La primera constatación de
los resultados alcanzados en las recientes elecciones municipales y
autonómicas, son las repercusiones que han provocado los cambios en el
escenario político de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, que han abierto a
su vez una profunda crisis en el seno del PP y del Gobierno de la nación.
La pérdida del
extraordinario poder institucional que tenía el PP, con los 2 millones y medio
de votos menos que los obtenidos en las elecciones del 2011, han abierto en
canal una profunda crisis en el PP, en su cúpula dirigente y en el propio
Gobierno del País.
El enorme caudal de poder
de los cuatro años del Gobierno de Mariano Rajoy, empleado en aplicar con
extremada dureza los continuos recortes sociales y presupuestarios, que
provocaron en su día masivas respuestas de los sectores afectados, sanidad,
enseñanza, y el descontento general de los ciudadano, con el rosario de las
apariciones de los numerosos casos de corrupción de las élites políticas y
financieras asociadas al PP a lo largo de la legislatura, han sido las causas
reales por las que el PP ya ha empezado a perder en las elecciones del 24-M.,
una parte de ese poder institucional. Y que puede continuar perdiendo en las siguientes
elecciones, pese a los optimistas y demagógicos anuncios del Presidente sobre
la eminente recuperación económica.
En este contexto, la dimensión de la crisis
del PP, es de tal envergadura que no la va a solucionar el Sr. Rajoy con las
medidas que a mi juicio, ha tenido que anunciar ante la cadena de dimisiones y la falta de moral de los
líderes regionales y las acusaciones mutuas entre dirigentes que se están
realizando, pidiendo responsabilidades y dimisiones por los resultados
alcanzados, de las que no está exento el propio Presidente del gobierno.
Ahora la estrategia de los populares anunciada por Rajoy de cara a
las elecciones generales, basada en su empeño de mantener la “defensa y
continuidad de la misma política” con las eternas promesas de la creación de
empleo y la utilización del miedo y las amenazas que va a emplear para infundir
temor entre los ciudadanos azuzando el miedo a la izquierda radical, con el mantra
al que la derecha siempre recurre, “que vienen los rojos”, que van a ser los
ejes fundamentales de la campaña del PP, no van a proporcionarle “la salida
triunfal de la crisis”, ni a ser lo que impida que el PP pierda en las
elecciones Generales, la mayoría actual que lo sostiene en el Gobierno.
Con independencia de los
resultados finales que fruto de los acuerdos que se establezcan entre el PSOE,
Ciudadanos y Podemos, estas elecciones han confirmado las tendencias que se
venían anunciando desde hace tiempo, las pérdidas de votos que han acusado
tanto el PP como el PSOE en relación a la que obtuvieron en las elecciones del
2011. Asi como el de la aparición de los llamados partidos emergentes,
Ciudadanos y Podemos que como partidos bisagra con menos apoyos que los esperados
por sus líderes, en el nuevo escenario político, van a poder determinar en gran
medida, el alcance real y definitivo de la radiografía final en los
Ayuntamientos y Comunidades como resultado de los acuerdos y alianzas que se
establezcan en el periodo de las inevitables negociaciones que tienen que producirse
entre los representantes de cada una de estas tres fuerzas.
En el escenario negociador
va a estar presente, que tanto el PP como el PSOE, han sido las principales
fuerzas más votados, con cerca del 55% de los votos, seguidos a bastante
distancia por los nuevos partidos Podemos y Ciudadanos. A pesar de las
políticas del Gobierno y de la campaña de intoxicación llevada a cabo contra el
PSOE durante toda la legislatura con el mantra de que el PSOE es igual que el
PP., el primero ha sido el más votado a poca distancia del PP.
Pese a ello, ahora los
resultados de las elecciones municipales y autonómicas del domingo pasado, que
han expresado inequívocamente la necesidad de un cambio importante en el nuevo
panorama político nacional, requieren un claro giro hacia la izquierda, y para ello se tiene que dar paso a una etapa,
la de llegar a acuerdos para gobernar en las principales Comunidades Autónomas
y Ayuntamientos del país.
Y el llegar a acertadas conclusiones,
debía de ser en mi opinión el fruto de
un buen entendimiento exento de confrontaciones estériles entre las tres
fuerzas por varias razones. La primera porque así lo han querido los electores,
la segunda porque no puede haber cambio sin la unidad de la izquierda, y la
tercera porque la falta de entendimiento entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos
solo puede favorecer al PP.
Claro que en estas
circunstancias, los retos de cada uno de los partidos, que en mi opinión no son
los mismos, nos lleva a constatar hasta estos momentos, que cada cual, cada
partido está tirando de la manta, para ver con cuanto trozo de ella se queda. Lo
que está sucediendo es el lamentable espectáculo que están ofreciendo por la falta de entendimiento y de voluntad política,
cuando ambas virtudes se hacen necesarias, para gobernar ese giro hacia la
izquierda en los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
Hasta la fecha, lo que
esta evidenciándose es que los llamados partidos emergentes, Podemos y
Ciudadanos están peligrando los posibles pactos electorales como consecuencia
de sus exigencias fundamentalmente al PSOE para determinar sus acuerdos.
Las dificultades que está
teniendo el PSOE para aceptar las exigencias de Podemos y Ciudadanos, no solo
están dejando claro que los objetivos de estas fuerzas con una minoría
resultante de las urnas es impedir que el PSOE alcance la recuperación del poder en varias autonomías y Ayuntamientos.
Sobre el escenario de la
campaña de críticas que se han venido propiciando al PSOE, desde el 2010, de un profundo ataque
e insultos a este partido calificándolo de “casta”, ahora los partidos Podemos
y Ciudadanos pretenden el juzgar a este
partido otra vez, ignorando el juicio que ya han establecido las urnas, imponiendo
condiciones que solo tienen por objetivo dificultar al máximo las posibilidades
que en función de los resultados obtenidos, el PSOE puede alcanzar los Gobiernos
de varias Comunidades y Ayuntamientos, y de situarse con ellos como la clara
alternativa al Gobierno de Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales.
Como he venido
manifestando en varios de mis artículos, la campaña anti-PSOE llevada a cabo por estas fuerzas emergentes,
no solo han sido un error garrafal sino que el persistir en ella, son
claramente una estrategia que favorece solamente a la derecha, al PP y al Gobierno.
Hasta hoy, sigue sin
existir ningún acuerdo para ver quién debe ser el Presidente de las Comunidades
Autónoma y Alcaldes en los Ayuntamientos. Y
ese hipotético frente de izquierdas se resquebraja por las desconfianzas
mutuas. Da la impresión que por las declaraciones de algunos líderes, que lo que
quieren es desplazar al PP de los gobiernos, pero lo fundamental y lo más claro que
está apareciendo son las exigencias al PSOE del cumplimiento de sus
ocurrencias, que en el caso de Podemos, es la exigencia a que el PSOE realice
“un giro de 180 grados” ó las de
Ciudadanos exigiendo un pacto anticorrupción como paso previo a las
negociaciones.
Las evidentes actitudes de
oposición al PSOE están confirmadas por Podemos, que ya han anunciado con sus
14% de votos alcanzados en las Autonómicas, que va a hacer como el “Perro del hortelano, que ni come, ni deja comer” ni va
a estar con un gobierno del PSOE ni apoyar su nombramiento.
Las exigencias de
Echenique en Aragón, que no reconoce al candidato socialista más votado de la
izquierda y pretende ser el Presidente de Aragón, es por citar solo una la
razón anti-socialista que persigue Podemos.
Y la otra fuerza
Ciudadanos, que está dando una de cal y otra de arena en cuanto a su
definición, no deja con claridad su apuesta por una alternativa anti-liberal
debido quizá a sus compromisos con los programas de la FAES dirigida por el ex
-Presidente Aznar, que ha hecho suyos, pretendiendo ser la alternativa
actualizada del PP y sus políticas.
Yo entiendo perfectamente
el interés de estos tres partidos por alcanzar cuotas de poder institucional
mediante las negociaciones y acuerdos, pero estoy totalmente convencido que el
anti-PSOE que han venido practicando algunos partidos como Podemos desde su
aparición, como vehículo para abrirse paso en el escenario político nacional,
no ha desaparecido, sigue estando presente, tanto para la elección de los
Alcaldes como de los Presidentes, y también va a practicarse en las actuaciones
posteriores de oposición a los Gobiernos
cuando estos sean de responsabilidad socialista.
Desde estos
convencimientos, considero que el PSOE debe mostrar una gran capacidad para
adaptarse a esta nueva situación, con inteligencia, paciencia y gran capacidad
negociadora y para saber transmitir a la opinión pública sus propuestas en cada
momento. El PSOE entiendo que debe administrar los resultados que le han
otorgado las urnas desde la seriedad y el respeto que tiene derecho a pedir a
sus interlocutores en las negociaciones de los resultados de las elecciones.
El PSOE ya ha
experimentado las primeras dificultades en las negociaciones con Podemos, por
lo tanto si estos persistieran e imposibilitaran las negociaciones para
conseguir acuerdos sólidos y duraderos, yo entiendo que el PSOE no debe forzar
la consecución de acuerdos con Podemos y Ciudadanos, a cambio de que estos pueden facilitarle algún gobierno de
inmediato, porque “El dime con quién pactas y te diré quién eres” le puede
provocar la disminución del liderazgo socialista con la acción posterior de la
oposición y lógicamente de las perspectivas del PSOE ante las elecciones
generales.
Sin acuerdos con Podemos
ni con Ciudadanos, porque no van a ser posibles por sus exigencias y claros
objetivos anti-PSOE, este partido no podría quedar afectado de su condición de ser
un partido de izquierdas y podría hacer suya aquella frase del insigne Almirante
Casto Méndez Núñez que en 1866 combatió en el Callao (Perú) donde se sintió vencedor
tras perder varios buques, exclamando: “Más vale honra sin barcos, que barcos
sin hora”.
En mi opinión, el PSOE y su
líder Pedro Sánchez, tendrá “la honra de la izquierda” si no pacta con Podemos ni
con Ciudadanos por sus exigencias, aunque ello les lleve únicamente a ocupar el
poder institucional más reducido que le confieren los resultados de las
elecciones.
Y que cada uno Podemos y
Ciudadanos apoye a quien quiera. Y en noviembre nos volveremos a ver.
César Llorca Tello
Los partidos han de preparar Elecciones a partir de la celebración de Comicios, valorando resultados, fallos y creando nuevas expectativas. Sin Autocrítica, instalarse en la autocomplacencia y no cambiar nada, ni a nadie, lleva al fracaso. Cada año se incorporan nuevos votantes al censo. Millones de ciudadanos buscan empleo y los cambios en la sociedad demandan soluciones nuevas, a los partidos y los gobiernos. Los antiguos esquemas políticos, Derechas-Izquierdas, definen el pensamiento ideológico, pero a la hora de votar, se tienen en cuenta otras circunstancias. Entre ellas, al ciudadano no le gustan los malos modales, enfrentamientos zafios, insultos entre sus representantes. Menos aún entre los de la misma o similar ideología. A la hora de la verdad, pesa más aquello que se ha hecho MAL, que lo bueno en el haber positvo. Recordemos el varapalo a Zapatero en las municipales y autonómicas del 2011, preaviso de lo que sucedió después en las Generales..La derecha lo sabe, por eso se mantiene abierto el caso de los ERES en Andalucía, causa que "hipoteca" al PSOE hasta no se sabe cuando. Todos los encarcelados, encausados, cómplices, etc. de los Gurtel, Púnicos, como si no existieran.
ResponderEliminarUno del Norte.
Gracias Norteño. Se ve que has venido inspirado del NORTE. La verdad es que se está dando un espectáculo de pena. Estan más pensando en las Generales que en ponerse de acuerdo y gobernar Ayuntamientos y Comunidades. Que le vamos a hacer.
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