FRENTE A LA
CRISIS: KEYNES.
Hace unos días, se cumplía
el setenta aniversario de la muerte del hombre que propició una revolución en
la política económica.
John Maynard Keynes, fue
quien propuso medidas eficaces para salir de la Gran Depresión de 1930. Hoy 86
años después, la validez de aquellas medidas, el papel del Estado frente a la
incapacidad de los mercados, siguen siendo necesarias para la salida de la
crisis económica que estamos sufriendo, y que a gritos reclama, la aplicación
de la filosofía económica keynesiana.
En recuerdo de ese gran
economista, hoy he querido recoger algunos de los rasgos que caracterizaron a
este gran hombre a lo largo de su vida.
Keynes fue un
anti-comunista furibundo que no entendió que una doctrina que consideraba
ilógica y torpe, pudiese haber ejercido de un modo poderoso y duradero, una
influencia tan grande sobre la suerte de los hombres, y a través de ella sobre
los acontecimientos del siglo XX.
Este anti-comunismo reabre
el análisis sobre lo que era Keynes desde el punto de vista ideológico. Él no
lo dudo nunca: era un liberal. Y como quedó mostrado a lo largo de su vida, de
ninguna de las maneras se le puede considerar un hombre de izquierdas, ni en su
intelecto ni en su práctica política, aunque su pensamiento económico haya sido
utilizado, sobre todo, por la socialdemocracia.
Keynes fue un permanente
practicante de la aristocracia de la inteligencia que tanto gustaba a Ortega y
Gasset, y en varias ocasiones se pronuncio sobre cuál era su lugar. Sobre todo
cuando era tildado de comunista por sus planteamientos acerca del papel del
Estado frente a la crisis económica.
“Cuando
se llega a la lucha de clases como tal, mi patriotismo local y personal, como
el de cualquier otro, excepto algunos entusiastas desagradables, está vinculado
a mi propio ambiente. Puedo estar influido por lo que me parece ser justicia y
buen sentido, pero la guerra de clases me encontrará del lado de la burguesía
educada”.
El uso de sus teorías y de
sus soluciones al problema económico por parte de las fuerzas progresistas democráticas a partir de
la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial hasta hoy tiene que ver, sobre
todo, con el sistemático corrimiento ideológico de sus oponentes hacia
posiciones que muy genéricamente podríamos calificar como de derechas ó
neoliberales.
Keynes sostuvo que las
cuestiones sobre el marco económico de la sociedad serán determinantes en la
política y que no estarán al alcance de “la
ingente masa de votantes más ó menos analfabetos”, sino que las soluciones
correctas implicarán elementos intelectuales y científicos. Por tanto, el
principal debate se sostendrá en las ideas económicas.
Si el liberalismo
económico basaba su pensamiento en la preeminencia del mercado, y el marxismo
en la planificación central y en la potenciación del Estado, el keynesianismo
adoptó una sabia mezcla de ambos como método de corrección de los problemas
económicos.
Las sabias medidas de
Keynes fueron la contribución decisiva para superar la crisis de 1930 y el
inicio que hizo posible la aparición de los
Estados de Bienestar en los países de Europa.
Hoy, frente a la Gran
Depresión que sufrimos en los países del planeta, y cuando las políticas neoliberales
nos han mostrado su fracaso. Keynes resucita con su filosofía económica como la
única medida válida para salir de esta parálisis económica y social que
sufrimos los pueblos.
Pero ello nos exige
cambiar la correlación de fuerzas en los países que configuramos la Unión
Europea. Y que sean los políticos de izquierdas quien decidan la economía, y no
al contrario como sucede ahora, donde es el poder económico que impone sus
políticas en aras de sus únicos intereses.
22 abril 2016.
Amigo la solución pasa sin remedio porque el poder politico y de izquierdas tome el timos en Europa todo lo demás tiene poco sentido.
ResponderEliminarUno de manchelerria
Si de eso se trata. Vamos a ver si se produce una reacción favorable . Aunque es muy difícil. Pero estoy convencido que mas tarde que pronto se producirá.
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