En el escenario
preelectoral de Cataluña ante el 21-D, hay grandes e importantes diferencias
entre las diversas fuerzas políticas que se presentan a esos comicios. Diferencias
que van a ser a mi juicio, el factor que a la hora de esa transcendental
decisión, de ir a votar y de hacerlo en definitiva a aquella fuerza que se
estime la mejor, van a pesar mucho. Porque las diferencias son sustanciales,
entre unos y otros, y entre los unos entre si, y las diferencias entre los
otros, que son muy significativas, y me da la impresión que los electores lo
van a tener muy en cuenta.
Quizá haya quien
solo vea un bloque frente a otro, los independentistas frente los
constitucionalistas. Y la verdad, no es así de simple, porque tampoco es una
guerra de trincheras en las que cada bando tiene por único objetivo eliminar al otro.
A mí me parece, que
el actual escenario hay que mirarlo a través de un microscopio de calidad, y así se podrán
contemplar las diferencias que el fracaso del “Proces”, y la disolución de “La
aparente unidad monolítica, del independentismo, que ya no es tal”, que ofrecen matices sumamente importantes
detectar, y que van a cooperar a la hora de tomar la decisión y la acertada puntería
que quiera cada cual, dar al voto el 21-D.
Veamos las
diferencias: El fugado Puigdemont desde su turismo político en Bruselas, sigue cosechando
fracasos al tener que presentar la candidatura Junts per Catalunya, que es el
nuevo nombre que ha decidido Puigdemont, pero que ha sido la lista del fracaso
de la unidad que pretendía.
Y las afirmaciones
en el acto de presentación negando la existencia del Estado español, que según
sus palabras no sirven ni la Constitución, ni el Congreso de los Diputados, ni
el Senado, ni las leyes y Tribunales, y a continuación afirmó que el Estado “Sois vosotros” dirigiéndose a quienes lo escuchaban. Y la descripción de
su candidatura como la que “Rajoy no
quiere que gane”, y exigir que los partidos acepten los resultados del
21-D, como otra joya “de que hay que
votar si Cataluña debe de seguir en la UE”, han sido en mi opinión,
propuestas de escasas convicciones para
votarle sus candidatura. Y sobre todo, porque no ha dicho si piensa volver a España, que es donde
tiene que enfrentarse a las responsabilidades judiciales por los delitos cometidos
y que tienen que juzgarlo y presumo que condenarlo por el Tribunal Supremo.
Pero Puigdemont de
eso no habla, como tampoco ha hecho ninguna proposición desde “Su exilio de magnate millonario” que
contemplase la la recuperación de las empresas que se marchan de Cataluña
precisamente por la inseguridad política que el mismo ha provocado, la creación
de empleo, la mejora de la sanidad y de una educación sin adoctrinamientos, ni ninguna otra que supere la fractura social
y el aislamiento internacional de Cataluña, y así….suma y sigue. Sigue con “sus falsedades”, como la de afirmar
que: “En estas elecciones se decidirá si
los catalanes aceptan ó no, el artículo 155 que ha adoptado de forma ilegal el
Gobierno”.
Sin temor al
ridículo más espantoso, Puigdemont afectado quizá por los aires belgas, sigue
mintiendo y tratando de confundir, y debe de ser el único que aún no se ha
enterado que “Celebradas las elecciones
el 21-D, ya no habrá articulo 155, puesto que habrá terminado gane quien gane
en estos comicios autonómicos”. Pero él sigue mintiendo, tras el fracaso
de la Independencia y la República, que abandonó con sus pantalones ensuciados
por el miedo.
Y llamar a que las
fuerzas contrarias a la independencia, para que acepten los resultados del
21-D, es una fantochada de este Puigdemont que sigue creyéndose que es el “Zar catalán del Siglo XXI”, pero no se
atreve a volver a Cataluña para ser juzgado. Da la impresión, que ha perdido
las perspectivas de su futuro. Un futuro que tiene más cerca la cárcel que un
escaño en el Parlament. Y esas diferencias fundamentales entre lo que ha sido
Puigdemont, lo que sigue siendo, y las necesidades de Cataluña, los catalanes
van a expresarlo con sus votos.
En el abanico de
fuerzas políticas que van a participar en los comicios del 21-D, se encuentra
Junts per Catalunya de los “Fugados a Bruselas”; ERC-Cat Sí, que lidera
Oriol Junqueras pero con Marta Rovira como aspirante a Presidenta de la
Generalitat; el PSC liderado por Miquel Iceta que se presenta en coalición con
Junts per Avanzar con el ex de Unió Ramón Espadaler; Ciudadanos; el PP;
CeC-Podem la coalición entre la marca Podemos en Cataluña y los Comunes de Ada
Colau; la CUP; PACMA, y Recortes Cero-Grupo Verde.
Bueno pues, entre
todas estas fuerzas, y en mi opinión las diferencias hoy son bien notables, ya
que el “Proces independentista y
Republicano ha sido un fracaso”. Fracaso que han tenido que reconocer
destacados líderes promotores del “Proces”,
que aunque en ese reconocimiento estuviera parte de la estrategia para su
defensa ante los Tribunales, hoy están apareciendo como “Gancho electoral” en algunas formaciones, el intentar el “Segundo Proces separatista” de muy
diferentes formas, y aunque la meta de los mismos siga siendo la creación de un
“Estado propio en Cataluña”.
Por citar a
alguno, la CUP a través de sus
ex-diputados Anna Gabriel y Benet Salellas han reconocido en una reciente
entrevista al periódico El Punt Auvi, que serian capaces de recurrir al uso de
la violencia para rebelarse y desobedecer la Constitución.
Y por el grupo de
Ada Colau-Podemos, después del balance catastrófico de sus dos años de
alcaldesa de Barcelona, una de las capitales más importantes de Europa y que
hoy es ingobernable con sus 11 concejales y un pleno municipal de 41
concejales. Y si fuera poco, haciendo gala de su hipocresía, que ha favorecido
al independentismo y al separatismo de Puigdemont y Cia. Y además ha
contribuido a la división de los partidos independentistas en dos bandas – perdón, quería decir bandos –
creo que ha hecho meritos para tener una
reducidísima presencia en el Parlament, y ni tan siquiera creo yo, vaya a
servirle para decidir la constitución del futuro Govern.
Y de entre los
partidos “No independentistas”,
también se han manifestado diferencias que hoy son evidentes, porque el
Constitucionalismo no es el certificado de “Buen
partido”, y de poseedores de “la
verdad absoluta”, es decir, que todos los partidos constitucionalistas “No son lo mismo”.
Pues van a ser las
elecciones, y sus resultados los que podrán terminar con las conjeturas que se permiten
hoy los sondeos y las encuestas, elucubrando
las mayorias parlamentarias, que si bien se pueden tomar como
referencias, en las que solo el PSC y Ciudadanos suben sus expectativas, son
solo las tendencias a 25 días del 21-D, y que es de esperar sigan
incrementándose.
Pero de entre los
perdedores, está Xavier García Albiol candidato del PP que no va a poder
impedir, el fracaso asegurado de su candidatura en estos comicios. Fracaso que
va a ser el fracaso del PP en Cataluña pero a su vez el del Gobierno de Mariano
Rajoy, en Cataluña y en toda España.
Y de Ciudadanos, ya
lo decía en mi anterior artículo, Inés Arrimadas, ha dado un buen traspié,
continuando con las críticas al líder socialista Miquel Iceta que se propone
sin ser independentista, un programa para acabar con el clima del frentismo,
contrariamente a lo que ánima el partido de derechas Ciudadanos. Arrimadas
además, no tiene ninguna experiencia ni otro programa en estas elecciones, que
el plantearse como si fuera una guerra, “contra
el independentismo que hay que librarla de trinchera a trinchera”.
Es precisamente el
trabajo realizado para evitar el caos económico y la fractura social, el que ha
situado a Miquel Iceta y al PSC como el mejor candidato a President de la
Generalitat.
Y tanto que hay
diferencias, haberlas las hay, y la incógnita hoy, de lo que sucederá tras el
21-D, solo va a depender de la capacidad de la mayoria de participar en los
comicios – que ya se apuntan con una participación superior al 80% - y de saber
discernir a la hora de emitir el voto, si se hace por uno de los partidos que
sería la “revancha secesionista”, ó
se vota al partido que defiende la superación de las divisiones mediante los
convencimientos en la sociedad catalana, que es lo que está proponiendo Iceta y
el PSC, porque ahí se encuentra la única
solucion del problema actual en Cataluña.
El PSC, ya ha
dejado muy claro, que “no investirán a
ningún partido independentista, ni tampoco a Inés Arrimadas aspirante a la
Presidencia de la Generalitat , un
partido de derechas Ciudadanos”.
Y es que hay una
corriente de opinión muy seria a favor de que Iceta sea el futuro President,
incluso aunque Arrimadas fuese más votada, porque lo que está clarísimo es que
jamás de los jamases esta candidata, va a contar con el apoyo de Ada Colau para hacerse con la
Generalitat.
Y si a la hora de
votar, los catalanes lo hacen primando valores como la decencia política, la
honestidad, el respeto al ciudadano, la integridad y el simple sentido común,
yo estoy convencido que votaran Miquel Iceta, votaran PSC.
Observar las
diferencias hasta el 21-D, va a ser fundamental para que la gran mayoria de
electores vayan a participar, y que el buen sentido de los votantes se dirijan
con su voto a la opción de Miquel Iceta. Se lo estuvo ganando, de lo está
ganando….y se lo merece Cataluña.
26 noviembre 2017
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