LA UNIDAD TERRITORIAL
Y DE LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.
El magnífico documento
“Por una Nueva Socialdemocracia”,
que presento recientemente Pedro Sánchez en Madrid, a pesar de ser un documento
abierto al debate y a las aportaciones de los militantes, han encontrado la
reacción trasnochada de algunos “barones”
como Emiliano García-Page presidente de Castilla-La Mancha, y el aragonés
Javier Lambán, que con sus declaraciones
han venido a evidenciar sus limitadas capacidades políticas, para
abordar cualquier aportación crítica que mejorase el citado documento.
Lo suyo es hacer
gala desde su visión “Bonsai” de la
realidad, diciendo lo que han dicho, criticando el modelo territorial de
nuestro país que Pedro Sánchez ha planteado en el citado documento, en el que
plantea “la necesidad del reconocimiento
de la plurinacionalidad de España”, y “la
unidad de la izquierda”, que la inmensa mayoría de la militancia y votantes
del PSOE deseamos.
Las afirmaciones de
estos García-Page y Lambán, son esperpénticas manifestaciones que nada tiene
que ver ni con la realidad de nuestro país, ni con las propuestas que hace
Pedro Sánchez. Además de la poca vergüenza que tiene de estar de manteniéndose en el
poder autonómico gracias a los apoyos de los partidos emergentes, como Podemos
y otros.
La afirmación de
que: “Apostar por lo plurinacional, no
es de izquierdas. Es hacer el caldo gordo a los nacionalistas”, que hizo
ayer García Page, no se merecen por mi parte más descalificaciones de las que
él mismo ha logrado, añadiendo una opinión “sui
generis” de que: “El PSOE, no es
nacionalista ni plurinacionalista, y España es, una nación, solo una”. A mí
me parece que con esa concepción de
España, se le olvidó decir aquello de: “España,
una, grande y libre” como afirmaba Franco en sus 40 años de dictadura.
Y abundando en las
declaraciones de Lambán, igual de anacrónicas y esperpénticas que las de su
colega de Castilla-La Mancha, que ha afirmado en El País, de que “Plurinacionalidad es sinónimo de
insolidaridad territorial”, y que aseguró que su partido ha sido siempre: ”Garante de la cohesión nacional”.
Estas afirmaciones viene a confirmar el anquilosamiento político de sus
autores, y el empeño por hacer del PSOE, un partido a su servicio exclusivo, un
partido subsidiario del gobierno de la derecha y de sus políticas neoliberales,
y por supuesto, donde el papel de los militantes sean el de obedecer y acatar lo
que decidan “las mentes obtusas de los
dirigentes como García-Page, Lamban y otros”.
Con esa visión
carpetovetónica de la “Unidad de España”, de estos “insignes,
pero burreras políticos”, están por si solos desautorizados para hablar
seriamente de los problemas que urge plantear con propuestas positivas, que
requieren no ser solo ser militantes socialistas como esta pareja de
Presidentes Autonómicos, hace falta ser inteligente, y tener los dos dedos de
frente que les falta, y que Pedro Sánchez demuestra tener cada día que se reúne
y habla con miles de militantes de las propuestas que ha venido haciendo y se
han plasmado en el documento ya citado.
Esa visión de la “Unidad de España”, es idéntica a la
misma que durante 40 años de dictadura tuvo Franco, persiguiendo, deteniendo y
condenando a todo aquel que tuviera una opinión distinta de la opinión del
Caudillo. Una opinión similar a la que ha venido defendiendo Mariano Rajoy
hasta hoy, negando cualquier posibilidad de proceder al reconocimiento de una
visión poliédrica de España con la reforma pertinente de la Constitución de
1978.
Y con esta actitud
negativista de la España multinacional, Mariano Rajoy ha facilitado, aun que él
no lo crea, la creación de un radicalismo soberanista e independista, que hasta
saltándose las leyes a la torera se empeña en lograr por las bravas, lo que a
mi juicio se debe resolver mediante la negociación y el acuerdo entre el Gobierno
y los representantes de la reconocida nación, como es Cataluña. Pero también de
Euzkadi y Galicia.
Y ese es el dilema,
que no se puede admitir la violación de lo dispuesto en la Carta Magna de la
Constitución, y que desde Cataluña se amenace la ruptura con el Estado español,
pero tampoco se puede permanecer agarrado a la Ley, como una estatua sin
moverse como ha hecho el Gobierno de Mariano Rajoy en esta última legislatura
para no hacer NADA, por resolver el problema nacional que existe, y
existirá hasta su solución en nuestro
país.
Lo que sí es, más
que posible, necesario, es la adecuación de las modificaciones necesarias en
nuestra Constitución, en el sentido del reconocimiento nacional, para poner fin
a unas injusticias históricas y el fin también de los maximalismos separatistas
que no sirven más que para agudizar incrementando el victimismo a veces, para
justificar la ruptura con el Estado.
Cataluña, Euzkadi y
Galicia se constituyeron históricamente como naciones, por su lengua propia, su
economía, sus costumbres y la idiosincrasia peculiar de cada pueblo, que
hicieron posible la formación como naciones, de esos territorios. Y si en
España, en su momento se hubiera realizado la “Revolución burguesa”, ya se habría resuelto ese problema nacional
y muchos otros, como se resolvieron en otros países europeos, sus problemas
nacionales.
Yo quiero recordar,
que Alemania, está constituida por los “lander”
que en alemán quiere decir Estado, por 16 lander, de los cuales tres, son
reconocidos como el Estado libre de Baviera, y con el mismo reconocimiento
libre, los Estados de Sajonia y el de Turingia. Bueno y eso no pone en duda, la
unidad de los pueblos alemanes en el Estado de la República Federal de
Alemania.
¿Pero que es una nación? Pues sencillamente
el conjunto de habitantes de un territorio que, poseyendo una misma historia,
idénticas costumbres, intereses comunes y, a menudo una misma lengua, tiene
suficiente conciencia de su unidad, para disponer de Gobierno propio ó de
aspirar a él. Y desde el punto de vista económico, donde se dan las premisas
que configuran la existencia del mercado económico.
Políticamente, la
nación es fruto de un proceso histórico que se traduce en una comunidad de
cultura, es decir, de todos los elementos objetivos que constituyen una
nacionalidad, y en el que al mismo tiempo sus miembros, ó los sectores más
dinámicos de la misma, son conscientes de la existencia de dichas
características objetivas comunes.
La nación, es un
hecho histórico que adquiere características peculiares, según la clase social
dominante, y como tal es un fenómeno dinámico sujeto a los grandes cambios
socio-económicos de la historia.
Y si bien todas las
naciones, tienden a la constitución de sus propias formas políticas, ó sea, a
la posesión de un Estado, sin embargo, existen Estados formados por varias
naciones, ya respetando las características de cada una de ellas, ya
prescindiendo de las mismas mediante la formación de un Estado unitario y
centralizado.
Por lo tanto buscar
y proponer formulas para hacer posible la integración de las naciones en un
Estado Federal, es quizá la única propuesta sensata y posible que se ha
ofrecido en nuestro país para lograr un Estado aceptado por todos los españoles
por el carácter plurinacional que se reconozca en nuestra Constitución. Porque
no hay otra solución del problema nacional, que la que se propone en el documento “por una Nueva Socialdemocracia”. Aunque
García-Page y Lamban digan las tonterías que están diciendo.
Y para lograr los
cambios de las políticas neoliberales de la derecha del PP, tampoco hay más
soluciones que pilotar el proyecto de un PSOE de izquierdas y con la voluntad
de lograr los acuerdos ó alianzas con las fuerzas de izquierdas, progresistas y
democráticas, para hacer posible que la mayoría resultante de esa convergencia, sea la alternativa al
Gobierno de Mariano Rajoy y al neoliberalismo económico, que no resuelve, sino
agrava cada día más las condiciones de vida de millones de españoles.
Y mientras, quienes
hoy acusan de un “delito de lesa
majestad” y condenan a Pedro Sánchez por plantear la disposición de
negociar con distintas fuerzas, entre ellas Podemos, para hacer posible los
cambios de Gobierno y de políticas, que necesitamos los españoles. Los
acusadores, se callan, permanecen como
el mudito de Blanca-Nieves sin chistar, pretendiendo ocultar que precisamente
su permanencia en sus respectivas autonomías, es gracias al entendimiento con fuerzas como
Podemos. ¡Que hipocresía la de García
Page y Lambán están mostrando!
¿Pero es que alguien se piensa? que los cambios en
este país, en la Constitución, en la naturaleza de las leyes van a ser posibles
desde la pureza de la izquierda, de una determinada opción que se considere de
izquierdas y va por si sola a lograr los cambios para la transformación de la
realidad política actual. Si es que hay alguien, persona o partido que lo
piensa y además se lo cree, desde aquí le digo, que ese es el más grave error
que se puede cometer por un partido político.
Porque experiencias
ya hemos tenido, de quien como Pablo Iglesias se proponía “asaltar los cielos”, ser vice-presidente del Gobierno, y
socialdemócrata, y algunas excentricidades más como el “Sorpasso” que han sido todas, un absoluto fracaso, y que en el
fondo han sido las razones de la confrontación y fractura reciente entre dos
concepciones de partido y de acción política, radicalmente diferenciadas de
hecho entre un líder Pablo Iglesias que entiende que la acción política en el
Parlamento no sirve para doblar la mano al Gobierno de Mariano Rajoy, y el
defenestrado Iñigo Errejón, cuyo mejor momento le está aún por venir.
Y el carácter
transversal de la estrategia de la Nueva Socialdemocracia, también se debe
propiciar mediante las políticas serias e inteligentes que defiende Pedro
Sánchez. Que a pesar de las contradicciones de un partido como Ciudadanos fue
capaz de logra un acuerdo de 200 medidas que permitían la recuperación de
derechos y libertades anulados por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Ese acuerdo no
salió adelante precisamente por las coincidencias de Pablo Iglesias con su ¡No!
con el ¡NO! de Mariano Rajoy, a la investidura de Pedro Sánchez.
¿Pero es que el logro de ese acuerdo empeoraba o
mejoraba la situación de millones de personas? Evidentemente las
mejoraba.
¿Y ese acuerdo transversal entre el PSOE y Ciudadanos,
era negativo para la democracia en
nuestro país?
Yo creo que no lo fue, como no lo será que el PSOE contribuya con una política
seria, a que partidos como los emergentes modifiquen sus actuaciones políticas
en aras de los cambios estructurales y de Gobierno que este país necesita.
La “Nueva Socialdemocracia” que se está
planteando por Pedro Sánchez constituye el mejor y único instrumento de la
izquierda posible para hacer frente al neo-liberalismo que practica Mariano
Rajoy, y al capital financiero que hoy domina y decide la acción de los
Estados.
Porque la
estrategia de otros, como ahora Podemos con el liderazgo de Pablo Iglesias, de
la manifestación permanente, no van a ser la representación de la izquierda en
este país. Y esa organización con las características surgidas de Vistalegre,
ha venido a ofrecer una Vista-pena, porque en su empeño del “Sorpasso” al PSOE, y su estrategia de
la movilización permanente, ya los excluye de la posibilidad de ser una fuerza
decisiva para realizar ó para favorecer los cambios que se necesitan en nuestro
país.
Es el PSOE con
Pedro Sánchez como Secretario General, que va a transformarse en la auténtica fuerza
de izquierdas para el cambio político que va a liderar el proceso político en
nuestro país.
23 febrero
2017
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