Eso es, lo que los
españoles que vamos a ir a votar el 28 de abril, vamos a decidir con nuestro
voto, y aunque sea una multitud de partidos que se presentan a estos comicios,
en definitiva lo único que tenemos que decidir, es la España que queremos: “UNA ESPAÑA DE DERECHOS” que es la
mejor España hasta que hagamos una mejor. Ó una “España de Derechas”, cuyos representantes hoy, son el vivo retrato
de la España – para eso son sus herederos - del fascismo que Franco impuso, sin
libertades ni derechos durante 40 años, a todos los españoles. Y cuyos Casado,
Rivera y Abascal, son los impresentables “dictadorzuelos
que hoy solo saben embestir” contra Pedro Sánchez y la medidas que adopta
el Consejo de Ministros. Y para esas cornadas, ni los españoles, ni España,
estamos dispuestos a aguantar.
Nosotros necesitamos la
versión socialista de 140 años de honradez política, que nos trajeron la
Sanidad Pública, la Educación y los Servicios Públicos, una concepción del
Estado de Bienestar que siempre mejoro nuestras condiciones de vida. Un nuevo
proyecto Socialdemócrata que encarnan Pedro Sánchez como Secretario General del
PSOE y que con su inteligencia política
lo aplica desde su responsabilidad de Gobierno.
Y esa trayectoria es lo
que necesitamos que tenga una continuidad a partir del 28 de abril, votando las
candidaturas socialistas en cada una de las provincias.
Lo otro, es el triunvirato ultraderechista del
PP, Ciudadanos y VOX, y quien apueste por darles su apoyo, van a contribuir al
empeoramiento generalizado de las condiciones de vida y de trabajo de los
españoles, si se les vota.
El ejemplo del Gobierno
Andaluz, nos pone el vello como escarpias. Cuando se comprueba en pocos días de
gobierno, los recortes de lo público que se ha emprendido, los súper salarios que
se han conseguido. Así como la “original
exigencia de VOX, que no sean públicas las propuestas que ellos realicen”.
Y yo, que me fijo en esas
pequeñeces, me entran escalofríos solo de pensar que esa calaña de
ultra-derechosos neo-nazis, puedan hacer lo mismo en nuestro país. Sin
programa, sin propuestas y sin vergüenza alguna, solo como bandera las
mentiras, bulos e insultos que puedan tan solo tener representación
parlamentaria que les permita seguir boqueando la acción del Gobierno. Me
produce Vértigo.
Yo sé, que hay personas,
que en este “maremarum de declaraciones demagógicas”,
que para nada tienen que ver con propuestas para solucionar los problemas,
están como desconcertadas ante la campaña de estos “Tres Mindunguis de la política” que airean y les facilitan
determinados medios, prensa, radio y TV. Y es una pena dejarse confundir con
los escupitajos que vomitan Casado, Rivera y Abascal, una derecha que como bien
dijo Pedro Sánchez, “No se puede ir ni a
la esquina” y que yo me permito añadir: “Ni para tomar una cerveza”.
Por eso hay que denunciar,
con las explicaciones pertinentes lo que está en juego en nuestro país.
El PSOE y su Presidente
Pedro Sánchez, están proponiendo que la primera medida que adoptara en la
próxima legislatura si continúa gobernando, será la aprobación de los
Presupuestos. Los que la oposición PP y Ciudadanos bloqueo con su rechazo.
Mientras que el PP, Cs y VOX que son solo una versión del franquismo del siglo XXI, sería una vergüenza que los tuviéramos con una representación parlamentaria que les siguiera permitiendo paralizar y boicotear la acción del próximo Gobierno.
Mientras que el PP, Cs y VOX que son solo una versión del franquismo del siglo XXI, sería una vergüenza que los tuviéramos con una representación parlamentaria que les siguiera permitiendo paralizar y boicotear la acción del próximo Gobierno.
Esa es la cuestión: Una
España de Derechos ó una España de derechas. No hay otra opción posible, por
eso la elección no ofrece espacio para las dudas. Ni para los demócratas, ni
los progresistas, porque aun sin saberlo hoy, esa es la España que necesitamos.
Y por esa sencilla razón,
votar PSOE, votar Pedro Sanchez es votar por la igualdad, la honradez, la
esperanza y la honestidad política probada en 140 años de Historia.
Vamos, así lo creo y así
lo digo.
16 marzo 2019
César Llóratelo
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