EL PROGRAMA
ECONÓMICO DE PODEMOS NO ES VIABLE.
“El
nuevo documento presentado por Podemos para negociar (como si ellos fueran a
formar el próximo Gobierno de España) constituye un hachazo fiscal en toda
regla”.
Estamos apañados con
Podemos y sus propuestas económicas que es toda una perfecta calamidad. En ella
pretenden aumentar el Gasto Público hasta 96,000 millones en 2019. Para
proponen subir los impuestos de sociedades y del IRPF a rentas superiores a los
60,000 euros y recuperar el impuesto de patrimonio.
Así de claro se muestra el
think tank Civismo, en un comunicado de prensa que analiza punto por punto los
ingredientes económicos de la nueva propuesta de Pablo Iglesias y los suyos.
Como destaca el
laboratorio de ideas “una de las propuestas que vertebran el programa de
Podemos, es la aprobación de una reforma fiscal que supondría” una de las mayores subidas de impuestos de
la historia de España.
En el IRPF se plantean un
aumento estructural de la recaudación de 10,000 millones, lo que se traduciría de media en un golpe de 500 euros por declaración (2000 euros a lo
largo de la legislatura), un 30% más sobre la parte estatal del gravamen
directo por excedencia.
La formación que dirige
Pablo Iglesias, también quiere disparar de manera agresiva la fiscalidad que
soportan las empresas. Así según denuncia Civismo “en el impuesto de Sociedades
se plantea una subida de recaudación que asciende el 50%, a razón de 12,000
millones “extra” cada año, ó sea 8000 euros por empresa
Además el documento de
Podemos también plantea importantes subidas en otros tributos. Civismo destaca
que “con la fiscalidad aplicada al Patrimonio, las Sucesiones y las Donaciones,
Podemos espera conseguir 2000 millones de euros más. Teniendo en cuenta que
estos impuestos aportan entre 3000 y 23800 millones de euros en las Comunidades
del régimen común, hablamos de un aumento confiscatorio de la recaudación que
oscilaría entre el 50 y el 70%.
Esta subida afectaría a
todo tipo de activos, pero sobre todo a la vivienda, donde se concentra el
ahorro de las familias españolas.
Y la cosa no acaba aquí,
porque “los chicos de Pablo Iglesias”, se plantean otras medidas.”Aumento de
los ingresos por tasas medio-ambientales, aprobación de un gravamen a las
transacciones financieras, creación de un nuevo impuesto a los bancos, etc.. En
resumen, una explosión de impuestos incompatible con una recuperación
sostenible para las empresas y las familias”, zanja el think tank
La formación de Pablo
Iglesias plantea un plan fiscal bajo el supuesto de que las instituciones comunitarias
accederán a que España tenga un nuevo calendario de reducción del déficit
público. En realidad, como recuerda Civismo “tanto el Presidente del Eurogrupo,
como el Comisario de Economía, han
anunciado que las instituciones comunitarias no están dispuestas a dar
su visto bueno a esta propuesta.
En consecuencia Podemos
asume un margen fiscal de 26,300 millones de euros anuales que en realidad no
cuenta con el aval ni el respaldo de Bruselas. No hablamos de una cuestión
menor, a lo largo de toda la legislatura, el descuadre superaría los 100,000
millones de euros, alrededor del 10% del PIB.
A todo lo anterior, hay
que sumarle una serie de medidas inasumibles por las autoridades comunitarias
“como el repliegue de las nomas que regulan la estabilidad presupuestaria, la
apuesta por una fuerte expansión de la banca pública ó la no contabilización de
la inversión pública en las cifras de déficit”.
Lejos de ajustarse al difícil
escenario de restricciones presupuestaria sque enfrenta España, Podemos propone
un aumento del gasto público equivalente a 96,000 millones de euros por encima
de lo proyectado por el Gobierno del PP.
El documento también
baraja la aprobación de una reforma laboral destinada a restringir de manera
notable la flexibilidad del mercado de trabajo. De acuerdo con Civismo “además
de una burocratización generalizada de los procesos de contratación y despido,
hablamos de profundas restricciones del empleo temporal que pondrían en jaque
uno de cada cuatro puestos de trabajo ó de una inasumible subida del salario
que llegaría al 50%.
Pero Podemos también
defiende un aumento de los impuestos aplicados a los vehículos financieros y societarios que
garantizan la llegada de nuevas inversiones a nuestro país. Así, la formación de
Pablo Iglesias habla de modificaciones fiscales que afectarían a las Sicav, las
Socini, las sociedades de capital riesgo y las Entidades de Tenencia de Valores
Extranjeros. Además se plantean revisar los convenios tributarios suscritos con
otros países para aumentar el peso de los impuestos que soportan las empresas extranjeras que operan en
España.
Según Civismo, “aprobar
esta agenda de medidas intervencionistas puede traducirse en un desplome de
la inversión extranjera en España.
Además conviene recordar que el capital llegado del exterior sostiene el 10%
del empleo nacional, por lo que la descapitalización de la economía española
tendría un impacto directo en el ciclo inversor, pero también en el mercado de
trabajo”.
Constatando como viene
actuando Pablo Iglesias, me reafirmo cada día en el convencimiento de que su
intención es obtener la máxima cuota de poder, ó en el peor ó mejor de los
casos, allanar el terreno para unas nuevas elecciones en las que espera que les
vaya a beneficiar.
Es decir, sibilinamente
Pablo Iglesias demuestra aparentemente tener interés por logar un Gobierno de
cambio –pero se le ve venir- pero lo que
en realidad hace es bloquearlo a base de plantear exigencias imposibles en sus
propuestas.
No deberíamos dejarnos engañar
nadie con Pablo Iglesias y Cia. En estos momentos con sus aspiraciones de ser
vice-presidente del Gobierno con sus ministros y sus propuestas económicas
irrealizables, parece claro que después de acabar con IU, su obsesión es
provocar una división interna en el PSOE, para después machacarlo en unas
elecciones anticipadas, y en las que de momento a Podemos le seria indiferente
que el PP gobernase de nuevo ó no, porque lo prioritario para ellos es
convertirse en primera fuerza de la izquierda, como lo ha sido y continua siendo
el PSOE.
Y luego a entenderse y a
alternar con la derecha en el poder si llega el caso, en un nuevo bipartidismo
PP-Podemos. Esa es la hoja de ruta de Podemos me parece a mí, a la vista de su trayectoria.
¿Qué más se necesita para catalogar
a estos dirigentes de Podemos, y para negarles el voto?
18 febrero 2016
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