En
vísperas de las elecciones Europeas del 26 de mayo, me parece conveniente
analizar los fenómenos que se han venido produciendo en una mayoria de países
que constituyen la Comunidad Europea.
Porque
creo, que los españoles debemos tomar nota de ello para reaccionar con nuestro
apoyo a las candidaturas socialistas y a las propuestas que viene realizando
Pedro Sánchez de cara al giro que Europa necesita.
Porque
es verdad, que en Europa, en cada convocatoria electoral, cada uno de los
partidos clásicos se han convertido en víctimas colaterales de las recientes
crisis de la eurozona: El terrorismo, la globalización, la migración ó el
nacionalismo.
Y
ese castigo a los partidos clásicos, tradicionales tanto de derechas como de
izquierdas sin precedentes en la historia moderna de Europa – hay que
reconocerlo – se ha debido exclusivamente a la incapacidad manifiesta de las
formaciones políticas tradicionales, de abordar con eficacia esos problemas que
me he permitido señalar.
Y
ante ello, los ciudadanos han apostado como alternativa, por los movimientos de
incierto futuro que se presentan como grupos con más democracia interna, cuando
en realidad, sin embargo, demuestran ser todo lo contrario.
Y
esos grupos, ya se sienten en España, donde Ciudadanos, Podemos, VOX y otros
más minoritarios, configuran ese penoso scenario del panorama político de
nuestro país.
En
Europa, los socialistas fueron aplastados por el nacionalismo ultra-conservador
de Vitkor Orban, y los xenófobos de Jobbik, y un poco antes fue en Italia donde
el fracaso del Partido Democrático de Marco Renzi, y su arrinconamiento corrió
a cargo de populistas y nacionalistas, por la izquierda y la derecha.
Y
eso que he señalado, han sido solo dos pruebas en las que los partidos de
izquierda han sido los que más han sufrido el fenómeno.
Y
es que la Unión Europea y la Socialdemocracia, han sido las dos principales
víctimas políticas de la crisis, y que su deterioro ha dado paso a populismos
ultra-conservadores, prácticamente en todos los países de la Unión Europea, salvo donde la izquierda
aun gobierna Portugal, Grecia y España.
Por
ello, conviene que de cara a las elecciones del 26 de mayo, los españoles
reaccionemos con nuestro voto para hacer que el futuro de Europa, no sea el de
la vuelta a la Europa de los años del fascismo y nazismo, culpables de una
época que la historia ha condenado.
Y
aunque sea cierto, que los partidos clásicos de izquierdas, los partidos
socialistas y socialdemócratas, han sido prácticamente barridos incluso en
países como Francia donde la presencia del Partido Socialista desde los años 45
era hegemónica y han pasado del gobierno a la humillante presencia del 6%
electoralmente.
Derrotas de ese calado, no se deben olvidar, ni las causas que las hicieron posibles. Y que han castigado a izquierda y derecha tradicional, por la ausencia de soluciones y de proyectos claros para sus propios países y para Europa. Un país y una Europa mejor no son antagónicos, sino necesarios, juntos porque lo uno sin lo otro no será posible NUNCA.
Derrotas de ese calado, no se deben olvidar, ni las causas que las hicieron posibles. Y que han castigado a izquierda y derecha tradicional, por la ausencia de soluciones y de proyectos claros para sus propios países y para Europa. Un país y una Europa mejor no son antagónicos, sino necesarios, juntos porque lo uno sin lo otro no será posible NUNCA.
Y
los ciudadanos, que ya no confían en los partidos clásicos, se han puesto en
manos de los nuevos experimentos políticos de los movimientos que no responden
a las lógicas políticas democráticas, aunque prometan con su verborrea populista
soluciones rápidas y fáciles soluciones para los problemas más complejos. Y
como yo creo, que los experimentos mejores se hacen con gaseosa, a mi me parece
que el hacerlos con “esos movimientos
que pululan por España y por Europa, son de una extrema gravedad”.
Porque
“Soluciones a lo Nazi”, no son ni
van a ser los que den satisfacción a las necesidades de los ciudadanos. “Porque los nuevos movimientos, engatusan a
los electores con el doble argumento de que no son de izquierdas, ni de
derechas, y que las fuerzas tradicionales ya no representan al pueblo”, y
son ellos el pueblo y que ha llegado la hora de los Movimientos que representan
al pueblo.
Pero
veamos lo que están haciendo estos movimientos: En Francia el movimiento la
República en Marcha de Macron que más de derechas no puede ser, que se lo digan
a los manifestantes. Igualmente hace el Gobierno italiano, y como el movimiento
que también fue el fenómeno que al margen de los erráticos partidos clásicos,
desembarco en el Brexit y que ahora están una parte asustada y la otra sin
saber como salir del charco separatista.
Y
los mas heterogéneos grupos que participan en los variopintos gobiernos de
coalición de Europa del Este, donde concurren la derechas extremistas en
Bulgaria o Eslovaquia, nacionalistas ultra-conservadores en Hungría y Polonia,
ó liberales populistas como Acción de los Ciudadanos Insatisfechos en la
República Checa,., Y hasta en Alemania, el país donde la crisis ha golpeado con
menor fuerza, la principal fuerza de oposición es Alternativa para Alemania un
partido ultra-derechista donde sus diferencias con el nazismo de Hitler está en
la denominación que se han dado.
Y
en nuestro país, partidos sin estructura al uso, como Ciudadanos, Podemos y VOX
son las que están ahora disputándose cuantos votos le arrebatan al PSOE. Aunque
las tres están más bien en dependencia de que la ley de la gravedad actué el 28
de abril sobre sus resultados, ya que sus declaraciones cada vez que abren la
boca sus líderes “Los cubren de gloria”.
Concluyendo pues, que si la “actual crisis de los partidos solo se superara cuando estos sean
mejores” porque mientras que eso no sea una realidad, será la proliferación
de las formaciones populistas, nacionalistas, xenófobos ó confesionales los que
van a surgir como los champiñones.
Las elecciones del 26 de mayo tienen que ser
la ocasión para que los españoles le demos un vuelco a esa nefasta tendencia,
porque no son la solucion ni para España ni para Europa.
Y
con nuestro voto lo podemos lograr, votando las candidaturas socialistas y las
propuestas de Pedro Sánchez para Europa y su futuro.
Porque
la experiencia nos ha enseñado, que todavía peor que un sistema malo de
partidos, es un sistema sin ellos. El fascismo y el nazismo lo demostraron. Y
por ello estamos emplazados los españoles el 26 de mayo a votar por una España
mejor en una Europa mejor. Y reivindicar un país mejor en una Europa mejor no es
antagónico, es lo que defiende Pedro Sanchez y el PSOE, porque querer un país al
margen de Europa, “NO SERA NUNCA POSIBLE”.
24 marzo 2019
César Llorca Tello
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