¿ VAMOS
A REPETIR LAS ELECCIONES
?
Parece un disparate, pero
dado el pluripartidismo surgido de las urnas el 20 D, y que en la actual
situación al día de hoy, ha sido evidente la incapacidad de Rajoy de formar un
nuevo Gobierno, por la sencilla razón de que ningún partido político quieren
pactar con él.
Y que estas circunstancias
han sido el resultado de cuatro largos años de ataques a la ciudadanía con
leyes que han ido en contra de los más desfavorecidos, e incluso de las clases
medias, pasando el rodillo mayoritario del PP, para aprobar normas y
disposiciones sin apoyo de ningún partido del arco parlamentario.
De esos polvos han venido
estos lodos. Porque si hoy existe unanimidad en el resto de los partidos, es
que hay que derogar varias leyes del PP, como la LOMCE, la Ley Wert, la Ley
Mordaza, la Reforma Laboral, etc. Y con estos antecedentes, lo lógico es que
los populares no hayan encontrado apoyos; tan solo Ciudadanos, y por razones
estratégicas creo, mantiene conexión con los populares.
En esta situación, no ha
sido de extrañar que el Jefe del Estado, después de la vergonzosa espantada –
que a más de un taurino le habrá
recordado las “famosas espantadas” del gran torero el Gallo – haya
puesto en manos de Pedro Sánchez la ardua misión de formar Gobierno e ir a la
investidura.
Difícil lo tiene el líder
socialista – en mi opinión – porque la actitud arrogante e impositiva de Pablo
Iglesias, llenando el terreno de vetos y líneas rojas no está ayudando. Rivera
y el líder de Podemos son mutuamente incompatibles, y, por si faltaba poco, el
PSOE, sector Susana Díaz, no quiere saber nada del PP, pero tampoco de Podemos,
quizá porque no le perdona que votara repetidamente en contra de la investidura
de la Presidenta Andaluza.
Puestas así las cosas,
Pedro Sánchez está en la obligación de cuadrar el círculo que forman: Rajoy,
Rivera, Iglesias y Susana Díaz.
La única opción que le
vale al líder socialista, es a la vez un pacto con Podemos y Ciudadanos, que
parece imposible de momento, con Iglesias en solitario, aunque después de lo
que ha venido haciendo hasta ahora, al día de hoy, se ve pero que muy lejano
por las condiciones que impone Pablo Iglesias, aunque este aún no se ha salido
de la etapa de las sobreactuaciones y representaciones teatrales y, por
consiguiente, las cosas pueden cambiar de un día para otro: la vieja política
es así, pero la nueva también va por el mismo camino.
Con los datos que tenemos
sobre la mesa, y conocidas las formas de actuar de los principales actores,
casi todo apunta a que la repetición de las elecciones tiene un inconveniente
muy importante: repetir las elecciones, supondría como una autentica “enmienda
a la totalidad” a la ciudadanía que habló el 20 D, con alta participación y que
dictó su veredicto, que consiste en que los partidos se entendieran, y estos lo
que harían es devolverle de nuevo la pelota al pueblo.
Además hay algún partido
que puede estar pensando en que la repetición de las elecciones, le va a servir
para mejorar sus resultados. Craso error, y aunque los resultados en las mismas
no están escritas en ningún sondeo creíble, lo que si va a ocurrir muy
probablemente es que la abstención sea mayor que en las del 20 D.
Pero ni ahora ni luego, el
PP va a poder gobernar, porque tiene que pagar su mala gestión desde el
Gobierno, su corrupción y regenerarse muy lejos del poder, porque nadie se fía
de ellos, ni del PP ni de Rajoy.
No parece que Ciudadanos,
vaya a modificar para mejor ó peor su situación actual. Y quizá pueda mejorar
algo sus resultados Podemos, pero tiene que darse cuenta de que nadie va a
querer pactar con ellos, porque tampoco son de fiar por su populismo y el
personalismo desmedidamente ambicioso de Pablo Iglesias por ocupar el espacio
político del PSOE.
Quizá el PP y Ciudadanos hasta
podrían pactar con él, en tal de lograr ese objetivo, acabar con el PSOE. Pero
aunque Podemos quedase por encima del PSOE, que nadie espere algo distinto de
Podemos, a como se ha portado hasta ahora con los socialistas, y que su objetivo
mayor es acabar con el sistema democrático surgido de la Transición del 1978.
Pero el que sí podría
salir ganando en este envite es Pedro Sánchez, al que nadie le podría reprochar
que no cumpliera con su programa, ni que hubiera hecho todo lo posible porque
este país tenga un Gobierno de cambio, progresista.
Así pues, si Pedro Sánchez
no lograra ahora, en el Congreso de Diputados la aprobación de su investidura y
fuésemos a lo que parece inevitable: Unas nuevas elecciones, las experiencias
que nuestro pueblo ha vivido de esta etapa, le pueden favorecer al PSOE para
lograr una mayor representación de escaños.
Porque los trabajos que
Pedro Sánchez está realizando ahora, constituyen ya, la mejor campaña electoral
para lograr mayor número de diputados en las eminentes elecciones.
Y así mismo que el PP,
Podemos y Ciudadanos registren sensibles disminuciones de la representación
parlamentaria que obtuvieron el 20 D. Porque solo así con esa nueva
redistribución de escaños del pluripartidismo será posible la configuración de un
Gobierno progresista, reformador y de izquierda configurado por el PSOE.
Porque hoy, las matemáticas
parlamentaria surgidas el 20 D, hay que reconocer que no se pueden alterar sino
es, con unas nuevas elecciones. Por esa razón hay que empezar a entender el momento
político en el que estamos inmersos y ponerse a preparar las mismas. Ya que su realización,
no es ninguna tragedia.
Llegado el caso, Pedro Sánchez
tendrá la oportunidad de continuar defendiendo el proyecto socialista y de defenderlo
en el pleno de investidura, y es de esperar que el electorado, que haya tomado buena
nota de las vicisitudes parlamentarias que hoy han hecho imposible la constitución
de un Gobierno en nuestro país.
En la segunda vuelta,
consciente de ello, voten mayoritariamente al PSOE en las próximas elecciones.
7 febrero
2016.
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