domingo, 7 de febrero de 2016

¿ VAMOS A REPETIR LAS ELECCIONES ?


¿   VAMOS  A  REPETIR  LAS  ELECCIONES  ?

Parece un disparate, pero dado el pluripartidismo surgido de las urnas el 20 D, y que en la actual situación al día de hoy, ha sido evidente la incapacidad de Rajoy de formar un nuevo Gobierno, por la sencilla razón de que ningún partido político quieren pactar con él.
Y que estas circunstancias han sido el resultado de cuatro largos años de ataques a la ciudadanía con leyes que han ido en contra de los más desfavorecidos, e incluso de las clases medias, pasando el rodillo mayoritario del PP, para aprobar normas y disposiciones sin apoyo de ningún partido del arco parlamentario.
De esos polvos han venido estos lodos. Porque si hoy existe unanimidad en el resto de los partidos, es que hay que derogar varias leyes del PP, como la LOMCE, la Ley Wert, la Ley Mordaza, la Reforma Laboral, etc. Y con estos antecedentes, lo lógico es que los populares no hayan encontrado apoyos; tan solo Ciudadanos, y por razones estratégicas creo, mantiene conexión con los populares.
En esta situación, no ha sido de extrañar que el Jefe del Estado, después de la vergonzosa espantada – que a más de un taurino le habrá  recordado las “famosas espantadas” del gran torero el Gallo – haya puesto en manos de Pedro Sánchez la ardua misión de formar Gobierno e ir a la investidura.
Difícil lo tiene el líder socialista – en mi opinión – porque la actitud arrogante e impositiva de Pablo Iglesias, llenando el terreno de vetos y líneas rojas no está ayudando. Rivera y el líder de Podemos son mutuamente incompatibles, y, por si faltaba poco, el PSOE, sector Susana Díaz, no quiere saber nada del PP, pero tampoco de Podemos, quizá porque no le perdona que votara repetidamente en contra de la investidura de la Presidenta  Andaluza.
Puestas así las cosas, Pedro Sánchez está en la obligación de cuadrar el círculo que forman: Rajoy, Rivera, Iglesias y Susana Díaz.
La única opción que le vale al líder socialista, es a la vez un pacto con Podemos y Ciudadanos, que parece imposible de momento, con Iglesias en solitario, aunque después de lo que ha venido haciendo hasta ahora, al día de hoy, se ve pero que muy lejano por las condiciones que impone Pablo Iglesias, aunque este aún no se ha salido de la etapa de las sobreactuaciones y representaciones teatrales y, por consiguiente, las cosas pueden cambiar de un día para otro: la vieja política es así, pero la nueva también va por el mismo camino.
Con los datos que tenemos sobre la mesa, y conocidas las formas de actuar de los principales actores, casi todo apunta a que la repetición de las elecciones tiene un inconveniente muy importante: repetir las elecciones, supondría como una autentica “enmienda a la totalidad” a la ciudadanía que habló el 20 D, con alta participación y que dictó su veredicto, que consiste en que los partidos se entendieran, y estos lo que harían es devolverle de nuevo la pelota al pueblo.
Además hay algún partido que puede estar pensando en que la repetición de las elecciones, le va a servir para mejorar sus resultados. Craso error, y aunque los resultados en las mismas no están escritas en ningún sondeo creíble, lo que si va a ocurrir muy probablemente es que la abstención sea mayor que en las del 20 D.
Pero ni ahora ni luego, el PP va a poder gobernar, porque tiene que pagar su mala gestión desde el Gobierno, su corrupción y regenerarse muy lejos del poder, porque nadie se fía de ellos, ni del PP ni de Rajoy.
No parece que Ciudadanos, vaya a modificar para mejor ó peor su situación actual. Y quizá pueda mejorar algo sus resultados Podemos, pero tiene que darse cuenta de que nadie va a querer pactar con ellos, porque tampoco son de fiar por su populismo y el personalismo desmedidamente ambicioso de Pablo Iglesias por ocupar el espacio político del PSOE.
Quizá el PP y Ciudadanos hasta podrían pactar con él, en tal de lograr ese objetivo, acabar con el PSOE. Pero aunque Podemos quedase por encima del PSOE, que nadie espere algo distinto de Podemos, a como se ha portado hasta ahora con los socialistas, y que su objetivo mayor es acabar con el sistema democrático surgido de la Transición del 1978.
Pero el que sí podría salir ganando en este envite es Pedro Sánchez, al que nadie le podría reprochar que no cumpliera con su programa, ni que hubiera hecho todo lo posible porque este país tenga un Gobierno de cambio, progresista.
Así pues, si Pedro Sánchez no lograra ahora, en el Congreso de Diputados la aprobación de su investidura y fuésemos a lo que parece inevitable: Unas nuevas elecciones, las experiencias que nuestro pueblo ha vivido de esta etapa, le pueden favorecer al PSOE para lograr una mayor representación de escaños.
Porque los trabajos que Pedro Sánchez está realizando ahora, constituyen ya, la mejor campaña electoral para lograr mayor número de diputados en las eminentes elecciones.
Y así mismo que el PP, Podemos y Ciudadanos registren sensibles disminuciones de la representación parlamentaria que obtuvieron el 20 D. Porque solo así con esa nueva redistribución de escaños del pluripartidismo será posible la configuración de un Gobierno progresista, reformador y de izquierda configurado por el PSOE.
Porque hoy, las matemáticas parlamentaria surgidas el 20 D, hay que reconocer que no se pueden alterar sino es, con unas nuevas elecciones. Por esa razón hay que empezar a entender el momento político en el que estamos inmersos y ponerse a preparar las mismas. Ya que su realización, no es ninguna tragedia.
Llegado el caso, Pedro Sánchez tendrá la oportunidad de continuar defendiendo el proyecto socialista y de defenderlo en el pleno de investidura, y es de esperar que el electorado, que haya tomado buena nota de las vicisitudes parlamentarias que hoy han hecho imposible la constitución de un Gobierno en nuestro país.
En la segunda vuelta, consciente de ello, voten mayoritariamente al PSOE en las próximas elecciones.

                                7 febrero 2016.

 

 

 

 

 

 

 

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