Es
público y notorio, que la formacion morada de Podemos, no termina de “arreglar” los desperfectos que le han
provocado su discurso y actuaciones de sobra conocidos, que le han producido una
perdida reiterada, de su influencia en la esfera política, que vienen acusando
los sondeos y encuestas electorales.
Y
esas pérdidas, son en mi opinión, las que han venido a provocar la agudización
de las diferencias y contradicciones entre las diferentes familias políticas que
conviven en Podemos.
Desde
Vistalegre hasta la fecha, el poder
caudillista de Pablo Iglesias se ha ido reforzando en base a “las purgas y marginaciones”. Y es que
Podemos, no logra acabar con la inestabilidad interna de la organización, aunque
Pablo Iglesias haya podido por el momento desactivar “la operación que estallo” recientemente y de manera muy ruidosa,
que tenía como objetivo terminar con su máxima responsabilidad al frente de la
organización.
La
aparición de un documento cuya maternidad se ha atribuido a Carolina Bescansa,
cofundadora de Podemos y marginada desde que se atrevió a cuestionar en público
la posición del partido en la crisis catalana, al afirmar que: “Le gustaría un Podemos que le hablase más
a España y a los españoles, y no solo a los independentistas”.
El
documento en sí, era un claro proyecto para repartirse el control del partido,
con un claro objetivo: “Acabar con Pablo
Iglesias como Secretario General de Podemos”, y para ello contemplaba una serie de complicidades entre
ellas la de Iñigo Errejón, que se ha declarado no conocedor del mismo, y lo
califico de “inaceptable y delirante”,
para que éste, tuviera el apoyo de Bescansa
para ser Presidente de la Comunidad de Madrid y que Errejón a su vez la apoyara
para ser Secretaria General de Podemos. Es decir, una operación que ha debido,
creo yo, contar con más de uno, para acabar con el caudillismo de Iglesias, y que
- sin entrar en lo chapucero de la operación – que a mí me ha parecido, ha
mostrado la realidad de una lamentable pero irremediable situación por la que
atraviesa la organización Podemos, y cuya culpabilidad exclusiva de Pablo
Iglesias, es atribuible por amplios sectores de la organización.
Porque
aun siendo evidente que “los objetivos, perseguidos, no se han
verificado” y que el conflicto se ha resuelto “pacíficamente”, aparentemente por el acuerdo forzado entre “Errejonistas y Pablistas”, pero en el cual se auto-descartaron los
Anti-capitalistas, que es una de “las
familias políticas” más importantes de Podemos. Los efectos
desgarradores de estas diferencias que están
produciendo en la organización, no vaticinan nada bueno, que puedan favorecer a
Podemos en el reto que supone la ocupación del espacio de un realismo político,
que supusiese el fortalecimiento de un “Proyecto
de izquierdas” en nuestro país.
Y
mientras que ese reto, no lo resuelvan en Podemos, en el fondo va a seguir el vendaval interno –
no resuelto – entre quienes entienden que Podemos se ha alejado de su razón de
ser: la participación, la pluralidad y la toma de decisiones desde abajo, y los
que desde un claro seguidismo a Pablo Iglesias y a sus formas de entender la
política, siguen – al menos hasta ahora – apostando por el nefasto caudillismo
de su líder.
Habrá
que ver como se van desarrollando los acontecimientos en el seno de Podemos, ya
que Carolina Bescansa es una persona que a pesar de las marginaciones de las
que es objeto, es una fábrica de ideas, y como Iñigo Errejón sigue “esquivando” la confrontación real con
Pablo Iglesias y defendiendo las propuestas políticas posibles, para hacer de
Podemos el partido que refuerce de verdad a la izquierda en este país que hoy lidera
el PSOE con su líder indiscutible Pedro Sanchez y sus propuestas.
Porque
yo soy de los convencidos de que, mientras Pablo Iglesias persista en su bla,
bla, bla altisonante, pero que no favorece de ninguna manera la solucion de los
problemas reales que tenemos en este país, y su objetivo sea aún el fracasado “Sorpasso al PSOE”, como le demuestran
los sondeos y resultados electorales que se van disminuyendo, más que a acabar
con el Gobierno de Mariano Rajoy, Podemos seguirá en sus luchas intestinas, pero deslizándose
cada vez con más velocidad hacia la inoperancia
política como partido. Y es una pena.
25 abril 2018
César Llorca Tello
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