PABLO IGLESIAS: TODO UN
DICTADOR.
Entre las
diferencias que hoy se sustentan entre las posiciones defendidas por Iñigo
Errejón, con la coincidencia en parte del sector anti-capitalista, y el actual
dirigente Pablo Iglesias, para mi es conveniente destacar las posiciones que
parecen irreconciliables: Entre si éste, va a continuar manteniendo “los privilegios propios de los
Dictadores”, o si van a triunfar las opciones de Iñigo Errejón.
Pablo Iglesias goza
hoy del poder total en la organización, un poder que le permite decidir por sí
solo la convocatoria y consulta a las bases cuando le venga en gana y para
consultar lo que “quiera”, así como
el poder disolver las organizaciones territoriales ó poder cambiar el sentido
de las decisiones de estas, sin contar más que “Con su única voluntad”.
Iglesias que ha
venido “gozando de ese poder
dictatorial”, ahora en la
controversia política de cara al Congreso Vistalegre-2, persiste en mantener “esas ventajas poco democráticas”
incluso anti-constitucionales, frente a las opciones defendidas por Iñigo
Errejón en las que atribuye el poder de esas decisiones, a la colectividad que son los órganos de
dirección.
Iñigo Errejón, está
en mi opinión, cargado de sensatez y de razón en la defensa de un proyecto de
Podemos democrático y participativo, que requiere en primer lugar la supresión
de los “tics dictatoriales” en un
nuevo modelo organizativo de partido.
La confrontación
que se está desarrollando entre las personas que hoy ocupan las “cúpulas en Podemos”, están poniendo en
juego el “Ser ó no Ser” de esta
organización, a mi parecer
Porque ó triunfan
las propuestas que viene defendiendo Iñigo Errejón, en un proyecto de
transformar Podemos en un partido serio, responsable y alejado de “las practicas callejeras” como eje
fundamental y la razón de ser de Podemos
que defiende Iglesias, y por el contrario es capaz de ser garantía de una labor
política consecuente con los problemas reales que hoy tenemos en nuestro país, ó
será Pablo Iglesias quien va a continuar con “sus esperpentos propios de un Dictador” que hoy se resiste a
perder, aunque los problemas de los españoles no se solucionen ni con sus “numeritos parlamentarios” ni con la “Su Revolución permanente en las calles”.
Desde mi punto de
vista, creo que a Podemos le hace falta una cura de realismo político, del que
ha venido careciendo y evidenciando desde su aparición en la arena política.
Sus “asaltos al Cielo”, las alianzas
fallidas, la auto-definición socialdemócrata del mismo, las auto-propuestas
como vice-presidente del Gobierno con Pedro Sánchez y después el voto ¡NO! a la
investidura de éste, y los resultados de las elecciones, no se pueden olvidar,
porque requieren la inversión total de esas formas de actuar que ha venido
imprimiendo Pablo Iglesias.
Y para poder rectificar
los fracasos de esas actitudes, hay que acabar con la continuidad de los
fracasos del maximalismo de una verborrea irreal e inaceptable, y hoy se presentan
como una necesidad imperiosa, de primer orden para Podemos.
Y la transformación
de Podemos que supondría el proyecto de Iñigo Errejón, seria a mi parecer, el
mejor resultado que debería darse en Vistalegre-2. Mejor y más conveniente para
Podemos para ser una organización más efectiva para abordar la solución de los
múltiples problemas que tenemos. Pero también, porque sería una paso serio y esperanzador
para la unidad en la acción política de la izquierda, entre un nuevo PSOE con el
liderazgo de Pedro Sánchez e Iñigo Errejón como máximo responsable de un nuevo Podemos.
Así lo veo, y así lo
deseo, en aras de iniciar los pasos necesarios que hagan posible la alternativa
de izquierdas al Gobierno de la derecha en nuestro país, frustrado precisamente
por la decisión de Pablo Iglesias, que prefirió identificar su NO a la investidura
de Pedro Sánchez , con el NO de Mariano Rajoy y la derecha parlamentaria.
Y ya va siendo hora
de acabar con los “Dictadores” en los
partidos, porque ya tuvimos uno durante 40 años en el país.
24 enero 2017
Completamente de acuerdo. Pablo Iglesias no da la talla. Estoy con Errejón. Lástima la cara de crío que tiene. Es un crack.
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