LO QUE NOS TRAEN LOS AÑOS.
El pasado 9 de
noviembre, el mundo contempló lo inesperado, como el populismo del
multimillonario convoy Donald Trump ganaba las elecciones en EE.UU.
Curiosamente en esa
misma fecha, pero 27 años atrás, caía el Muro de Berlín, que aunque cayó para
los dos lados, parece que ninguno de los dos, se dio por enterado.
En aquellos años,
el mundo salía de décadas de gran miedo provocado por la II Guerra Mundial, y
entraba en una etapa de esperanza.
Y al paso de los
años, ahora en el 2016, la crisis, la recesión y la gestión neoliberal de la
misma en los países de la Unión Europea fundamentalmente, han puesto el punto y
final a esa etapa de esperanzas. En Europa se vuelve a ese miedo, al temor de
la pérdida del bienestar, que está aupando a la ola de un populismo peligroso
hacia el poder, con el triunfo de Trump en EE.UU.
Mientras que en
1989 caía el Muro de Berlín, las alambradas y vallas, hoy sin embargo el nuevo
y próximo Presidente de los EE.UU. ya ha anunciado que va a blindar la frontera
mejicana, a expulsar o detener a tres millones de inmigrantes ilegales. En Europa
no paran de crecer los límites territoriales, para impedir las acogidas de los
inmigrantes que huyen de sus países en guerra.
Después de 1989, la
democracia liberal fue protagonista de una gran ola expansiva. Sin embargo en
lo que va de siglo, en países que eran formalmente democracias, se han
metamorfoseado en lo que se conoce como “Democracias
autoritarias”, y en otros países sin embargo son presas del “virus populista”, hasta un extremo
inquietantemente peligroso.
Que en EE.UU. y
Europa, máximos referentes de la democracia liberal, estén hoy bajo la
posibilidad de gobiernos autoritarios, racistas y nacionalistas, etc, son hoy
una peligrosa realidad ante la cual, los gobiernos y los pueblos de este viejo
continente deberíamos reaccionar. Hay que establecer las bases de un
crecimiento económico y social, que permita frenar e impedir al “populismo neo-nazi” que nos invada en
Europa, y acabe con nuestros derechos y libertades.
Porque hoy, ya son
varios líderes ultraderechistas en auge en sus países, que han mostrado su
respeto y admiración por la manera de ejercer el poder Putin, entre ellos
Marine Le Pen y Trump, que encabezan la lista.
Será quizá creo yo,
que previniendo los riesgos que corremos, Obama haya decidido de improvisto un
viaje a Europa para visitar Grecia y Alemania. Al primero me imagino, que será
para activar la antorcha de la democracia, en el país donde ella nació.
Y en Alemania, me
parece, que para entregar el testigo a la única persona que se yergue como la
principal defensora ante “la deriva
populista”, la señora Ángela Merkel, precisamente en ese Berlín, donde con
la caída del Muro, se empezó el fin de los países del “Telón de acero”, el mismo Berlín en el que en la tercera década del siglo, triunfaba el
nacional-socialismo con Hitler en el poder.
Ahora en el 2016, ó
desde Bruselas se decide la puesta en marcha de políticas para el crecimiento
económico expansivo, que permitan el desarrollo y consolidación del “Estado de Bienestar” que necesitamos,
ó al populismo neo-nazi se le está ofreciendo en bandeja de plata, su avance e
implantación en Europa.
¡Ay! los años lo
que nos trajo, y lo que nos pueden traer.
¡Europa otra vez amenazada!
16
noviembre 2016.
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