Durante
el debate de la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy,
aparecieron rumores de su dimisión, con bulos que no respondían a la realidad
que se estaba desarrollando en el hemiciclo.
Lo
que si apareció a lo largo de sus brillantes intervenciones de Pedro Sanchez,
seis veces la propuesta a Mariano Rajoy de que dimitiese y con ello si lo
hacía, se ponía fin a la moción de censura. Y que no lo hizo es evidente. ¿Pero que había sucedido con anterioridad
al voto de censura?
Con
anterioridad a la censura, era público y notorio que desde que Mariano Rajoy
con sus políticas económicas y sociales, y la
incapacidad de afrontar los problemas del Soberanismo catalán entre
otros tantos, sumados a los casos numerosos de corrupción que fueron
apareciendo con la implicación en ellos de destacados miembros del PP y de
determinadas instituciones locales autonómicas, etc., fueron levantando dudas y
la sospecha de miembros de la cúpula
dirigente del PP que Mariano Rajoy llevaba al desastre al PP, y que se estaba
plasmando en las perdidas electorales
que venían reiteradamente anunciando continuos sondeos y encuestas. Perdidas
del PP, que según las citadas encuestas se orientaban electoralmente hacia
Ciudadanos, su socio ideológico.
En
ese panorama, con dudas y recelos fundados desde la cúpula de dirección del PP,
nadie osó platear abiertamente en el seno del órgano de dirección, la necesidad
de que se produjesen los cambios que algunos mantenían, para que Mariano Rajoy
fuera sustituido en la Presidencia del PP.. La estructura piramidal y la
personalidad y autoridad de Mariano Rajoy, y el hecho de ser a su vez
Presidente del Gobierno, mantuvieron en boca cerrada lo que era de hecho un
sentimiento muy extendido entre cada una de las familias políticas que ocupan
puestos en la dirección Ejecutiva del PP. Así pues, nunca apareció ninguna
iniciativa que llevase a cambiar el titular de la Presidencia del Partido
Popular, y del Gobierno.
Con
esa realidad Mariano Rajoy, abordo la tarea de elaborar los Presupuestos
Generales para lo que queda de año, y con ello se proyectaba para continuar de
Presidente hasta el fin de la legislatura en el 2020. M
Mariano,
muy conocedor de las dificultades parlamentarias para superarlas, y que el
Congreso de los Diputados le fueran aprobados el proyecto de Presupuestos que
presento, compró, ¡SI! compro, por 540 millones de euros los votos de los 5
diputados del PNV. Así obtuvo la aprobación de los Presupuestos y que Mariano
Rajoy con gran alegría, abriese sus alas asegurando su continuidad durante toda
la legislatura, es decir hasta el 2020.
Pero
sus alegrías le duraron pocas horas, cuando se dieron a conocer las sentencias
del caso Gürtel, el castillo de naipes se derrumbaba y trataba de salvarse,
asegurando que no se había condenado a nadie del Gobierno. Pero la lectura de
la sentencia era abrumadoramente condenatoria. Pero como el Gobierno permanecía
callado, como si la cosa no fuera ni con el PP., ni con el Gobierno, el Grupo
socialista presento una moción de censura y la candidatura de Pedro Sánchez a
la Presidencia del Gobierno, en función de
lo dispuesto en el articulo 113 - 2 , de la Constitución.
Y
ese hecho vino a convulsionar todo el marco político del país, con las dudas y
suposiciones acerca de si la moción presentada obtendría los 176 votos
necesario, o no los obtendría. Y esa tensión duró desde el mismo momento de la
presentación de la moción, hasta bien avanzado el debate y la hora de someterla
a votación a los señores/as diputados/as. Y mientras que Mariano Rajoy contaba
con los 5 votos del PNV para rechazar la moción, las dudas de que iba a
resultar en la votación, estaban latentes.
Fue
cuando el PNV, opto por apoyar la moción con sus 5 diputados, que Mariano Rajoy
desapareció del hemiciclo, a comer que era lo propio, con parte de sus mas
allegado diputados y ministros. Y durante 8 horas volvió a resurgir de entre
sus compañeros de mesa, la necesidad de que Mariano Rajoy dimitiese, porque si
no lo hacia la victoria de Pedro Sánchez estaba asegurada. Pero Mariano siguió
enrocándose en seguir como Presidente y no dimitir.
Algunos
de quienes proponían su dimisión, pensaban que así, impedían que Pedro Sánchez
saliese del Congreso como Presidente democráticamente elegido, el gobierno
nombraría a otro Presidente/a y a seguir en el Gobierno, ya que la moción se
había finiquitado con la dimisión de Mariano Rajoy.
Pero
como ya sabemos, Mariano no cedió a quienes de entre los suyos le querían
vender gato por liebre, con tal de que aceptase “Dimitir”, ya que así Pedro Sánchez no se saldría con la suya.
Pero
la realidad, en caso de que hubiera aceptado el “Dimitir”, no hubiese sido la
que los conspiradores de la cúpula del PP estaban elucubrando en esa
maratoniana comida.
Si,
si hubiera dimitido Mariano Rajoy, hoy no tendríamos a Pedro Sanchez de
Presidente del Gobierno, pero desde ese mismo momento de su dimisión, y en
función de lo dispuesto en el artículo 99 de la Constitución, el jefe del
Estado, el Rey Felipe VI previa consulta con los representantes designados por
los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del
Presidente del Congreso hubiera propuesto un candidato a la Presidencia del
Gobierno.
Y
ese candidato que sería propuesto - sin
pretender hacer de futurólogo – en estas circunstancias, con un PP con la
sentencia de la Gürtel, y a punto de ser rechazado por una amplia mayoria del
Gobierno, y cuyo Presidente había dimitido para no sufrir la afrenta de ser
rechazado del Gobierno. Creo yo, que Felipe VI no hubiera designado a un
representante del PP.
Y
a mí me parece, que por lógica democrática y sentido común, Felipe VI hubiera propuesto a Pedro Sánchez, que a la vista de todos los españoles ya había logrado los apoyos parlamentarios de
las fuerzas políticas que representan 12 millones de españoles. Y a este, le
hubiera correspondido presentarse ante el Congreso de los Diputados con el
programa político del Gobierno que pretendía formar y solicitar la confianza de
la Cámara.
Pero
lo sucedido ya forma parte de nuestra historia. Pero si he hecho estas
reflexiones era para exponer lo que paso, y lo que podía haber pasado, y porque de la situación en la que ha quedado el
PP, su grupo parlamentario y la Comisión Ejecutiva, no se puede esperar nada
bueno.
Y
ese nada bueno, es – en mi opinión - que Mariano Rajoy, me parece que va a
seguir enrocándose en la Presidencia del PP, y quizá moverá alguna ficha pero
que va a seguir con sus 134 diputados y la mayoria absoluta en el Senado
dirigiendo la oposición política al nuevo Gobierno del PP de la forma más
canallesca posible.
Gobernar,
con ese frente político que ya han anunciado desde el PP, solo va a lograr que Pedro
Sánchez realice un mayor esfuerzo para
que las medidas de carácter económico y social sean puestas marcha con el Gobierno
y los apoyos de la mayoria parlamentaria,
y que demuestren la utilidad que tiene para
este país tener un Gobierno Socia lista con
Pedro Sánchez de Presidente.
2 junio
2018
César
Llorca Tello
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