martes, 23 de febrero de 2016

ACERCA DEL 23 F EN LA CIUDADAD DE VALENCIA


ACERCA DEL 23 F EN LA CIUDADAD DE VALENCIA         

La convocatoria y realización de las primeras Elecciones Generales democráticas en junio de 1977, después de 40 años de dictadura y la posterior elaboración y aprobación en referéndum de la Constitución de 1978, que caracterizaron el inicio de la transición democrática, no puede hacernos olvidar “el ruido de sables” que fue una constante del generalato franquista que controlaba aún el Ejercito durante los años de la transición
Pero la conjura militar contra la democracia, no tomaría cuerpo hasta el punto sin retorno marcado por la decisión del presidente Adolfo Suarez con la legalización del Partido Comunista de España (PCE) en plena Semana Santa, el 9 de abril de 1977
La dimisión del almirante  Pita de Veiga, Ministro de Marina como airada respuesta a la legalización del PCE, fue la punta del iceberg, aunque desgraciadamente no fue la única manifestación donde se expresaron el descontento los sectores del ejército y la ultraderecha política con el proceso de democratización que se había iniciado en el país.
Sin lugar a dudas, ante otras militaradas que se conocieron con claros objetivos involucionistas, como la operación Galaxia, el intento de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981, fue el más dramático, el que más cerca estuvo de imponer una involución por la fuerza, a la joven democracia española, y en todo caso, el que más sentimos los españoles y de entre ellos los valencianos que contemplamos tras la ocupación del Congreso de los Diputados en Madrid por la guardia civil al mando del Teniente Coronel Antonio Tejero, el desfile de una riada de toneladas de acero, en forma de más de medio centenar de carros de combate M-47 del Regimiento Vizcaya 21 de Bétera, que tomaron las arterias más importantes de nuestra ciudad, machacando a su paso el asfalto de las calles por donde pasaron y asustaron con su ruido ensordecedor y la silueta de sus cañones, a todos los vecinos que los vieron.
Valencia fue una ciudad ocupada algo más de cuatro horas obedeciendo las órdenes del Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, mientras que las radios emitían el bando involucionista y marchas militares que este militar dictó, anulando todas las libertades y derechos constitucionales en la “Región bajo su mando”.

                            César Llorca Tello

4 comentarios:

  1. Camarada, amigo, compañero y no sigo porque esto seria como una carta de amor, tengo el orgullo y el inmenso placer de conocer a alguien que sin chaleco antibalas se puso delante de los que debían pararlo, de nuevo gracias camarada si escribo mis memorias tu estaras en ellas.
    Rafa de manchelerria

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    1. Muchas gracias amigo del alma .Pues a ver si te pones a escribir tus memorias.

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