Las elecciones autonómicas en Cataluña, se
han realizado para que, en un clima de serenidad democrática, los catalanes
eligieran con su voto la composición de un nuevo Parlament, y del que saliera
un nuevo President.
Esa era, y no otra lo que pretendían las
elecciones del 21-D. Y a la vista de los resultados, para mí lo que me planteo,
es ¿Qué va a pasar?, y de ahí que
haya titulado este artículo ¿Y ahora
que….y como?.
Ahora, lo
inmediato, en función de los resultados del 21-D, es la configuración del
Parlament, que va a estar claramente
constituido por dos bloques. Un bloque desde el punto de vista identitaria,
como son los partidos independentistas que han perdido escaños y porcentaje de
votos, pero que han ganado la posibilidad de la mayoria absoluta en escaños si
la CUP les apoya. Y el otro bloque desde el punto de vista constitucional que
ha resultado incapaz de superar a los partidos independentistas, y por lo tanto
ni los destacados avances de Ciudadanos ni el insignificante aumento del PSC,
van a hacer posibles otra política que
la que les corresponde a la bancada de la oposición.
Y en mi opinión,
los resultados no son la consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la
Constitución, sino de las políticas practicadas desde los partidos PDeCAT, ERC
y la CUP durante décadas. Y cuyos resultados desde el punto de vista
independentista, han demostrado que la mayoria de catalanes no quiere la
independencia, y por lo tanto, no es posible ni la imposición ni la desaparición
de esta opción mayoritaria de los catalanes, como tampoco lo son aplicables las
mismas exigencias, a los que han votado independentismo.
Estamos pues ante
un conflicto político, que requiere soluciones políticas. Pero que – en mi
opinión – las soluciones habrá que adoptarlas desde un punto de vista de clase,
porque los resultados del 21-D vienen a confirmar que es la derecha política,
la que sigue siendo mayoritaria en Cataluña, tanto desde las posiciones
independentistas del PDeCAT, ó de Ciudadanos pese a su Constitucionalismo.
Porque el resultado
en clave independentista, no ha podido ser peor para los trabajadores, que
siguen sin enterarse de que las políticas de recortes y el proyecto
independentista, forman parte de un proyecto de la clase dominante, y de la aberración
del Nacionalismo.
Ahora, la
constitución del nuevo Parlament, y el
nombramiento del President, se va a
encontrar con varios obstáculos – en mi opinión - . El primero de ellos, es que
si regresan a España los Puigdemont y ex – consellers, serán detenidos y la
justicia entiendo que actuará, porque el hecho de haber obtenido un escaño en
estas elecciones, no son una especie de Indulto
por los delitos que cometieron y que los Tribunales les han imputado.
Otro de los
obstáculos, se va a traducir en la disputa entre Puigdemont y Junqueras, por
ser elegidos President, así como la composición del Govern.
Y superando todas
las dificultades apuntadas, ¡Si!, se formara el Parlament y el Govern, ese no
va a ser digamos el problema, el problema va a estar en la política que vaya a
llevara a cabo el Govern independentista.
Porque aunque
tenga, con el apoyo de la CUP, la mayoria absoluta de escaños, cualquier
intento de gobernar para el 47% del voto independentista, reintentando una
segunda vuelta al “Proces
independentista”, volverá estar condenado al fracaso, porque eso solo sería
la repetición del fracasado Proces. Mas frustración social, mas alejamiento de las
empresas , menos inversiones, lo que se traduciría en más desempleo , etc.
El nuevo Govern, entiendo
que, tiene que gobernar para el 100% de los catalanes, abordando los problemas
en lo social, empleo, sanidad y la recuperación de las empresas que se han
marchado y lo seguirán haciendo presumiblemente, en caso de mantener la
inestabilidad política de un proyecto independentista, que ha sido rechazado, por la violación de la
Constitución por la Unión Europea
Y desde una clara
actitud del respeto a los resultados del 21-D, que han definido la existencia
de dos bloques, y que ni uno ni el otro,
puede eliminar al otro. Así como el reconocimiento de que la crisis en
Cataluña, es una crisis política que necesita de propuestas políticas y
regeneradoras de la sociedad actual en Cataluña.
Hoy hay que reconocer
que el PSC y el PSOE, no han sabido ganar los apoyos de un importante sector de
la población, no independentista, muy a pesar de que el proyecto que ha estado
defendiendo Miquel Iceta era la única fuerza que no apostaba por el frentismo
bloque contra bloque, y ha estado defendiendo la integración y vertebración de
la sociedad catalana en España y en Europa.
A pesar de ello,
sus débiles resultados, no pueden ser atribuibles como consecuencia del apoyo a
la aplicación del artículo constitucional del 155, sino a las políticas que
desde décadas han venido aplicando los partidos independentistas PDeCAT y
ERC, prefabricando y ofreciendo la
Arcadia feliz a una Cataluña Independentista y Republicana, y que solo han
venido a agudizar la crisis económica, social y política, como se ha
demostrado.
Al margen de esa
realidad, la estrategia socialista, ha sido una estrategia política que – desde
mi punto de vista – era acertada e inteligente y que situaba el debate y la
razón como ejes de la convivencia política, y que habrá que intensificar desde
la oposición defendiendo la necesidad de medidas que estimulen las soluciones a
los problemas económicos y sociales que tiene planteada Cataluña, y para impedir
la repetición de otras ilegalidades legislativas.
La situación
política la puede seguir bloqueando la mayoria independentista, si se obstinan
en seguir con la “II Sesión de un
proyecto fracasado”, que no obtendrán más que un empeoramiento de los
problemas en Cataluña.
Y si el PP, en su
reunión de la Comisión Ejecutiva para examinar los resultados del 21-D se ha
empeñado en “Mantenella y no enmendalla”
enrocándose en el artículo 155, como única respuesta a las repeticiones
independentistas, creo que nos sitúa en la sospecha de asistir a la segunda
parte del drama catalán.
Cuando los
resultados han sido los que han sido, y para el PP han supuesto el más absoluto
fracaso de las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy, no solo por haber
obtenido tres escaños, es que el Gobierno está poniendo en peligro la
recuperación Económica de España.
Por el momento lo que
estamos viviendo en nuestro país, por los resultados del 21-D en Cataluña y el
inmovilismo del Gobierno, han sido el fracaso de Mariano Rajoy y de sus
políticas, que han evidenciado que la alternativa socialista que lidera Pedro
Sánchez es la única fuerza de integración y vertebración capaz de gobernar
España es el PSOE.
Y esa es, la única fuerza
capaz de ganar al independentismo, el PSOE con un programa de regeneración
política a nivel de todo el país.
Porque el problema
tanto de Cataluña como de toda España, es político y solo se podrá solucionar
con propuestas políticas y la modificación de la actual correlación de fuerzas,
a favor del proyecto socialista que lidera Pedro Sánchez
Mientras tanto,
estaremos atentos a lo que vamos a seguir viviendo en esa Cataluña.
22 diciembre 2017
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