Pero, en mi opinión, no va a ser resultado de ninguna negociación entre el Gobierno de Mariano Rajoy y los líderes independentistas. Porque las incógnitas de todo dialogo ¿Para que, con quien, y cuando?, siguen siendo incógnitas, porque a pesar de que en algunas esferas y en medios, algunos políticos citan la necesidad del dialogo, “Nadie, absolutamente nadie” señala para apuntar, si es para aceptar “La independencia y la República en Cataluña, o para que el Independentismo claudique ante el Estado de Derecho y la Constitución”. Y por lo tanto es impensable que se produzca ese dialogo que algunos lanzan al aire cada día que pasa y las cosas ponen más feas.
Para mí, el problema está, es que hemos llegado a unas circunstancias en donde “Ni con el dialogo, ni con la continuidad y el desarrollo de la violencia, se van a encontrar las salidas que se necesitan” tanto para todos los catalanes , como para los españoles, Cataluña y España.
Algún
lector me dirá: ¿Pero dónde está? – si
la hay – la esperanza – de que la situación cambie. Y lo entenderé que tenga sus
dudas, aunque si que hay esperanzas –al menos para mí – de que la situación
cambie, porque en estos momentos, tienen que haber demasiados ciudadanos, tanto
catalanes como españoles que hartos y frustrados de esta situación, duden de cualquier remota posibilidad de
encontrar una salida a la situación de Cataluña. Aunque en honor a la verdad, y
yo lo quiero reconocer, “No es nada
fácil, ni rápida”.
Yo
soy del parecer, que agitar ahora lo ocurrido en Cataluña, como consecuencia de
los cuarenta años de poder nacionalista, con recursos públicos para organizar
la Sedición y alzarse contra el Estado, e igualmente reiterar la incapacidad
del Gobierno de Mariano Rajoy, con su enroque habitual y atenerse con el “Mantra” de la Constitución y la Ley es
la Ley, y6 no hacer NADA, sin plantearse que las leyes se cambien con otras
leyes. Llegados a donde nos han llevado, no nos sirven de ninguna manera
ya, para esperar que de esas reiteradas
verdades, vaya a surgir alguna solución, seria de ser ilusos.
Y
a falta de “Alguna propuesta” por
parte de Mariano Rajoy y su Gobierno, lo único que ha aparecido consecuentemente
en nuestro país, es la actuación del poder judicial; el Tribunal Supremo, en
Constitucional y la Audiencia Nacional frente al independentismo rupturista.
Ello,
ha generado en escenario donde por un lado el Gobierno dice: “Ustedes piensen como quieran, faltaría más”,
pero como los pensamientos independentistas se han transformado en actos de
Rebelión, Sedición, Malversación y Desobediencia a los Tribunales, estos han
tenido que proceder justamente, a las instrucciones y los procesos a los
lideres que se han arrogado el “Derecho
a violar la Ley”. Y la ley que es la
Ley, es sagrada, pero si no hay
política, la aplicación de la ley se transforma en la diana a la cual, muchos
ciudadanos de este país y especialmente de Cataluña arremeten con extremada
dureza, hasta el extremo que los Jueces y Magistrados tiene que ser protegidos
por las fuerzas de seguridad.
La
salida a esta situación, va a requerir, en primer lugar que el Tribunal Supremo
después de comunicar tras la instrucción, los procesos respectivos Junqueras,
Sanchez y Cuixart, por Rebelión, se produzca el consiguiente juicio y se les apliquen
las penas y las inhabilitaciones correspondientes. Los resultados de estos
procesos va a ir produciendo los efectos de dos reacciones ante la ciudadanía
catalana: “La de las condenas y la de
prevenir que contra el Estado de Derecho, no se debe actuar.
Y
en cuanto a Puigdemont, a mi me parece que lo ideal, llegado al extremo que se
ha llegado, y lo digo con todo mus respetos, seria que el Juez Llarena anulase
la euro-orden para suspender las actuaciones del Juez alemán y las
manipulaciones de este fugado, que no podria volver a España. sin riesgo de ser
detenido y procesado. Que se pasee por Europa como un rajá si las ayudas económicas
que está pidiendo se lo permite. Pero se acabo Puigdemont.
Y
si hasta el 22 de mayo, el Parlament no propone a ningún diputado que este
exento de judicializaciones por actuaciones delictivas. Habrá que disolver el
Parlament y se tendrán que convocar elecciones en Cataluña. Y es, en el
ejercicio de la soberana de todos los catalanes, donde se encuentra la salida a
la dramática situación que se vive en Cataluña.
Y
de todas las experiencias vividas por el pueblo catalán, yo espero que
aprendan dos cosas, una es: “Que el nacionalismo es una enfermedad
infantil. Es el sarampión de la Humanidad”.
Y
la otra, que la: “Locura es hacer la
misma cosa, una y otra vez, esperando obtener diferentes resultados.”
Porque
ha sido más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados.
17 abril 2018
César Llorca
Tello
No hay comentarios:
Publicar un comentario