Como consecuencia
de la fractura social provocada por las ilegales leyes del Referéndun y de
Transitoriedad practicadas por el Govern y el Parlament de Cataluña, y la
puesta en marcha de un conjunto de medidas en aplicación del artículo 155 de
nuestra Constitución, parece necesario en este complejo y convulso escenario
político creado, que cada partido se dispusiera a participar en las elecciones
previstas para el 21 de diciembre, y con un programa claro que permitan su
conocimiento a amplios sectores de la sociedad.
Y ahora más
necesario que nunca, cuando las decisiones de la jueza de la Audiencia Nacional
ha mandado a siete ex-consejeros a la cárcel sin fianza, acusados de los
delitos de rebelión, sedición y malversación, y organizaciones independentistas
en la movilización en las calles, y otros personajes como el ex president Artur
Más amenaza con mas presiones ante la decisión de los jueces.
Como las
declaraciones de Ada Colau y de Pablo iglesias, que están manipulando la
realidad, al afirmar que como consecuencia de esas decisiones judiciales, se
están encarcelando por sus ideas policías; son de un falsedad inadmisible.
Pero en el fondo, todos
estos personajes lo que no están de acuerdo, es con el Estado de Derecho que la
Constitución de 1978 implanto en nuestro país, y acabo con el régimen
dictatorial donde si que se detenía, torturaba y condenaba por tener ideas políticas contrarias al régimen
fascista de Franco, y que luchamos por traer a nuestro país la Libertad y la
Democracia que contempla nuestra Constitución.
Y esta democracia,
no puede ni debe ceder a las tergiversaciones y amenazas de protestas por las decisiones
de los Tribunales de Justicia que ajustadas a derecho van a tener que seguir
actuando a pesar de las reacciones donde se alecciona a la continuidad de la
violación de las leyes.
Porque la
Democracia no puede, aún en este contexto de grandes tensiones políticas, dejar que Puigdemont y todos los
encartados sigan desafiando al Estado de derecho a nuestra Libertad y
Democracia. Ellos son los únicos responsables de que hoy tengan que asumir las
consecuencias de su golpe de Estado a la Democracia y al autogobierno de
Cataluña, que dinamitaron con las ilegales leyes suspendidas, y eso son
delitos, y “Los delitos, delitos son”
y corresponde a los jueces su examen, su juicio y la condena que estimen
oportuno.
Yo estoy
perfectamente convencido de que los resultados de las actuaciones judiciales no
son los que van a resolver la crisis de la sociedad catalana. Por eso estoy en
contra de quienes tratan de marear. Los tribunales y sus decisiones solo van a
ser, la aplicación de la justicia de nuestro Estado de Derecho a presumibles
actos de rebelión, sedición y malversación de los encausados Puigdemont sus
Consellers y los miembros de la Mesa del Parlament.
Y los problemas que
suponen la fragmentación social de la sociedad catalana, tiene que ser la política y unas elecciones
como las del 21 de diciembre, que son los factores que tienen que empezar a
trabajar por la recuperación de la convivencia ciudadana y la normalidad de las
instituciones de Govern en Cataluña.
Y es a partir del
emplazamiento a que las urnas del 21 de diciembre y sus resultados sean el
primer paso hacia esa normalización, entiendo que las diferencias entre cada
una de las actitudes de los grupos políticos que van a participar en las mismas
se necesario. Porque de la noche a la mañana ni van a extinguirse los
sentimientos separatistas que hoy forman una parte de la sociedad catalana. Ni
la opinión de los que se sienten catalanes, españoles y europeos va a dejar de
ser, una razón de entender el ser catalanes.
La superación de
esta realidad, va a requerir tiempo, pero sobre todo la inteligencia política que
cada fuerza con presencia parlamentaria sea capaz de desarrollar. Y va a ser la
participación de toda la sociedad catalana, la que va a poder perfilar una
nueva correlación de fuerzas, que haga posible que el auto-Govern, el Parlament
y las normas democráticas sean compatibles con el respeto y acatamiento de la
Constitución, con total independencia de seguir exigiendo la reforma de la
misma.
En mi opinión, y
desde una posición inequívoca de izquierdas como es la del liderazgo de Pedro
Sánchez en el PSOE y de Miquel Iceta en el PSC creo que la elaboración del
discurso y programa electoral de los objetivos que persiguen va a tener que
establecer las diferencias necesarias con otras fuerzas políticas, para no dar
lugar a manipulaciones y especulaciones de quienes solo tienen posición cuando
los socialistas dan a conocer su propuesta, para ellos tomar la contraria.
Yo creo, que la
claridad con que ya se ha dado a conocer por Pedro Sánchez al afirmar la
coincidencia con el Gobierno de Mariano Rajoy en la aplicación del artículo
155, ha sido la actitud inequívoca de los socialistas que siempre han estado
en defensa de la Constitución, esa es la
única coincidencia. Pero a la hora de hablar para la reforma de la misma, como
ha venido reclamando y haciendo propuestas Pedro Sanchez, ya irán apareciendo
las diferencias sobre la visión de España hoy, y del futuro que necesitamos. Y
ahí es donde van a estar las indiscutibles diferencias entre el PP y el PSOE.
Y la España de hoy es
la que nos ha creado el Gobierno de Mariano Rajoy. Si queremos encontrar
explicaciones a la situación del independentismo en Cataluña, no podemos olvidarnos
de la estrategia irresponsable del PP contra el Estatut de Pasqual Maragall en
el 2006, que luego continuo Mariano Rajoy con una actitud “Tranquedista”, de inmovilismo total que cerrado a toda negociación,
ha dejado pudrir el actual conflicto en Cataluña.
Eso es pura y
simplemente la culpa exclusiva de Mariano Rajoy. Y como a esas circunstancias,
el PP nos ha ofrecido el extenso catálogo de actuaciones corruptas de su
exclusiva responsabilidad, y además ha estado practicando una política
antisocial devastadora, en sus años de Gobierno. Todo ello ha venido a
constituir una imagen de nuestro país, que reclama con decisión la elaboración
de la alternativa política para acabar con este gobierno y que se inicie la
contra ofensiva para la recuperación del empleo y con salarios dignos, entre
otras medidas que mejoren nuestras condiciones de vida y del trabajo.
Porque, y es mi
opinión, el PSOE que es hoy la fuerza política de izquierdas que mantiene
grandes diferencias con el PP, ante sus políticas sociales, es el que
está defendiendo las libertades y la regeneración de las instituciones frente a
la corrupción del PP, el partido más corrupto de Europa que ha venido con sus
actuaciones a incrementar la perdida de la calidad democrática de nuestro país,
y que hay que recuperar la credibilidad desde la izquierda, con un modelo de
país para una España Federal y plurinacional.
Pero en honor a la
verdad, ni los errores del PP en el Gobierno del país, ni tampoco las cargas
brutales de la policía el 1 de octubre,
como consecuencia de una estrategia de intervención equivocada,
justifican en absoluto la deriva reciente del Govern de Cataluña, que ha
aprobado una larga lista de actos y decisiones ilegales, atacando a la
Constitución, despreciando en pseudoconsultas, las reglas y las garantías del
juego democrático y que han provocado la fractura de la convivencia ciudadana.
Pero ante esas
violaciones de la Constitución, tanto el Gobierno que tenía que recurrir en
último extremo a la adopción de las disposiciones del artículo 155 de nuestra
Constitución, y el PSOE ante la vulneración constitucional y estatutaria por
parte del bloque secesionista, no podía inhibirse de la defensa del espacio
constitucional que a lo largo de toda su historia ha caracterizado al PSOE.
Y esta posición, yo
entiendo que debe de ser explicada con ocasión de la campaña electoral del 21
de diciembre, ya que está siendo manipulada
por personajes como Pablo Iglesias, tratando de presentar al mismo nivel
al PSOE con el Gobierno de Mariano Rajoy. Esa es la estrategia de este “desnortado” Pablo Iglesias que siempre
desde “un fuera de juego” sigue sin
percatarse de la crisis que está originado en su organización, por
sus actuaciones caudillistas. Y que siempre escapa a la hora donde se
miden, los políticos con la inteligencia y la prudencia. Al menos, para no
volver a votar contra Pedro Sánchez que hoy por hoy, es el único líder la
izquierda que representa el PSOE, y que está defendiendo propuestas que tan
solo el sentido común aconseja apoyar.
Las elecciones
convocadas para el 21 de diciembre y que desean el 70% de la población,
constituyen hoy una buena decisión para acortar al máximo la vigencia del
artículo 155, aunque no sean en si mismo, una garantía para solucionar el
conflicto de inmediato. Pero la solución pasa inevitablemente por su
realización en las mejores condiciones de libertad y máxima normalidad
democrática con la concurrencia de todas las fuerzas políticas de Cataluña.
Y al mismo tiempo
se debería poner en marcha la Comisión parlamentaria especial creada a
instancias de Pedro Sánchez destinada a dialogar, debatir y formular las propuestas
sobre las carencias y desajustes del modelo autonómico, entre otros, donde se pueda contemplar el Estado Único y
de Derecho con el carácter multinacional del mismo. Veremos si partidos como el
PdCAT, ERC y Podemos se deciden a integrarse si son coherentes, o si se
disponen a boicotear sus trabajos en el Congreso de los Diputados.
Es verdad que nos
esperan a todos, un tiempo difícil, pero solo la unidad de la inteligencia y la
voluntad van a ser capaces de encontrar la solucion para una Cataluña en una
España de Libertad y Democracia.
3 noviembre 2017
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