jueves, 5 de marzo de 2015

VAYA ESPECTÁCULO



Cuando se van aproximando las fechas del abrumador  año electoral que vamos a pasar, los sondeos, las encuestas  y el papel mediático, están haciendo de las suyas. Más marear la perdiz, que realmente informarnos.

Más que informar a los ciudadanos, estamos asistiendo a un baño de apariciones y declaraciones de algunos representantes de los partidos políticos, algunos de reciente aparición que han proliferado con la rapidez de los champiñones launque suban las perspectivas del voto en las encuestas, de cara a la campaña electoral que ya estamos sufriendo este año. Sin embargo, mi extrañeza y mi pregunta ¿es porque suben? si algunos partidos no nos están ofreciendo sus programas con las propuestas, al menos creíbles y realizables. En esta situación se encuentran el PP, Podemos y Ciudadanos.

Si empezamos por el propio partido del Gobierno, el PP, que está llevando a cabo una vergonzosa y peligrosa Campaña. Porque si bien hoy se ha logrado una mini-reactivación económica, no es verdad que se pueda presentar la misma como la garantía de la creación de empleo en la próxima legislatura de tres millones de puestos de trabajo, como está diciendo el Sr. Rajoy.

Esas falsas promesas solo tienen un objetivo, lograr engañar a los españoles para no perder el poder institucional en autonomías y el Gobierno del país en las próximas elecciones. Sin embargo ello no es posible por nuestra propia realidad, deflación y una baja productividad casi estancada de nuestras estructuras productivas,  sino además por el empeño de continuar con la aplicación de las mismas políticas neoliberales, la austeridad y los recortes de los derechos económicos y sociales que hemos visto recortar en esta legislatura por el Gobierno del PP. Aunque ahora, “el paraíso económico, que nos están presentando, lo hagan agradeciéndoselo  a los españoles”. Cuando Mariano Rajoy ha sido el responsable de la frustración en España por prometer empleo, mantener la sanidad y la educación, y lo ha incumplido todo.

Esta burda estrategia del Gobierno, no deja de tener por lo demagógico un lado extremadamente peligroso, y es que durante los meses que nos quedan por llegar a las elecciones de noviembre, el Gobierno consiga recuperar las pérdidas del apoyo social que les dio la mayoría absoluta en el 2011, engañándoles una vez más con “el prometer y luego no cumplir”. Pero la verdad es que la marca España, de empleo  con el PP, ha sido la ultratemporalidad, los salarios de pobreza y las bajas pensiones. Y por eso los españoles no debemos votar las candidaturas del PP, ni en los Ayuntamientos, ni en las Comunidades autónomas y tampoco obviamente en las Generales de noviembre.

Mientras tanto los “revolucionarios de Facebook” siguen predicando la igualdad del “PSOE con el PP” contribuyendo así a favorecer una cómoda situación al PP, a pesar de lo que han representado las políticas del Gobierno en estos tres últimos años. Como el refranero español es muy sabio, habría que recordar a estos politólogos de internet, que  como “las comparaciones son siempre odiosas”. Mejor dejarlas de utilizar como estrategia electoral, pues no han favorecido para nada a quienes han venido sembrando errores políticos de ese calado, lo único que han venido a favorecer es la extensión de la desafección ciudadana sobre la política y la confusión acerca de los partidos políticos y del papel e intereses de cada uno, en un momento donde la crisis sistémica que estallo en el 2008 y el tratamiento neoliberal de la misma han creado una dramática situación tanto en nuestro país como en la Unión Europea, sumida en una recesión económica de la que no sale con las políticas neoliberales.

Este es el modelo de país que está construyendo el Gobierno del Partido Popular, que no es una consecuencia de la crisis, sino de la elección de políticas económicas y de legislaciones laborales que suponen un trasvase de las rentas del trabajo a las rentas del capital, provocando que crezca desmesuradamente la desigualdad.

El gran problema hoy para los españoles, es que después de seis años de crisis y de la gestión catastrófica con estas políticas de la misma por el Gobierno del Sr. Rajoy, la ciudadanía está legítimamente desesperada a la búsqueda de las posibilidades en algún partido o movimiento para encontrar la solución a los problemas  del paro, la temporalidad de los contratos y los bajos salarios entre otros, y cuando han visto la aparición de Podemos han venido a depositar en ese partido todas las esperanzas de encontrar solución a los problemas.

Sin embargo, la solución a esos problemas pasaría, en mi modesta opinión, por los partidos socialistas y de izquierda como el PSOE e IU sólidamente organizados y con indiscutibles tradiciones de izquierda, que superando errores y desaciertos del pasado, se pusieran a elaborar el conjunto de propuestas que permitiesen la recuperación de los derechos arrebatados en estos tres años, de Gobierno del Sr. Rajoy. Y se avanzasen las posibilidades  de gobiernos de izquierda en las instituciones después de las respectivas elecciones. Sin embargo que es lo que nos encontramos: Una fragmentación de las intenciones del voto de importantes sectores de los ciudadanos, disperso entre algunos partidos como Podemos, que están en las antípodas de ser la organización que van a resolver, más bien a agravar nuestros  problemas.

Solo ese partido, con una calculada ambigüedad puede defender una identidad “Ni de derechas ni de izquierdas”. Cuando la igualdad de derechos, la justicia  son aspectos incuestionablemente de  izquierdas  y defendidos por partidos de izquierdas.

Pero a lo que aspira Podemos es a pescar en muchos caladeros, aunque los Iglesias, Errejón y Monedero sepan que eso no es realmente del todo posible, por lo tanto, postergan la toma de posiciones  sobre temas que definen mucho todo lo que una organización política tiene que decir en el marco de la Campaña Electoral . Los líderes de Podemos, por su formación y experiencia previa, ven el mundo de manera vertical, es decir, de “Un nosotros, que estamos abajo, contra ellos, que están arriba”.

Y por lo tanto, no sienten simpatía por otras maneras de ver el mundo, donde los problemas sociales sin que tienen que ver con la división en clases de la sociedad, con independencia de la división “inventada” por esta “troika podemista” de que sean casta ó no.

Los responsables de Podemos nos están demostrando que no se pronuncian por ningún horizonte ideológico, y no lo hacen sencillamente porque después de iniciar sus andaduras tras las elecciones al Parlamento Europeo dijeron cosas que sencillamente pudieron “caer bien” a sectores de la ciudadanía, porque “sonaba bien”. La música bien pero a la hora de explicar la letra, eso ya no podía cantarse, por falta de financiación. Y ahora, siguen sin explicar con claridad lo que quieren hacer, y –si cabe decir eso- están volviendo a propuestas propia del modelo socialdemócrata que el PSOE ha venido planteando desde hace años.

 Ahora Podemos, va a la deriva como le corresponde a un partido “atrapalotodo”, que no duda en defender unas fuerzas armadas garantes de la Soberanía, que asuma un discurso nacional-patriótico y rehúya las definiciones ideológicas.

El proyecto de Podemos, dirigido por una cúpula jerarquizada compuesta por la “troika fundacional” de este partido, se basa más en la ficción de participación asamblearia, muy adaptada a la condición de muchos simpatizantes, que son activistas de Facebook. Y el panorama se completa con la ilusión que Podemos ha provocado en mucha gente, que se soslaya con un escenario de inquietante desmovilización social y laboral. Y sin que la “troika Podemista” sea la culpable de este “curioso fenómeno”, no deja de sorprenderme que estos dirigentes, no parezcan muy preocupados por ellos.

Esa cercanía a las instituciones, claramente manifestada por Pablo Iglesias, y ese desprecio por las movilizaciones y las luchas obreras – incluso la celebrada en la Puerta del Sol – para NO REIVINDICAR NADA, acaso se debe a que Podemos considera a los movimientos sociales, como meros resortes al servicio de “su Proyecto”, el que dicta una vanguardia omnisciente, en un escenario que no puede estar más alejado de la autogestión popular.

Me temo pues, en fin que los Iglesias, Errejón y Monedero, dirigentes de Podemos, se creen que encabezan un proceso que se encuentra bajo su control, y bien puede tratarse de un proyecto ideado por otros.

 Otro partido que da la impresión que ha surgido de improviso, también como salvadores de la patria,  es Ciutadans al que los sondeos le reconocen unos significativos resultados.

Pero Ciutadans que se ha implantado en España con la velocidad de crecimiento de los champiñones en invernadero, no es ningún nuevo partido. A lo largo de más de nueve años en la Cámara catalana, este partido ha mostrado en repetidas ocasiones sus preferencias derechistas, se ha aliado frecuentemente con el PP, y se ha manifestado junto a formaciones ultras el Día de la Hispanidad.

Entre las proezas de este partido cuenta el haber defendido en el Parlament, quitar la sanidad pública a los emigrantes sin papeles, se negaron a votar a favor de la retirada de la Ley del aborto de Gallardón y evitaron condenar al franquismo con una sonada salida sus diputados de la Cámara antes de la votación.

 Aunque Ciutadans, ha irrumpido con rapidez en el panorama político español, en un momento donde lo nuevo parece que tiene premio electoral, ya se les llama “El Podemos de Derechas”. Pero lo que no hay dudas, es que ni es nuevo ni de izquierdas, con ese historial. Lo que nos permite adelantar el convencimiento que sus promesas improvisadas no nos ofrecen poca o nula credibilidad.  Asi pues con estas opiniones pero no sin dejar constancia de un profundo convencimiento: De que solo la unidad de la izquierda, del PSOE  e IU hará posible las políticas que nos permitan salir del atasco neo-liberal de nuestro país, quiero acabar este artículo  con un texto  de nuestro grandioso Antonio Machado con el que estoy profundamente identificado, y  que decía así:

“En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”.

“Si preguntáramos al respecto de la política y de los políticos en cualquier parte del mundo, nos encontraríamos  – excepciones honorables aparte – con una amalgama de desencanto, frustración, hastío, enojo, cuando no una encendida indignación ó un rendido conformismo”.

“Sin embargo, nadie duda de que la política sea no necesaria, sino imprescindible. Guiar con criterio y firmeza los destinos de un país, procurando el bien de sus ciudadanos; comportándose con honestidad y transparencia en la gestión de los dineros públicos; gobernando con ecuanimidad  para tus partidarios y los que no lo son ni lo serán; alentando medidas que garanticen el bienestar general ó promoviendo iniciativas que impulsen la economía, la educación, la cultura, el desarrollo… es un arte, aunque, por lo que comprobamos casi a diario en distintas latitudes, un arte imposible”.

“Yo, de entrada y por sistema, me niego a pensar que las cosas no tienen arreglo. Lo tienen casi siempre cuando te pones a buscar verdaderas soluciones y no te empantanas dedicándote a otros menesteres - lo que ocurre muchas veces en política – que no tienen que ver exactamente con los problemas en sí”.

“Y  ya sé que la política es considerada por muchos como un sutil ejercicio de engaño colectivo, pero yo prefiero que un político me diga, por ejemplo, que las cosas están mal y que va a requerir de mi un esfuerzo complementario”.

“Quiero que me pinte las cosas tal y como son y no que pensando en mi voto, me escamotee información”.

“Que no me trate como a un memo incapaz de informarme por mi cuenta y tener acceso a la realidad de las situaciones y descartar, con ello, la otra verdad que se me intenta vender.”

“Que me confiese que se ha equivocado, porque eso puedo entenderlo. Que me diga que lo está intentando y que me explique cono, porque así le apoyaré.

“Que me transmita confianza, porque en este mundo en el que casi todo es volátil e intangible, la confianza es un viento que impulsa o frena”.

“En este tiempo de turbulencias económicas y de crisis global. De pesadumbre generalizada y de tragedias familiares por la falta de trabajo - terrible – y por la falta de expectativas - letal - , los políticos deberían estar a la altura y ejercer el papel de líderes que requieren las coyunturas excepcionales.

“Es necesario volver a creer y creeríamos, sin duda, si tuviéramos la inspiración necesaria”.

                                                                                  (Don  Antonio Machado)

                                                                      

                                                                       César Llorca Tello                                        

                                                                           5 marzo 2015

                       

 

 

 

 

 

 

 

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