Y, a la hora de intentar
alcanzar la mayoria suficiente para elegir al Presidente, ó Presidenta de la
Junta. La aritmética parlamentaria que se consigue con la suma de escaños del
PP y Cs, se queda a tres escaños menos, (47), de los 50 que suman los obtenidos
entre el PSOE (33) y los 17 de Podemos, para elegir a la Presidenta ó Presidente.
De esa realidad se
desprende, las dificultades que conlleva la creación de un espacio con mayoria
suficiente para poder tomar esa decisión en sede parlamentaria de Andalucia.
Por
un lado el espacio que se puede alcanzar entre los escaños del PP y Cs, - de
complicada solución - se encuentra además con la disputa entre ambas
formaciones para que sean sus respectivos candidatos el próximo Presidente de
la Junta. Y en estas circunstancias, solo el apoyo de los 12 escaños de la
ultraderecha VOX, pueden decidir quién será el futuro Presidente de la Junta
andaluza.
Ese
es el dilema. La disyuntiva o la alternativa – como queramos entender – que nos
ha planteado los resultados de las urnas del 2-D. Que sea la ultraderecha de
VOX, la que puede decidir el futuro Presidente e incluso el Gobierno de
Andalucia.
Esa
opción sería posible, pero sería una vergüenza y una ruina para los andaluces,
que un partido de las características reaccionarias como es VOX, con sus 10
condiciones ultras que ha planteado al PP y a Cs, fueran aceptadas por cada una
de estas fuerzas, con el fin de lograr la mayoria para formar un gobierno de
claros contenidos anti- andaluces y reaccionarios.
Se
incline VOX a favor del PP, ó de Cs, igualmente conformaría la más grandiosa catástrofe para Andalucia, si
se llegara a formar un Gobierno basado en las posiciones políticas de la
derecha, el “Cambio, supondría un deterioro
de las condiciones de vida para los andaluces, inevitable”, en lugar de un
Gobierno Progresista que otra coalición puede hacer posible si PSOE, Podemos y
Cs, son capaces de renunciar desde cada partido a las legitimas aspiraciones
partidistas, y anteponen lo principal en estas circunstancias , que no es otra
cosa que la de: “Impedir, hacer
imposible, a toda costa, de que en Andalucia se imponga como alternativa un
Gobierno con una política propia de la ultraderecha”
Esta
tesitura en la que nos encontramos a partir de los resultados del 2-D debería
de servirnos a todos, andaluces y españoles, para reflexionar y rectificar su
comportamiento ante las urnas. Ahora todos los que se abstuvieron, y se
confundieron inutilizando su voto al PSOE, al tachar el nombre de Susana Díaz,
deberían en mi opinión, darse cuenta que con
esas actuaciones, se ha favorecido que partidos nazi-onalistas como VOX,
tuvieran unos resultados que le han permitido entrar en el parlamento andaluz.
E incluso ocupar, un espacio inmerecido, desde el cual puede decidir políticas
que ni se merecen los andaluces ni Andalucia.
Para
mí, ha estado muy claro. La aparición de VOX ha sido el resultado de una mayor
derechización de las políticas en nuestro país, y para eso tienen fijado un
claro y único objetivo, tirar del Gobierno andaluz al PSOE, y a Susana pese a
ser el partido más votado, y pretender la desestabilización del Gobierno de
Pedro Sánchez, y que la derecha corrupta vuelva a gobernar en España.
Esa
es – a mi entender – la realidad del escenario parlamentario, donde lograr el
acuerdo de “Ultraderecha, es bien
posible” en Andalucia. Pero donde también el sentido común puede
recuperarse, imponiéndose mediante la superación de las confrontaciones entre
Podemos y Cs, si estos fueran capaces mediante un acuerdo con las renuncias
necesarias de cada partido, configurar el acuerdo necesario y único con el
PSOE, que puede impedir a la ultraderecha el Gobierno en Andalucia, y formar un
gobierno progresista.
En
esa tarea, por lograr que los 71 escaños del PSOE, Podemos y Cs, se
materialicen, corresponde a Susana Díaz, como partido más votado, liderar las
conversaciones que ya ha anunciado llevar a cabo con todas las fuerzas
políticas, menos con VOX que no reconoce la autonomía andaluza.
Yo
sé muy bien, que no es tarea fácil, pero Susana cuenta con los apoyos
incondicionales de ambas ejecutivas - la andaluza y la del PSOE del país – para
llevar a cabo, la única vía para lograr una alternativa progresista de gobierno
en Andalucia.
Y
no se me escapan que anunciar desde esta realidad, como ha hecho Pablo
Iglesias, la República para nuestro país, es un desvarío total que ya plantea
de entrada, diferencias políticas que solo un reforma de la Constitución
deberían recoger en su reclamada reforma, y que hoy nadie plantea como la mejor
forma de Estado para nuestro país
Por
otro lado Cs, tiene un problema muy serio como partido: O se declina por ser
una fuerza real de centro derecha y
facilita una opción progresista como salida a los resultados del 2-D. Ó se convierte
en una fuerza política claramente de derechas, a imagen y semejanza de la
derecha con la que ha coincidido en lo fundamental con sus políticas, las del
PP de Mariano Rajoy.
Ese
es a mi juicio el dilema, donde Albert Rivera, no se decide a pronunciarse, y
ahora tiene ante su partido la necesidad imperiosa de decidir, si quiere ser un
partido de centro derecha, pero democrático y progresista, en momentos
decisivos, como el que estamos viviendo. Ó se alía con VOX y el PP, lo que le
cerraría el acceso a La Moncloa y a ocupar algún día la Presidencia del
Gobierno.
Y
mientras que estamos en el espacio de la incertidumbre política. Solamente
Pedro Sánchez es el que con claridad meridiana, ya ha afirmado la decisión del
Gobierno que preside de presentar en marzo los Presupuestos Generales para el
2019. Y ante esa decisión, no va a haber más disyuntiva que: O se aprueban y
con ello se podrán llevara a cabo
mejoras en lo económico, social y laboral, o de lo contrario las medidas
políticas que conllevan se tendrían que imponer mediante Decretos, porque si
hay una posición política clara y radicalmente firme, es la del Presidente del
Gobierno en seguir gobernado pese al boicot de ciertas fuerzas políticas.
Son
momentos muy complicados, pero de los cuales deberíamos aprender en mi opinión:
Porque, es la lucha de clases, hoy claramente plasmada en los resultados del
2-D en Andalucia, por un lado la izquierda que debe recuperar el entendimiento
PSOE y Podemos, y por otro la derecha más la ultraderecha de VOX, empeñada en
acabar con un gobierno progresista en Andalucia.
Y los
españoles tenemos que aprender, a donde y con quien, se defienden nuestros intereses.
Porque es una pena dejarse engañar por las “Derechas”,
llámense como se llamen, y nos confundan a la hora de votar ante las urnas.
7 diciembre
2018
César
Llorca Tello
No hay comentarios:
Publicar un comentario