Lo dibujen como quieran,
para disimular, pero el conflicto catalán entre ERC y PDeCAT, viene de lejos.
Y esa pugna, sorda pero
estridente e irreconciliable -en mi opinión- es el pulso de las contradicciones
de estas formaciones, y que a veces aparezcan con una agresividad verbal más o
menos refinada, entre los unos y los otros, y viceversa, pero que expresan en
definitiva esa batalla interna por liderar el independentismo, mientras que, a
Cataluña, no le han aportado ni una sola medida que abordase el principal
problema: “La convivencia entre los
catalanes”.
Así pues, ni desde el
Govern, ni desde el Parlament, no se ha legislado, solo se ha actuado al borde
de la provocación y en una clara incapacidad de aceptar que “No habrá Independencia, ni Referéndum, ni
nada que este al margen de la Constitución”, como reiteradamente ha
manifestado Pedro Sanchez desde su Presidencia del Gobierno.
Por eso, las declaraciones
de los Puigdemont y Torra parecen cada vez más las irrelevantes actuaciones
para la historia de Cataluña de unos
fracasados políticamente, más propias de payasos, -por supuesto fracasados –
que tienen que recurrir, a sembrar la mierda, que es lo único que saben hacer.
Y por eso, se parecen más a unos cómicos, que a unos líderes de unas
formaciones políticas.
Porque el último episodio
cómico-dramático, ha sido la falta de cortesía parlamentaria y la soberanía del
Parlament, que violando el artículo 69 – 5 de la Constitución han impedido la
elección del socialista Miquel Iceta como senador, y que pudiera ser Presidente
del Senado, en el que el PSOE tiene la mayoria absoluta. Los pretextos argumentados han sido tan
ridículos como irrelevantes, ya que el objetivo final, no va a ser impedido,
que un socialista y catalán, sea el Presidente del Senado.
El PSOE seguirá siendo
quien legítimamente decidirá quién será el Presidente del, Senado.
Y la división de la vieja
batalla entre ERC y PDeCAT por lograr quien
va a liderar el centro independentista, seguirá soterradamente en vigor, mientras que la convivencia en
Cataluña siga deteriorándose y se siga torpedeando la acción de distensión del
PSC y del Gobierno de Pedro Sánchez.
Así está todo paralizado
en Cataluña, en el Parlament y el Govern, todo paralizado y con ello el
independentismo está satisfecho, porque les da igual que la convivencia y el
Govern, no sean lo que debe de ser.
Hoy algunos líderes
independentistas han recogido sus actas de diputados. Pero habrá que esperar
que el Tribunal Supremo, dicte las sentencias que les correspondan a los que
han sido juzgados por sus delitos. Que ERC y PDeCAT diriman sus disputas en
unas elecciones catalanas, donde él, pueblo de Cataluña imponga
mayoritariamente y sin discusión alguna al PSC, en el lugar parlamentario que
se merece por su labor en aras de los acuerdos para la recuperación de la
convivencia, entre otras medidas de carácter socio- económico que se hacen
necesarias en Cataluña.
Y sobre todo que el 26
próximo, las urnas recojan los mejores resultados del PSC en cada pueblo, por
la convivencia, la libertad y el fortalecimiento de Cataluña en una España de
todos.
La hoja de ruta para la recomposición
de la convivencia en Cataluña, va a requerir paciencia, un Gobierno en el país
con Pedro Sanchez como Presidente y que en Cataluña una parte importante de
quienes votaron los cuentos y la historia, preñados de falacias, se den cuenta
que “La Independencia, el referéndum y
el no respeto a la Constitución” no serán nunca verificados. Porque lo que
Cataluña necesita es la convivencia y un Govern que gobierne y en aras de todos
los catalanes, en el marco del Estado de Derecho que contempla nuestra Constitución.
20 mayo 2019
César Llorca
Tello
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