“Esa
es la cuestión”, es el inicio del monólogo más famoso y
dramático de la obra de Shakespeare, Hamlet. Todo un señor drama.
Y he elegido el “Ser o no
Ser”, por título a este artículo, porque la crisis, el escenario socio
político, los partidos y los personajes de este país, son los protagonistas
indiscutibles hoy, del gran drama que estamos viviendo en nuestro país, desde
el fin de la Dictadura y el inicio de la Transición Democrática. Un drama que
ni el propio Shakespeare pudiera imaginar en sus años de autor.
Desde los resultados de
las elecciones europeas del 25 de mayo, los efectos producidos por los mismos,
en las fuerzas políticas, tanto en el PP., como y sobre todo, en los partidos
del campo de la izquierda, están a flor de piel, y desde el sentido común, creo
de interés comentarlos mediante este artículo.
El Gobierno del PP, no ha
perdido el tiempo, presentándonos con unas evidentes intenciones
electoralistas, un “Reforma fiscal” que no es tal. Pero veamos, la realidad es
que si es posible reducir los impuestos, en 9,000 millones de euros como han
anunciado, y al mismo tiempo además reducir el déficit, pero el Gobierno no nos
han dicho que va a ser con reducción en el gasto público.
De electoralista han
calificado la medida tanto el PSOE, como IU. Los socialistas creen que en 2016
“los españoles pagaremos más que en el 2011”, e IU considera que la “bajada de
impuestos” anunciada por el Ministro Cristóbal Montoro, vendrá necesariamente
acompañada de recortes del gasto social.
Y en cuanto a la CEPYME,
ya ha advertido que la rebaja de sociedades “genera algunas dudas en las
Pymes”. Mientras que Bruselas afirma que España no le ha consultado de manera
intensiva, sobre esta normativa de “bajada de impuestos” que ha anunciado el
Gobierno, como reacción al desastre electoral que obtuvo el PP. en las
elecciones del 25 M.
Desde el 20 de noviembre
del 2011, el Gobierno de España aumentó los impuestos en 30,000 millones de
euros. Ahora con la reforma fiscal va a reducirlos en 2,000 millones cada año.
Pero como no debemos olvidar que el gobierno “ha firmado” un compromiso con
Europa para reducir el déficit en 30,000 millones entre 2014 y 2015. Pues la
verdad podemos afirmar sin temor a equivocarnos que lo que nos cuenta el Sr.
Montoro es un cuento, pura fantasía, porque los números no cuadran, ni van a
cuadrar si se sigue así, con estas políticas neoliberales del Gobierno del PP.
El Ejecutivo “argumenta”
que la actividad va a subir, el paro va a bajar y eso aumentará la recaudación
fiscal, pero las previsiones del FMI apuntan a un crecimiento plano del 1%, que
el paro no va a descender por debajo del 21% y que la Deuda superara el 105%. Y
sus economistas ya proponen recortes de
las prestaciones y un aumento de las cotizaciones.
Y como en España, que se
está sustituyendo empleo indefinido a tiempo completo, por empleo temporal a
tiempo parcial con menores salarios, naturalmente estos aportaran menores
cotizaciones. Los ingresos fiscales van a crecer menos de lo necesario por lo
que los recortes de gastos continuarán.
Porque hay una regla más
vieja que Matusalén, por la cual en economía, alguien, de un modo u otro acaba
pagando siempre las facturas. Pues el recorte del Gasto Público es una forma de
poder pagar. Porque fiarse a que todo al “Blum de la recuperación” va a hacer
posible la reducción de impuestos, la reducción del déficit y el mantenimiento
del Gasto Público, son solo un sueño del Gobierno del Sr. Rajoy. Y ya se sabe,
pues lo dijo Calderón, “Que los sueños, sueños son”, además en este caso, “Pura
campaña electoral”.
En el campo de la Izquierda,
la reacción inmediata, a la crisis electoral por los resultados del 25 M obtenidos
por el PSOE, han abierto con la dimisión como Secretario General de Alfredo
Rubalcaba, una etapa esperanzadora de cambios profundos en el seno del partido
y que han puesto en funcionamiento las indudables voluntades de una militancia
que apuestan por la regeneración política que en todos los órdenes internos y
externos del partido se deben verificar con la máxima urgencia.
Porque no se trata
solamente, con lo importante que ello tiene, elegir a un Secretario General para
que “siga dirigiendo el partido”. Ya que el reto que hay que abordar y se necesita, es la
urgente transformación del PSOE, en un PSOE más socialista, más de izquierda y
más unido que nunca, que hay que dirigir e impulsar desde el nuevo Secretario
General y los órganos de dirección que se elijan en el Congreso Extraordinario.
La democratización de la
vida política del conjunto del partido, así como la elevación de la capacidad
política de sus afilados y su vinculación con los problemas cotidianos que
tenemos hoy en la sociedad, que no deben seguir huérfanos de la presencia
socialista, son algunas de las más urgentes tareas a acometer a partir del
Congreso Extraordinario que se va a celebrar a finales de julio.
Pero por otro lado, la
catastrófica gestión en Europa de la crisis del euro, inevitable por sus
defectos de su diseño político, ha provocado unos resultados en las últimas
elecciones al Parlamento Europeo que son una llamada urgente ante la
descomposición posible del Proyecto Europa.
Y este espectacular
fracaso, se ha debido entre otros factores al fracaso de la izquierda para
intervenir con acierto en la fase de construcción de la Unión Económica y
Monetaria de Europa y sobre todo después en el comienzo de la crisis.
Desde hace cuatro años,
las instituciones europeas han sido el campo en el que la incompetencia y los
errores han competido entre sí para ver quien ganaba el primer premio por los
comportamientos más irresponsables a la hora de constituirse la zona euro. Y
una vez que comenzó la crisis, el único interés de las élites fueron traspasar
las pérdidas bancarias de los activos de los bancos a las espaldas de los
trabajadores y los ciudadanos más indefensos.
Asi hemos visto como se ha
estabilizado el sector financiero, gracias a una combinación de la enorme
inyección de liquidez del BCE y la autoridad Europea que ha rescatado al sector
financiero, blindando a los banqueros (sin sanear los bancos) y vuelto a inflar
muchas de la burbujas que habían estallado. Y todo ello a costa de un daño
incalculable a la economía real, y las democracias en Europa.
La pregunta que no puede
eludir el PSOE y contestarla sin ninguna duda, con acierto, es: ¿Por qué la
izquierda no ha rentabilizado el fracaso del proyecto neoliberal en lo
económico y social, ganando para sí, el enorme sufrimiento infringido a la
mayoría ciudadana por estas políticas neoliberales?
La respuesta para mí, no
tiene lugar ni a la duda ni a la vacilación. Mi respuesta es que en algún
momento de la década de 1990, la izquierda socialdemócrata “oficial” de Europa
cayó en la trampa de creer que el Estado de Bienestar ya no necesitaba ser
financiados a partir de los impuestos extraídos de una parte de los beneficios
empresariales. Y en su lugar podrían financiar el Estado de Bienestar
recurriendo a los ríos de dinero acuñados por el sector financiero privado
(mientras se exprimía a los trabajadores y los precios inmobiliarios se
disparaban)
Y con esas prácticas los
socialdemócratas de Europa, seducidos por la especulación del sector financiero,
accedieron a que las finanzas pudieran hacer lo que quisieran, a cambio de
fondos con los que apuntalar los Estados del Bienestar, que eran reliquias del
contrato social de la ultima posguerra que la socialdemocracia progresivamente
implantó en Europa.
El PSOE debe asumir
autocríticamente el origen de sus errores, siendo muy consciente que sin ello
no es posible la transformación del PSOE, en el PSOE que tanto en España como
en Europa se necesita para hacer frente a los problemas generados por la crisis
y la gestión neoliberal de la misma en nuestro país por el PP, y en Europa por
el conservadurismo financiero que hoy desde la Troika impone sus políticas y el
empobrecimiento de la inmensa mayoría de la sociedad.
La diferenciación y el
distanciamiento entre las políticas del PSOE y las del PP, hoy tienen que tener
una clara e inequívoca diferencia por los intereses que defienden cada uno de
los partidos. Las razones de Estado, como la lucha contra el terrorismo u
otras, pueden y deben ser motivos de los acuerdos necesarios PP y PSOE. Pero
los intereses de clase y de los más necesitados y empobrecidos, no pueden
tolerar acuerdos que vayan en contra de esos intereses que son a los que se
debe el PSOE.
El PSOE tiene que
transformarse en un partido profundamente democrático que desde las
agrupaciones de base y todos sus respectivos comités, la militancia sea más
protagonista en la defensa de las políticas y el programa de los socialistas en
nuestro país, vinculándose a los movimientos reivindicativos y a las protestas
ciudadanas ante las políticas de “Recortes neo-liberales” del Gobierno del Sr.
Rajoy.
Recuperar el apoyo
electoral perdido por el PSOE y la socialdemocracia en Europa, pasa por la
indiscutible e inevitable confrontación con el sistema bancario y financiero,
al que hay que oponerse a sus prácticas especulativas, regulando su
funcionamiento en aras de la economía productiva. Este, es hoy más que nunca el
enemigo jurado de los pueblos y las naciones que han visto perder sus derechos
y las soberanías propias como consecuencia de las decisiones que desde las
instituciones U. Europea, BCE, y el FMI, imponen hoy el poder económico y
político del sistema capitalista a costa del empobrecimiento de la ciudadanía.
Pobres en derechos y pobres económica y socialmente.
Igualmente el
establecimiento de un programa de recuperación inmediata de cuantos derechos en
materia de Salud, Educación, etc., el Gobierno del PP. nos ha arrebatado, tienen
que constituir la mejor garantía que asegure a los ciudadanos, de que hay otra
política y otros instrumentos para salir de la crisis, y que son el conjunto de
medidas del programa político del PSOE, y la voluntad inequívoca de un partido
al servicio de la ciudadanía, al servicio de los trabajadores, al servicio de
los más necesitados y desprotegidos.
Las reacciones ante los
resultados obtenidos por IU el 25 M, tampoco se han hecho esperar. A pesar de
haber obtenido un incremento de cuatro eurodiputados a los dos que había
logrado en la selecciones del 2009 y de la aparente euforia instantánea al día
siguiente de las elecciones, esta no ha podido ocultar la crisis interna que
afecta a esta organización.
Que en el Consejo Político
de esta organización celebrado el pasado 28 de junio, Cayo Lara apuntase su
disposición a convocar una Asamblea Extraordinaria ante las críticas, las más
explicitas de la corriente Izquierda Abierta, que pidió cambios en las
portavocias, ponen a la luz del día la situación de esta organización hoy, al
borde de una crisis interna sin precedentes hasta ahora.
La creación de una nueva
área o secretaria llamada “proceso Constituyente” que pretende convertirse en
el timón del cambio, y asignando esa área al joven diputado Alberto Garzón, de
entrada abre las puertas a las esperanzas que éste, consiga un giro esencial y
necesario en la organización de IU., que yo saludo sinceramente.
Sin embargo, la tarea de
lograr un cambio en la acción política y
en los procesos de democracia interna y la participación de los ciudadanos que
se venían reclamando en la organización, ó se verifican cuanto antes, ó las
dificultades que va a tener Alberto Garzón, de lograr desde la nueva secretaria
alianzas con los movimientos sociales, los colectivos vinculados al 15 m y
todas las fuerzas políticas susceptibles de converger con IU , entre ellas
Podemos, pueden transformarse muy en breve en obstáculos insalvables, en un
fracaso estrepitoso del nuevo intento de querer desde IU liderar “las
izquierdas “ de este país.
Dando la bienvenida a esos
objetivos, creo a su vez que el abandono o dicho de otra manera, la
rectificación del lenguaje descalificador que se ha venido practicando hacia el
PSOE, porque lejos de formar parte de la necesaria y saludable controversia
política entre organizaciones políticas de izquierda, hoy son un factor que
contribuye a la negación de un mínimo entendimiento y una futura convergencia entre
el PSOE e IU.
Convergencia, que hoy les
puede parecer a mucha personas una vaga ilusión de quien esto escribe, pero yo
estoy convencido que el mañana, el futuro en nuestro país lo será con el
entendimiento entre IU y el PSOE. Mientras que eso no se haga posible por incomprensiones
ó sectarismos del uno o del otro, rescatar el gobierno de las instituciones
atravesará por “complicadas y extrañas alianzas” que para nada servirán para la
solución de los problemas que hoy tenemos planteados. O si no, tiempo al
tiempo.
Y mientras que eso no se
haga posible, y en la “Nueva tarea” de Alberto Garzón IU se empeñe en avanzar
con el entendimiento ó integración de Podemos sobre la base de la “Unidad de
criterios” en acabar con los valores de
la Transición Democrática, y de forma especial con el PSOE, me temo que los
cambios, las buenas intenciones y la capacidad política que no le faltan a Alberto
Garzón, van ser un fracaso. Y yo lo
lamentaré sinceramente.
Y en cuanto a Podemos, no
seré yo quien me sume a las descalificaciones de los Inda y Maruenda y Cia, y
la campaña mediática organizada contra Podemos y Pablo Iglesias, por dos
razones fundamentales.
La primera, porque Podemos
es hoy la expresión de una parte de la soberanía, que le han concedido en las
urnas cinco eurodiputados, y eso merece el máximo respeto. Al menos el mío.
Y la segunda razón está
basada en mi convencimiento de que a Pablo Iglesias le va a faltar la capacidad
de organizar el poder que le han dado las urnas. Sus ambiciones personales,
claramente manifestadas por él mismo en varias ocasiones. La más reciente es la
definición que se ha hecho él mismo, como el “candidato del sur para el cambio
político de la Unión Europea”. Apañada va a quedar la U. Europea con los
cambios que haga el Sr. Iglesias y los cinco eurodiputados de Podemos en
Bruselas.
El Sr. Pablo Iglesia da la
impresión que ha leído muy bien “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo aprendiendo
de él las técnicas de un lenguaje que puede haber gustado al millón doscientos
treinta y nueve mil ciento treinta y tres votantes. No lo dudo.
Pero cuando estos
constaten que “una cosa es predicar y otra dar trigo”, y comprueben que Podemos
no ha resuelto ni va a resolver la multitud de problemas que nos afectan, las
frustraciones van a formar legión.
Pero eso no será mañana,
hoy la inexistencia de una organización como partido, que veremos qué forma
adquieren, permite que en los pueblos, pues cualquier persona vea una buena
ocasión de presentarse como Podemos para las próximos comicios municipales,
mirando más hacia las posibilidades de ser concejal en su pueblo, que en los
problemas reales que tiene este país, y cuya solución no pasa por la obsesión
del Sr. Iglesias por acabar con las conquistas de la Transición Democrática, y
sobre todo con el PSOE.
Cuando los votantes de
Podemos, por encima de las ambiciones personales de unos u otros que aspiren
alcanzar algún sillón de concejal en su pueblo, constaten que el voto que le
dieron a podemos el 25 M, no ha servido para nada, entonces se empezará una
nueva etapa que ubicará correctamente a Podemos en su justa medida. Y con ello
el soufflé descenderá como todo buen soufflé después de sacarlo del horno.
¿Cómo va a evolucionar
todo esto?, ¿Podemos va a crear un verdadero sujeto político que arrastre a la
sociedad e imponga cambios políticos, económicos y sociales?
Pues sinceramente YO NO LO
CREO.
Podemos se puede comparar
hoy al Partido Pirata alemán, que plantea muchas cosas y alguna de las cuales
son absolutamente sueños, por ejemplo, la salida del euro. Y eso no es ni
planteable con dos dedos de frente.
Eso por un lado, y por el
otro, que desde el punto de vista económico lo que plantea Podemos puede ser
maravilloso desde un punto de vista social ó filosófico, pero es que no hay
forma de financiarlo.
Y claro, yo lo que veo es
que Podemos plantea muchas cosas que pueden ser válidas si pudiesen
financiarse.
Y este es el gran drama de
este país, con una crisis que no la quitamos de encima, que debemos más que
producimos, que no tenemos créditos para las empresas, que no crece el empleo,
que Cataluña y el País Vasco siguen con sus sueños separatistas, y otros piden
referéndums para implantar la III República, cuando ni la independencia de
Cataluña y Euskadi ni la República acabarían con la desigualdad y ni mucho
menos con los problemas que nos ha generado la crisis y la gestión neoliberal
de la misma, cuando miles de españoles se alimentan de los supermercados que
son para ellos los contenedores de basura que hay en las calles, que el
Gobierno nos anuncia bajadas de impuestos pero lo que vamos a notar es una
mayor reducción del Gasto Público, que miles de niños tienen que ir a comer
este verano a las escuelas para poder hacer una comida al día porque sus padres
no se la pueden dar en casa por falta de trabajo y de una protección digna, que
el Gobierno del PP sigue con la misma política, prohíbe abortar, que hayan becas
suficientes para los estudiantes, que se hayan dejado de investigar en los
centros de investigación por falta de presupuestos y nuestros investigadores
tengan que abandonar el país en busca de trabajo, así como miles de jóvenes sin
trabajo ni perspectivas de tenerlo en este país, y los Yihadistas amenazando
con hacerse con España porque fue de sus abuelos. Y ante todo esto un Gobierno,
el del PP, que no es Gobierno, y una izquierda fracturada y enfrentada, quien
no piensa que esto no es un drama.
Quien no lo haya
entendido, que me lo diga, que tomándonos una horchata se lo explico, y sin
enfadarme. Porque lo que hace falta es una nueva correlación de fuerzas. Su
consecución es hoy el problema.
César Llorca TelloBenetusser 4 julio 2014.
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