martes, 28 de febrero de 2017

SUSANA DÍAZ: LA DUDA, LA FUGA Y EL FRACASO.


SUSANA DÍAZ: LA DUDA, LA FUGA Y EL FRACASO.

Mientras que los dos únicos candidatos a Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez y Patxi López actualmente, Susana Díaz sigue deshojando la margarita
Sus dudas, e indecisiones, y el miedo al fracaso que le vaticinan los sondeos, tienen una explicación que aunque ella no la haya dado, y dudo que la de honestamente, yo quisiera apuntarlas desde mi modesto punto vista.
En primer lugar, yo creo que si se decide a ser candidata y se presenta para competir en las Primarias de mayo, va a tener que dimitir, abandonar “Su cortijo” de la Junta de Andalucia, precisamente cuando los sondeos si se hicieran elecciones anuncian que perdería su “mayoría” y seria el PP quien gobernase
Y por otro lado, ya son más de uno de los conspiradores anti-Pedro Sánchez, que están ya planteando a Susana Díaz la conveniencia de que dé un paso atrás, y no se presente a las Primarias.
A mí, me parece algo extravagante que los “padrinos de la operación Susana” le estén aconsejando, que dé un paso atrás cuando aún no lo ha dado hacia adelante, la explicación está clara.
Y es que hay un criterio compartido por sus aliados promotores de su candidatura, y es que Susana Díaz ha “manejado muy mal los tiempos”. Y a más de dos meses para las Primarias, todas las encuestas sin excepción reflejan que de participar “para coser” al PSOE, Susana va a salir trasquilada, porque es Pedro Sánchez quien va a salir elegido por los militantes, y el segundo a distancia seria Patxi López. Y quedarse sin la Junta de Andalucia, y la tercera en los comicios de las Primarias, va a ser la “Sentencia de la muerte política” de esta ambiciosa y maquiavélica mujer.
Y si da un paso atrás, como ya le están presionando para que no se presente, también le va a suponer el más absoluto fracaso de todas “sus malvadas energías” y la de sus aliados que confiaban en ella, empleadas en desestabilizar primero a Pedro Sánchez, y luego que ella ocupase la Secretaria General del partido, en la perspectiva de reconstruir un PSOE servil y colaborador del Gobierno del PP, en una nueva concepción del “bipartidismo” caduco e inservible.
Claro, pienso yo, mal si se presenta, porque los resultados le podrían provocar “una crisis de ansiedad” tremenda, cuando compruebe que Pedro Sánchez no solo sale elegido Secretario General en las Primarias, sino que el 30% de sus votos los consigue de militantes en su feudo andaluz.
Pero si no se presenta,  del ridículo, lo explique cómo lo explique, no se va a librar, es más me parece que  va a tener que pedir asilo político en el Polo Norte, porque lo que es en Andalucia no va a ver nadie, que se fie de ella jamás.
Mi mejor consejo, es que haga “mutis por el foro” como se hace en el teatro, y se vaya definitivamente del escenario político de este país. O sea, una retirada discreta, aunque cuando la anuncie habrá más de uno que lo brinde con champagne, por el fracaso que ya se viene anunciando de esta “zurcidora” del PSOE.
Mientras tanto, el éxito abrumador que está teniendo Pedro Sánchez en todos sus encuentros con miles y miles de militantes y el apoyo de estos al documento “SOMOS SOCIALISTAS” por “UNA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA”, es incontestable.
Por eso quizá, y perdiendo los papeles, se están produciendo reacciones en declaraciones,  más bien reaccionarias, tanto desde la Comisión Gestora como de los barones como Lamban y otros que  muy nerviosos recurren al insulto y a la descalificación a falta de argumentos socialistas. Un día afirman que el PSOE “no es de izquierdas ni de derechas”, y otro que no es un partido para los “rojos”, vamos que nos recuerda con eso de los “Rojos  el lenguaje que Franco siempre usó para diferenciar a los que eran de izquierdas. Pues ahora lo estamos escuchando de esos “bocazas” que son una vergüenza si continúan su militancia  en el PSOE.

                                28 febrero 2017.

 

SUSANA DÍAZ: LA DUDA, LA FUGA Y EL FRACASO.


SUSANA DÍAZ: LA DUDA, LA FUGA Y EL FRACASO.


Mientras que los dos únicos candidatos a Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez y Patxi López actualmente, Susana Díaz sigue deshojando la margarita.
Sus dudas, e indecisiones, y el miedo al fracaso que le vaticinan los sondeos, tienen una explicación que aunque ella no la haya dado, y dudo que la de honestamente, yo quisiera apuntarlas desde mi modesto punto vista.
En primer lugar, yo creo que si se decide a ser candidata y se presenta para competir en las Primarias de mayo, va a tener que dimitir, abandonar “Su cortijo” de la Junta de Andalucia, precisamente cuando los sondeos si se hicieran elecciones anuncian que perdería su “mayoría” y seria el PP quien gobernase.
Y por otro lado, ya son más de uno de los conspiradores anti-Pedro Sánchez, que están ya planteando a Susana Díaz la conveniencia de que dé un paso atrás, y no se presente a las Primarias.
A mí, me parece algo extravagante que los “padrinos de la operación Susana” le estén aconsejando, que dé un paso atrás cuando aún no lo ha dado hacia adelante, la explicación está clara.
Y es que hay un criterio compartido por sus aliados promotores de su candidatura, y es que Susana Díaz ha “manejado muy mal los tiempos”. Y a más de dos meses para las Primarias, todas las encuestas sin excepción reflejan que de participar “para coser” al PSOE, Susana va a salir trasquilada, porque es Pedro Sánchez quien va a salir elegido por los militantes, y el segundo a distancia seria Patxi López. Y quedarse sin la Junta de Andalucia, y la tercera en los comicios de las Primarias, va a ser la “Sentencia de la muerte política” de esta ambiciosa y maquiavélica mujer.
Y si da un paso atrás, como ya le están presionando para que no se presente, también le va a suponer el más absoluto fracaso de todas “sus malvadas energías” y la de sus aliados que confiaban en ella, empleadas en desestabilizar primero a Pedro Sánchez, y luego que ella ocupase la Secretaria General del partido, en la perspectiva de reconstruir un PSOE servil y colaborador del Gobierno del PP, en una nueva concepción del “bipartidismo” caduco e inservible.
Claro, pienso yo, mal si se presenta, porque los resultados le podrían provocar “una crisis de ansiedad” tremenda, cuando compruebe que Pedro Sánchez no solo sale elegido Secretario General en las Primarias, sino que el 30% de sus votos los consigue de militantes en su feudo andaluz.
Pero si no se presenta,  del ridículo, lo explique cómo lo explique, no se va a librar, es más me parece que  va a tener que pedir asilo político en el Polo Norte, porque lo que es en Andalucia no va a ver nadie, que se fie de ella jamás.
Mi mejor consejo, es que haga “mutis por el foro” como se hace en el teatro, y se vaya definitivamente del escenario político de este país. O sea, una retirada discreta, aunque cuando la anuncie habrá más de uno que lo brinde con champagne, por el fracaso que ya se viene anunciando de esta “zurcidora” del PSOE.
Mientras tanto, el éxito abrumador que está teniendo Pedro Sánchez en todos sus encuentros con miles y miles de militantes y el apoyo de estos al documento “SOMOS SOCIALISTAS” por “UNA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA”, es incontestable.
Por eso quizá, y perdiendo los papeles, se están produciendo reacciones en declaraciones,  más bien reaccionarias, tanto desde la Comisión Gestora como de los barones como Lamban y otros que  muy nerviosos recurren al insulto y a la descalificación a falta de argumentos socialistas. Un día afirman que el PSOE “no es de izquierdas ni de derechas”, y otro que no es un partido para los “rojos”, vamos que nos recuerda con eso de los “Rojos  el lenguaje que Franco siempre usó para diferenciar a los que eran de izquierdas. Pues ahora lo estamos escuchando de esos “bocazas” que son una vergüenza si continúan su militancia  en el PSOE.

                                28 febrero 2017.

 

sábado, 25 de febrero de 2017

LA UNIDAD TERRITORIAL Y DE LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.


 LA UNIDAD TERRITORIAL Y DE LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.

El magnífico documento “Por una Nueva Socialdemocracia”, que presento recientemente Pedro Sánchez en Madrid, a pesar de ser un documento abierto al debate y a las aportaciones de los militantes, han encontrado la reacción trasnochada de algunos “barones” como Emiliano García-Page presidente de Castilla-La Mancha, y el aragonés Javier Lambán, que con sus declaraciones  han venido a evidenciar sus limitadas capacidades políticas, para abordar cualquier aportación crítica que mejorase el citado documento.
Lo suyo es hacer gala desde su visión “Bonsai” de la realidad, diciendo lo que han dicho, criticando el modelo territorial de nuestro país que Pedro Sánchez ha planteado en el citado documento, en el que plantea “la necesidad del reconocimiento de la plurinacionalidad de España”, y “la unidad de la izquierda”, que la inmensa mayoría de la militancia y votantes del PSOE deseamos.
Las afirmaciones de estos García-Page y Lambán, son esperpénticas manifestaciones que nada tiene que ver ni con la realidad de nuestro país, ni con las propuestas que hace Pedro Sánchez. Además de la poca vergüenza que tiene de estar de manteniéndose  en  el poder autonómico gracias a los apoyos de los partidos emergentes, como Podemos y otros.
La afirmación de que: “Apostar por lo plurinacional, no es de izquierdas. Es hacer el caldo gordo a los nacionalistas”, que hizo ayer García Page, no se merecen por mi parte más descalificaciones de las que él mismo ha logrado, añadiendo una opinión “sui generis” de que: “El PSOE, no es nacionalista ni plurinacionalista, y España es, una nación, solo una”. A mí me parece que con esa concepción de España, se le olvidó decir aquello de: “España, una, grande y libre” como afirmaba Franco en sus 40 años de dictadura.
Y abundando en las declaraciones de Lambán, igual de anacrónicas y esperpénticas que las de su colega de Castilla-La Mancha, que ha afirmado en El País, de que “Plurinacionalidad es sinónimo de insolidaridad territorial”, y que aseguró que su partido ha sido siempre: ”Garante de la cohesión nacional”. Estas afirmaciones viene a confirmar el anquilosamiento político de sus autores, y el empeño por hacer del PSOE, un partido a su servicio exclusivo, un partido subsidiario del gobierno de la derecha y de sus políticas neoliberales, y por supuesto, donde el papel de los militantes sean el de obedecer y acatar lo que decidan “las mentes obtusas de los dirigentes como García-Page, Lamban y otros”.
Con esa visión carpetovetónica de la “Unidad de España”,  de estos “insignes, pero burreras políticos”, están por si solos desautorizados para hablar seriamente de los problemas que urge plantear con propuestas positivas, que requieren no ser solo ser militantes socialistas como esta pareja de Presidentes Autonómicos, hace falta ser inteligente, y tener los dos dedos de frente que les falta, y que Pedro Sánchez demuestra tener cada día que se reúne y habla con miles de militantes de las propuestas que ha venido haciendo y se han plasmado en el documento ya citado.
Esa visión de la “Unidad de España”, es idéntica a la misma que durante 40 años de dictadura tuvo Franco, persiguiendo, deteniendo y condenando a todo aquel que tuviera una opinión distinta de la opinión del Caudillo. Una opinión similar a la que ha venido defendiendo Mariano Rajoy hasta hoy, negando cualquier posibilidad de proceder al reconocimiento de una visión poliédrica de España con la reforma pertinente de la Constitución de 1978.
Y con esta actitud negativista de la España multinacional, Mariano Rajoy ha facilitado, aun que él no lo crea, la creación de un radicalismo soberanista e independista, que hasta saltándose las leyes a la torera se empeña en lograr por las bravas, lo que a mi juicio se debe resolver mediante la negociación y el acuerdo entre el Gobierno y los representantes de la reconocida nación, como es Cataluña. Pero también de Euzkadi y Galicia.
Y ese es el dilema, que no se puede admitir la violación de lo dispuesto en la Carta Magna de la Constitución, y que desde Cataluña se amenace la ruptura con el Estado español, pero tampoco se puede permanecer agarrado a la Ley, como una estatua sin moverse como ha hecho el Gobierno de Mariano Rajoy en esta última legislatura para no hacer NADA, por resolver el problema nacional que existe, y existirá  hasta su solución en nuestro país.
Lo que sí es, más que posible, necesario, es la adecuación de las modificaciones necesarias en nuestra Constitución, en el sentido del reconocimiento nacional, para poner fin a unas injusticias históricas y el fin también de los maximalismos separatistas que no sirven más que para agudizar incrementando el victimismo a veces, para justificar la ruptura con el Estado.
Cataluña, Euzkadi y Galicia se constituyeron históricamente como naciones, por su lengua propia, su economía, sus costumbres y la idiosincrasia peculiar de cada pueblo, que hicieron posible la formación como naciones, de esos territorios. Y si en España, en su momento se hubiera realizado la “Revolución burguesa”, ya se habría resuelto ese problema nacional y muchos otros, como se resolvieron en otros países europeos, sus problemas nacionales.
Yo quiero recordar, que Alemania, está constituida por los “lander” que en alemán quiere decir Estado, por 16 lander, de los cuales tres, son reconocidos como el Estado libre de Baviera, y con el mismo reconocimiento libre, los Estados de Sajonia y el de Turingia. Bueno y eso no pone en duda, la unidad de los pueblos alemanes en el Estado de la República Federal de Alemania.
¿Pero que es una nación? Pues sencillamente el conjunto de habitantes de un territorio que, poseyendo una misma historia, idénticas costumbres, intereses comunes y, a menudo una misma lengua, tiene suficiente conciencia de su unidad, para disponer de Gobierno propio ó de aspirar a él. Y desde el punto de vista económico, donde se dan las premisas que configuran la existencia del mercado económico.
Políticamente, la nación es fruto de un proceso histórico que se traduce en una comunidad de cultura, es decir, de todos los elementos objetivos que constituyen una nacionalidad, y en el que al mismo tiempo sus miembros, ó los sectores más dinámicos de la misma, son conscientes de la existencia de dichas características objetivas comunes.
La nación, es un hecho histórico que adquiere características peculiares, según la clase social dominante, y como tal es un fenómeno dinámico sujeto a los grandes cambios socio-económicos de la historia.
Y si bien todas las naciones, tienden a la constitución de sus propias formas políticas, ó sea, a la posesión de un Estado, sin embargo, existen Estados formados por varias naciones, ya respetando las características de cada una de ellas, ya prescindiendo de las mismas mediante la formación de un Estado unitario y centralizado.
Por lo tanto buscar y proponer formulas para hacer posible la integración de las naciones en un Estado Federal, es quizá la única propuesta sensata y posible que se ha ofrecido en nuestro país para lograr un Estado aceptado por todos los españoles por el carácter plurinacional que se reconozca en nuestra Constitución. Porque no hay otra solución del problema nacional,  que la que se propone en el documento “por una Nueva Socialdemocracia”. Aunque García-Page y Lamban digan las tonterías que están diciendo.
Y para lograr los cambios de las políticas neoliberales de la derecha del PP, tampoco hay más soluciones que pilotar el proyecto de un PSOE de izquierdas y con la voluntad de lograr los acuerdos ó alianzas con las fuerzas de izquierdas, progresistas y democráticas, para hacer posible que la mayoría resultante  de esa convergencia, sea la alternativa al Gobierno de Mariano Rajoy y al neoliberalismo económico, que no resuelve, sino agrava cada día más las condiciones de vida de millones de españoles.
Y mientras, quienes hoy acusan de un “delito de lesa majestad” y condenan a Pedro Sánchez por plantear la disposición de negociar con distintas fuerzas, entre ellas Podemos, para hacer posible los cambios de Gobierno y de políticas, que necesitamos los españoles. Los acusadores, se callan,  permanecen como el mudito de Blanca-Nieves sin chistar, pretendiendo ocultar que precisamente su permanencia en sus respectivas autonomías, es  gracias al entendimiento con fuerzas como Podemos. ¡Que hipocresía la de García Page y Lambán están mostrando!
¿Pero es que alguien se piensa? que los cambios en este país, en la Constitución, en la naturaleza de las leyes van a ser posibles desde la pureza de la izquierda, de una determinada opción que se considere de izquierdas y va por si sola a lograr los cambios para la transformación de la realidad política actual. Si es que hay alguien, persona o partido que lo piensa y además se lo cree, desde aquí le digo, que ese es el más grave error que se puede cometer por un partido político.
Porque experiencias ya hemos tenido, de quien como Pablo Iglesias se proponía “asaltar los cielos”, ser vice-presidente del Gobierno, y socialdemócrata, y algunas excentricidades más como el “Sorpasso” que han sido todas, un absoluto fracaso, y que en el fondo han sido las razones de la confrontación y fractura reciente entre dos concepciones de partido y de acción política, radicalmente diferenciadas de hecho entre un líder Pablo Iglesias que entiende que la acción política en el Parlamento no sirve para doblar la mano al Gobierno de Mariano Rajoy, y el defenestrado Iñigo Errejón, cuyo mejor momento le está aún por venir.
Y el carácter transversal de la estrategia de la Nueva Socialdemocracia, también se debe propiciar mediante las políticas serias e inteligentes que defiende Pedro Sánchez. Que a pesar de las contradicciones de un partido como Ciudadanos fue capaz de logra un acuerdo de 200 medidas que permitían la recuperación de derechos y libertades anulados por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Ese acuerdo no salió adelante precisamente por las coincidencias de Pablo Iglesias con su ¡No! con el ¡NO! de Mariano Rajoy, a la investidura de Pedro Sánchez.
¿Pero es que el logro de ese acuerdo empeoraba o mejoraba la situación de millones de personas? Evidentemente las mejoraba.
¿Y ese acuerdo transversal entre el PSOE y Ciudadanos, era negativo para  la democracia en nuestro país? Yo creo que no lo fue, como no lo será que el PSOE contribuya con una política seria, a que partidos como los emergentes modifiquen sus actuaciones políticas en aras de los cambios estructurales y de Gobierno que este país necesita.
La “Nueva Socialdemocracia” que se está planteando por Pedro Sánchez constituye el mejor y único instrumento de la izquierda posible para hacer frente al neo-liberalismo que practica Mariano Rajoy, y al capital financiero que hoy domina y decide la acción de los Estados.
Porque la estrategia de otros, como ahora Podemos con el liderazgo de Pablo Iglesias, de la manifestación permanente, no van a ser la representación de la izquierda en este país. Y esa organización con las características surgidas de Vistalegre, ha venido a ofrecer una Vista-pena, porque en su empeño del “Sorpasso” al PSOE, y su estrategia de la movilización permanente, ya los excluye de la posibilidad de ser una fuerza decisiva para realizar ó para favorecer los cambios que se necesitan en nuestro país.
Es el PSOE con Pedro Sánchez como Secretario General, que va a transformarse en la auténtica fuerza de izquierdas para el cambio político que va a liderar el proceso político en nuestro país.

                                  23 febrero 2017 

  

 

 

 

jueves, 23 de febrero de 2017

LA UNIDAD TERRITORIAL Y DE LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.


 LA UNIDAD TERRITORIAL Y DE LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.

El magnífico documento “Por una Nueva Socialdemocracia”, que presento recientemente Pedro Sánchez en Madrid, a pesar de ser un documento abierto al debate y a las aportaciones de los militantes, han encontrado la reacción trasnochada de algunos “barones” como Emiliano García-Page presidente de Castilla-La Mancha, y el aragonés Javier Lambán, que con sus declaraciones  han venido a evidenciar sus limitadas capacidades políticas, para abordar cualquier aportación crítica que mejorase el citado documento.
Lo suyo es hacer gala desde su visión “Bonsai” de la realidad, diciendo lo que han dicho, criticando el modelo territorial de nuestro país que Pedro Sánchez ha planteado en el citado documento, en el que plantea “la necesidad del reconocimiento de la plurinacionalidad de España”, y “la unidad de la izquierda”, que la inmensa mayoría de la militancia y votantes del PSOE deseamos.
Las afirmaciones de estos García-Page y Lambán, son esperpénticas manifestaciones que nada tiene que ver ni con la realidad de nuestro país, ni con las propuestas que hace Pedro Sánchez. Además de la poca vergüenza que tiene de estar de manteniéndose  en  el poder autonómico gracias a los apoyos de los partidos emergentes, como Podemos y otros.
La afirmación de que: “Apostar por lo plurinacional, no es de izquierdas. Es hacer el caldo gordo a los nacionalistas”, que hizo ayer García Page, no se merecen por mi parte más descalificaciones de las que él mismo ha logrado, añadiendo una opinión “sui generis” de que: “El PSOE, no es nacionalista ni plurinacionalista, y España es, una nación, solo una”. A mí me parece que con esa concepción de España, se le olvidó decir aquello de: “España, una, grande y libre” como afirmaba Franco en sus 40 años de dictadura.
Y abundando en las declaraciones de Lambán, igual de anacrónicas y esperpénticas que las de su colega de Castilla-La Mancha, que ha afirmado en El País, de que “Plurinacionalidad es sinónimo de insolidaridad territorial”, y que aseguró que su partido ha sido siempre: ”Garante de la cohesión nacional”. Estas afirmaciones viene a confirmar el anquilosamiento político de sus autores, y el empeño por hacer del PSOE, un partido a su servicio exclusivo, un partido subsidiario del gobierno de la derecha y de sus políticas neoliberales, y por supuesto, donde el papel de los militantes sean el de obedecer y acatar lo que decidan “las mentes obtusas de los dirigentes como García-Page, Lamban y otros”.
Con esa visión carpetovetónica de la “Unidad de España”,  de estos “insignes, pero burreras políticos”, están por si solos desautorizados para hablar seriamente de los problemas que urge plantear con propuestas positivas, que requieren no ser solo ser militantes socialistas como esta pareja de Presidentes Autonómicos, hace falta ser inteligente, y tener los dos dedos de frente que les falta, y que Pedro Sánchez demuestra tener cada día que se reúne y habla con miles de militantes de las propuestas que ha venido haciendo y se han plasmado en el documento ya citado.
Esa visión de la “Unidad de España”, es idéntica a la misma que durante 40 años de dictadura tuvo Franco, persiguiendo, deteniendo y condenando a todo aquel que tuviera una opinión distinta de la opinión del Caudillo. Una opinión similar a la que ha venido defendiendo Mariano Rajoy hasta hoy, negando cualquier posibilidad de proceder al reconocimiento de una visión poliédrica de España con la reforma pertinente de la Constitución de 1978.
Y con esta actitud negativista de la España multinacional, Mariano Rajoy ha facilitado, aun que él no lo crea, la creación de un radicalismo soberanista e independista, que hasta saltándose las leyes a la torera se empeña en lograr por las bravas, lo que a mi juicio se debe resolver mediante la negociación y el acuerdo entre el Gobierno y los representantes de la reconocida nación, como es Cataluña. Pero también de Euzkadi y Galicia.
Y ese es el dilema, que no se puede admitir la violación de lo dispuesto en la Carta Magna de la Constitución, y que desde Cataluña se amenace la ruptura con el Estado español, pero tampoco se puede permanecer agarrado a la Ley, como una estatua sin moverse como ha hecho el Gobierno de Mariano Rajoy en esta última legislatura para no hacer NADA, por resolver el problema nacional que existe, y existirá  hasta su solución en nuestro país.
Lo que sí es, más que posible, necesario, es la adecuación de las modificaciones necesarias en nuestra Constitución, en el sentido del reconocimiento nacional, para poner fin a unas injusticias históricas y el fin también de los maximalismos separatistas que no sirven más que para agudizar incrementando el victimismo a veces, para justificar la ruptura con el Estado.
Cataluña, Euzkadi y Galicia se constituyeron históricamente como naciones, por su lengua propia, su economía, sus costumbres y la idiosincrasia peculiar de cada pueblo, que hicieron posible la formación como naciones, de esos territorios. Y si en España, en su momento se hubiera realizado la “Revolución burguesa”, ya se habría resuelto ese problema nacional y muchos otros, como se resolvieron en otros países europeos, sus problemas nacionales.
Yo quiero recordar, que Alemania, está constituida por los “lander” que en alemán quiere decir Estado, por 16 lander, de los cuales tres, son reconocidos como el Estado libre de Baviera, y con el mismo reconocimiento libre, los Estados de Sajonia y el de Turingia. Bueno y eso no pone en duda, la unidad de los pueblos alemanes en el Estado de la República Federal de Alemania.
¿Pero que es una nación? Pues sencillamente el conjunto de habitantes de un territorio que, poseyendo una misma historia, idénticas costumbres, intereses comunes y, a menudo una misma lengua, tiene suficiente conciencia de su unidad, para disponer de Gobierno propio ó de aspirar a él. Y desde el punto de vista económico, donde se dan las premisas que configuran la existencia del mercado económico.
Políticamente, la nación es fruto de un proceso histórico que se traduce en una comunidad de cultura, es decir, de todos los elementos objetivos que constituyen una nacionalidad, y en el que al mismo tiempo sus miembros, ó los sectores más dinámicos de la misma, son conscientes de la existencia de dichas características objetivas comunes.
La nación, es un hecho histórico que adquiere características peculiares, según la clase social dominante, y como tal es un fenómeno dinámico sujeto a los grandes cambios socio-económicos de la historia.
Y si bien todas las naciones, tienden a la constitución de sus propias formas políticas, ó sea, a la posesión de un Estado, sin embargo, existen Estados formados por varias naciones, ya respetando las características de cada una de ellas, ya prescindiendo de las mismas mediante la formación de un Estado unitario y centralizado.
Por lo tanto buscar y proponer formulas para hacer posible la integración de las naciones en un Estado Federal, es quizá la única propuesta sensata y posible que se ha ofrecido en nuestro país para lograr un Estado aceptado por todos los españoles por el carácter plurinacional que se reconozca en nuestra Constitución. Porque no hay otra solución del problema nacional,  que la que se propone en el documento “por una Nueva Socialdemocracia”. Aunque García-Page y Lamban digan las tonterías que están diciendo.
Y para lograr los cambios de las políticas neoliberales de la derecha del PP, tampoco hay más soluciones que pilotar el proyecto de un PSOE de izquierdas y con la voluntad de lograr los acuerdos ó alianzas con las fuerzas de izquierdas, progresistas y democráticas, para hacer posible que la mayoría resultante  de esa convergencia, sea la alternativa al Gobierno de Mariano Rajoy y al neoliberalismo económico, que no resuelve, sino agrava cada día más las condiciones de vida de millones de españoles.
Y mientras, quienes hoy acusan de un “delito de lesa majestad” y condenan a Pedro Sánchez por plantear la disposición de negociar con distintas fuerzas, entre ellas Podemos, para hacer posible los cambios de Gobierno y de políticas, que necesitamos los españoles. Los acusadores, se callan,  permanecen como el mudito de Blanca-Nieves sin chistar, pretendiendo ocultar que precisamente su permanencia en sus respectivas autonomías, es  gracias al entendimiento con fuerzas como Podemos. ¡Que hipocresía la de García Page y Lambán están mostrando!
¿Pero es que alguien se piensa? que los cambios en este país, en la Constitución, en la naturaleza de las leyes van a ser posibles desde la pureza de la izquierda, de una determinada opción que se considere de izquierdas y va por si sola a lograr los cambios para la transformación de la realidad política actual. Si es que hay alguien, persona o partido que lo piensa y además se lo cree, desde aquí le digo, que ese es el más grave error que se puede cometer por un partido político.
Porque experiencias ya hemos tenido, de quien como Pablo Iglesias se proponía “asaltar los cielos”, ser vice-presidente del Gobierno, y socialdemócrata, y algunas excentricidades más como el “Sorpasso” que han sido todas, un absoluto fracaso, y que en el fondo han sido las razones de la confrontación y fractura reciente entre dos concepciones de partido y de acción política, radicalmente diferenciadas de hecho entre un líder Pablo Iglesias que entiende que la acción política en el Parlamento no sirve para doblar la mano al Gobierno de Mariano Rajoy, y el defenestrado Iñigo Errejón, cuyo mejor momento le está aún por venir.
Y el carácter transversal de la estrategia de la Nueva Socialdemocracia, también se debe propiciar mediante las políticas serias e inteligentes que defiende Pedro Sánchez. Que a pesar de las contradicciones de un partido como Ciudadanos fue capaz de logra un acuerdo de 200 medidas que permitían la recuperación de derechos y libertades anulados por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Ese acuerdo no salió adelante precisamente por las coincidencias de Pablo Iglesias con su ¡No! con el ¡NO! de Mariano Rajoy, a la investidura de Pedro Sánchez.
¿Pero es que el logro de ese acuerdo empeoraba o mejoraba la situación de millones de personas? Evidentemente las mejoraba.
¿Y ese acuerdo transversal entre el PSOE y Ciudadanos, era negativo para  la democracia en nuestro país? Yo creo que no lo fue, como no lo será que el PSOE contribuya con una política seria, a que partidos como los emergentes modifiquen sus actuaciones políticas en aras de los cambios estructurales y de Gobierno que este país necesita.
La “Nueva Socialdemocracia” que se está planteando por Pedro Sánchez constituye el mejor y único instrumento de la izquierda posible para hacer frente al neo-liberalismo que practica Mariano Rajoy, y al capital financiero que hoy domina y decide la acción de los Estados.
Porque la estrategia de otros, como ahora Podemos con el liderazgo de Pablo Iglesias, de la manifestación permanente, no van a ser la representación de la izquierda en este país. Y esa organización con las características surgidas de Vistalegre, ha venido a ofrecer una Vista-pena, porque en su empeño del “Sorpasso” al PSOE, y su estrategia de la movilización permanente, ya los excluye de la posibilidad de ser una fuerza decisiva para realizar ó para favorecer los cambios que se necesitan en nuestro país.
Es el PSOE con Pedro Sánchez como Secretario General, que va a transformarse en la auténtica fuerza de izquierdas para el cambio político que va a liderar el proceso político en nuestro país.

                                  23 febrero 2017 

  

 

 

 

ACERCA DEL 23 F EN LA CIUDADAD DE VALENCIA


ACERCA DEL 23 F EN LA CIUDADAD DE VALENCIA         

Hoy se cumplen 36 años , de un 23 de febrero que es necesario recordar, para que jamás se vuelva a repetir en nuestro país.
La convocatoria y realización de las primeras Elecciones Generales democráticas en junio de 1977, después de 40 años de dictadura y la posterior elaboración y aprobación en referéndum de la Constitución de 1978, que caracterizaron el inicio de la transición democrática, no puede hacernos olvidar “el ruido de sables” que fue una constante del generalato franquista que controlaba aún el Ejercito durante los años de la transición.
Pero la conjura militar contra la democracia, no tomaría cuerpo hasta el punto sin retorno marcado por la decisión del presidente Adolfo Suarez con la legalización del Partido Comunista de España (PCE) en plena Semana Santa, el 9 de abril de 1977.
La dimisión del almirante  Pita de Veiga, Ministro de Marina como airada respuesta a la legalización del PCE, fue la punta del iceberg, aunque desgraciadamente no fue la única manifestación donde se expresaron el descontento los sectores del ejército y la ultraderecha política con el proceso de democratización que se había iniciado en el país.
Sin lugar a dudas, ante otras militaradas que se conocieron con claros objetivos involucionistas, como la operación Galaxia, el intento de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981, fue el más dramático, el que más cerca estuvo de imponer una involución por la fuerza, a la joven democracia española, y en todo caso, el que más sentimos los españoles y de entre ellos los valencianos que contemplamos tras la ocupación del Congreso de los Diputados en Madrid por la guardia civil al mando del Teniente Coronel Antonio Tejero, el desfile de una riada de toneladas de acero, en forma de más de medio centenar de carros de combate M-47 del Regimiento Vizcaya 21 de Bétera, que tomaron las arterias más importantes de nuestra ciudad, machacando a su paso el asfalto de las calles por donde pasaron y asustaron con su ruido ensordecedor y la silueta de sus cañones, a todos los vecinos que los vieron
Valencia fue una ciudad ocupada algo más de cuatro horas obedeciendo las órdenes del Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, mientras que las radios emitían el bando involucionista y marchas militares que este militar dictó, anulando todas las libertades y derechos constitucionales en la “Región bajo su mando”
La decisión del Rey Juan Carlos, de oponerse condenando esos intentos de desestabilización democrática, fueron decisivo para que la Democracia en nuestro país y las libertades constitucionales siguieran siendo los pilares fundamentales de la Constitución de 1978.

                           23 febrero 2017

miércoles, 22 de febrero de 2017

LA COHABITACIÓN: UN SUEÑO IMPOSIBLE.


LA COHABITACIÓN: UN SUEÑO IMPOSIBLE.

Coexistir en el poder, individuos o grupos con ideologías distintas, y diferentes sensibilidades, lo que se conoce como “Cohabitación”, no son a fin de cuentas, la solución a los múltiples problemas que tienen ante sí, el buen gobierno de un país, e incluso el de un partido político.
Sin embargo, la “Cohabitación” es un recurso que se sigue pretendiendo para seguir en los poderes de aquellos que aun mayoritarios, y fundamentalmente si son minoritarios, tanto en el Gobierno como en los partidos políticos, con el único propósito de mantenerse en el poder y de tener garantías de continuar ocupándolo.
Pero la praxis política, ha venido a demostrar – al menos esa es mi opinión - que tras el estallido de la crisis del 2007, y la gran recesión que ha provocado, y de la que seguimos sin salir de ella actualmente, ya no son posibles las estrategias de coaliciones entre fuerzas antagónicas en lo ideológico y lo político, como son la derecha neoliberal y la izquierda socialdemócrata, en aquellos aspectos que vienen a determinar proyectos radicalmente distintos de modelos de sociedad, entre la derecha y la izquierda, ideologías que, siguen existiendo, les pese a quien les pese.
La cohabitación a la que se pretende hoy recurrir para poder gobernar, tanto en un país como un partido, no son posibles salvo que una parte de una fuerza renuncie a sus principios, y en ese caso, lo que actúa más pronto que tarde, es que: “Cuando una parte del todo cae, lo demás no está seguro”, como dijo Séneca.  
El “bipartidismo” que caracterizó décadas de gobierno en nuestro país, entre la derecha y la socialdemocracia, se ha agotado. Esa cohabitación ya no es posible en el marco de la profunda crisis económica y la gran Recesión que ha generado, en donde estamos hundidos hasta las cejas, y donde las políticas neoliberales tienen por único objetivo el transvase de las rentas del trabajo a las del capital, mediante el incremento de los recortes sociales y de los impuestos. Políticas que, también se vienen aplicando con mayor ó menor intensidad en todos los países de la Unión Europea.
Con la dimensión y la profundidad de la crisis que tenemos, esas políticas han sido y serán mientras que persistan, un rotundo FRACASO del neoliberalismo.
No hay más salida que la que hace falta. Y esta, se encuentra y se hace posible, con las medidas propias que cada Estado, debe fijar con las correspondientes inversiones públicas, capaces de incentivar la demanda, el crecimiento económico y el empleo. Porque no hay otra salida a la situación actual de los países que hoy configuramos la Unión Europea.
Y partiendo de la necesidad de esas medidas Keynesianas para salir a flote nuestras economías, se hace necesario acabar con las políticas neoliberales de recortes e impuestos, como se aplican en nuestro país.
Y ese es el incipiente giro que desde la socialdemocracia en Europa se están produciendo en  los partidos socialistas en Inglaterra, Alemania, Francia y también, de una forma clara e inequívoca en nuestro país, y que yo saludo con el total convencimiento de que son esos los pasos que venían siendo necesarios, y que se van a ir abriendo paso desde la reformulación de una nueva socialdemocracia.
Y eso es, en mi opinión, y en la de muchos miles de militantes y votantes del PSOE, lo que está planteando Pedro Sánchez, un giro hacia posiciones irrenunciables de la socialdemocracia, alimentada por principios y valores propios de un modelo de partido de izquierdas, crítico y que aspira a ser la alternativa al actual modelo económico y social del neoliberalismo imperante que practica el Gobierno de la derecha con Mariano Rajoy como presidente.
¿Por qué esa evolución en los partidos socialdemócratas en Europa? Pues porque se ha constatado que desde hace años se evidenciaba la perdida de la influencia social que se producían con los resultados que se obtenían en las elecciones, y que generaron una evidente crisis en los partidos socialdemócratas. Contemplando solamente los resultados obtenidos antes de la crisis del 2008 y las últimas en 2015/2016, el promedio del voto de los partidos socialdemócratas ha venido a pasar del 28,2% del voto a un 21,9%, mientras que los partidos de la derecha han pasado del 31,3% al 27,1%., y donde este trasvase de pérdida del voto en buena parte se ha producido por el auge de un populismo xenófobo y reaccionario.
Pero esos resultados que tienen en cada país de la Unión Europea, sus diferencias, nos han mostrado que la socialdemocracia atravesaba una crisis de tales dimensiones,  que había que resolver con cambios radicales a las políticas que se han venido practicando, tanto por las pretendidas “terceras vías”, como por las políticas de las grandes coaliciones entre partidos de la derecha y de partidos socialdemócratas.
Europa es el vivo ejemplo de lo que estoy señalando, porque si bien ha sido el escenario de las “coaliciones” de la “Cohabitación de partidos de la derecha con los socialdemócratas” donde están en el Gobierno en nueve países de los de  la Unión Europea, las políticas llevadas a cabo por los partidos socialistas, han sido la clave para el desencanto de los sectores sociales que le han retirado el voto que en otros tiempos daban a estos partidos.
Por esas consecuencias, a mi me parece, que ha sido un gran acierto, porque era una necesidad imperiosa, que en nuestro país el PSOE iniciase ese giro que viene defendiendo Pedro Sánchez desde el primer día que fue elegido en las Primarias y confirmado en el Congreso como Secretario General del PSOE.
Había una urgente necesidad de poner punto y final a las políticas socialdemócratas, porque su desgaste y su ineficacia han sido el factor decisivo para que el PSOE haya ido perdiendo su influencia social que tuvo en 1982.
Y aunque las resistencias a ese necesario giro copernicano, se están poniendo de manifiesto, con las provocadoras actuaciones de la Comisión Gestora, la “indecisa Susana Díaz”, que para colmo de sus marrullerías ha llegado ya, sin decidir si se presenta a las Primarias, a nombrar como portavoz en el Congreso de los Diputados a Eduardo Madina cuando ella sea la “Jefa del PSOE”. Toda esa estrategia, en mi opinión, está condenada al fracaso más estrepitoso, por dos razones que podemos llamar históricas: La primera es el fracaso del neoliberalismo y sus medidas para salir de la crisis y la recesión generada por esas políticas, y la segunda es “porque ya no es posible defender con honradez socialista”, un proyecto de partido dispuesto a la “colaboración con un partido de derechas y además preñado de corrupción como es el PP.”
Y eso es una verdad tan grande como las pirámides de Egipto, a pesar de que cuenten con las descerebradas opiniones, pero muy interesadas opiniones en lo personal, que expresan sus apoyos, algunos ex y que hoy están haciéndose acreedores a la pérdida de su influencia entre los militantes del partido como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el grupo de “Presidentes de algunas Comunidades Autónomas”.
Los intereses de estas personas además de los personales, están  asociados, amarrados a esa vieja e inservible política de cohabitación con la derecha de este país. Por eso desde la militancia socialista hay que seguir defendiendo el proyecto de una nueva socialdemocracia, donde el PSOE, y su acción política y el modelo de sociedad que propugna Pedro Sánchez, son los únicos instrumentos con que contamos la clase obrera y los más necesitados de la sociedad, para hacer frente al modelo neoliberal.
No hay ninguna otra salida: Ni a la crisis que hoy atraviesa el PSOE, ni es creíble la posibilidad de una alternativa de izquierda y progresista al gobierno de la derecha neoliberal de Mariano Rajoy que hoy propugna Susana Díaz o Patxi López.
Solamente el apoyo a Pedro Sánchez y a la propuesta “Por una nueva socialdemocracia” elaborada por destacados socialistas y presentada recientemente para debatir y aportar ideas frente, es la opción que necesitamos en este país para hacer frente al neoliberalismo del PP y a las “apolilladas ideas y los fracasados proyectos” que defienden una minoría desde el PSOE para la continuidad de las viejas políticas y una “Nueva colaboración con el PP”.
¿Ahora, de que están preocupados Susana Díaz, Patxi López y sus “afines”?. Pues de la capacidad de movilización y del convencimiento de miles y miles de militantes que está demostrando tener Pedro Sánchez, y que eso viene a ser los prolegómenos de lo que van a ser las Primarias y el Congreso. Donde el triunfo de las ideas y proyectos expresados en el documento “Por una Nueva Socialdemocracia” van a ser los resultados de estos eventos y un gran salto para avanzar en las posibilidades reales de lograr un proyecto alternativo al Gobierno de Mariano Rajoy.
Porque lo que está en juego hoy en nuestro país, es si somos capaces de apoyar al PSOE como un partido de izquierdas, claramente confrontado con el neoliberalismo, ó  van a ser “los señoritos socialistas de las puertas giratorias”, bien colocados económicamente, y los barones que están en el poder autonómico gracias a los apoyos del populismo izquierdista, quienes van a hacer que el PSOE sea un partido al servicio “de sus intereses” que entienden asociados a su colaboración con el gobierno del PP.
Por eso, no es posible admitir dudas de lo que necesitamos los trabajadores y los más necesitados de este país, de ahí pues que hay que rechazar la “cohabitación” entre la derecha y un PSOE, “desnatado ideológicamente”, porque eso es una solemne traición a la historia y las tradiciones del PSOE
Hoy se hace necesario e imprescindible ante el agotamiento  y fracaso de las políticas socialdemócratas en este escenario de crisis y recesión económica, la “reinvención de una Nueva Socialdemocracia”, como hace ya muchos años supo lograr con los objetivos de la igualdad, y la lucha contra la pobreza y los sufrimientos, con el establecimiento del Estado de Libertad.
Y esos cambios que se avanzan en nuestro país, de la mano de Pedro Sánchez van a ser sin ninguna duda para mí, el mejor instrumento para rechazar y combatir las políticas neoliberales, sino también para lograr que “El desconcierto y el hartazgo” de amplios sectores de la sociedad, que le ha llevado a votar al populismo de los partidos emergentes, reorienten sus votos hacia la única alternativa de Gobierno,  que solo Pedro Sánchez y una “Versión Nueva” del proyecto socialista, pueda gobernar en un día no muy lejano, este país.

                                  22 febrero 2017

  

domingo, 19 de febrero de 2017

¿MONARQUIA Ó REPÚBLICA?


¿MONARQUIA  Ó  REPÚBLICA?

 

Con ocasión de la condena a los duques de Palma, a la sazón hermana y cuñado del actual monarca, ha servido una vez más, no para apreciar el mayor ó menos acierto de la justicia en este país, porque eso de que: La justicia es igual para todos, en este caso se puede decir que. La justicia ha sido igual para “casi todos” porque si eres quien eres y además pariente de quien eres, pues eso: “la justicia es para casi todos”. Y puede y debe ser motivo de legítima crítica.

Pero aprovechar los “aprovechamientos de los parientes”, de la más alta institución del Estado, para seguir planteando el mantra ¿Monarquía ó República?, me parece de una torpeza política e histórica inadmisible.

Ahora cuando el interés por la recuperación de la Memoria Histórica y que esta tenga un amplio desarrollo, a uno le indigna determinados planteamientos que seguramente pretenderán más confundir que respetar la verdad histórica, tal y como sucedieron los hechos que hoy son y forman parte de nuestra más reciente historia.

Ahora cuando lo que se hace necesario es un posicionamiento claro de condena radical de los procesos del Tribunal contra la masonería y el comunismo, la condena de los procesos del Tribunal de Orden Público, y de que no se anularan las sentencias de los Tribunales Militares de excepción que en juicios sumarísimos a partir del fin de la Guerra, condenaron a miles y miles de personas socialistas y comunistas, cuyo único delito fue defender la República.

Ahora se vuelven  a ignorar y a tergiversar los hechos y las circunstancias que hicieron posible la Transición de la Dictadura a la Democracia. Y a partir de una interpretación “sui generis” de la historia, vuelven con el mantra  ¿Monarquía ó República?

Si hoy se puede plantear el tema de la Memoria Histórica, como no se pudo hacer en 1977, 1978, en el periodo de la Transición, fue por algo muy sencillo, que a veces cuesta trabajo entender a algunas personas, que como Pablo Iglesias y otras que con sus críticas a la Transición, ignoran ó se les olvida deliberadamente, que el fascismo en España, no desapareció de la misma manera que desapareció en Europa.

En Europa, el fascismo fue barrido militarmente, juzgados y condenados sus líderes, colgados en Núremberg, y en otros sitios otros, mientras que en España, y esto es algo que no podemos olvidar, acabamos con la Dictadura franquista, con una alianza no declarada, pero tácita, concebida entre la izquierda de este país, el PCE, y el PSOE, la oposición democrática y una parte del franquismo, que fueron los reformistas del franquismo organizado.

Y se tuvo que hacer porque la Guerra, y la represión habían dejado condiciones en las cuales no había quien se plantease – salvo el PCE y algunos grupos – la tarea de derribar al franquismo.

Lo que se planteaba la oposición democrática, era remplazar, substituir lo que había, porque la tarea de derribar la Dictadura, no existió más que en una  minoría, que nunca fue suficientemente fuerte para romperla.

Y aprovechando una brecha que se produjo en el bando franquista, en un momento en que la burguesía española necesitaba entrar en la Unión Europea, en un momento donde la burguesía española necesitaba unirse al proceso de globalización capitalista que se desarrollaba, empezaron a desarrollarse una serie de preguntas, y es que, la existencia de la Dictadura era una dificultad.

Y esa posición de la burguesía española fue la que unió a los reformistas del franquismo, incluso a algunas gentes de la oposición, fue la brecha que se aprovechó para poner fin al régimen franquista y para abrir un proceso democrático en España.

Y se sabía, que por ese camino, las cosas serian más largas, que la Democracia española tendría equis defectos, que no sería una democracia tan pura y tan limpia como las que se habían logrado en otros países   con la derrota militar del fascismo y la ejecución de sus dirigentes.

Y esa era la única manera de salir a una situación democrática, en la cual las fuerzas progresistas, las fuerzas ya legalizadas, pudieran ponerse en tanto a partir del tiempo, del sufrimiento de nuevas generaciones a actuar. Y claro que en ese momento tan importante para España y los españoles, ya se comprobaba cuan dura y difícil era la derecha de este país.

Porque tenemos una derecha carpetovetónica hoy aún en el 2017, una derecha profundamente reaccionaria, no comparable con la derecha europea. Tenemos una derecha que a fuerza de mentiras y manipulaciones a pesar de su corrupción, siguen gobernando en minoría. Y con su política, aunque sea el PP el partido más votado, lo que sigue buscando desesperadamente es la destrucción de las fuerzas de izquierda.

Por eso desde las amenazas de convocar nuevas elecciones, si el PSOE – versión Gestora y Susana Díaz - si no le aprueban los presupuestos, espera lograr que no sea Pedro Sánchez que ya a ha anunciado que si es elegido en las Primarias y el Congreso se aprueba el carácter de izquierdas del PSOE, y no subsidiario del PP, no solo no tendrá el no a los presupuesto de ese nuevo partido, sino una oposición seria y coherente con el liderazgo de Pedro Sánchez.

Y ahora más que nunca, si se quiere vencer a esa derecha  carpetovetónica y corrupta, del PP, hay que apoyar votando en las primarias a Pedro Sánchez, para que vuelva a ser el Secretario General del PSOE.

Porque, ya no hay la necesidad absoluta de acuerdos con la derecha que representa el PP, y si algún día nuestro país sufre una invasión de marciano. Que nadie lo dude que todos los españoles lucharemos codo con codo para rechazar el ataque de los marcianos.

Ahora lo que se impone, porque lo necesitamos, es la unidad de las fuerzas de izquierda y de las fuerzas democráticas para hacer triunfar y consolidar el proceso democrático y progresista en España.

Y si gritan y amenaza Mariano Rajoy y sus muchachos, con el triunfo de Pedro Sánchez y de  un PSOE no servil a sus intereses de Gobierno, pues que griten hasta quedarse afónicos. Lo importante es que la izquierda y los demócratas de este país, no se arruguen, ni tampoco la ciudadanía que asustadiza siguen votando a Mariano Rajoy y su PP.

No hay que arrugarse en esa batalla por reafirmar la izquierda que representara Pedro  Sánchez al frente del PSOE, y para rechazar a quienes como Susana Díaz y desde la Comisión Gestora pretenden hacer de ese partido una fuerza social-liberal, un partido sub-alterno del PP.

No estamos en 1936, estamos en la segunda década del siglo XXI, y  a pesar de toda su fuerza, de todas sus manipulaciones, yo estoy convencido que la Democracia y las fuerzas de izquierda y de progreso acabaran triunfando en nuestro país.

Y hoy, cuando se contemplan las discrepancias en partidos como el PSOE donde se presiona por todos los medios, desde los poderes facticos, políticos y económicos para tratar de sepultar a ese joven dirigente de izquierdas, Pedro Sánchez, dan ganas de gritarles a la banda de colaboracionistas con la derecha de este país, para que cesen de actuar tan vergonzosamente.

Y cuando estamos en estas circunstancias, y uno constata las voces desafortunadas, por desfasadas y erróneas que repiten el mantra ¿Monarquita ó República? No puede uno callarse ante tanta torpeza que confunde más que aporta, medidas y propuestas a los problemas reales que tenemos planteados.

¿Monarquía ó República? Es de entrada una premisa pedestre y ridículamente irreal. Porque planteándolo así, se está falseando la realidad. Claro si lo que se quiere, el objetivo es poner todo patas arriba, las conquistas de Libertad, Democracia y la Constitución, que dicho sea de paso ha logrado en nuestro país la estabilidad más sólida desde los Iberos y los Celtas – Valga la expresión-. Pues bien es una buena forma plantear ¿Monarquía ó República?, todo patas a arriba.

Pero si se quiere un análisis serio sobre la cuestión ¿Monarquia ó República? Habría que empezar por reconocer que la República es solamente un modelo de Estado que se opuso al sistema monárquico cuando este, estuvo históricamente agotado.

En primer lugar, porque la gente, la de a pie, no somos ni analfabetos históricamente hablando, ni tontos y sabemos que la República es solamente un modelo de Estado opuesto a la Monarquía, que fue válido en el contexto de la caducidad de la Monarquia, por ser un régimen agotado e insostenible en nuestro país. En la medida que el jefe del Estado, en el primero fue elegido por los ciudadanos, pero que de ninguna manera, la forma Republicana del Estado ni aseguró, ni es garantía hoy, ni mucho menos de un modelo idílico de bienestar, ni envidiable ni deseable, como modelo de Estado para nuestra sociedad y para nuestro país en el Siglo XXI.

Veamos, algunos de los países más prósperos y libres del mundo en materias de derechos económicos y sociales que son precisamente Monarquías consolidadas - aunque no sea a estas a quien se lo deban en lo fundamental -, véase sino a Dinamarca, Suecia, Noruega, Holanda, Reino Unido, que también están inmersos en la economía globalizada, la gran crisis y la Depresión económica mundial.

Y por otro lado, algunos países de los más degradados son Repúblicas, como la del Congo, Corea, y no hace falta irse muy lejos y si el Alzhéimer no nos está afectando, acordarnos de nuestra vecinos Portugal que es una República y lo fue durante la larga dictadura fascista de Oliveira Salazar.

Y Repúblicas lo son Francia, Alemania, Italia, Grecia, Irlanda que entre otras y no por ello, están exentas de padecer la crisis económica y la Depresión, origen de todos nuestros males, y de las gestiones políticas de partidos de un signo u otro con los consiguientes problemas: paro, desigualdades, Déficits y una Deuda impagable, la pérdida de derechos económicos y sociales, y el empobrecimiento generalizado de estas sociedades.

¿Y porque? Pues porque, tanto los países citados como Monarquías, como los que son una República, su modelo de Estado no  les protege de la Gran crisis económica, ningún modelo de Estado es hoy una vacuna que les libra de los males que estamos padeciendo hoy en el mundo de la globalización y la crisis del sistema banquero y financiero internacional. Y que sea Monarquía ó República, hoy en la segunda década del siglo XXI es absolutamente igual, no es determinante para hacer frente al gran poder político del capitalismo financiero. Que ese es el problema que hay que abordar, para lograr la democratización política de la economía y del mundo financiero.

Para hacer frente a ese reto, lo que se requeriría es una gran alianza de las izquierdas en nuestro país, hoy más que alejados, confrontados por el  “matrimonio de conveniencia Podemos-IU” con el objetivo de acabar con el liderazgo del PSOE de la izquierda real - si estos fueran capaces de enmendar su trayectoria poniendo fin a sus “mantras” anti-PSOE y de guardar en el baúl de los recuerdos sus reivindicaciones republicanas – y de elaborar un “Programa Común” reformista y progresista inequívocamente de izquierdas y transformador de la España de hoy y de una Europa, que también hay que transformar para hacer la de C. Europea el trampolín de lanzamiento de políticas auténticas socialdemócratas de izquierdas, que impulsen la economía productiva generadora de empleo, y también para lograr una Europa solidaria y de paz.

Creo que fue Napoleón quien dijo que las batallas se ganan decidiendo el campo donde se libran, el día, la hora y la estrategia en la batalla. Es decir, no equivocarse de cómo atacar al enemigo, y no perderse en batallitas que no conduzcan nada más que a perderse y que debilitan las fuerzas de la tropa.

Pues eso es lo que yo creo, que deberíamos hacer desde la izquierda en nuestro país. Situar lo fundamental como tarea prioritaria, - que no dudo que algunos lo hacen – como es el PSOE, en lugar de marear la perdiz con los modelos de Estado. Yo creo que el mantenimiento de la reivindicación de la III República hoy, viene más a confundir a la ciudadanía que otras cosas, que tenemos que situar en primera línea reivindicativa.

Yo  entiendo la especie de veneración que en nuestro país se tiene por la República, porque el ser el modelo de Estado que expulso a la nefasta Monarquia de Alfonso XIII, y restituyo derechos y libertades, el pueblo supo defender con la heroica organización popular la República frente al golpe militar fascista de Franco. Y que tras ella fuera la Dictadura del Generalísimo Franco la que nos impuso un régimen de terror, persecución y fracaso económico. Los españoles es lógico y necesario guardemos el respeto histórico que se mereció la II República.

Y ese amor por la República entre militantes de IU  parece a veces que se olvidan de que al instaurarse la Segunda República, el PCE poseía una fuerza muy reducida, que se desenvolvía con dificultad entre dos grandes fuerzas muy arraigadas, una, el PSOE y la UGT, que formaban un bloque, y otra, el  movimiento confederal anarcosindicalista en el que en ese momento predomina la FAI.

El PCE que en aquellos momentos no podía desarrollarse por la persecución de Primo de Rivera, sufrió la enfermedad del sectarismo y se encontraba muy aislado de las masas obreras. Frente a la República opuso la consigna de “El poder para los Soviets”, que no existían en España.

En la ebullición política existente, pronto surgieron y se desarrollaron en el interior del partido tendencias que pugnaban por una política más adecuada a la realidad nacional, que encabezaron fundamentalmente los militantes José Díaz, obrero sevillano, y Dolores Ibarruri, militante vasca. En el IV Congreso (1932) esta tendencia apoyada por la Internacional Comunista  conquistó la dirección del PCE que en 1934 juega ya un papel efectivo en el movimiento revolucionario de octubre y en 1936, es ya uno de los protagonistas del Frente Popular, consiguiendo en las candidaturas de éste, dieciséis diputados.

El rápido crecimiento de la influencia comunista, no se comprendería sin el fenómeno de la recuperación de la derecha tradicional y su evolución hacia el fascismo, producida tras la disolución de las Constituyentes y el fin del periodo progresista del Gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña.

Estos pasajes, creo yo, que deberían aconsejar a los militantes del PCE y de IU que sustentan la III República como la exigencia máxima de sus reivindicaciones en estos momentos, a revisar sus posiciones políticas  y a adoptar las políticas más acorde con la realidad nacional, que requieren el abandono del sectarismo que hoy practican y antaño caracterizó al PCE en la etapa que he señalado.

Porque, una cosa es una cosa, pero la otra es otra cosa. Es decir,  que no debemos confundir en la segunda década del siglo XXI, queriendo plantear “Monarquia ó República”, como la solución ¿a qué?

Y si por interés histórico – que es siempre conveniente recurrir a él -volvemos a los ejemplos, y no a los de otros países podremos constatar que nuestra I República fue todo un ejemplo de lo desafortunada que fue.

En once meses la República paso del modelo Unitaria a Federal, volviendo a ser Unitaria para acabar siendo Federal, y cuyo federalismo de Pi y Margall dio paso a  los movimientos cantonalistas, toda una catástrofe a la que llevaron a España el separatismo irracional jamás conocido, que solo vino a facilitar a fin de cuentas el reforzamiento del conservadurismo, y la reacción de las derechas que ejerció una represión brutal, las más cercanas en Alcoy y Cartagena. Y  en once meses hubo cuatro presidentes de la República.

Y si de la II República queremos hablar, dejando la indiscutible etapa histórica que pudo ser si no se hubiese dado el golpe militar de Franco, la República vivió etapas muy diferentes donde bajo la misma se gobernó con moderación en el primer bienio 1931 al 1933.

Y fue de hecho, durante este periodo donde comenzó el conflicto social, durante la presidencia de Azaña. La lentitud en la aplicación de la reforma agraria por parte de socialistas y republicanos provocó la rebelión de los anarquistas en el primer bienio.

Los sucesos de “Casas Viejas” es el nombre con el que han pasado a la historia, los episodios que tuvieron lugar entre el 10 y 12 de enero de 1933 en la pequeña localidad de “Casas Viejas” en la provincia de Cádiz, y que constituyeron uno de los hechos más trágicos de la II República Española. Esa masacre de un pueblo por fuerzas de la Guardia Civil, abrió una enorme crisis política en el primer bienio de la República, y fue el inicio de la pérdida de apoyos políticos y sociales que conducirían meses después a la caída del Gobierno Republicano-Socialista de Manuel Azaña.

Le sucedió el llamado “Bienio negro” del gobierno formado por el Partido Radical y la CEDA (la Confederación Española de las Derechas Autónomas) de Gil Robles que entre 1933 y el 1935 supuso un retroceso para la República porque la coalición conservadora destruyo todas las precedentes reformas sociales adoptadas por el Gobierno Radical-socialista.

En ese periodo del “Bienio negro” se produjo la “Revolución de Asturias” en 1934 que fue una insurrección obrera ocurrida en Asturias que formaba parte de la Huelga General Revolucionaria y el movimiento armado organizado por el PSOE en toda España y que solo arraigó en Asturias.

En plena República, en el 34, fue duramente reprimida por el Gobierno radical-cedista de Alejandro Lerroux, contra el que se había lanzado la insurrección por haber dado entrada en el Gobierno a tres ministros de del partido no republicano, la CEDA.

El  Gobierno, recurrió al general Franco que dirigió las operaciones desde Madrid, a las tropas coloniales marroquíes y a la Legión que ejercieron una brutal y sanguinaria represión al pueblo asturiano.

Si me he permitido recordar, algunos pasajes de los periodos republicanos de nuestra historia, es para ayudarnos en la reflexión a la que todo español deberíamos emplazarnos do hoy – me parece - ante la vorágine de problemas por un lado y por otro las actitudes de  políticos y de nuevos movimientos que con sus manifestaciones confunden, no aclaran y falsean nuestra historia. Ya que con la forma de Estado Republicano se han cometido verdaderas atrocidades. Suficientes como para no olvidarlas y poder situar los problemas que hoy tenemos en sus justos términos y en el lugar adecuado.

La “Forma” y el “Contenido” son dos componentes esenciales de las categorías de la dialéctica Marxista. Distinguirlas en cualquier análisis mediante la diferenciación concreta, es fundamental para no equivocarse en los análisis y en las conclusiones que se extraigan del mismo.

Por lo tanto distinguir entre la forma y el contenido de un Estado, como por ejemplo el nuestro, no puede admitir ninguna confusión.

Plantear hoy la necesidad de decidir la forma del Estado: Monarquía ó República para poder resolver los graves  problemas económicos, olvidándose y dejando de lado  el contenido del Estado con plenas libertades democráticas y derechos contemplados en nuestra Constitución desde 1978, que fija a su vez los mecanismos para su  reforma, y que proclama la Soberanía Nacional que reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, y que fija como forma de Estado la Monarquía Parlamentaria, ha constituido hasta hoy, una base inequívoca de estabilidad política largamente desconocida en nuestro país. Creo que esa confusión, no se debe establecer.

Por eso, a estas alturas a uno le cuesta escuchar la confusión que establecen algunos, al plantear hoy como dilema “Monarquía ó Democracia”, y permanecer callado sin decir lo que uno piensa, ante tanta ignorancia y confusión histórica

Sí, Monarquia ó República es un falso planteamiento. ¡Falso rotundamente, de la cabeza a los pies!

 ¿Es que la III República va a dotarnos de mayores contenidos que los que la Constitución hoy en vigor nos ofrece? La única variante sería la de que cada x años podríamos elegir al presidente del Estado al que supongo que nadie de los que aspiran a poder votar al Presidente de la República, le quisieran otorgar ni un derecho más de los que hoy tiene en nuestro país el Jefe del Estado, el monarca Felipe VI. Es decir, ninguno, para poder gobernar.

Y los problemas de nuestras deprimentes estructuras industriales, el retraso económico y social histórico, que llevamos arrastrando desde hace años, la gestión de la crisis que nos ha endeudado y que no podremos pagar en la vida, y que los niños puedan comer en sus casas sin necesidad de recurrir a la caridad, que el paro deje de ser la seña de identidad de nuestra sociedad, entre otras tantas. ¿Estos problemas los van a solucionar el que la soberanía nacional elija a un Presidente del Estado? Que no podrá ni gobernar ni nada de nada.

Pues sinceramente creo que NO, que nada cambiaria. Y si es así, y se acepta por los esperanzados “milagros republicanos”  ¿Por qué ese empeño en el referéndum? ¡YA! para decidir la forma de Estado.

Si la forma, no va a modificar para nada los contenidos de nuestro actual Estado. ¿A qué tantas batallitas? Que solo agotan a la tropa y las distrae de lo fundamental.

¿Es que estaríamos mejor con un Presidente de la III República que se llamase José María Aznar, ó Mariano Rajoy, ó  el Felipe González ocupado ahora con su empleo de las “puertas giratorias”?, ¿ó mejor una mujer como la Srª. Cospedal o la Señora Esperanza Aguirre?

Vamos, si me lo garantiza alguien y me convence de que los españoles íbamos a vivir mejor, a lo mejor me lo pienso y me pongo a reivindicar el referéndum para la III República.

Pero mientras tanto, como considero que la cabeza la tenemos encima de los hombros no solo para llevar sombrero, sigo pensando y digo lo que digo, y lo escribo plenamente convencido, que el campo de batalla donde se tienen que librar las luchas y confrontaciones  con el actual modelo económico, no es el de “Monarquia ó República”, sino el de “Democracia y Libertad”

                                19 febrero 2017