaños frente a
los 123 alcanzados el 20-D.
Y si por su parte el PSOE
no se desgasta a pesar del fracaso de la investidura de Pedro Sánchez y de no
ser capaces de cerrar un acuerdo de Gobierno por el voto negativo de Podemos, se
mantiene en un 22% de intención de voto y los 90 escaños. Hace que ahora sea un
calco de lo sucedido el 20-D.
Los riesgos de que el 26-J
no arrojen cambios sustanciales en los resultados de los cuatro partidos PP,
PSOE, Ciudadanos y Podemos, son reales. De ahí que las especulaciones que en
cada sondeo se verifiquen no deberían extrañarnos hasta el 26-J.
Vamos a ver: Si los
resultados alcanzados entre PP y Ciudadanos alcanzasen los 180 diputados, al
alcanzar la mayoría parlamentaria entre ambos partidos, podría darse las
circunstancias en la que PP y Ciudadanos formasen Gobierno, y que el PSOE se
quedase al margen del mismo, por razones obvias claramente explicitadas por
Pedro Sánchez. Con el PP., ni a comerse una buena paella. Es mi opinión
Pero también esos
resultados podrían hacer encallar ese proyecto, ya que Albert Rivera ha dejado
claramente que con Rajoy de Presidente, que no cuenten con ellos. Rivera exige
que Rajoy no sea candidato popular
Por lo tanto, la
recomposición de un nuevo acuerdo PSOE con Ciudadanos con las características
del anterior e incluso mejorando sus contenidos volvería a ser la posibilidad
de una investidura positiva si las tendencias al incremento de los votos a uno
y otro partido, no cesan.
La sangría de votos que se
está constatando de Podemos, lejos de sumar por su acuerdo con IU, lo que se
está produciendo es una reubicación de lo que fueron sus votos el 20-D hacia
IU, que podría alcanzar algún diputado más de los dos que tiene. Pero otros
votantes de Podemos, irán a parar al PSOE, así como algunos que lo hicieron al
PP porque hoy se han convencido que votar al PP es pasar de Guate-mala a
Guate-peor
Porque yo, sigo convencido
en lo que vengo planteando en mis sucesivos artículos, ó el electorado que ayer
votó al PP y a Podemos, rectifica su voto y lo dirige decididamente al PSOE
para que con el actual crecimiento de Ciudadanos, sea esta vez la posibilidad
real de un Gobierno reformista y progresista.
Ó volveremos a una
situación caótica.
Y lo que necesitamos es el
Gobierno que puede configurar el PSOE. Esa es la cuestión. El ser ó no ser.
El deseo de alcanzar a
través del pacto Podemos e IU el sueño del “sorpasso”
al PSOE, del seño Julio Anguita. Creo en mi opinión, estoy convencido de que va
a ser un fracaso en toda regla. Motivos los hay más que suficientes.
Las dimisiones,
destituciones y la frustración de una afiliación a Podemos que ha comprobado el
“soufflé” de Pablo Iglesias, cuyo
único objetivo es ser Presidente del Gobierno va a alcanzar dimensiones
inesperadas. Lo veremos.
La perdida de intención de
voto a Podemos va a seguir desarrollándose pese a la campaña mediática con la
que cada día aparece Pablo Iglesia con su compartimiento teatral, pero carente
de argumentos.
Ahora cuando han cambiado
45 veces de lo que quería como programa Podemos, se han puesto de cara al 26-J,
a copiar propuestas que figuraban en el programa de Ciudadanos. El
desengaño y la desilusión entre los españoles, animan a percatarse de lo
inservible que es para los trabajadores, los parados, los jubilados, los
autónomos y en general para nuestro país que estos populismos que practica
Pablo Iglesias son negativos y no meren en mi opinión ni un solo voto de estos
segmentos de la población
Ahora, a todos los
problemas internos de Podemos, se suma la situación del general Julio Rodríguez
el que fue el jefe del Estado Mayor
(JEMAD) de la Defensa que se afilió a Podemos. En aquel momento también
la organización montó una campaña mediática, presentándolo por su ingreso en
Podemos, como un Julio César cuando franqueó el rio Rubicón, y exclamo la
famosa frase de “Alea jacta est” (La
suerte está echada) por su ingreso en Podemos.
Pero pocos días han pasado
para evidenciar que a este César del Siglo XXI, el general Julio Rodríguez, se
le está haciendo cuesta arriba su decisión de enrolarse en el partido de Pablo
Iglesias.
Después de que se quedase
fuera del congreso de los Diputados en las elecciones del 20-D, este conocido
militar está planteándose seriamente no seguir en Podemos por algunas razones
de peso.
La más relevante, según
personas de su entorno, es que teme volver a quedarse fuera del Congreso de los
Diputados. Ya aceptó el reto de ir como número dos por Zaragoza y se quedó en
las puertas. Ahora y desde Podemos se intenta buscarle otra demarcación en la
que sea sencillo que el militar obtenga un escaño, y así no deserte de Podemos.
Pero no solo es el temor a
no obtener escaño, lo que le hace al general Rodríguez replantearse su futuro
político. El estamento militar, le ha hecho el vacio y sus más allegados
compañeros de fatigas, le han hecho llegar su asombro por echarse en los brazos
de un partido que no se destaca, precisamente, por tener entre sus prioridades
la defensa nacional.
Un ejemplo claro de que
Podemos y sus confluencias, no comulgan con los militares fue lo que sucedió
con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cuando sin empacho alguno casi echa
del recinto ferial de la Ciudad Condal, a los militares que simplemente
trataban de mostrar a los jóvenes barceloneses
una profesión de futuro, como lo es la carrera militar.
Y unida a esta razón, está
el pacto electoral suscrito con una IU a la que ver un uniforme militar le da
repelús. El general Rodríguez es consciente de que poco o nada, tiene que ver
con unos comunistas que van de pacifistas supremos.
Es más, el partido de
Alberto Garzón, lleva como puntos esenciales de su programa la salida de España
de la Alianza Atlántica y el cierre de los cuarteles de la OTAN en Morón y
Rota.
Muchas mezclas de
contradicciones suponen el acuerdo de Podemos e IU para que se pueda evitar que
estallen como una granada antes del 26-J.
El caso del general
Rodríguez y de la dimisión de la responsable de Podemos en Jaén, por el
autoritarismo de la responsable de Andalucía de esta organización que reclama más
radicalismo a Pablo Iglesias son solo la punta del iceberg de la incapacidad de Podemos para superar sus
problemas.
Y la conclusión no puede
ser otra que el fracaso de sus intentos de acabar con el PSOE. Y ese fracaso
quizá una más y más a Pablo Iglesias con Mariano Rajoy, en una nueva versión del
”Bipartidismo sin vergüenza” como
habrá que llamar a ese entendimiento de Podemos con el partido de Mariano
Rajoy.
Ver para creer. Pero yo ya
creo en los saltos que pretende Pablo Iglesias.
Pero aún creo más, en que
los españoles tengamos la madurez necesaria para no sumarse a esas operaciones
de derribo de la única opción socialista, reformista y transversal que
representa el programa del PSOE.
11 mayo 2016.
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