¿COMO SALIR DE
ESTA SITUACION?
Con el Gobierno de
Mariano Rajoy en minoría, predispuesto al bla,bla,bla forzado por su condición
parlamentaria, pero no dispuesto a modificar las políticas que según él, han
aportado “Resultados positivos”.
Con la crítica
situación del PSOE después de la defenestración de Pedro Sánchez, y de las
provocadoras actuaciones premeditadas de la Comisión Gestora tomadas para sancionar a quienes votaron ¡NO! a la
investidura de Mariano Rajoy, y que están trabajando siguiendo las
instrucciones de Susana Díaz, y de los Page, Vara, Lanbam, retrasando la
convocatoria de “Primarias” para que
todos los afiliados pueden decidir la elección del Secretario General, así como
la del Congreso para elegir la necesaria Comisión Ejecutiva.
Con la división
interna en Podemos, en torno a los proyectos de partido en que debe
transformarse la formación morada, claramente diferenciadas entre la opción
defendida por Pablo Iglesias, más ultraizquierdista y de manifestaciones para
asestar golpes al Gobierno, en lugar del trabajo parlamentario por el que el
líder podemista, no tiene ningún convencimiento de lograr resultados frente al
Gobierno. Y las posiciones defendidas
por el llamado “sector
errejonista” más inclinado a transformar Podemos en un partido más realista
y con unos objetivos y un programa claros, capaces de ganar los apoyos de la
ciudadanía que votaron cambio pero hoy, no están claramente con Podemos ni con
el PSOE, y de desarrollar un trabajo parlamentario serio y consecuente.
Y de esas diferencias, cabe esperar del Congreso de Vistalegre-2 en principio, el
modelo de partido que va a ser Podemos.
Porque Podemos,
después de todo el espectáculo dado por las actuaciones de Pablo Iglesias, ha ido
perdido la iniciativa en negociaciones parlamentarias, decisivas para demostrar
el alcance de la oposición en esta
legislatura, como la derogación de la “ley
mordaza” ó la subida del “Salario
Mínimo Interprofesional”, que han pactado el PP y el PSOE.
Bueno, quizá este
episodio refleja la tensión por la que atraviesa la dirección de Podemos en la
preparación de su próximo Congreso, pero está repercutiendo en la actividad parlamentaria
del partido. Y esa tensión se transmite, a la organización, porque desde la
sesión constitutiva de Las Cortes, celebrada en julio, los diputados de Podemos
se han reunido en contadas ocasiones, y ayer 1 de diciembre, se volvieron a ver ante el malestar que esta situación
genera en las filas del partido. Algunos dirigentes, ya admiten incluso hoy la falta de experiencia parlamentaria.
Es en este
escenario, de las realidades que configuran los tres partidos políticos, PP,
PSOE y Podemos, los más significativos del país, con sus problemas o crisis
internas es donde me parece a mí, que hay que recuperar ó situar el objetivo
fundamental que todas las fuerzas políticas progresistas deben de plantear
seriamente. Objetivo que ni se puede abandonar, enredados cada partido en sus
problemas caseros, ni puede ser otro, que el de lograr la mayoría política
mediante acuerdos pluripartidistas y transaccionales, para pode efectuar
los cambios de Gobierno en nuestro país,
y sustituirlo por un Gobierno plural y progresista.
Porque todos los
partidos tendrían que asumir, pero de verdad, que las mayorías absolutas se han
terminado ya en este país. Y sería un error” absurdo hoy, que cualquier partido
del arco parlamentario se planteara por si solo la consecución de la mayoría
absoluta para gobernar. Estamos en la etapa de “las forzosas necesidades de pactos”, no solo para gobernar en el
día a día, sino para proceder a los cambios y reformas estructurales y
constitucionales necesarias en nuestro país.
Y esa necesidad, a
mi entender, hay que situarla como el objetivo fundamental no solo para hacer posible
los cambios en el gobierno, sino porque ese aspecto “aliancista, pactista” que necesita abrirse paso, debe de ser el
inicio de una cultura pactista desconocida hasta hoy en España. Y yo entiendo,
que esas necesidades debían transformarse en convencimientos que hoy siguen
siendo, la asignatura pendiente, en la inmensa mayoría de los partidos, de los
cuales tendrían que formar parte, para ser a su vez, un factor determinante del
perfil programática y la hoja de ruta política de cada uno de los partidos de
izquierda y progresista, de nuestro país.
Dicho esto, y para
más claridad, no es contradictorio lo que vengo de afirmar con el justo y
merecido ¡NO! a la investidura de Mariano Rajoy por la trayectoria de
corrupción que han venido practicando numerosos y destacados dirigentes del PP,
y también por la gestión neo-liberal de gobierno en sus cuatro años de mayoría
absoluta.
Me refiero a que, veamos: Podemos no es
todavía un partido político, y si ha tenido 5 millones de votos, Podemos es
sobre todo la expresión de un estado de ánimo de la ciudadanía, de nuestra
sociedad. Sin embargo a mi juicio, Podemos necesita un baño de realismo
político, para percatarse y saber “situarse
en el país, en Europa y en definitiva en la etapa de la crisis sistémica, en la
que estamos.”
Desde Podemos, hoy
sus actuales líderes, a mi me parece, que tienen que aprender a enfrentarse a
un periodo de confusión, malestar y de riesgos de barbarie similar a la que
invadió en los años 30 Alemania. Y eso
hay que hacerlo con coraje pero con racionalidad, buscando soluciones efectivas
y a veces incluso rupturistas ante los problemas reales, sin demagogia, con
argumentos y sin apartarse ni renunciar
ni un ápice de la senda de la democracia, sus valores y procedimientos.
Porque, así de
repente si una organización inexistente políticamente, sin un programa definido,
ha tenido esos apoyos ciudadanos, es porque la sociedad ha sufrido un shock
traumático. Y la gente que le ha votado, no se paran a analizar si las
propuestas de Podemos son realistas, ó no. Yo tengo que reconocer, que de entre
las muchas personas que conozco, y han votado a Podemos, no he encontrado ni
uno solo, que me diese una sola razón, por las que había votado a Podemos. La
gente ha votado a Podemos como una expresión del descontento, para expresar su
frustración, su rabia y el hartazgo de constatar que sus problemas no se han
resuelto, y esas son las razones del voto a Podemos, y eso es así, pero es un
factor además inestable.
Y es verdad, que
los votos generan poder político, pero hay que preguntarse ¿Por qué se manifiestan esos votos?
Quizá uno de los
aciertos más grandes que se planteaba Pedro Sánchez, era la crítica porque el
PSOE no había estado muy acertado desde hacía años, en su enfoque político, y
ese es el gran problema que el PSOE tenía que haberse planteado hace años,
cuando se fueron perdiendo los apoyos electorales, que los cambios de
Secretario General no lograron frenar ni recuperar. Y que hoy se tiene que
replantear y resolver
Pero desde las
razones de Pedro Sánchez, que yo comparto, habría que destacar las críticas que
el PSOE tiene que plantearse y resolver con la máxima rapidez. Una razón más
para no retrasar la convocatoria de “Primarias”
y del Congreso por la Comisión Gestora.
En cuanto al caso
Podemos, yo creo que reconocer que todavía no es un partido político, no es una
“táctica critica” a esta formación,
es una realidad. Y si ha tenido 5 millones de votos, Podemos es sobre todo, la
expresión de un estado de ánimo, de la sociedad española.
Podemos necesita
–en mi opinión- una cura de realismo político. Porque de repente, una
organización inexistente, sin un programa definido, si ha aparecido con esa
rapidez, es porque la sociedad ha sufrido un shock traumático. Y la gente no se
para a analizar si la propuestas de Podemos son realistas, si se pueden
alcanzar fácilmente con la mano. Lo votan como una expresión de descontento, para
expresar su frustración, su cabreo.
Y por lo tanto, es
importante y necesario entender ese estado de ánimo. No tanto de discutir si
las propuestas de Podemos son pura utopía, irrealizables y que por los números
no pueden salir sus propuestas.
Sino porque la
gente, repito, no los vota por lo consecuente y coherente de sus programas.
Sino para manifestar un estado de ánimo, que la socialdemocracia a nivel
europeo tiene que ser capaz de analizar
para ofrecer soluciones viables.
Porque, no es más
progresista el que más protesta en la calle, y el que más alto grita, sino el
que mejores soluciones consigue.
Y en este contexto
en el que estamos, cuando ya no han tenido mayoría absoluta ningún partido, y
esa etapa de mayorías ya no volverá a repetirse ni en el PP ni en el PSOE,
parecería una simpleza y un absurdo que desde cualquier partido se plantearan
como objetivo la consecución de la mayoría absoluta para gobernar a sus anchas.
Eso se ha acabado ¡YA!
Lo que hay que
plantearse, es la consecución de los acuerdos entre las fuerzas que desean los
cambios que este país necesita, cambios progresistas y transversales, que
faciliten la mayoría necesaria para efectuar las reformas estructurales y
constitucionales necesarias.
Quienes piensen en
que esos cambios, pueden venir solamente
desde la óptica y las propuestas de la izquierda, se equivocan de cabo a rabo,
igualmente que tampoco serian posibles desde las bancadas parlamentarias de la
derecha.
Y desde mi modo de
ver, es el PSOE, normalizado con Pedro Sánchez como Secretario General y una
nueva Comisión Ejecutiva surgida del Congreso, el que tiene que esforzarse en
la consecución de esas alianzas.
Pedro Sánchez, ya
intento un acuerdo transversal con la
izquierda y la derecha, pero no fue posible porque Podemos no quiso. Así de
claro y de sencillo: ¡NO QUISO!
Y en esta
situación, el PSOE tendrá que volver a intentarlo, pienso yo, el crear una
alianza mayoritaria, cuando surja, sumando fuerzas a su izquierda y a su
derecha. Podemos no quiso la otra vez, ¿a
ver si se aclaran y cambian de opinión
A lo mejor ¡si!, o
a lo mejor ¡no!, en gran parte habrá que ver como evoluciona los debates
internos de Podemos en Vistalegre-2.
Pero alguien tiene
que sumarse a un acuerdo, para lograr esa mayoría necesaria, por la que
considero el PSOE tiene que empeñarse en conseguir. El PSOE tiene que
esforzarse por lograr esas alianzas que Pedro Sánchez ya intentó con un acuerdo
transversal con la izquierda y la derecha, pero no fue posible porque Podemos
no quiso.
Y en esta
situación, el PSOE tendrá que volver a intentarlo, a crear una alianza
mayoritaria que sume fuerzas de su izquierda y su derecha.
Lo que es
vergonzoso por barriobajero argumento, el que
se empleo para defenestrar a Pedro Sánchez: acusarle de establecer un acuerdo con Podemos,
mientras que los principales instigadores de esas acusaciones, fueron los
barones que gobiernan en sus Comunidades gracias a los pactos con Podemos.
Pero alguien tendrá
que asumir esa necesidad para sumarse a un acuerdo para lograr una mayoría, por
la que el PSOE tiene que empeñarse en conseguirlo. Y que se forme ya esa
coalición de gobierno, va depender de los contenidos de dicho acuerdo. Como
todo, pero hay un imperativo que aconseja proponérselo, avanzar y conseguirlo.
Y es que si no se alcanza esa coalición, la derecha, la de Mariano Rajoy con o
sin mayoría absoluta, seguirá gobernando como le dé su “Santa y real gana”. 3 diciembre 2016
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