Que estamos viviendo un momento decisivo en
nuestro país para decidir cambios sustanciales en el mapa político del país, no
es algo que nadie sensato ponga hoy en duda. Las elecciones andaluzas, con sus
resultados han sido un claro indicativo de los cambios que posiblemente van a
producirse en la composición de los Gobiernos Locales y Autonómicos tras la
selecciones del 24 de mayo próximo.
Es verdad que los sondeos
y las campañas mediáticas están dando una imagen que presumiblemente, no van a
encajar con los resultados que están ofreciendo los resultados definitivos en
los próximos comicios Municipales y Autonómicos, como sucedió en las elecciones
andaluzas.
Sin embargo, hay
realidades que no se pueden ni ocultar, ni disfrazar con promesas y
declaraciones rimbombantemente prometedoras, como está realizando el PP. Los
anuncios de la bajada de impuestos, la creación de empleo así como otras
promesas, junto a las llamadas a la unidad interna del partido del Gobierno con
las que Mariano Rajoy se ha dirigido a la Junta Directiva Nacional del PP, no
pueden a estas alturas y viniendo de quien nunca cumplió sus promesas
electorales del 2011, confundir a nadie a estas alturas. Las llamadas a la
unidad del PP, son la más clara expresión de la descomposición política y
orgánica del partido, que tiene que recurrir a esa llamada para tratar de
impedir la explosión de las manifestaciones previas a la debacle electoral que
se les avecina.
Aunque el PP prometan el
oro y el moro, quienes hemos soportado una legislatura donde lo único que hemos
visto aumentar ha sido, el desempleo,
las desigualdades y la deuda, en los comicios Municipales y Autonómicos dentro
de unos días, la respuesta ciudadana, no puede ser otra que el negarle al PP la
posibilidad de continuar al frente de los Gobiernos de los Ayuntamientos y las
Comunidades Autónomas.
Como las ratas que huyen
del barco cuando se prende fuego, los miembros de la dirección del PP están
agitándose preocupados por ver si ante la debacle electoral que les espera, alguno
de sus miembros logra, a pesar de las pérdidas que el PP va a obtener como
consecuencia de su mal gobierno, permanecer en alguna institución. Esa es la
preocupación de quienes desde la dirección del PP hoy están más preocupados por
su interés personal que por resolver los problemas que durante su Gobierno han
mostrado su incapacidad manifiesta de resolverlos.
El PP, se ha ganado a
pulso, por méritos propios la pérdida de numerosos votos en las candidaturas
Municipales y de las Comunidades Autónomas. Solo las falsas promesas y la
demagogia que empleen y la capacidad para seguir engañando, les puede asegurar
que las pérdidas no sean todo lo cuantiosas que se merecen. Y eso es lo que se
juega este año el PP, desde los primeros comicios en mayo y el que confirme la
pérdida definitiva del Gobierno de la Nación.
La proximidad de los
comicios, también está poniendo al descubierto las miserias de otros partidos,
como es el caso de UPyD de Rosa Diez, que tras los resultados en Andalucía que
la dejaron fuera del Parlamento, hoy contempla el abandono de algunos
destacados miembros dirigentes del partido y una situación financiera que les
va a impedir la presentación de candidaturas en todas las Comunidades
Autónomas.
Los malos resultados en
Andalucía, el personalismo dirigente y autoritario de Rosa Diez y unas
políticas que tras siete años de existencia nos han mostrado que en la etapa
actual de la profunda crisis que vivimos, la insatisfacción ciudadana no ha
orientado su voto hacia ese partido, lo que ha demostrado a su vez, que la
aparición de “partidos instrumentales” de un signo u otro, ni resuelven ningún
problema y que más pronto ó más tarde se ven abocados por decisión en las urnas
a una languidez política primero y a su desaparición total. Y esos riesgos son
los que se juega UPyD en lo que queda de año. Porque los ciudadanos, estamos
hartos de la crisis, pero también de partidos que no nos sirven para nada.
La promoción de Ciudadanos
es verdad que está siendo espectacular, más bien apoyada por una parte de las
empresas pertenecientes al IBEX 35 y por otra por la insatisfacción de los
ciudadanos de verdad por no resolverse los problemas que sufrimos
Hay quien ya ha bautizado
a Ciudadanos como el partido “Podemos de la derecha”, y no creo que se
equivoquen mucho. Es verdad que han sabido aprovechar el momento de la crisis y
el desánimo de los españoles para lanzarse a la aventura que les ha supuesto su
salida electoral ante las elecciones de Andalucía, y ahora a base de
improvisaciones y de proponer nada nuevo que no les identifique con un partido
de derechas, está poniendo en juego en las futuras elecciones su “ser o no
ser”.
Personalmente no les deseo
ningún éxito en esa aventura que han emprendido, porque estoy convencido que
podrán plantearse el ser el nuevo partido de una derecha que pueda desplazar a
la que hoy representa el PP. Pero por las divisiones en el seno de este partido
ante la debacle electoral que se les avecina, y aunque Ciudadanos puedan contar
hoy con el apoyo aún no muy destacado de importantes empresas y del sector
financiero, ni con nuevas caras ni con propuestas improvisadas este partido va
a ser el instrumento para hacer posible el cambio de la política económica y
social que se viene practicando desde el 2011 por el Gobierno del Sr. Rajoy.
Y si de Podemos y su
encogimiento, que ya recogen los más actuales sondeos y encuestas, queremos
examinar las causas reales de el “deshinchar” de esta formación, no cabe duda
de que los niveles de participación en sus procesos de elecciones
territoriales, que no han superado en general el 20 de los inscritos, es un
dato bien revelador de la frustración y el desacuerdo con la actuación de la
troika Podemista de la organización. Si los miles y miles de inscritos han
dejado de apretar la cómoda tecla de su ordenador, me permito decir ¿Por algo
será?
Los resultados alcanzados
en Andalucía, a pesar de la cifra de diputado conseguidos, ha sido un evidente
fracaso a las aspiraciones de quienes pretendían “barrer y comerse” de
Despeñaperros hacia Gibraltar toda Andalucía. Sin embargo los andaluces que han
condenado las políticas del PP, también han querido no embarcarse en la
aventura de Podemos.
Hoy la actitud de Podemos,
a la hora de decidir los pactos, y la fijación de sus contenidos como líneas
rojas, está claramente dividida entre la candidata Teresa Rodríguez que se ha
visto desplazada de las negociaciones con Susana Diez, por decisión de Pablo
Iglesias, viene a mostrar profundas diferencias que sumadas a las bajas de los
inscritos marcan ya una tendencia irreversible hacia situaciones que no se van
a caracterizar por alcanzar las mayorías suficientes para gobernar en
Comunidades Autónomas y ni mucho menos en
el Gobierno de la nación.
Y como bien ha dicho repetidamente
Pablo Iglesias que él se ha presentado para ganar. Me temo que “El no ganar” le
lleve a volver a la Universidad y a dar sus clases. Porque la realidad que él
no conocía, es que no se crea un partido político de la nada y sin ofrecer nada
posible, salvo la campaña mediática que lo ha aupado, para resolver los problemas que hoy tenemos
como consecuencia de las políticas neoliberales del Sr. Rajoy y la Sra.
Merkel., y así llegar a Presidente del Gobierno, eso ha podido ser un sueño de
este joven Iglesias, pero la realidad es bien otra. Los españoles estamos
hartos de crisis y de los malos gobiernos del PP, pero tampoco estamos a favor
de demagogias ni de los “sueños” y ambiciones de algún dirigente de Podemos, porque
como dijo Calderón, “Los sueños, sueños son”.
En estas elecciones, tanto
las Municipales por sus exigencias a formulas instrumentales donde no
apareciesen ningún nombre de los partidos políticos, que van a lograr el
rechazo de los vecinos e igualmente en las Autonómicas, Podemos va a poner en
juego “Sus aspiraciones”, y la tendencia hacia las que parecen orientarse, -
por varias razones - los españoles, no apuntan
a que vayan a hacer posibles los deseos de la “Troika Podemista”.
Y cuando todas las fuerzas
políticas van a poner en juego su futuro político, el espacio que los españoles
les vamos a otorgar, solo el PSOE aparece hoy afirmándose serenamente como el
partido de la izquierda que viene elaborando las propuestas cuya realización
puede permitir que frente a los recortes del Gobierno del PP, por su
experiencia de Gobierno necesaria, son la garantía de un futuro mejor para la educación,
la sanidad y los servicios públicos en nuestro país.
Y para el fortalecimiento de
la Izquierda, hoy hay que desear que IU con sus cuadros y sus afiliados, con su
capacidad y experiencia, aprendiendo de su historia, sea capaz de renacer con nuevos
bríos y empuje hacia una NUEVA Izquierda, una nueva IU. Los españoles y nuestro
país lo necesitan. Estoy convencido de ello.
Cesar
Llorca Tello.
10 abril
2015
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