Sin embargo, en este corto
periodo de la legislatura terminada, se han producido las transformaciones más
profundas del escenario político, desde la consecución de las libertades en
nuestro país.
En poco más de dos años de
legislatura, la centralidad política de la que presumían los partidos PP. y
Ciudadanos, ha sufrido una metamorfosis que les ha llevado prácticamente a su
desaparición total y a ser sustituida por los extremos del populismo
ultra-nacionalista que estos líderes Pablo Casado y Albert Rivera con sus
discursos, han venido practicando para configurar: “Un bloque de derechas reaccionaria en nuestro país”.
En mi opinión, esta
configuración no ha sido el resultado de la voluntaria polarización de la
sociedad deseada por los españoles
-aunque un poco si-, sino que ha sido el resultado de la deliberada estrategia del PP y Ciudadanos, en su empeño por establecer esa polarización
en torno a un bloque nacional, para bloquear la acción del Gobierno mediante la
calumnia y las amenazas contra su Presidente Pedro Sánchez.
Los discursos de Pablo
Casado, son la repetición de los que no hace mucho, en un reciente pasado eran
la estrategia del PP, del partido más corrupto, que ha tenido España desde los
Iberos y los Celtas, y que ahora representa este “liliputiense político”. Discursos basados en la generación de la
crispación y que sigue amenazante en continuar, sin ningún escrúpulo.
Por la otra parte, la de
Albert Rivera, al que le faltaban razones para seguir la hoja de ruta del
derechizado Presidente Pablo Casado, se
ha sumado a ella en una carrera por demostrar quién de los dos, es más de
derechas, y sin que haya logrado ningún beneficio electoral como podremos
constatar el 28 de abril.
Así, Rivera se ha situado
con su “Feminismo Liberal” a
defender España como nación, a convertir las diferencias políticas en causa de
exclusión parlamentaria y a distorsionar mediante el descredito las posiciones
de los adversarios políticos, en lugar de hacer posible una alternativa, que sería
lo lógico.
Este dúo de políticos de
tercera regional, ya que la talla “Bonsai”
les viene grande, - no permite otra denominación -, están dando pruebas
suficientes durante esta pre-campaña, de que con su estrategia que ni tan
siquiera les ha aportado beneficio, lo único que han conseguido es envenenar la
vida pública con sus mentiras y la demagogia habitual de estos políticos, que destilan
sus discursos.
Así pues, con falsedades e
insultos a la inteligencia política de Pedro Sánchez y por ende a los españoles,
lo que pretenden es asentar en nuestro país, una asimetría política en base a
los dos bloques que están establecidos ya, en nuestro país.
Pero proponer medidas que terminen con las
desigualdades salariales, para ofrecer un horizonte a los jóvenes, y que
garanticen el sostenimiento del Sistema Público de Pensiones y el incremento de
las mismas según el IPC, así como la derogación de la Reforma Laboral y otros
problemas económicos y sociales, que nos hicieran la vida mejor: “No están presentes en la hoja de ruta de
estos PP y Ciudadanos”. Y no se resuelven “Jurando amor a la Patria” ni con concentraciones como las de la
Plaza de Colón
Con más nacionalismo en
nuestro país, solo confirman sus estériles obsesiones y el seguidismo peligroso
a quienes están dispuestos a sacrificarlo todo por una nación diferente como
pretende VOX , que quiere una España diferente de la que hemos decidido los
españoles en los 41 años de Libertad y Democracia del Estado de Derecho que
contempla nuestra Constitución.
Por otro lado, las
campañas del Independentismo catalán,
empeñados en buscar por la vía de la propaganda “De unas historias inventadas” la legitimación imposible para su
proyecto separatista, no puede ocultar a estas alturas, que: “Esas aspiraciones son las mismas del
ultra-nacionalismo del pasado más oscuro sufrido durante 40 años de dictadura
franquista. Las mismas del fascismo
en Europa de Hitler y Mussolini.
Por eso, el
establecimiento de la estrategia de bloques PP, Ciudadanos y VOX por un lado, y
el bloque separatista PDeCAT y ERC, que desde Bruselas Puigdemont está
exigiendo un orientación clara a favor del bloqueo al Gobierno. No favorecen ni
a España ni a los españoles.
De ahí que no podemos
dejarnos arrastrar hacia la crispación y alejarnos del consenso que está
reclamando desde el Gobierno para seguir aplicando medidas que mejoren las
condiciones de vida y trabajo de los españoles.
Y por eso, es muy
importante que en lugar de ponerse trajes con la bandera de España, para
defender su Unidad. Mejor es no votarlos, y que defendamos la Unidad de la
Democracia a diferencia del ultra-nacionalismo que lo que quieren es imponernos
otra España que no es la que los demócratas españoles queremos.
Y eso requiere que el 28
de abril los españoles votemos por la “España
que queremos”. Un país de Libertad y Democracia, de igualdad de derechos, y
de trabajo dignamente retribuido en un Estado de Bienestar que progrese y este
siempre siendo la mejor garantía de que nos sentamos orgullosos del país en el
que vivimos.
Y para eso, el 28 de abril
hay que votar a las candidaturas del PSOE para que continúe siendo Presidente
del Gobierno socialista, el que necesitamos para lograr esa “España que queremos” todos los
demócratas y progresistas españoles.
11
marzo 2019
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