LAS POSIBLES
INGOBERNABILIDADES DE ESPAÑA.
Me pongo a escribir esta nota
a las 10H, después de cumplir con mi deber ciudadano: Ir a votar en este 20 D,
que puede ser decisivo tanto para que la derecha, el PP y Mariano Rajoy siga
como Presidente del Gobierno, o que el PSOE forme el nuevo Gobierno que España
necesita.
En las reflexiones que me
aventuro a realizar, no voy a abusar de las cifras, porque en determinados
casos - y este es uno de ellos – el exceso de números y porcentajes, su abrumadora
abundancia suelen anestesiar lo fundamental que es el conjunto, el grueso de
las reflexiones. Y eso es lo que yo quisiera resaltar.
El año 2015, hemos celebrado
elecciones locales, autonómicas y hoy las generales, que se han desarrollado en
el marco de una profunda crisis financiera, política y social sin precedentes
en la historia de nuestro país. Las políticas de austeridad, y recortes, así
como la corrupción practicada por no pocos cargos públicos del PP, han sido las
características fundamentales en España, de la crisis financiera que estalló en
el 2008 en los EE.UU., y se extendió rápidamente en la zona de Europa del sur.
Nuestro país, - lo hemos
constatado con claridad meridiana – ha sido uno de los países donde más se han
manifestado las dificultades económicas, sociales y laborales, como
consecuencia de las políticas conservadoras, neo-liberales del Gobierno de
Mariano Rajoy.
En los pocos años del
Gobierno de Mariano Rajoy, se ha cambiado – y lo va a seguir haciendo si
continua en el Gobierno- la forma de
vivir y de pensar como consecuencia de esa crisis y por supuesto por las
transformaciones políticas, económicas y sociales que nos han impuesto las
políticas basadas en la “Austeridad y los Recortes” que nos han hecho a los
españoles más pobres, más desiguales, más precarios, con menos empleo y
protección, y tenemos más déficit y mas deuda Ese ha sido el balance de la gestión de
gobierno del Sr. Rajoy, y su continuidad como Presidente, -si lo logra- solo supondrá
en mi opinión, una mayor agudización de los problemas que ha creado con su
gestión desde la Moncloa.
Conocidos los resultados
de las elecciones del domingo 20 quisiera dar la opinión que me merecen los
mismos. El 20 D ha cambiado muchas cosas en España y por sus resultados también
pueden cambiar la política nacional. Aunque del complejo electoral resultante
no haya surgido ninguna fuerza con mayoría absoluta para poder Gobernar
La gran pérdida de votos
del PP., y el fiasco de Ciudadanos, ha dejado a Mariano Rajoy sin la mayoría
suficiente para formar Gobierno.
Y por otro lado el PSOE
tampoco ha logrado la mayoría necesaria para que Pedro Sánchez sea Presidente
del Gobierno.
El complejo escenario
político surgido de las urnas, plantea que el PP como partido más votado sea
Mariano Rajoy quien asuma la responsabilidad de configurar la mayoría en la
cámara de Diputados para poder formar Gobierno. Una tarea muy complicada y
dificilísima de llevar a cabo porque, ni aún con los apoyos de Ciudadanos va a
poder ser elegido. Y porque el PSOE ya ha dejado claro que no apoyará a Rajoy
ni al PP para formar Gobierno en ninguna votación
Es verdad que la
Democracia, es dialogar, debatir y acordar, pero cuando el resultado de las
urnas es el que ha sido el 20 D, no es una aventura afirmar hoy, que ni el PP,
va a poder gobernar ni el PSOE tampoco. Y por supuesto tampoco los “partidos
emergentes”, ni Ciudadanos, ni Pablo Iglesias va a entrar en la Moncloa.
Así pues, la campaña
electoral ha revelado una gran sombra en la política española que hace muy
difícil, incluso imposible las posibilidades de un consenso. Y en consecuencia
vamos a tener que realizar unas segundas elecciones.
Ahora hay muchas
elucubraciones desde los medios y de los sectores económicos del país, que
tratan de presionar sobre todo al PSOE para que apoye e incluso forme un
Gobierno, la gran coalición PP/ PSOE. Este partido lo ha dicho bien claro, NO
VA VOTAR AL PP PARA QUE FORME GOBIERNO MARIANO RAJOY.
Y hasta que sepamos quien
va a Gobernar, los españoles estaremos pendientes de las declaraciones de
última hora de cualquiera de los cuatro líderes en lugar de los pros y contras
de un posible acuerdo entre algunos partidos. Y en el fondo vamos a estar
pendientes de si es imposible formar un Gobierno estable. De que vamos a votar
en las próximas elecciones.
Si vamos a ser lo
suficientemente maduros para votar mayoritariamente al partido que ha quedado
el segundo más votado: El PSOE, o vamos a castigar retirando el voto que se dio
al oportunismo de Podemos.
Lo planteo así de claro
porque Pablo Iglesias ya ha intentando colocar a Pedro Sánchez en un callejón
sin salida. Supeditar la posibilidad de apoyar al líder socialista a que este
acepte la celebración de un referéndum en Catalunya y una reforma de la
Constitución que reconozca a las Comunidades autónomas a convocar consultas. No
deja de ser una operación táctica del oportunismo de P. Iglesias, mera
estrategia electoral contra el PSOE porque lo que desde Podemos exige, es una
condición inasumible por parte de los socialistas.
Más claro agua, a Pablo
Iglesias lo que le importa es trabajar para ocupar el espacio político del PSOE
en nuestro país. Disputando la hegemonía del partido socialista que es lo único
que le interesa al líder “Podemista”, y por ello está encantado de que se
convoquen de nuevo elecciones generales, en lugar de abordar las negociaciones
sin la carga “egocéntrica” que lo caracteriza.
Hay pues razones más que
necesarias, justas, para que el PSOE se mantenga firmemente en el NO al voto de
investidura de Mariano Rajoy, y al mismo tiempo, llegado el momento de ser
requerido por el Rey para que Pedro Sánchez intente la configuración de una
mayoría para Gobernar. Creo, porque estoy convencido de ello, Podemos no va a
facilitar con su voto que Pedro Sánchez sea el futuro Presidente del Gobierno.
Por todo ello entiendo que
el PSOE reafirmándose en que no votará ni formará Gobierno con el PP, tiene que
disponerse a no contar con las mayorías necesarias para formar Gobierno, y en
consecuencia preparar las próximas elecciones Generales que se presagian.
No hay otra salida, porque
ni el Gobierno PP/PSOE, ni PSOE/Podemos son la salvación, la gran solución a
los problemas que tenemos. Además de que cualquier acuerdo del PSOE con uno u
otro partido seria firmar el parte de la defunción política del PSOE.
Un argumento que debería
haber contado a los electores a la hora de votar el 20 D, es el déficit y la
deuda.
Es verdad que durante la
campaña electoral, los problemas del déficit y la deuda prácticamente
desaparecieron de los discursos. Precisamente el principal causante del ajuste
y los recortes, parecía que no existían en nuestro país.
Sin embargo, ahí tenemos
más de un billón de euros de deuda que tiene España, y que el próximo Gobierno
tendrá que gestionar. Este país necesita 400,000 millones este año, y otros
tantos el próximo año.
Elegir Gobierno pues, no
es algo que se deba hacer al margen de nuestra situación económica a la que nos
han conducido las políticas de ajustes de Mariano Rajoy. Este, no puede
presumir de haber adelgazado nuestra
deuda, sino todo lo contrario.
Porque si algunos vaticinaban
la ingobernabilidad como escenario posible antes del 20 D, ahora con los resultados,
unas nuevas elecciones generales pasan a ser un supuesto creíble, donde corremos
el riesgo posible de seguir la incertidumbre.
Claro que España necesita comprobar
si la multipluralidad va a durar muchas legislaturas y es eficaz. O que los desengañados
de los “grupos emergentes” se manifiesten dejando de votar lo que facilitaría un nuevo espacio
político.
En fin, que los próximos votantes a las
elecciones generales a las que
irremediablemente parece que vamos. Afinen la puntería a la hora de elegir la
papeleta de voto.
23 diciembre 2015
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