viernes, 17 de abril de 2015

EL PLURIPARTIDISMO QUE SE AVECINA.



Las encuestas que nos vienen ofreciendo los resultados de cada partido por la intención del voto ciudadano, si bien no nos ofrecen de forma impecable la realidad resultante de los comicios que vamos a verificar, de ellos no podemos ignorar, pues sería torpe el hacerlo, que esos mismos imprecisos datos, nos ofrecen ya una realidad incontestable: Vamos directamente después de los comicios municipales y autonómicos, a la necesidad de pactos para hacer posibles los gobiernos tanto en la mayoría de los 8,000 ayuntamientos y en las 17 Comunidades Autónomas existentes en nuestro país.
Los resultados en Andalucía, no se pueden valorar solamente por la victoria de Susana Díaz y el PSOE, hay hechos como la constitución de la mesa de la Junta y lo va a ser la elección a la Presidencia de la Junta, que nos van a demostrar sin embargo, que no va a ser tan fácil, como todo eso, la constitución de los pactos de Gobierno  entre las diversas y tan contradictorias y enfrentadas  fuerzas políticas presentes en el Parlamento andaluz.
Y la verdad es que, aunque hoy solo se hable en los medios, de las posibles alianzas de unos partidos con otros y viceversa, cada partido a su vez, aunque no lo quieran reconocer, temen profundamente avanzar con quien y con qué contenidos van a establecer los pactos de Gobierno en los municipios y en cada una de la Comunidades autónomas.
Porque cada pacto, puede y lo va a hacer, pasar factura a cada partido en la última elección de noviembre, en función de con quien se pacte y los contenidos para poder gobernar en las instituciones municipales y autonómicas.
Y aunque cada partido, hoy quiera mantenerse fiel a sus principios, los necesarios acuerdos para gobernar van a situar a cada uno en espacios de confrontación ideológica y programática, donde los principios y concesiones van a tener que jugar un papel muy importante para que cada fuerza pueda aceptar el acuerdo pertinente con los presumibles aliados para gobernar.
¿Qué tienen en común?, y como pueden formar Gobierno en una Comunidad Autónoma, el PP, Podemos y Ciudadanos, por poner un ejemplo estos tres partidos que de una forma u otra pueden verse obligados a aliarse en su obsesión de impedir que el PSOE pueda gobernar en grandes ciudades y C. Autónomas como Madrid, Valencia y otras.
Los nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos, lo tienen muy difícil, porque cualquiera de los dos puede pactar en Madrid, con Esperanza Aguirre, y  a su vez en Andalucía con Susana Díaz, por poner dos ejemplo posibles lo que nos demostraría un hecho que hay que empezar a digerir a pesar de lo contradictorio, y es que el pluripartidismo a los niveles que se está manifestando en nuestro país, no es lo mejor para la Democracia.
El pluripartidismo que se está configurando en nuestro país, va a tener sus pros y sus contras, los numerosos partidos así como las agrupaciones “instrumentales” y conjuntos improvisados de ciudadanos que en cada pueblo toman un nombre y no tienen ninguna organización ni programa serio de ningún tipo, no van a ser como la azúcar en los pasteles, cuando más azúcar más dulce. La democracia necesita de otros requisitos que no son precisamente la creación de más partidos. El pluripartidismo no es el requisito para mejorar la democracia.
Es cierto que vivimos una época donde los partidos políticos tradicionales, atraviesan en Europa un momento complicado, por un lado ven disminuir el apoyo electoral que gozaron antaño, y ven reducir esa influencia social con la pérdida de votos en las elecciones recientes. Tanto los partidos de derecha como los de izquierda de inspiración socialdemócrata, mientras que al contrario crecen y proliferan los partidos ultras, xenófobos, racistas y neo-nazis en varios países del viejo continente.
En España, el PSOE y otros partidos y formaciones, no son ajenos a ese fenómeno social generalizado en Europa. Las rigideces que han ido acumulando a lo largo de los años, les ha mermado su capacidad de adaptación a los nuevos tiempos.
Hoy en día sería difícil encontrar partidos políticos cuyo funcionamiento interior sea impecablemente democrático. En una mayor o menor medida, los aparatos de los partidos controlan la vida y el funcionamiento de estos, y en los del centro derecha, el funcionamiento interno suele reducirse al movimiento dentro de los aparatos, no habiendo fuera de estos más que simples seguidores políticamente pasivos.
Con estas condiciones, la crítica de los sistemas democráticos tienen muchos flancos en donde ejercerse, máxime cuando se viven profundas crisis que originan el malestar ciudadano por el empeoramiento de las condiciones de vida.
La democracia todavía necesita mejoras, desarrollos, avances, profundizaciones, también en materia económica, de propiedad, de igualdad real, y que tienen que constituir un plan de futuro para la acción de la izquierda y las fuerzas de progreso.
Pero si cierta crítica del funcionamiento de los partidos actuales y de las instituciones suele estar justificada, hay que afirmar con rotundidad, que no puede haber democracia política sin la existencia de partidos que reflejen los intereses y los ideales de los diversos sectores de la ciudadanía, y sin la confrontación política libre entre ellos.
Hay que lograr que los partidos funcionen con más democracia interna, con más transparencia pública, para tener la seguridad de que responden a las aspiraciones de sus afiliados y que sean impermeables a la corrupción, se deberá exigir también la desburocratización de las instituciones democráticas.
Pero la condena global del sistema de partidos, conduce siempre a la dictadura de un grupo social, o de un salvador, a la arbitrariedad abierta y a la tiranía.
De ahí pues, que la actitud de Podemos y las ansias de poder de su líder Pablo Iglesias cuando afirma que ha nacido para gobernar, con su obsesión de barrer todo el régimen de la Transición, y la “Casta” y fundamentalmente al PSOE  ya están encontrando en su seno las denuncias de los círculos por el autoritarismo de estos dirigentes fundadores de esta formación, así como una participación de los inscritos  y de los electores más reducida de lo que esperaban como han sido las elecciones andaluzas . Y es que, si no tienen ni la organización, ni el programa necesario para mejorar la Democracia en nuestro país ni para solucionar los problemas del desempleo, la desigualdad y otros fruto de la crisis y el tratamiento neoliberal del Gobierno del Sr. Rajoy, cada día que pase, el soufflé Podemos va a disminuir  progresivamente.
Sin lugar a dudas los partidos, y en mi opinión de forma especial el PSOE que ha sido y es un partido de izquierdas y de Gobierno que ha perdido cierta funcionalidad y calidad en su acción política y su representatividad necesita recuperar actualizando su programa, la democratización del funcionamiento interno del partido y las relaciones con la ciudadanía y sus problemas.  El actual impulso de la nueva dirección con su Secretario General Pedro Sánchez, están en mi opinión llevando a cabo las transformaciones que se deben realizar para recuperar los apoyos sociales suficientes para poder Gobernar el país. 
Igualmente las reflexiones en el seno de IU deberían recuperar la imagen de una fuerza de izquierda cuya controversia política con otros partidos de izquierda como es el PSOE este exenta de descalificaciones inadmisibles en una fuerza de izquierda.
Cada partido, según con el partido o los partidos con quien pacte tras los resultados del 24-M, va a estar condicionando sus resultados en las elecciones Generales de noviembre.
De todas formas ese pluri-partidismo, yo espero que haga posible que los que hasta hoy, han estado empeñados en atribuir las falsas y equivocas identificaciones PP = PSOE, abandonen ese torpe mantra y empiecen a examinar la realidad económica y política en nuestro país, de otra forma, para hacer posible la concreción de un proyecto alternativo a la sociedad neo-liberal que nos han construido el FMI, BCE y la U. Europea con la complicidad del Gobierno del PP.
Si los tiempos que se avecinan, aconsejan abandonar las críticas al bipartidismo, porque vamos hacían un tri o un cuatri - partidismo, contradictorio, no parecerá tampoco adecuado que esos revolucionarios de Facebook, sigan con sus insultos como instrumento de sus argumentos.
En las opciones de pactos posibles no se van a encontrar los de los viejos partidos entre sí, PP y PSOE,, pero tampoco entre los nuevos partidos Podemos y Ciudadano. Si se quiere gobernar con cada uno de los partidos mayoritarios PP o PSOE, las alianzas que vamos a ver van  a ser entre un gran partido el PSOE  ó el PP con alguno de los nuevos Podemos o Ciudadanos. Siempre se van a dar las alianzas, las que haga el PP con los socios que lo quieran ser, para seguir con la misma política e impedir que el PSOE gobierne, y al contrario si este partido necesitara alguna otra fuerza para gobernar, será sin ninguna duda para ir transformando nuestro país.
La opción de los que vamos a votar el 24 de mayo, va a ser decisiva para cambiar a algunos políticos, pero también para que cambiemos las políticas. Dos cosas distintas, pero absolutamente necesarias las dos.

                                               César Llorca Tello.

                                                  18 abril 2015

 

 

2 comentarios:

  1. En todo caso tirar al PP de los Gobiernos tendrá que ser con el PSOE

    El pozuniego

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    1. Por supuesto. Pero las combinaciones que se pueden dar van a tener sus problemas. Gracias por leerme Manchelarria.

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