¡DEMOCRACIA
Y LIBERTAD!
El efervescente
debate sobre la Monarquía suscitado por
algunos sectores minoritarios de la sociedad a raíz de la abdicación de Juan Carlos I como rey, se ha derivado por
algunos inclusive hacia el debate sobre la democracia resurgida y recuperada
con la Transición de 1978.
En el Congreso de los
Diputados el debate ha reaparecido como consecuencia de los planteamientos
desde los escaños de la izquierda IU, ó Izquierda plural con la exigencia de un
referéndum para decidir el modelo de Estado, entre la Monarquía ó la República.
Legítimos planteamientos, aunque poner
hoy a estas alturas estas exigencias bajo la opción de Monarquía ó Democracia,
como planteó en su día el Sr. Cayo Lara,
me pareció una premisa pedestre y además ridículamente irreal.
Porque planteándolo así,
se está falseando la realidad con unos objetivos cuya defensa se realiza con un
argumentario débil y falseando la realidad. Claro que si el objetivo es poner
todo patas arriba, las conquistas de la Libertad, la Democracia, la
Constitución, y la estabilidad política más solida que ha vivido nuestro país
desde los Iberos y los Celtas (valga la broma), pues sí, me parece bien, si ese
es el objetivo de los que quieren la República ¡ya! como solución a todos los
problemas habidos y por haber.
Pero la realidad no es
esa. Cuando se plantea el ¿Monarquía ó
Democracia? Se está falseando nuestra realidad, ¿es que no tenemos Libertad? y ¿no
vivimos un régimen democrático? Pues claro que sí.
Y claro también, que
tenemos que estar día a día defendiendo con uñas y dientes, como gato panza
arriba lo que tenemos y que el Gobierno del PP, se ha empeñado en reducir, cuando
no eliminar los derechos económicos y sociales, que tanto nos han costado
conseguir.
Pero lo dicho por el
compañero Lara, y que hoy sustentan algunos sectores de jóvenes esperanzados
con un modelo de Estado republicano como la mejor solución a los problemas de
nuestro país; y de viejos nostálgicos de la II República, es una gran
equivocación histórica: Pues no corren los tiempos en los que había que decidir
entre el régimen caduco de la Monarquia, como se hizo acertadamente en nuestro
país, el 14 de abril de 1931.
Y si se pasean las
banderas de la II República en algunos actos y manifestaciones, seguramente para
lograr con ello, una mayor adhesión a esas aspiraciones republicanas y el incremento
del apoyo ciudadano manifestado en votos a la organización IU que ha venido
alardeando de la necesaria III República, se tiene que reconocer que no les ha servido
de mucho, para nada.
En primer lugar, porque la
gente, la de a pie, no somos ni analfabetos históricamente hablando, ni tontos
y sabemos que la República es solamente un modelo de Estado opuesto a la
Monarquía, que fue válido en el contexto de la caducidad de la Monarquia, por
ser un régimen agotado e insostenible en nuestro país. En la medida que el jefe
del Estado, en el primero fue elegido por los ciudadanos, pero que de ninguna manera,
la forma Republicana del Estado ni aseguró, ni es garantía hoy, ni mucho menos de
un modelo idílico de bienestar, ni envidiable ni deseable, como modelo de
Estado para nuestra sociedad y para nuestro país en el Siglo XXI.
Veamos, algunos de los
países más prósperos y libres del mundo en materias de derechos económicos y
sociales que son precisamente Monarquías consolidadas - aunque no sea a estas a
quien se lo deban en lo fundamental -, véase sino a Dinamarca, Suecia, Noruega,
Holanda, Reino Unido, que también están inmersos en la economía globalizada, la
gran crisis y la Depresión económica mundial.
Y por otro lado, algunos
países de los más degradados son Repúblicas, como la del Congo, Corea, y no
hace falta irse muy lejos y si el Alzhéimer no nos está afectando, acordarnos
de nuestra vecinos Portugal que es una República y lo fue durante la larga
dictadura fascista de Oliveira Salazar.
Y Repúblicas lo son
Francia, Alemania, Italia, Grecia, Irlanda que entre otras y no por ello, están
exentas de padecer la crisis económica y la Depresión, origen de todos nuestros
males, y de las gestiones políticas de partidos de un signo u otro con los
consiguientes problemas: paro, desigualdades, Déficits y una Deuda impagable,
la pérdida de derechos económicos y sociales, y el empobrecimiento generalizado
de estas sociedades.
¿Y
porque? Pues porque, tanto los países citados como Monarquías,
como los que son una República, su modelo de Estado no les protege de la Gran crisis económica,
ningún modelo de Estado es hoy una vacuna que les libra de los males que
estamos padeciendo hoy en el mundo de la globalización y la crisis del sistema
banquero y financiero internacional. Y que sea Monarquía ó República, hoy en la
segunda década del siglo XXI es absolutamente igual, no es determinante para
hacer frente al gran poder político del capitalismo financiero. Que ese es el
problema que hay que abordar, para lograr la democratización politica de la
economía y del mundo financiero.
Para hacer frente a ese
reto, lo que se requeriría es una gran alianza de las izquierdas PSOE e
Izquierda Plural en nuestro país, hoy más que alejados, confrontados por
el “matrimonio
de conveniencia Podemos-IU” con el objetivo de acabar con el liderazgo del PSOE
de la izquierda real - si estos fueran capaces de enmendar su trayectoria
poniendo fin a sus “mantras”
anti-PSOE y de guardar en el baúl de los recuerdos sus reivindicaciones republicanas
– y de elaborar un “Programa Común” reformista
y progresista inequívocamente de izquierdas y transformador de la España de hoy
y de una Europa, que también hay que transformar para hacer la de C. Europea el
trampolín de lanzamiento de políticas auténticas socialdemócratas de izquierdas,
que impulsen la economía productiva generadora de empleo, y también para lograr
una Europa solidaria y de paz.
Creo que fue Napoleón
quien dijo que las batallas se ganan decidiendo el campo donde se libran, el
día, la hora y la estrategia en la batalla. Es decir, no equivocarse de cómo
atacar al enemigo, y no perderse en batallitas que no conduzcan nada más que a
perderse y que debilitan las fuerzas de la tropa.
Pues eso es lo que yo creo,
que deberíamos hacer desde la izquierda en nuestro país. Situar lo fundamental
como tarea prioritaria, - que no dudo que algunos lo hacen – como es el PSOE, en
lugar de marear la perdiz con los modelos de Estado. Yo creo que el
mantenimiento de la reivindicación de la III República hoy, viene más a
confundir a la ciudadanía que otras cosas, que tenemos que situar en primera
línea reivindicativa.
Yo entiendo la especie de veneración que en
nuestro país se tiene por la República, porque el ser el modelo de Estado que
expulso a la nefasta Monarquia de Alfonso XIII, y restituyo derechos y
libertades, el pueblo supo defender con la heroica organización popular la
República frente al golpe militar fascista de Franco. Y que tras ella fuera la
Dictadura del Generalísimo Franco la que nos impuso un régimen de terror,
persecución y fracaso económico. Los españoles es lógico y necesario guardemos
el respeto histórico que se mereció y hoy se merece la II República.
Pero una cosa es una cosa,
pero lo otro es otra cosa. Lo que no
debemos confundir en la segunda década del siglo XXI, queriendo plantear “Monarquia ó República”, como la solución ¿a qué?.
Y si por interés histórico
– que es siempre conveniente recurrir a él - volvemos a los ejemplos, y no a los
de otros países podremos constatar que nuestra I República fue todo un ejemplo
de lo esafortunada que fue.
En once meses la República
paso del modelo Unitaria a Federal, volviendo a ser Unitaria para acabar siendo
Federal, y cuyo federalismo de Pi y Margall dio paso a los movimientos cantonalistas, toda una
catástrofe a la que llevaron a España el separatismo irracional jamás conocido,
que solo vino a facilitar a fin de cuentas el reforzamiento del conservadurismo,
y la reacción de las derechas que ejerció una represión brutal, las más cercanas
en Alcoy y Cartagena. Y en once meses hubo
cuatro presidentes de la República.
Y si de la II República
queremos hablar, dejando la indiscutible etapa histórica que pudo ser si no se
hubiese dado el golpe militar de Franco, la República vivió etapas muy
diferentes donde bajo la misma se gobernó con moderación en el primer bienio
1931 al 1933.
Y fue de hecho, durante
este periodo donde comenzó el conflicto social, durante la presidencia de
Azaña. La lentitud en la aplicación de la reforma agraria por parte de
socialistas y republicanos provocó la rebelión de los anarquistas en el primer
bienio.
Los sucesos de “Casas Viejas” es el nombre con el que
han pasado a la historia, los episodios que tuvieron lugar entre el 10 y 12 de
enero de 1933 en la pequeña localidad de “Casas
Viejas” en la provincia de Cádiz, y que constituyeron uno de los hechos más
trágicos de la II República Española. Esa masacre de un pueblo por fuerzas de
la Guardia Civil, abrió una enorme crisis política en el primer bienio de la
República, y fue el inicio de la pérdida de apoyos políticos y sociales que
conducirían meses después a la caída del Gobierno Republicano-Socialista de
Manuel Azaña.
Le sucedió el llamado “Bienio negro” del gobierno formado por
el Partido Radical y la CEDA (la Confederación Española de las Derechas
Autónomas) de Gil Robles que entre 1933 y el 1935 supuso un retroceso para la
República porque la coalición conservadora destruyo todas las precedentes
reformas sociales adoptadas por el Gobierno Radical-socialista.
En ese periodo del “Bienio negro” se produjo la “Revolución de Asturias” en 1934 que
fue una insurrección obrera ocurrida en Asturias que formaba parte de la Huelga
General Revolucionaria y el movimiento armado organizado por el PSOE en toda
España y que solo arraigó en Asturias.
En plena República, en el
34, fue duramente reprimida por el Gobierno radical-cedista de Alejandro
Lerroux, contra el que se había lanzado la insurrección por haber dado entrada
en el Gobierno a tres ministros de del partido no republicano, la CEDA.
El Gobierno, recurrió al general Franco que
dirigió las operaciones desde Madrid, a las tropas coloniales marroquíes y a la
Legión que ejercieron una brutal y sanguinaria represión al pueblo asturiano.
Si me he permitido
recordar, algunos pasajes de los periodos republicanos de nuestra historia, es
para ayudarnos en la reflexión a la que todo español deberíamos emplazarnos do
hoy – me parece - ante la vorágine de problemas por un lado y por otro las
actitudes de políticos y de nuevos
movimientos que con sus manifestaciones confunden, no aclaran y falsean nuestra
historia. Ya que con la forma de Estado Republicano se han cometido verdaderas
atrocidades. Suficientes como para no olvidarlas y poder situar los problemas
que hoy tenemos en sus justos términos y en el lugar adecuado
La “Forma” y el “Contenido”
son dos componentes esenciales de las categorías de la dialéctica Marxista.
Distinguirlas en cualquier análisis mediante la diferenciación concreta, es
fundamental para no equivocarse en los análisis y en las conclusiones que se extraigan
del mismo.
Por lo tanto distinguir
entre la forma y el contenido de un Estado, como por ejemplo el nuestro, no
puede admitir ninguna confusión.
Plantear hoy la necesidad de
decidir la forma del Estado: Monarquía ó República para poder resolver los graves
problemas económicos, olvidándose y dejando
de lado el contenido del Estado con
plenas libertades democráticas y derechos contemplados en nuestra Constitución desde
1978, que fija a su vez los mecanismos para su reforma, y que proclama la Soberanía Nacional que
reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, y que fija
como forma de Estado la Monarquía Parlamentaria, ha constituido hasta hoy, una
base inequívoca de estabilidad política largamente desconocida en nuestro país.
Creo que esa confusión, no se debe establecer.
Por eso, a estas alturas a
uno le cuesta escuchar la confusión que establecen algunos, al plantear hoy
como dilema “Monarquía ó Democracia”,
y permanecer callado sin decir lo que uno piensa, ante tanta ignorancia y
confusión histórica
Sí, Monarquia ó República
es un falso planteamiento. ¡Falso rotundamente,
de la cabeza a los pies!
¿Es que
la III República va a dotarnos de mayores contenidos que los que la
Constitución hoy en vigor nos ofrece? La única variante sería la de que
cada x años podríamos elegir al presidente del Estado al que supongo que nadie
de los que aspiran a poder votar al Presidente de la República, le quisieran
otorgar ni un derecho más de los que hoy tiene en nuestro país el Jefe del
Estado, el monarca Felipe VI. Es decir, ninguno, para poder gobernar.
Y los problemas de
nuestras deprimentes estructuras industriales, el retraso económico y social histórico,
que llevamos arrastrando desde hace años, la gestión de la crisis que nos ha
endeudado y que no podremos pagar en la vida, y que los niños puedan comer en
sus casas sin necesidad de recurrir a la caridad, que el paro deje de ser la
seña de identidad de nuestra sociedad, entre otras tantas. ¿Estos problemas los van a solucionar el que la soberanía nacional
elija a un Presidente del Estado? Que no podrá ni gobernar ni nada de nada.
Pues sinceramente creo que
NO, que nada cambiaria. Y si es así, y se acepta por los esperanzados “milagros republicanos” ¿Por
qué ese empeño en el referéndum? ¡YA! para decidir la forma de Estado.
Si la forma, no va a
modificar para nada los contenidos de nuestro actual Estado. ¿A qué tantas batallitas? Que solo
agotan a la tropa y las distrae de lo fundamental
¿Es
que estaríamos mejor con un Presidente de la III República que se llamase José
María Aznar, ó Mariano Rajoy, ó el
Felipe González ocupado ahora con su empleo de las “puertas giratorias”?, ¿ó mejor una mujer como la Srª. Cospedal o
la Señora Esperanza Aguirre?
Vamos, si me lo garantiza
alguien y me convence de que los españoles íbamos a vivir mejor, a lo mejor me
lo pienso y me pongo a reivindicar el referéndum para la III República.
Pero mientras tanto, como
considero que la cabeza la tenemos encima de los hombros no solo para llevar
sombrero, sigo pensando y digo lo que digo plenamente convencido, que el campo
de batalla donde se tienen que librar las luchas y confrontaciones con el actual modelo económico, no es el de “Monarquia ó República”, sino el de “Democracia y Libertad”
21 julio 2016
Camarada tener la cabeza tan despejada te puede producir insolación de vez en cuando tapate un poquito. Creo que el articulo al menos para mi es genial y no tengo nada mas que decir.
ResponderEliminarUno de manchelerria
Pero las insolaciones se combaten con un buen arroz con bogavante. Pero te he adjuntado el mismo pero con unas notas dedicadas a los militantes comunistas para que reflexionen.
ResponderEliminarReenvia este último.Y gracias por leerme y por invitarme a lo del bogavante. VIVA MABNCHELARRUIA.