martes, 16 de febrero de 2016

LO IMPOSIBLE, IMPOSIBLE, MAÑANA PUEDE SER, POSIBLE, POSIBLE.


LO IMPOSIBLE, IMPOSIBLE, MAÑANA PUEDE SER, POSIBLE, POSIBLE.

Estamos viviendo un periodo de falta de entendimiento, por varios motivos de índole política, ideológicos, sociales y de principios democrático entre los partidos que salieron del 20 D, digamos “mejor parados”, el PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, que nos están teniendo en vilo en unas fechas de incertidumbres políticas, económicas y sociales en nuestro país. Aún no sabemos quién va a ser el próximo Presidente del Gobierno ó si vamos a participar en unas nuevas elecciones.

Partiendo del título de este artículo, que en política “lo imposible, imposible, mañana puede ser, posible, posible” y no pasa nada, porque todo se puede justificar. Me voy a atrever a dar mi modesta opinión ante las circunstancias que estamos constatando antes de que los partidos citados sean capaces de resolver eso tan complicado que parece, como es la investidura del futuro Presidente del Gobierno y sobre todo si se va a constituir un Gobierno con garantías de estabilidad política como para empezar a resolver los problemas reales que tenemos en este país que es lo que necesitamos.

En este contexto, parece al menos como urgente la necesidad de que Mariano Rajoy deje ya de hacer el más absoluto y esperpéntico ridículo, que no ha logrado hasta ahora, ningún aspirante a Presidente del Gobierno. Con lo que ha hecho Rajoy en esta legislatura como Presidente, ya es suficiente para que se retire de la política definitivamente.

Va siendo hora de que, empezando por quienes votaron al PP en las últimas elecciones, reaccionen y se convenzan que Mariano Rajoy no es ya, un líder ni respetable ni respetado, cuyo único camino por el bien de este país y de los españoles que lo poblamos es pedirle que se vaya a trabajar. Y al PP en su conjunto, que es el partido de la derecha neo-franquista de este país, pedirle que tenga que disolverse en este año 2016.

Porque el ridículo de Rajoy, y el vergonzoso ADN de la corrupción de los numerosos cargos públicos que se han enriquecido gracias a sus cambalaches económicos con el dinero público, han marcado ya en estas fechas, las fechas de caducidad tanto para Mariano Rajoy como para el PP.

En mi opinión, esta necesaria desaparición tanto del líder como del partido no es, aunque se lo hayan ganado a pulso por los escandalosos casos de corrupción, y ni tan siquiera por las políticas de “Austeridad y Recortes” con las que nos ha azotado el Gobierno de Rajoy y el PP en esta última legislatura.

Es sencillamente porque ni Rajoy como líder, ni el PP como partido sirven ya en el siglo XXI para defender con un proyecto político serio y digno, los intereses de un partido de centro derecha, pero democrático a imagen y semejanza de otros partidos europeos. Es sencillamente porque el PP sigue siendo un partido neo-franquista, sencillamente por esa razón. Y porque partidos de esa naturaleza, no los necesitamos en España.

La dimisión de Aguirre – sin estar imputada – ha sido por asumir su responsabilidad política de haber nombrado a los miembros que si lo están, incluso presos como es el caso de Granados. Su actitud, mete más presión sobre Rajoy que sigue en el cargo desde 2012 a pesar de que Bárcenas está en la cárcel y la trama de la financiación irregular del PP, sigue creciendo con la velocidad de la luz.

Esta situación, hace inviable un pacto PSOE – Ciudadanos con la abstención del PP, pero también del PP con Ciudadanos con la abstención del PSOE, como propuso Rajoy el viernes pasado tras su tensa reunión con Pedro Sánchez.

La otra opción, de formar Gobierno sería la que propuso Pablo Iglesias, PSOE con Podemos, con él como vicepresidente e igualdad de ministerios y con la abstención de los nacionalistas.

El PNV sabe que es determinante para que esa opción tenga éxito y ya ha dicho que no será gratis. Han desterrado el Plan Ibarretxe y piden el reconocimiento de Euskadi como nación, derecho de autodeterminación como Podemos, reconocimiento bilateral para resolver conflictos desinhibiendo al Tribunal Constitucional y romper la caja única de las pensiones.

Si ese modelo se generalizara al resto de las CC. AA., el sistema  de pensiones públicas estaría en peligro de extinción y no estaría garantizada la igualdad en cualquier lugar del territorio español.

Lo más probable, al menos yo estoy convencido es que no será necesario transitar por ese camino. El mínimo intento del PSOE de comenzar una negociación, sin Ciudadanos, solamente con Podemos en el Gobierno y con el apoyo de los nacionalistas e independentistas como ERC iba a provocar un repunte inmediato de la prima de riesgo, como ha sucedido en Portugal, que no es precisamente lo que necesitamos económicamente.

Pero a esa situación, no hay que olvidar que Pablo Iglesias, después de auto-elegirse vice-presidente del Gobierno, sigue haciendo de fantasma de la ópera, a tenor de la relación que ha elaborado de los Secretarios de Estado del nuevo Gobierno. Le ha faltado pedir  la Presidencia de Cuba y Filipinas (teniendo en cuenta que fueron colonias españolas), por pedir que no quede. ¡Vaya trilero! ¿Pero quién le ha encargado a Pablo Iglesias de formar Gobierno, el Jefe del Estado?

Está cada día más claro, Pablo Iglesias busca el fracaso de las negociaciones para forzar unas nuevas elecciones. La puesta en marcha y la aceleración de esa estrategia solo tiene un objetivo: buscar que Pedro Sánchez aparezca como el culpable de que no se logre un acuerdo de progreso y reformista para formar Gobierno.

Sin lugar a dudas, a lo que aspira Pablo Iglesias es a forzar unas nuevas elecciones generales en las que espera dar el “sorpasso” al PSOE.

En estos jovencitos dirigentes de Podemos hay siempre una gran diferencia, entre lo que parece y quieren aparentar cuando abren la boca, y lo que realmente son. Entre una cosa y otra hay una diferencia abismal.

De ahí pues, que se ve que se les va la fuerza por la boca como le pasa a Pablo Iglesias a la hora de la verdad. Se les ve venir, se han creído que asaltar las instituciones es como el manejo de uno de sus círculos, que dicho sea de paso, muchos de ellos ya están hasta el gorro de “las formas dirigentes de la troika Podemista”.

En las sucesivas negociaciones que se han desarrollado en la Cámara de Diputados desde que tomaron posición los diputados, estos dirigentes de Podemos han puesto de manifiesto que tienen mucho que aprender, ó dicho de otra forma “que son muy ignorantes” como para ser una formación política en condiciones de estar en el Gobierno.

Otra ridícula propuesta de Podemos es la de proponer el crear una oficina de recuperación de activos que ya existe desde octubre, curiosamente a propuesta del PP.

Y para fantasmada, también en materia económica donde Podemos es un desastre como demuestra la primera proposición de Ley de Podemos en el Congreso, un texto de 16 páginas donde hacen un análisis teórico de diagnóstico y llegan a la conclusión que todos sabemos ya, de que la pobreza severa se ha deteriorado significativamente desde que Rajoy llegó a la Moncloa.

Claro que la crítica es infinitamente más sencilla, que la política y que resolver problemas de los ciudadanos. Y en esa materia, Podemos cuando pasa de la teoría  a la práctica, empieza a evidenciarse su ignorancia e inexperiencia.

La proposición se concentra en parar los desahucios hasta que esté garantizada una solución habitacional y parar los cortes de luz y gas. Sin duda tres necesidades básicas que deben ser la prioridad del próximo Gobierno, pero las familias seguirían en pobreza severa.

Para parar los desahucios, Podemos decide simplemente prohibirlos por ley. Pero esa ley entraría en conflicto con otras muchas leyes del ordenamiento jurídico español, europeo e internacional.

Es curioso que Podemos empiece su proposición apelando el derecho internacional, que hayan aplaudido las resoluciones del Tribunal de Estrasburgo en materia de desahucios y que en primera proposición de ley, hagan propuestas que entran en conflicto con otras leyes nacionales e internacionales.

Bueno con esas y otras pifias en materia económica que contemplan “sus propuestas”, Pablo Iglesias pretende convencer ¿a quién?

En nuestro país asistimos a una incertidumbre política elevada ante las dificultades y probabilidades de formar Gobierno que están muy alejadas por este panorama que ofrecen por un  lado el PP y por otro Podemos.

Tanto un partido como el otro, solo han hecho teatro para no  aparecer como el culpable que fuerza nuevas elecciones, y se posicionan en clave interna y de su electorado de cara a nuevas elecciones.

Solo el líder del PSOE, desde que fue asignado por el Jefe del Estado ha llevado a cabo contactos con relativo éxito a pesar de todos sus esfuerzos y de la propuesta de las 43 medidas que ha propuesto para negociar la investidura de Pedro Sánchez, el único en mi opinión, susceptible de lograr un Gobierno progresista y reformista, pese a las dificultades. Si no lo consiguiera, entonces se abriría el camino de la disolución de las Cámaras y la convocatoria de unas nuevas elecciones.

Las posiciones más duras para forzar nuevas elecciones han sido desde el principio las de Podemos y las del PP. Podemos decía que no era de izquierdas, ni de derechas y defendió a Syriza hace un año cuando pactó con Anel, un partido de derechas ultranacionalista y antieuropeo, pero ahora exige a Pedro Sánchez que no pacte “Con las derechas” y sigue atacando –ese es su único objetivo- al PSOE para seguir captando sus votos en unos nuevos comicios.

El mayor problema, junto a la exigencia del derecho de autodeterminación de Podemos, es como encajar las propuestas económicas entre otras.

Esta semana, la política nos servía un experimento y una oda a la incoherencia. Los líderes de Podemos provienen de IU y defienden los mismo que el Partido Comunista en materia del mercado de trabajo desde 1977.

Pero IU ha perdido su representación parlamentaria y un 90% de sus ingresos por subvención pública. ¿Cómo han reaccionado? Han hecho lo mismo que critican a las empresas. Han despedido al 60% de su plantilla y le han bajado un 20% el salario al resto.

Ahora la duda, es si se acogerán a la reforma laboral y despedirán con 20 días y un máximo de 12 meses por año por causas objetivas y caída de ingresos, ó con 45 días año y máximo de 24 meses como defienden en su programa.

España, en mi opinión necesita un “Pacto de Estado” y un debate serio sobre el mercado de trabajo con dos objetivos: Permitir la flexibilidad de las empresas para adaptarse a  los cambios y garantizar la seguridad de los que pierden el empleo, especialmente cuando pierden la prestación y entran en pobreza severa.

Bueno y si Pedro Sánchez no logra ser investido y un Gobierno con suficiente estabilidad política para iniciar sus propuestas, pues una cosa habrá demostrado: Que es un líder político indiscutible y con una talla suficiente para ser un buen gobernante. Y que deja tras de sí una buena campaña de cara a las nuevas elecciones.

Es verdad que repetir las elecciones, pues nunca es una buena noticia, pero viendo el panorama es un mal menor, que los españoles tendremos que resolver con el voto, pero esta vez, con una variación sustancial de los resultados obtenidos el 20 D.

No hay precedentes de repetir las elecciones en España y la incertidumbre sobre los resultados puede ser elevada. Y quizá  la abstención se algo mayor que en los comicios del 20 D.

También será previsible la caída libre del PP, y habrá que ver que dimensiones alcanza aunque empeorar sus anteriores resultados es algo ya seguro, y que sea Ciudadanos uno de los beneficiados de esos resultados, ya que Rivera en este contexto ha actuado como un hombre de Estado.

El otro gran beneficiado puede ser el PSOE, ya que por el desplome del PP., por la Ley D´Hont les beneficiaria.

Podemos tiene hoy una pérdida de simpatías entre la población al constatar las actuaciones del equipo dirigente y en la medida de que sus electores se percaten de la inviabilidad de sus propuestas, sus resultados pueden verse mermados.

Podemos tiene graves problemas internos. El caso más grave es en Galicia  donde han puesto una gestora por la guerra interna de su dirección entre ellos y con las Mareas y sus socios en las pasadas elecciones. En caso de nuevas elecciones es altamente posible de que vayan separados y eso le haría perder escaños a Podemos.

En Valencia también hay tensiones con Compromis, y en Cataluña con Ada Colau que exige todo el control y la creación de un partido nuevo que lideraría ella, con mando en plaza. Además el pasado viernes volvió a decir que el referéndum de Cataluña es irrenunciable.

Por otro lado el Comité Federal y la Comisión Ejecutiva del PSOE ya han advertido que no entrarán en su gobierno nacionalistas, menos aún independentistas, y que el referéndum exigido por Podemos era una línea roja que no iban a cruzar.

Por lo tanto, y como ya anticipe en varios de mis artículos desde el 20 D, España está abocada a unas nuevas elecciones, seguramente en junio.

Repetir las elecciones, quizá no es una buen a noticia, pero a la vista del panorama, es un mal menor. No es un drama, porque creo que solo ellas pueden modificar una aritmética parlamentaria que hasta hoy es incapaz de acordar los pactos necesarios para lograr un Gobierno progresista y reformista como está proponiendo Pedro Sánchez.

                              16 febrero 2016.

                                 

 

 

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