jueves, 18 de febrero de 2016

EL PROGRAMA ECONÓMICO DE PODEMOS NO ES VIABLE.


EL  PROGRAMA  ECONÓMICO  DE PODEMOS  NO  ES  VIABLE.

“El nuevo documento presentado por Podemos para negociar (como si ellos fueran a formar el próximo Gobierno de España) constituye un hachazo fiscal en toda regla”.
Estamos apañados con Podemos y sus propuestas económicas que es toda una perfecta calamidad. En ella pretenden aumentar el Gasto Público hasta 96,000 millones en 2019. Para proponen subir los impuestos de sociedades y del IRPF a rentas superiores a los 60,000 euros y recuperar el impuesto de patrimonio.
Así de claro se muestra el think tank Civismo, en un comunicado de prensa que analiza punto por punto los ingredientes económicos de la nueva propuesta de Pablo Iglesias y los suyos.
Como destaca el laboratorio de ideas “una de las propuestas que vertebran el programa de Podemos, es la aprobación de una reforma fiscal que supondría” una de las mayores subidas de impuestos de la historia de España.
En el IRPF se plantean un aumento estructural de la recaudación de 10,000 millones, lo  que se traduciría de media en un golpe  de 500 euros por declaración (2000 euros a lo largo de la legislatura), un 30% más sobre la parte estatal del gravamen directo por excedencia.
La formación que dirige Pablo Iglesias, también quiere disparar de manera agresiva la fiscalidad que soportan las empresas. Así según denuncia Civismo “en el impuesto de Sociedades se plantea una subida de recaudación que asciende el 50%, a razón de 12,000 millones “extra” cada año, ó sea 8000 euros por empresa
Además el documento de Podemos también plantea importantes subidas en otros tributos. Civismo destaca que “con la fiscalidad aplicada al Patrimonio, las Sucesiones y las Donaciones, Podemos espera conseguir 2000 millones de euros más. Teniendo en cuenta que estos impuestos aportan entre 3000 y 23800 millones de euros en las Comunidades del régimen común, hablamos de un aumento confiscatorio de la recaudación que oscilaría entre el 50 y el 70%.
Esta subida afectaría a todo tipo de activos, pero sobre todo a la vivienda, donde se concentra el ahorro de las familias españolas.
Y la cosa no acaba aquí, porque “los chicos de Pablo Iglesias”, se plantean otras medidas.”Aumento de los ingresos por tasas medio-ambientales, aprobación de un gravamen a las transacciones financieras, creación de un nuevo impuesto a los bancos, etc.. En resumen, una explosión de impuestos incompatible con una recuperación sostenible para las empresas y las familias”, zanja el think tank
La formación de Pablo Iglesias plantea un plan fiscal bajo el supuesto  de que las instituciones comunitarias accederán a que España tenga un nuevo calendario de reducción del déficit público. En realidad, como recuerda Civismo “tanto el Presidente del Eurogrupo, como el Comisario de Economía, han  anunciado que las instituciones comunitarias no están dispuestas a dar su visto bueno a esta  propuesta.
En consecuencia Podemos asume un margen fiscal de 26,300 millones de euros anuales que en realidad no cuenta con el aval ni el respaldo de Bruselas. No hablamos de una cuestión menor, a lo largo de toda la legislatura, el descuadre superaría los 100,000 millones de euros, alrededor del 10% del PIB.
A todo lo anterior, hay que sumarle una serie de medidas inasumibles por las autoridades comunitarias “como el repliegue de las nomas que regulan la estabilidad presupuestaria, la apuesta por una fuerte expansión de la banca pública ó la no contabilización de la inversión pública en las cifras de déficit”.
Lejos de ajustarse al difícil escenario de restricciones presupuestaria sque enfrenta España, Podemos propone un aumento del gasto público equivalente a 96,000 millones de euros por encima de lo proyectado por el Gobierno del PP.
El documento también baraja la aprobación de una reforma laboral destinada a restringir de manera notable la flexibilidad del mercado de trabajo. De acuerdo con Civismo “además de una burocratización generalizada de los procesos de contratación y despido, hablamos de profundas restricciones del empleo temporal que pondrían en jaque uno de cada cuatro puestos de trabajo ó de una inasumible subida del salario que llegaría al 50%.
Pero Podemos también defiende un aumento de los impuestos aplicados a  los vehículos financieros y societarios que garantizan la llegada de nuevas inversiones a nuestro país. Así, la formación de Pablo Iglesias habla de modificaciones fiscales que afectarían a las Sicav, las Socini, las sociedades de capital riesgo y las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros. Además se plantean revisar los convenios tributarios suscritos con otros países para aumentar el peso de los impuestos que soportan  las empresas extranjeras que operan en España.
Según Civismo, “aprobar esta agenda de medidas intervencionistas puede traducirse en un desplome de la  inversión extranjera en España. Además conviene recordar que el capital llegado del exterior sostiene el 10% del empleo nacional, por lo que la descapitalización de la economía española tendría un impacto directo en el ciclo inversor, pero también en el mercado de trabajo”.
Constatando como viene actuando Pablo Iglesias, me reafirmo cada día en el convencimiento de que su intención es obtener la máxima cuota de poder, ó en el peor ó mejor de los casos, allanar el terreno para unas nuevas elecciones en las que espera que les vaya a beneficiar.
Es decir, sibilinamente Pablo Iglesias demuestra aparentemente tener interés por logar un Gobierno de cambio –pero se le ve venir- pero  lo que en realidad hace es bloquearlo a base de plantear exigencias imposibles en sus propuestas.
No deberíamos dejarnos engañar nadie con Pablo Iglesias y Cia. En estos momentos con sus aspiraciones de ser vice-presidente del Gobierno con sus ministros y sus propuestas económicas irrealizables, parece claro que después de acabar con IU, su obsesión es provocar una división interna en el PSOE, para después machacarlo en unas elecciones anticipadas, y en las que de momento a Podemos le seria indiferente que el PP gobernase de nuevo ó no, porque lo prioritario para ellos es convertirse en primera fuerza de la izquierda, como lo ha sido y continua siendo el PSOE.
Y luego a entenderse y a alternar con la derecha en el poder si llega el caso, en un nuevo bipartidismo PP-Podemos. Esa es la hoja de ruta de Podemos me parece a mí, a la vista de su trayectoria.
¿Qué más se necesita para catalogar a estos dirigentes de Podemos, y para negarles el voto?

                                   18 febrero 2016

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