viernes, 26 de febrero de 2016

LAS PREVISIBLES ELECCIONES


   LAS  PREVISIBLES  ELECCIONES.

Sin dejar de valorar el esfuerzo y los contenidos en el acuerdo alcanzado entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, las reacciones del PP y las de Podemos, creo que vienen a confirmar esa -en principio remota posibilidad – de la convocatoria de unas nuevas elecciones.
Sí, vamos a las inevitables elecciones, dado que a pesar de los pesares no parece que Pedro Sánchez vaya a lograr ni en la primera ni en la segunda oportunidad ser investido como Presidente del futuro Gobierno de este país.
Porque el comportamiento tanto de Mariano Rajoy, como de Pablo Iglesias, no permiten hacerse ilusiones de que Pedro Sánchez vaya a ser investido en alguna de las sesiones para ser Presidente.
El abandono de la mesa de negociaciones de la delegación de Podemos, cuando se conoció el acuerdo PSOE/Ciudadanos, no tiene nombre.
Como no tienen nombre, los habituales gestos de  arrogancia de Pablo Iglesias y de Iñigo Errejón, de petulancia y las buenas dosis de chulería y retórica demostradas por estos señores, simplemente porque son inadmisibles y que les debería dar vergüenza.
Las actuaciones “teatreras” del líder, proclamando “sus verdades” rodeado de sus “ministros” que se permite esa jactancia  de predeterminar el resultado de unas conversaciones que no habían ni tan siquiera empezado, permiten afirmar que con esa actitud, con ese talante de “empujar y atropellar” todo lo que no sea lo que diga el Sr. Iglesias, lo que han conseguido es todo lo contrario de lo que en principio pretendían.
La verdad es que la “pataleta de Pablo Iglesias por no ser vicepresidente del Gobierno con sus ministros” es la causa real y verdadera de su reacción “infantilista y caudillista” que le va a llevar a coincidir plenamente con Mariano Rajoy vetando la investidura de Pedro Sánchez.
De eso ya se encargará la realidad que va a demostrar con quien está Podemos, los días de sesiones para la investidura. Con la derecha representada por Mariano Rajoy y el PP. Y eso lo va a tener que justificar Pablo Iglesias “si puede con verdades” que en mi opinión no va a poder. A mí no me extrañaría  que en un tiempo no muy lejano PP y Podemos constituyan un “matrimonio extraño” frente a la oposición socialdemócrata del PSOE. Ahora las coincidencias con el PP me permiten sospechar de lo que puede hacer en ese futuro no muy lejano.
La política española atraviesa por momentos de extrema gravedad. Hay serios y grandes obstáculos que no hacen posible la estabilidad política necesaria para poder abordar los problemas reales de nuestro país, que tenemos que resolver, por el bien de los españoles y de nuestro país.
Yo estoy muy preocupado por el curso político que están tomando la actitud de Mariano Rajoy y de Pablo Iglesias, para mí que han perdido la brújula para orientarse mejor, para saber a donde están y ser conscientes de donde esta cada uno.
Y a mí me parece que Mariano Rajoy no se ha percatado aún de que le ha llegado su “finiquito político” y que su partido, debe de pasar al desván de los recuerdos para permitir que un partido de Centro Derecha, auténticamente democrático, español y europeo pueda un día contribuir a la estabilidad política que hoy no es posible y necesita España
Dos problemas ó líneas rojas han aparecido que amén de otras exigencias de Pablo Iglesias han hecho inviable el apoyo de Podemos a Pedro Sánchez
Por experiencia y además es bien conocido que la derecha siempre habla y sitúa la unidad de España, como una razón fundamental inamovible, cuando es quien más ha hecho, y sigue haciendo por destruirla. Desde que ha gobernado Mariano Rajoy con mayoría absoluta del PP (la quinta esencia del neofranquismo), los independentistas catalanes se han multiplicado por 2,5
Y aunque el patrioterismo nacional-español, fuese sincero, la izquierda representada por el PSOE, no puede compartir esa posición de la derecha, porque su defensa de la unidad de España no puede basarse en la sinrazón, la fuerza y el organicismo, ni en la imposición y la violencia sino que deberá fundamentalmente basarse en la aceptación voluntaria de los ciudadanos libres.
Pero la verdad es, que las exigencias de Podemos no pueden aceptarse por ser contrarias a lo que dice la Constitución. Y si hay que reformar y adecuar la misma tras 38 años de vida de la misma, esta hay que hacerlo democráticamente no con los trompicones que plantea Pablo Iglesias.
Así que, si tenemos en cuenta los factores contradictorios que están presentes hoy en nuestro país. Un PP en fase de “liquidación por derribo”, y coincidiendo con Pablo Iglesias en vetar los acuerdos alcanzados por Sánchez y Rivera, porque la verdad lo que quiere es ser vice-presidente con “sus ministros” ó que se convoquen nuevas elecciones.
Yo sigo en estas circunstancias convencido que la posibilidad de que se tengan que convocar nuevas elecciones, no es ningún drama. ¿Por qué? Pues porque estas nuevas elecciones darían repuesta a dos grandes problemas que están en el aire
El primer problema es el que los electores podríamos dilucidar el contencioso entre el PSOE y Podemos por la hegemonía de la izquierda. Y con una IU francamente en la desesperada busca de su supervivencia, la cuestión es que no aparece ni practico ni conveniente para nada que haya dos partidos socialdemócratas, uno el PSOE más de centro izquierda, y otro más izquierdista como Podemos.
Y como cada partido, llevaría en su programa el Si, ó el No a los referéndums sobre los problemas del independentismo. Sería muy interesante que todos los electores pudiésemos decidir cómo hay que abordar y solucionar los problemas del plurinacionalismo del Estado español, que hasta la fecha nunca fueron ni bien planteados ni bien solucionados.
El nudo gordiano que hoy tenemos con la fragmentación de los partidos, fundamentalmente de los que se pueden llamar de izquierdas (que me perdone Pablo Iglesias), que sea el pueblo soberano que pueda desenredarlo en estas próximas elecciones, que a su vez serian un autentico referéndum sobre la cuestión de las nacionalidades.
Se dice que en una ocasión Joaquín Costa le espetó a Giner de los Ríos su célebre “diagnóstico “Necesitamos un hombre”, y que Don Francisco le replicó “Lo que necesitamos es un pueblo”.
Yo creo que ambos tenían razón. Trayendo esa controversia hoy a nuestro país, hay que reconocer que “Se necesitan líderes”, pero también necesitamos “Un pueblo”.
La falta de liderazgo se está evidenciando a raíz del pluripartidismo surgido tras el 20 D, con unos dirigentillos que algunos dejan mucho que desear. La talla de Adolfo Suarez, Felipe González, Santiago Carrillo, Manuel Fraga y otros que hicieron posible la Transición de la Dictadura franquista a la Democracia, hoy se echa en falta.
Y hoy, cuando el electorado que se indignan hasta el infinito ridículo, porque el equipo español no llega a la fase final de un campeonato mundial de futbol. Y sin embargo acepta con absoluta normalidad que ninguna Universidad española, figure entre las 150 mejores del mundo. O que solo hayamos tenido dos Premios Nobel en Ciencias en toda la historia de este galardón. Es bien triste pero a su vez demuestra como estamos.
Y es como para reclamar ambas cosas. Porque nuestra Democracia, solo será fuerte y auténtica cuando superemos nuestras deficiencias, nuestros rasgos, que me he permitido señalar. Y esto no lo hará nunca un dirigente ó un partido redentor, sino una sociedad fuerte y consciente de sus derechos,

                            26 febrero 2016

 

 

 

 

 

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