viernes, 22 de abril de 2016

FRENTE A LA CRISIS: KEYNES.


FRENTE   A   LA   CRISIS: KEYNES.

Hace unos días, se cumplía el setenta aniversario de la muerte del hombre que propició una revolución en la política económica.
John Maynard Keynes, fue quien propuso medidas eficaces para salir de la Gran Depresión de 1930. Hoy 86 años después, la validez de aquellas medidas, el papel del Estado frente a la incapacidad de los mercados, siguen siendo necesarias para la salida de la crisis económica que estamos sufriendo, y que a gritos reclama, la aplicación de la filosofía económica keynesiana.
En recuerdo de ese gran economista, hoy he querido recoger algunos de los rasgos que caracterizaron a este gran hombre a lo largo de su vida.
Keynes fue un anti-comunista furibundo que no entendió que una doctrina que consideraba ilógica y torpe, pudiese haber ejercido de un modo poderoso y duradero, una influencia tan grande sobre la suerte de los hombres, y a través de ella sobre los acontecimientos del siglo XX.
Este anti-comunismo reabre el análisis sobre lo que era Keynes desde el punto de vista ideológico. Él no lo dudo nunca: era un liberal. Y como quedó mostrado a lo largo de su vida, de ninguna de las maneras se le puede considerar un hombre de izquierdas, ni en su intelecto ni en su práctica política, aunque su pensamiento económico haya sido utilizado, sobre todo, por la socialdemocracia.
Keynes fue un permanente practicante de la aristocracia de la inteligencia que tanto gustaba a Ortega y Gasset, y en varias ocasiones se pronuncio sobre cuál era su lugar. Sobre todo cuando era tildado de comunista por sus planteamientos acerca del papel del Estado frente a la crisis económica.
“Cuando se llega a la lucha de clases como tal, mi patriotismo local y personal, como el de cualquier otro, excepto algunos entusiastas desagradables, está vinculado a mi propio ambiente. Puedo estar influido por lo que me parece ser justicia y buen sentido, pero la guerra de clases me encontrará del lado de la burguesía educada”. 
El uso de sus teorías y de sus soluciones al problema económico por parte de las  fuerzas progresistas democráticas a partir de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial hasta hoy tiene que ver, sobre todo, con el sistemático corrimiento ideológico de sus oponentes hacia posiciones que muy genéricamente podríamos calificar como de derechas ó neoliberales.
Keynes sostuvo que las cuestiones sobre el marco económico de la sociedad serán determinantes en la política y que no estarán al alcance de “la ingente masa de votantes más ó menos analfabetos”, sino que las soluciones correctas implicarán elementos intelectuales y científicos. Por tanto, el principal debate se sostendrá en las ideas económicas.
Si el liberalismo económico basaba su pensamiento en la preeminencia del mercado, y el marxismo en la planificación central y en la potenciación del Estado, el keynesianismo adoptó una sabia mezcla de ambos como método de corrección de los problemas económicos.
Las sabias medidas de Keynes fueron la contribución decisiva para superar la crisis de 1930 y el inicio que hizo posible la aparición de  los Estados de Bienestar en los países de Europa.
Hoy, frente a la Gran Depresión que sufrimos en los países del planeta, y cuando las políticas neoliberales nos han mostrado su fracaso. Keynes resucita con su filosofía económica como la única medida válida para salir de esta parálisis económica y social que sufrimos los pueblos.
Pero ello nos exige cambiar la correlación de fuerzas en los países que configuramos la Unión Europea. Y que sean los políticos de izquierdas quien decidan la economía, y no al contrario como sucede ahora, donde es el poder económico que impone sus políticas en aras de sus únicos intereses.

                                  22 abril 2016.

 

2 comentarios:

  1. Amigo la solución pasa sin remedio porque el poder politico y de izquierdas tome el timos en Europa todo lo demás tiene poco sentido.

    Uno de manchelerria

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  2. Si de eso se trata. Vamos a ver si se produce una reacción favorable . Aunque es muy difícil. Pero estoy convencido que mas tarde que pronto se producirá.

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