En
mi primer artículo que titule “Es la
hora de España” que escribí inmediatamente que la moción de censura contra
el Gobierno de Mariano Rajoy, fue aprobada con los 180 votos favorables. Yo
señalaba que los problemas a los que Pedro Sanchez y el Gobierno que designe,
eran los mismos que habían dejado
Mariano Rajoy y su Gobierno.
Hacia
estas afirmaciones – quizá de Perogrullo, pensaran algunos – para objetivar los problemas reales
con los que se va a encontrar Pedro Sanchez y su Gobierno cuando quede
constituido. Y eso puede ser útil el que nos situemos ante los problemas
reales, y para no tildarme de Perogrullo.
Porque
las alegrías del momento, que son muchas y bien merecidas, no deberían
confundir a ninguna fuerza política, de ningún signo, a ninguna del signo que
sea. Porque, si bien votaron desde sus escaños el ¡SI! a la moción, este Si, no
era un ¡SI! a Pedro Sanchez como Presidente del Gobierno, sino que lo hacían –
y eso era el único objetivo de la moción – para terminar con el Gobierno de
Mariano Rajoy, ante las razones sobradamente justificadas que hacían
insostenible su Gobierno y justificaban constitucionalmente su presentación.
Por
esa razón, desde pluralidad de partidos que apoyaron la moción, la
configuración de un Gobierno pluripartidista con miembros de los partidos que
votaron la moción, como se proponen desde los medios por algunos politólogos de Facebook, no puede ser – en mi
opinión - el primer paso a dar en la configuración del Gobierno. Y no porque,
Pedro ya lo anuncio con claridad meridiana en el debate, su decisión de formar
un Gobierno socialista. Sino porque, para una etapa extremadamente compleja, que
tiene hoy Pedro Sánchez y su Gobierno, no es ni probable ni posible, que su duración vaya a alcanzar toda la legislatura. Y desde el punto de
vista del realismo político, no se puede ni confundir ni pretender que el
triunfo que ha supuesto la convergencia para el rechazo al Gobierno de Mariano
Rajoy de todos los partidos de ámbito estatal, con la formacion de un Gobierno
donde todos estos partidos formen parte.
Porque
para eso, no es la hora, sino la hora de
adoptar las medidas que puedan remediar las desigualdades económicas y
sociales heredadas del Gobierno anterior.
El
escenario de dificultades reales con las que se va a encontrar el nuevo Gobierno, para intentar llevar a cabo
las medidas progresistas, lo constituyen la aritmética parlamentaria que es la
que es, con 134 diputados del PP, “Escaldados”
con la defenestración de su Presidente del Partido, la no dimisión del acta de
diputado de Mariano Rajoy, porque es evidente que no quiere perder su
aforamiento, ante los numerosos procesos judiciales pendientes por los casos de
corrupción, y la mayoria absoluta del PP en el Senado, y la mayoria de la Mesa del
Congreso, dispuestos todos a boicotear la acción del Gobierno socialista.
Con
los 32 diputados, también muy “Escarmentados y fracasados” de Ciudadanos, con su estrategia de convocar elecciones ¡Ya!. y los Presupuestos
aprobados, que fueron criticados por el PSOE, que aunque les permita al
Gobierno el privilegio de decidir la prioridad de realización de las
inversiones que figuran en el mismo, tampoco se puede hacer con ello, lo que
haría un Gobierno Socialista con un Presupuesto socialista,. Y además con la
obligación de cumplir con los compromisos con la UE, y con una Deuda del 3% que
cualquier intento de reducirla, llevarían consigo una cifra de millones en los
recortes del gasto público. Son desde mi punto de vista el terreno en el que se
va a desarrollar la acción del Gobierno.
En
ese escenario real, y con esa oposición brutal desde las bancadas de la
derecha, que ya iremos comprobando por su decisión anunciada de hacer una
severa oposición al Gobierno, las expectativas del mismo en sus actuaciones,
van a tener unos límites posibles pero con grandes dificultades para su
ejecución.
Ahora
se puede decir, que se ha abierto paso a una etapa donde los actores políticos
saben muy bien lo que no quieren, - a Mariano Rajoy en el Gobierno -, pero hoy
por hoy, existen bastantes confusiones acerca de lo que cada partido quiere.
Al
Presidente Pedro Sánchez y a su gobierno, que sin lugar a dudas estará formado
por hombres y mujeres de una gran capacidad profesional y profundas
convicciones políticas socialistas, le va a corresponder el honor de liderar
esta etapa interesante pero con una multitud de problemas y dificultades que yo
estoy convencido que superaran los retos que tienen ante si. Pero lo que le
sobran de entrada, porque no lo van a necesitar, son las discrepancias de los “Mal llamados barones” sobre cuando hay que celebrar las elecciones
y la vigilancia que alguno de estos ha anunciado, del diálogo que lleven a cabo
el Gobierno con Cataluña.
Con
todos mis respetos, les digo desde aquí a estos desorientados socialistas:
¡Cállense!, y a ver si se acuerdan del papelito que jugaron acusando a Pedro
Sánchez de pactos con el independentismo, que fue el pretexto para iniciar el
periodo más triste de la historia del PSOE, con la defenestración del hoy
Presidente del Gobierno. Cállense por favor, que para crear problemas, sois
únicos.
El
dialogo y su disposición al mismo, entre el Gobierno socialista y el Govern de
Cataluña, del cual hicieron gala en el debate de la moción, tanto por la
disposición al mismo de Pedro Sanchez, como por la exigencia del President, - y
como ya indiqué - en el marco de la
nueva realidad, las posibilidades de desactivar las tensiones en Cataluña y la
convivencia y normalización Democrática que son muy necesarias, pueden abrirse paso. Pero que nadie crea que
él, dialogo es la pócima secreta que resuelve ¡YA!, el problema más grave que tiene planteada la
Democracia en España, que es la vigencia en todo el territorio del Estado de la
Constitución, y unos partidos soberanistas con su objetivo son: “la Independencia y la República en
Cataluña”.
Pero lo más importante va a ser, adoptar las
medidas que puedan remediar las desigualdades económicas y sociales heredadas
del Gobierno anterior, antes de la convocatoria de elecciones.
Conscientes
de la multitud de temas que se puede abordar por el Gobierno, me atrevería a
suscitar que la derogación de la Reforma de la Pensiones del 2013, que
peligrosamente propicio el PP, para el Sistema Público de Pensiones, porque
afecta a más de 10 millones de las presente pensiones, y también a los 18 millones y medio de
personas que trabajan en estos momentos, es el momento de su derogación, cuando
han sido varios años de una cuasi – congelación de las pensiones.
Igualmente
la Ley mordaza, y las Reformas Laborales del 2010 y 2012 deberían derogarse. Y
la adopción de medidas que acaben con la
desigualdad y discriminación salarial
que sufren las mujeres, entre otras de carácter social, creo desde mi
más absoluto desconocimiento de los mecanismos de funcionamiento del Gobierno,
deberían abordarse con el acuerdo de las fuerzas políticas que contribuyeron a
imponer democráticamente la Dimisión de Mariano Rajoy.
Y seguramente el conjunto de medidas que
beneficien a la inmensa mayoria, víctimas de las políticas del Gobierno de
Mariano Rajoy, será el elemento determinante de la fecha de celebración de
elecciones.
4 junio 2018
César
Llorca Tello
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