domingo, 26 de noviembre de 2017

LAS DIFERENCIAS SON FUNDAMENTALES.


En el escenario preelectoral de Cataluña ante el 21-D, hay grandes e importantes diferencias entre las diversas fuerzas políticas que se presentan a esos comicios. Diferencias que van a ser a mi juicio, el factor que a la hora de esa transcendental decisión, de ir a votar y de hacerlo en definitiva a aquella fuerza que se estime la mejor, van a pesar mucho. Porque las diferencias son sustanciales, entre unos y otros, y entre los unos entre si, y las diferencias entre los otros, que son muy significativas, y me da la impresión que los electores lo van a tener muy en cuenta.
Quizá haya quien solo vea un bloque frente a otro, los independentistas frente los constitucionalistas. Y la verdad, no es así de simple, porque tampoco es una guerra de trincheras en las que cada bando tiene por único  objetivo eliminar al otro.
A mí me parece, que el actual escenario hay que mirarlo a través de un  microscopio de calidad, y así se podrán contemplar las diferencias que el fracaso del “Proces”, y la disolución de “La aparente unidad monolítica, del independentismo, que ya no es tal”, que ofrecen matices sumamente importantes detectar, y que van a cooperar a la hora de tomar la decisión y la acertada puntería que quiera cada cual, dar al voto el 21-D.
Veamos las diferencias: El fugado Puigdemont desde su turismo político en Bruselas, sigue cosechando fracasos al tener que presentar la candidatura Junts per Catalunya, que es el nuevo nombre que ha decidido Puigdemont, pero que ha sido la lista del fracaso de la unidad que pretendía.
Y las afirmaciones en el acto de presentación negando la existencia del Estado español, que según sus palabras no sirven ni la Constitución, ni el Congreso de los Diputados, ni el Senado, ni las leyes y Tribunales, y a continuación afirmó que el Estado “Sois vosotros” dirigiéndose  a quienes lo escuchaban. Y la descripción de su candidatura como la que “Rajoy no quiere que gane”, y exigir que los partidos acepten los resultados del 21-D, como otra joya “de que hay que votar si Cataluña debe de seguir en la UE”, han sido en mi opinión, propuestas  de escasas convicciones para votarle sus candidatura. Y sobre todo, porque  no ha dicho si piensa volver a España, que es donde tiene que enfrentarse a las responsabilidades judiciales por los delitos cometidos y que tienen que juzgarlo y presumo que condenarlo por el Tribunal Supremo.
Pero Puigdemont de eso no habla, como tampoco ha hecho ninguna proposición desde “Su exilio de magnate millonario” que contemplase la la recuperación de las empresas que se marchan de Cataluña precisamente por la inseguridad política que el mismo ha provocado, la creación de empleo, la mejora de la sanidad y de una educación sin adoctrinamientos,  ni ninguna otra que supere la fractura social y el aislamiento internacional de Cataluña, y así….suma y sigue. Sigue con “sus falsedades”, como la de afirmar que: “En estas elecciones se decidirá si los catalanes aceptan ó no, el artículo 155 que ha adoptado de forma ilegal el Gobierno”.
Sin temor al ridículo más espantoso, Puigdemont afectado quizá por los aires belgas, sigue mintiendo y tratando de confundir, y debe de ser el único que aún no se ha enterado que “Celebradas las elecciones el 21-D, ya no habrá articulo 155, puesto que habrá terminado gane quien gane en estos comicios autonómicos”.  Pero él sigue mintiendo, tras el fracaso de la Independencia y la República, que abandonó con sus pantalones ensuciados por el miedo.
Y llamar a que las fuerzas contrarias a la independencia, para que acepten los resultados del 21-D, es una fantochada de este Puigdemont que sigue creyéndose que es el “Zar catalán del Siglo XXI”, pero no se atreve a volver a Cataluña para ser juzgado. Da la impresión, que ha perdido las perspectivas de su futuro. Un futuro que tiene más cerca la cárcel que un escaño en el Parlament. Y esas diferencias fundamentales entre lo que ha sido Puigdemont, lo que sigue siendo, y las necesidades de Cataluña, los catalanes van a expresarlo con sus votos.
En el abanico de fuerzas políticas que van a participar en los comicios del 21-D, se encuentra Junts per Catalunya de los “Fugados a Bruselas”; ERC-Cat Sí, que lidera Oriol Junqueras pero con Marta Rovira como aspirante a Presidenta de la Generalitat; el PSC liderado por Miquel Iceta que se presenta en coalición con Junts per Avanzar con el ex de Unió Ramón Espadaler; Ciudadanos; el PP; CeC-Podem la coalición entre la marca Podemos en Cataluña y los Comunes de Ada Colau; la CUP; PACMA, y Recortes Cero-Grupo Verde.
Bueno pues, entre todas estas fuerzas, y en mi opinión las diferencias hoy son bien notables, ya que el “Proces independentista y Republicano ha sido un fracaso”. Fracaso que han tenido que reconocer destacados líderes promotores del “Proces”, que aunque en ese reconocimiento estuviera parte de la estrategia para su defensa ante los Tribunales, hoy están apareciendo como “Gancho electoral” en algunas formaciones, el intentar el “Segundo Proces separatista” de muy diferentes formas, y aunque la meta de los mismos siga siendo la creación de un “Estado propio en Cataluña”.
Por citar a alguno,  la CUP a través de sus ex-diputados Anna Gabriel y Benet Salellas han reconocido en una reciente entrevista al periódico El Punt Auvi, que serian capaces de recurrir al uso de la violencia para rebelarse y desobedecer la Constitución.
Y por el grupo de Ada Colau-Podemos, después del balance catastrófico de sus dos años de alcaldesa de Barcelona, una de las capitales más importantes de Europa y que hoy es ingobernable con sus 11 concejales y un pleno municipal de 41 concejales. Y si fuera poco, haciendo gala de su hipocresía, que ha favorecido al independentismo y al separatismo de Puigdemont y Cia. Y además ha contribuido a la división de los partidos independentistas  en dos bandas – perdón, quería decir bandos – creo que ha hecho meritos  para tener una reducidísima presencia en el Parlament, y ni tan siquiera creo yo, vaya a servirle para decidir la constitución del futuro Govern.
Y de entre los partidos “No independentistas”, también se han manifestado diferencias que hoy son evidentes, porque el Constitucionalismo no es el certificado de “Buen partido”, y de poseedores de “la verdad absoluta”, es decir, que todos los partidos constitucionalistas “No son lo mismo”.
Pues van a ser las elecciones, y sus resultados los que podrán terminar con las conjeturas que se permiten hoy los sondeos y las encuestas, elucubrando  las mayorias parlamentarias, que si bien se pueden tomar como referencias, en las que solo el PSC y Ciudadanos suben sus expectativas, son solo las tendencias a 25 días del 21-D, y que es de esperar sigan incrementándose.
Pero de entre los perdedores, está Xavier García Albiol candidato del PP que no va a poder impedir, el fracaso asegurado de su candidatura en estos comicios. Fracaso que va a ser el fracaso del PP en Cataluña pero a su vez el del Gobierno de Mariano Rajoy, en Cataluña y en toda España.
Y de Ciudadanos, ya lo decía en mi anterior artículo, Inés Arrimadas, ha dado un buen traspié, continuando con las críticas al líder socialista Miquel Iceta que se propone sin ser independentista, un programa para acabar con el clima del frentismo, contrariamente a lo que ánima el partido de derechas Ciudadanos. Arrimadas además, no tiene ninguna experiencia ni otro programa en estas elecciones, que el plantearse como si fuera una guerra, “contra el independentismo que hay que librarla de trinchera a trinchera”.
Es precisamente el trabajo realizado para evitar el caos económico y la fractura social, el que ha situado a Miquel Iceta y al PSC como el mejor candidato a President de la Generalitat.
Y tanto que hay diferencias, haberlas las hay, y la incógnita hoy, de lo que sucederá tras el 21-D, solo va a depender de la capacidad de la mayoria de participar en los comicios – que ya se apuntan con una participación superior al 80% - y de saber discernir a la hora de emitir el voto, si se hace por uno de los partidos que sería la “revancha secesionista”, ó se vota al partido que defiende la superación de las divisiones mediante los convencimientos en la sociedad catalana, que es lo que está proponiendo Iceta y el PSC,  porque ahí se encuentra la única solucion del problema actual en Cataluña.
El PSC, ya ha dejado muy claro, que “no investirán a ningún partido independentista, ni tampoco a Inés Arrimadas aspirante a la Presidencia de la Generalitat , un  partido de derechas Ciudadanos”.
Y es que hay una corriente de opinión muy seria a favor de que Iceta sea el futuro President, incluso aunque Arrimadas fuese más votada, porque lo que está clarísimo es que jamás de los jamases esta candidata, va a contar  con el apoyo de Ada Colau para hacerse con la Generalitat.
Y si a la hora de votar, los catalanes lo hacen primando valores como la decencia política, la honestidad, el respeto al ciudadano, la integridad y el simple sentido común, yo estoy convencido que votaran Miquel Iceta, votaran PSC.
Observar las diferencias hasta el 21-D, va a ser fundamental para que la gran mayoria de electores vayan a participar, y que el buen sentido de los votantes se dirijan con su voto a la opción de Miquel Iceta. Se lo estuvo ganando, de lo está ganando….y se lo merece Cataluña.

                                   26 noviembre 2017    

    

 

 

 

 

 

 

 

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